jueves, 31 de diciembre de 2015

Fallos, imperfecciones y propósitos de enmienda

Termino 2015 con infinidad de proyectos, mucha ilusión y la misma sensación de prisa y precipitación que me ha acompañado durante todo el año.

Cambios en el trabajo, situaciones personales y familiares que mutan, una casa celosa que ha optado por la reforma, acumulación de trabajo y mala gestión personal del mismo han convertido 2015 en mi particular parque de atracciones, con demasiados altibajos, demasiada poca capacidad de previsión y muchas renuncias.

He postergado cambios esperando que las situaciones se normalicen cuando hace tiempo debería haber aprendido que a partir de ciertos momentos raras son las ocasiones de tranquilidad absoluta y que cuando juntas tu vida con la de otra persona los problemas y situaciones crecen de forma desmesurada porque a veces 1+1=3.. o 4 o 20.

Necesito dejar el coche a un lado y el trabajo al otro, porque en 2015 (y puede que en parte de 2014) he vivido para trabajar y no he trabajado para vivir, que es algo que nunca pensé que me llegaría a pasar.  
En lo que el blog se refiere ha sido algo similar. 

Termino con sensación agridulce, la de haber retomado algo de ritmo leyendo y el de no haber podido hacerlo casi nada en el último mes. El haber elegido mal diez libros... o mejor, el haberlos elegido bien en su momento pero luego no poder elegir cuando leerlos por mi autoimpuesto ritmo de lectura y la proclamación de la elección del mismo.

Se acumulan los libros que quiero leer, autores que quiero recuperar: Andrea Camilleri (de quien aspiro a leer "La banda de los Sacco"), Jo Nesbo (tengo "Murciélago" congelado en la mesilla desde hace demasiado tiempo), Fred Vargas, Petros Markaris (que lleva casi dos años sin pasar por mis manos) y otros, como Fran Santana y sus "niños que ya no sonríen" o "Las alas del dinosaurio" de Sissel-Jo Gazan que quiero probar.  

Me gustaría poder seguir con Bevilacqua y Chamorro para ver como han cambiado en los últimos años, reencontrarme con Neal Carey o con "El cártel" ambos de Don Winslow... en general quiero recuperar el gusto por la novela negra, por la evasión y la comprensión de los distintos entornos sociales, recuperar la sensación de que cuando leo dejo atrás todos los problemas, me aislo y desconecto.

No sólo la novela negra debe volver a mi vida. Quiero que lo haga la nueva fantasía, y estoy dispuesto a probar cosas nuevas, a arriesgar como siempre, sin perder de vista el pasado... ¡¡¡Harry Dresden, cuanto te he echado de menos!!! 

Deposito mi esperanza en autores que conozco y con los que me he reencontrado hace poco, como Brandon Sanderson y en otros nuevos como Leigh Bardugo, de quien espero mucho en su "6 of crows". Deseo que Joe Abercrombie también cumpla con las espectativas tras años oyendo hablar de su obra, espero avanzar en la pentalogía de "Las monarquías de dios" y recuperar a Tanya Huff en la serie de la Confederación.

Pero sobre todo espero mejorar. 

En lo que respecta a quien lee esto, lo que pretendo es mejorar el blog. Fundamentalmente los post. Espero que vuelvan a ser más personales, más míos y menos presurosos. Disfrutar escribiendo, aunque no lo lea casi nadie y saborear los ratos que dedico a este pequeño pasatiempo. También mejorar el aspecto del blog, aunque aún no tengo claro cuán grande será ese salto, porque de todo quizás es lo que menos me agobie. Por encima de todo procuraré que sea más personal, que en algun momento sea capaz de compartir cómo una canción me ha acompañado a lo largo de una semana por algún motivo desconocido o como una película o un episodio de una serie me ha dejado alucinado... en general, espero sentir lo que hago como algo mío.

Y quién sabe, con suerte a final de año poder recuperar la costumbre de las entregas de premios y de trofeos, con algo de criterio y mucho de humor.

Voy cerrando, avisando de que de entrada ya he hecho trampa y uno de los libros que han aparecido ahí arriba está a punto de ser acabado y lo postearé en breve si todo va bien y, que si soy capaz de centrarme, recuperar parte de mis ritmos y de cumplir con las pocas ideas claras que tengo, aspiro a que este año el número de post supere los 35-40 y alcanzar las 10.000 visitas, que están aún muy lejos pero que me parece un objetivo por el que hay que luchar.

Mis mejores deseos para quien lea esto, si es antes de las 00:00 que entres con buen pie en el año nuevo, si es después que lo mejor que te haya pasado este año sea lo peor que puedas esperar del que viene.

Un saludo 

martes, 8 de diciembre de 2015

Fría Venganza, Joe Kurtz 1



Joe Kurtz, exdetective privado, nada más salir de prisión se ofrece a un Don caído en desgracia para encontrar a su contable desaparecido. 

Supongo que ese sería el resumen más aséptico que se podría hacer de la novela, sin desvelar nada pero indicando que estamos ante una novela de corte más clásico que actual, por mucho que Simmons le haya dado un aire mas moderno al no situarlo en principios de los años 20 sino en el momento actual. 

A mí me ha gustado en la medida en que la lectura es ágil, el lenguaje moderno y la acción constante. No hay tantos impases reflexivos del protagonista, sin que haga acto de presencia el ritmo pausado, lento, casi agónico de las obras más clásicas. Es puro entretenimiento y como tal funciona bien si es eso lo que se busca.

Joe Kurtz tiene cierto carisma (aunque también posee algunas lagunas difíciles de justificar porque son demasiadas las veces en las que a este supuesto profesional de lo suyo le pillan por sorpresa), es un tipo curioso aunque apenas muestra ninguna faceta personal ni nada de interés a parte de un gusto por la lectura desarrollado durante su estancia en prisión.

Los personajes que le rodean son bastante arquetípicos, desde el Don caído en desgracia hasta la femme fatale (aunque aquí sin relación personal entre ella y el protagonista); una secretaria que es más madre y banco que compañera laboral pero que quizás de todos es la que mejor sabe donde se encuentra y a qué juega; Dos soplones/asesores que seguramente sean de lo mejorcito que hay en la novela a pesar de que uno de ellos sea un yonqui sin opción a redención y una andanada de malos que se van sucediendo en su intento de acabar con el protagonista.

La acción está bien, no es especialmente pesada y desde luego es bastante realista. No se suceden las luchas con veintisiete mil golpes, donde el resto de la humanidad habríamos quedado reducidos a fosfatina pero ellos no han perdido ni un diente. Son duelos rápidos, bastante honestos en la propuesta y con buen ritmo.

A la novela le falta peso. Es un ejercicio rápido de construcción, utilizando elementos conocidos y su única ventaja es que  agiliza el desarrollo, una velocidad que intenta tapar dos PEROS bastante grandes para aspirar a algo más que a ser un pasatiempo entre novelas "serias", una ausencia total de investigación y ser ligeramente tramposa.

La investigación como tal no existe. Kurtz parece un agricultor que se limita a hacer ruido y zarandear algunos árboles para ver quién aparece. Es, con perdón por la comparación, como si diese a todo el mundo boletos de la feria mientras el se disfraza de patito al que ir a disparar.  Un pim, pam, pum que entretiene pero que no deja de ser extremadamente básico.

Y las trampas... las trampas están ahí. En un par de conversaciones extrañas, que no terminan de entenderse hasta que se llega al final de la novela, en el supuesto punto álgido cuando en teoría todo toma sentido (o así lo cree el autor). Con salvedades me ha recordado a "Operación U.N.C.L.E", la película que estrenaron hace un mes o así, que en un par de momentos pone una música que tapa dos conversaciones, escondiendolas al espectador para tratar de sorprenderle cinco minutos más tarde cuando explican lo que ha pasado. La diferencia es que en sí, la película tenía sentido y sólo faltaban un par de matices que se llegan a explicar con humor, mientras que la novela se guarda el supuesto as en la manga hasta el final, y sólo si te paras a pensarlo a posteriori te das cuenta de que quedan demasiadas preguntas sin responder, porque todo se apoya en un hecho (Joe Kurtz es un tipo brillante) que no se sustenta en su proceder en distintos momentos de la trama.

Para ser lo que es la novela no está mal, discretita pero llega en un buen momento, tras dos lecturas interesantes y en unas semanas de confusión prenavideña, obras en casa, demasiado ajetreo en el trabajo y poco tiempo para disfrutar sentado con un buen libro. 

En ese contexto "Fría venganza" es una buena elección, una obra sin pretensiones que distrae sin exigir mucho al lector y que te permite dejarla a un lado durante un par de días y retormarla sin haber perdido el hilo conductor (lo que en el fondo dice muy poquito de la trama). 

Si Kurtz hubiese sido calvo y lo visten un poquito más, habría sido una de esas pelis de Bruce Willis de los 80-90 entretenidas y sin pretensiones donde lo único que pasaba es que le daban hasta en el carnet de identidad mientras él iba cargándose a los malos para sobrevivir.

Nota: 5,5


sábado, 28 de noviembre de 2015

Casanova y la mujer sin rostro (Serie Volnay, vol. 1)


"Casanova y la mujer sin rostro" es una novela singular que destaca por su ambientación y, sobre todo, sus personajes, dos elementos que asumen el protagonismo de la obra, restando algo de peso a la investigación.

Ambientación: La novela se sitúa en Francia, en mediados de Luís XIV, más concretamente el París de la época. 

No es un retrato idílico sino una plasmación de la crisis social y política existente en el momento. La desconfianza en un rey con un apetito sexual prohibido en cualquier sociedad occidental actual, un "partido devoto" más pendiente de lo terrenal que de la salvación espiritual de su pueblo, un jefe de policía más pendiente de su progreso que de la verdad, la irrupción de las logias francmasonas y la precipitación y cambio que ocasionaron en otras "sociedades" más antiguas, como "la Hermandad de la Serpiente" y un incipiente interés por la ciencia y la alquimia entre las clases adineradas, en pos de la vida eterna y de la transmutación de los metales.

Esta parte me ha gustado especialmente porque me ayuda a poner cara a una sociedad que casi desconocía y a entender un poco mejor parte del descontento popular que llevó a la Revolución de 1789, el por qué del rechazo popular a su monarquía (o al menos a las últimas gotas que colmaron el vaso en ese tema), a conocer la figura del Conde de Saint Germain y de Madame de Pompadour.

Sin ser su objetivo Olivier Barde-Cabuçon logra que desee conocer más de aquella época y de todo lo que aconteció, y eso es algo que como lector valoro mucho.

Personajes: Increibles. Más por su carisma que por su interés particular en la evolución de la historia. Casanova y el inspector de las muertes extrañas, el caballero de Volnay. El duelo interpretativo entre ambos se come la novela, dejando en segundo plano todo cuanto acontece.

Sus luchas e intrigas, tanto a nivel político como romántico se acaban apoderando de la novela, que crece en la medida en que la confrontación se reaviva y declina conforme esta se vuelve más mundana. El final de este enfrentamiento cumple con todas las espectativas a pesar de ser bastante previsible.

Casanova y Volnay no están solos, Chiara d´Ancilla y "El monje" les acompañan. La primera, como veremos en el siguiente punto formando parte de un peligroso triángulo amoroso. El segundo como uno de esos personajes secundarios que desde que aparecen acaparan la atención del lector y poco a poco empiezan a robar protagonismo a pasos agigantados.

Triángulos: Chiara, Giacomo Casanova y Volnay. En una doble vía: la política y la personal.

La parte política es sencilla. Hay entre los tres ¿espías?. Un trío peculiar, con un peón, un revolucionario republicano y un hedonista que sólo piensa en su propio interés. Movidos por fuerzas ajenas, en muchos casos más inteligentes, capaces y preparados que ellos, la forma en que se desenvuelven por el tablero tiene sentido una vez que se conoce a quien mueve los hilos de alguno de ellos.

La parte amorosa es la más complicada. Es amorosa que no romántica porque no creo que sea esa la que está más presente. Tal vez en Volnay, no en Casanova. El deseo, la lujuría, el amor entendido como pasión desenfrenada, una pasión por la vida, por lo que ofrece, por el disfrute antes de que llegue la muerte frente  al dominio de la razón sobre nuestra vida, el miedo a vivir, a sufrir, a dejarse llevar.

Un pulso interesante que, por desgracia, cobra demasiado peso durante la trama... o al menos se le cede demasiado espacio y acaba desvirtuando el que, en principio, era el objetivo principal de la lectura, la investigación criminal, la parte "negra".

El desarrollo se hace lento en los últimos compases del libro y es a esta parte a la que acuso como responsable, desvirtuando un poco el resultado general.

Novela negra: El fallecimiento de una joven en un barrio de París, con la piel de la cara quitada acontece en las primeras páginas de la novela y sirve de hilo conductor para todo lo expuesto anteriormente.

No es la única muerte. El misterio se acrecenta y la resolución está a la altura. Pero lo cierto es que todo lo demás (la parte política, la crítica social, el triángulo amoroso, el misterio de "El monje", el encanto de "Casanova", el estoicismo de Volnay y la dualidad de Chiara acaban relegando a la investigación a un segundo plano. 

Prima más una comprometedora carta que la muerte de las jóvenes y la resolución del misterio ni siquiera marca el final de la novela, sino el punto clave para el esperado desenlace final. 

El misterio en sí es original. O al menos la respuesta dada. Ahí sorprende Barde-Cabuçon y da al lector algo que pensar. Al menos a mí me lo dió: ¿en qué momento dejé de prestar atención a esa pequeña parte?¿cómo no lo vi venir?¿era algo previsible o, simplemente, era un final "Agatha Christie"?

Nota: 6,5. Leeré el segundo, indudablemente, pero no lo haré esperando una novela negra sino una inmersión en la historia de Francia y en el caballero de Vornay.

P.D: Tras una semana altamente caótica, espero poder escribir la semana que viene sobre "Fría venganza" de Dan Simmons, que se presenta como una novela negra más americana de las que suelo leer, con adrenalina y uno de esos tipos duros (casi como el diamante) que se leen con rapidez. A ver si las circunstancias lo permiten.

No quiero terminar sin disculparme por los posibles errores ortográficos que haya podido cometer en los últimos post. No encuentro el momento de repasarlos y se está notando. Cuando quienes conozco me avisan corrijo los que ellos ven. Algunos, por desgracia, son injustificables... otros, como el "halucinaciones" del post anterior... son culpa del inglés, que a veces me pervierte, :S.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Legión (Legion, Vol. 1)


Brandon Sanderson es uno de los escritores que más me gusta y, sin embargo, uno de los que más me cuesta leer.

Creativo, originial, con una capacidad asombrosa para generar atracción en el lector y sumergirle en cada uno de los mundos que crea, su capacidad para innovar parece directamente relacionada con la imposibilidad de realizar novelas breves. La extensión de prácticamente todas sus obras es descomunal y su lectura llega a convertirse en una especie de maratón para quién acepta el desafío. 

Esa sensación de terminar una lectura extenuado, si es puntual tiene su gracia, si es general se convierte en algo agotador, tanto que durante los últimos años he renegado de su lectura. De hecho quiero recordar que "The way of the kings" lleva en mi estantería casi desde su publicación (allá por 2009) pero su longitud me disuade y aún no he encontrado el ánimo para ponerme con él. 

Por eso, cuando publicó "Legión" algo se iluminó en mi interior y lo dejé bien marcado a la espera de encontrar el momento para hacerme con él y dedicarle tiempo. Cuando hace poco más de dos semanas finalmente lo adquirí y vi su extensión y me encontré con apenas 87 páginas en inglés no dudé en saltarme todo lo habido y por haber e iniciar su lectura.

Dos días, ese es el tiempo que tardé en ventilármelo. Una mezcla de ganas, disponibilidad y alguna pequeña renuncia a tiempo libre para poder acabarlo del tirón.

Novelón... ¿O era novelita? 

Por su extensión lo segundo . Por su calidad, la primera, indudablemente. Y esa es parte de su gracia, que, por primera vez, he terminado la lectura de una obra de Sanderson con hambre de más, satisfecho y esperanzado, deseoso de encontrar la siguiente novela porque aún me quedan fuerzas para más.

"Legion" es una obra concreta, directa, parca pero muy bien llevada. Mucho más que un canapé, un menú sabroso que te deja satisfecho pero no lleno.

Mantiene lo mejor de Sanderson, originalidad, personajes potentes, situaciones muy poco trilladas, con un desarrollo en muchas ocasiones impredecible y carece del que para mí ese único defecto, ese "ir siempre un poco más allá" forzando las cosas y llevándo al lector al límite.

Stephen Leeds es un señor personaje. Carismático, inteligente, con el que es muy fácil empatizar y a de quién quieres saber más y más. Sus aspectos, sus alucinaciones, son algo increible. Una vuelta de tuerca a la esquizofrenia que deja al lector patidifuso.

Ivy, Tobias, J.C... cada uno una faceta distinta de Stephen, cada uno una personalidad distinta, con sus propias patologías, un paso más en la originalidad de su creador, en la que a priori es su novela más mundana, y aún así es capaz de dejar muy atrás a "La tribu del uno" de Simon Hawke (la novela más original que había leído hasta entonces sobre la esquizofrenia).

Como todo lo que hace su creador, con coherencia. Con sensación de que todo está atado y bien atado y que poco a poco se va a ir deshojando la margarita, se va a ir descubriendo el misterio por completo. 

Y, encima, en esta novela buscando a un científico que ha creado un instrumento capaz de destruir la sociedad occidental tal y como la conocemos, sin necesidad de usar un arma. Algo único e increible, contra lo que es imposible argumentar (siento no ir más allá pero es que sería quitarle la mayor parte de la gracia a la novela y me parece injusto, ¿qué menos que poder disfrutarla en su totalidad con la frescura y la ingenuidad de quién no sabe dónde se sumerje?).

Quiero más. Así que ya he empezado a planificar cuando me hago con "legion: Skin deep", que tengo ganas de que me cuenten mucho más y si sólo son las 208 páginas que anuncian, ¡hago la ola! (¿Quién me iba a decir hace un par de años que echaría de menos un buen emoti para terminar una frase? ;D).

"Legion" ha conseguido que me reencuentre con Sanderson y que volviese a cotillear sobre él. La idea que empieza a sonar por varios blogs de un megauniverso que albergue y guarde relación con sus novelas de Fantasía me abre el apetito, aunque reconozco que también me da algo de canguelo, que leer 33-36 novelas que se pueden interrelacionar, por mucho que sea en mundos y con historias diversas suena a masoquismo puro y duro. 

De momento "El aliento de los dioses" y el "Rithmatista" sobrevuelan mi lista de la compra, veremos si como dice el dicho piano piano se va lontano.

Nota: 8

Y la semana que viene "Casanova y la mujer sin rostro". Parece que poco a poco voy cogiendo ritmo... y que he podido enganchar un par de novelas en condiciones casi consecutivas. ¡¡¡Que dure, que dure!! 
 

sábado, 14 de noviembre de 2015

Orgullo y prejuicios y zombies




Cuando  hace un par de semanas vi el trailer de la película (que se estrenará en 2016), reviví la sensación que tuve hace años al descubrir que existía: curiosidad.

Una reversión de una novela que me encanta ("Orgullo y prejuicio" de Jane Austin), en la que han convertido a las hermanas Bennett en intrépidas guerreras en lucha contra los innombrables. La duda inicial ante ese proyecto siempre albergaba la duda... ¿y si al gran texto inicial han sido capaz de dotarle de un poco más de movimiento? ¿y si han sido capaces de cubrir esos lapsos de la original donde el lector tiende a desconectar por falta de alicientes?

El trailer favoreció mi impresión, era posible y Grahame-Smith lo había conseguido fijo. El que también fuese el creador de "Abraham Lincoln, cazador de vampiros", también ayudó (película entretenida para quién quiera verla, con una revisión parcial de la historia bastante interesante). 

Además recordé que en su día leí que Natalie Portman se había presentado para hacer el casting de la misma y que quería ser Elizabeth Benneth. La misma Portman que hizo "León, el profesional" y que nos corrompía a todos en "Beautiful girls", buena actriz y con criterio, con gusto...¡decididamente había que leer la novela cuando antes!

A posteriori debería flagelarme por mi mala memoria y por la incapacidad de recuperar pensamientos coherentes ya tenidos con anterioridad, pero no estoy muy por la labor. Así que me voy a escudar en Eduard Punset y decir, como creo que haría él, que el cerebro es un órgano difícil de comprender, que muchas veces nos impide recordar las cosas malas como forma de seguir adelante. Es la única explicación para que, de golpe y porrazo y en plena euforia pre-estreno de Star Wars VII, se me olvidase que la misma actriz contribuyó al destroze de una de mis franquicias favoritas y dejó para el recuerdo tres películas nefastas... 

No voy a convertir el post en un debate sobre  actrices y películas... sólo intento explicar mi error y mi frustración por haber escogido una lectura bastante sosa, carente de elementos originales, que lejos de aportar algo lo empeora y que parece por momentos más un mal chiste que una satira (que a la postre creo que parcialmente es lo que pretendia)-

Porque acción no hay y los zombies que aparecen en el título no hacen más que apariciones exporádicas, sin crear ningún clima nuevo, sin generar ocasiones insólitas, sin aportar nada excepcional salvo el contagio de un personaje secundario.

No se explica de dónde salen, no se resuelve su situación y no aportan nada a la novela. El que quiera leer algo interesante sobre zombies, con lógica y entretenida, que se haga con el "warm bodies" de Isaac Marion, que se quedará mucho más satisfecho.

La obra de Grahame-Smith no mejora la de Jane Austin, algo que ya desde el principio se presentaba como harto complicado pero es que tampoco aporta nada nuevo que justifique su lectura.

Si quien lee esto no ha leído la original, que lo haga. Personajes logrados, buena ambientación y una historia de amor de época que rompe con unos cuantos prejuicios sobre la época y las relaciones de pareja. Y punto.

Y si la has leído, no te quedes con esta versión B de la misma, que lo único que va a lograr es aburrirte, porque lo que cuenta te lo sabes, lo que modifica sólo es para aumentar el escarnio sobre los personajes menos queridos de la obra original y por lo demás es apenas un calco, una reproducción algo caricaturesca que desvirtúa en gran medida la idea original de Austin.

Tras terminarla esta mañana he vuelto a poner el trailer, y no por ver a Lena Headey (que con los anuncios de "Juego de Tronos" la tengo más vista que el tebeo) y he vuelto a pensar que puede merecer la pena verla. Quizás sea la música de fondo, la estética, la sensación de que a lo mejor aquí sí hay algo de lucha o, simplemente,  esa introducción tan lóbrega que suena al principio pero es que da la sensación de que va a aportar algo más que la novela (que tampoco es difícil), que tiene las ideas claras y que va a explicar algo de cómo se ha llegado a esa situación.

Nota: 5. Porque hay algo de justicia poética en el destino que el autor crea para algunos de los personajes más odiados de la novela original, por esa pizquita de humor que pone en contadas ocasiones, porque quizás su versión de la confrontación entre Lady Catherine de Bourgh y Elizabeth Bennett es algo mejor en esta novela (aunque roce lo irrisorio) que en el original y porque al menos la magia de la relación entre los protagonistas y el mensaje de fondo no se pierde (siendo un calco era de esperar pero cosas más difíciles se han visto).

P.D: la semana que viene si todo es normal me salto las normas y el objetivo de 10 novelas concretas de aquí a final de año para hablar de "Legion" de Brandon Sanderson. Que llegó por sorpresa y conquistó de forma aplastante a este lector.

sábado, 7 de noviembre de 2015

I´m not a serial killer (No soy un serial killer) - Trilogia de John Wayne Cleaver, vol. 1



Si, como me pasó a mí, has leído infinidad de veces la sinopsis de esta novela viendo si finalmente te decidías a incorporarlo a la biblioteca...

Si has sentido curiosidad pero te ha faltado ese algo más para arrancar...

Si has cotilleado pero piensas que ese no es tu género, que ni negra, ni ciencia-ficción, ni fantasía... que los collage son para otros y los experimentos sólo con gaseosa...

Si ni siquiera sabías de la existencia de esta novela...

Corre a la librería (física o virtual) y hazte con ella.

Porque tu instinto no te engañaba, aunque parezca extraño.

Porque tras esa sobria cubierta hay mucho más de lo que esperas y tus espectativas no se van a ver defraudadas.

Hay novelas que de por sí son casi imposibles de encasillar pero si no te habrías querido perder "La mujer del viajero en el tiempo", "I-boy" o "Warm bodies", no lo dejes pasar.

Y nunca es tarde para ponerse a la última, quién va a saber que ni sabías que existía...

"No soy un serial killer" es una de las revelaciones de mi año. Es una buena novela, entretenida, original y solvente. Muy fácil de leer y con una extensión más que razonable.

Su mejor valor... un protagonista increible, John Wayne. Cautivador, atrayente y carismático (tanto como lo es su imposibilidad para hacerlo con los demás). Inteligente, curioso y, sobre todo, muy bien llevado.


 La creación de John justifica toda la novela. Su lucha interior, su relación amor-odio con el Dr. Neblín, la relación con su madre (donde no sólo hace aparición la socio/psicopatía, también la pugna de todo adolescente que se precie) y los dos o tres cruces que tiene con Brooke. Todo increible. Aunque, por encima de todo, el mayor logro es la capacidad de dar empaque y crear un increible ser en la forma de Mr. Monster, la personificación de los impulsos psicópatas-homicidas de John. Pocas veces sin intervenir un personaje ha tenido tanta presencia en una novela. Es esa sombra aterradora que está omnipresente. El mayor pulso de toda la novela. Mr. Monster se come a Brooke, a la madre, al Dr. Neblin y, por encima de todo, al Sr. Crowley.

La novela, más que nada, es una obra fantástica, que no fantasiosa. Tiene retazos muy oscuros pero no llega a ser una novela de miedo, tiene momentos emotivos pero no es nada sensible, hay una investigación por varias muertes y todo apunta a un asesino en serie pero no es una novela negra, hay pequeños retazos que recuerdan a Scream (ese periodista sensacionalista que aparece en varios momentos de la novela) y un par de momentos en los que cualquier lector acaba alabando al "bueno" de John, y mira que lo que hace y dice es de todo menos bueno.

Inesperada en su desarrollo, interesante en la forma en que gestiona toda la trama, dándole el protagonismo casi por completo a la puja interna de John, una aproximación a la psicopatía que me parece digna de mención por la facilidad con la que acerca al lector a lo que se supone que está experimentando una persona con una imposibilidad manifiesta para empatizar (lo que realmente es imposible es empatizar con él) y la facilidad con la que Dan Wells consigue que mientras te sumerges en la novela olvides los límites morales y cualquier otra implicación para corear como un poseso a John.

Le falta algo de prosa o quizás pediría algo de narración adicional en momentos muy puntuales pero tengo la sensación de que si lo hiciese parte de la magia se habría desvanecido, así que mejor las cosas como están y que nadie toque nada. Más sería alargarlo, menos precipitarlo. 

Deja con ganas de más aunque con la duda de si será posible encontrar una forma de seguir con la historia, una vez que parece bien cerrada. Lo comprobaré en cuanto acabe con las novelas que tengo pendientes para las próximas entregas, se lo ha ganado a pulso.

Una lectura más que recomendable para adolescentes que quieran ser cautivados, adultos que buscan algo distinto y mayores que quieran recuperar las sensaciones y dudas de la juventud.

Nota: 7

sábado, 31 de octubre de 2015

La sombra del templario - Saga de Guillem de Montclar, Vol. 1


Hace apenas unos días tuve la suerte de perderme la intervención televisada de una política con quién tuve que trabajar los últimos años. Me cuentan que fue como siempre cuando no quería escuchar a nadie, un blabla de los suyos, un mensaje manido, lleno de tópicos y zonas comunes, con apenas mensaje, con la diferencia de que en esta ocasión, sin papeles por delante, la rabia y frustración que siempre la acompañan hicieron acto de presencia.

Puede que para el espectador casual (afortunadamente hay pocos para esas intervenciones) ese tipo de cosas pasen desapercibidas, para mí lo que importaba era el espíritu, la motivación y la forma, lo que había detrás de sus palabras, lo que mostraba con su tono y gesticulación, la agresividad de su interlocución.

No voy a entrar en mis sensaciones ni en mis reacciones cuando me contaron lo que dijo y lo que visualicé cuando me fueron contando la forma y las palabras utilizadas, eso aquí pinta poco. Pero me quedo con el blabla.

"La sombra del templario" tiene mucho de blabla. De acumulación de temáticas ya narradas y de recolección de historias ya vistas, de acumulación de clichés, por más que la sinopsis de la novela venda una burra totalmente distinta, algo muy de moda en el mundo literario y en el cinematográfico (¿cuantos trailers hay que crean unas espectativas totalmente a lo que luego te encuentras cuando ves la película?)

¡¡Si al menos la novela tuviese espíritu!! ¡¡si dejase algo que llevarse a al boca!!

Pensaba comparar el estilo narrativo y el tipo de obra con las de Peter Tremaine, por la ligereza de la prosa, por la escasez descriptiva y la velocidad con la que se pasan las páginas, por dejarse llevar por el mismo ritmo y ser capaz de aunar en la narración de las novelas distintos géneros (negro, aventuras, histórico) pero con el transcurrir de los días cada vez tengo más claro que no sería justo.

La saga de Sor Fidelma, escrita por Tremaine, es entretenida. Está bien ambientada y, sobre todo, tiene personajes bien construidos. Puede que no hayan evolucionado conforme transcurrían las novelas al ritmo que me hubiera gustado (o me hubiese parecido más coherente) como lector, pero los personajes son tridimensionales, dejan algo de huella porque les llegas a conocer y, en parte, intimas con ellos. Incluso hay algo de tensión sexual (hasta donde he leído no resuelta), que quizás debería haber estallado en algún momento, pero que está ahí, como algo palpable y, aunque carece de eso que normalmente podríamos llamar tensión, si tiene algún momento en el que lees con ansia porque quieres saber como se desarrollan los acontecimientos. Es más, como novelas sueltas, las de Tremaine funcionan perfectamente, es cuando se siguen como serie cuando uno va dándose cuenta de ciertas carencias que siempre están ahí para ser una buena obra.

El libro de Masot es mucho más plano que cualquiera de las obras de Fidelma. Ninguno de los personajes adquiere dimensión propia. Salvo sentimientos de venganza y algo de miedo, ninguno manifiesta alguna otra emoción. No hay apenas interrelación, no hay bagage ni historias previas, no hay oportunidad de conocerlos bien ni de empatizar.  Son papel sin personalidad.

La trama se queda muy corta. Lo que se lee en la sinopsis es casi lo único que uno se lleva a la boca. 

Sin acción, sin tensión, sin generar interés por el misterio y con la sensación de estar viendo un cuadro inacabado, donde ciertos rasgos algo más perfilados se unen entre sí por trazos muy difusos, como si el pintor no tuviese los conocimientos ni los medios para poder dar el acabado necesario.

Quizás faltan los flashbacks que en ciertos momentos la propia novela exige. Quizás, como leí esta mañana, haber partido la narración en dos momentos, la investigación de Bernard Guills por un lado, la de Guillem de Montclar por otro, o, simplemente,  el haber narrado en algún momento parte del proceso de iniciación de Guillem con Bernard para luego dar el salto a la historia que narra " la sombra del templario"... no sé, algo distinto...algo más... mucho más, para que el lector se quede con la sensación de haber tenido entre sus manos algo que merece la pena o al menos una novela completa.

A lo mejor si esta fuese la última novela de la serie hubiese funcionado. En obras anteriores habríamos ido conociendo a Guills, su red de contactos, su forma de proceder, el momento en que se hace cargo de Guillem, la aceptación de esta última misión... algo que nos permitiese llegar a esta novela con parte de la lección aprendida, con los conocimientos necesarios para llenar los agujeros que inundan la narración, quizás entonces esta novela, tal y como está, habría tenido sentido.

Sin espíritu, sin ritmo, casi sin templarios (si hubiesen sido miembros de cualquier otro grupo haría dado lo mismo) por mucho que la lectura sea ágil y rápida, el resultado es demasiado pobre. Descafeinado... y ahora mismo el cuerpo pide algo más .

Nota: 5

P.D: ¡Que no cunda el panico! sé que tras el fiasco del "Ajedrez del detective novato" y las sensaciones que dejan esta novela, no parece que haya motivos para ser optimistas. ¡¡pues no te vayas!! en unos días subiré el post de "No soy un serial killer" y las cosas van a cambiar bastante. ¡¡Por fin algo que vale la pena, porque vaya mes!!

 

sábado, 24 de octubre de 2015

Ajedrez para un detective novato

Cuando eres un niño nadie te explica que las cosas cambian, pero que nada lo hace más que la relación entre querer y hacer. Que en la infancia uno hace lo que quiere y que con los años sólo queda hacer lo que se puede. Que el crecimiento de los "quereres" es exponencial y la de los haceres aritmética (en el mejor de los casos).  Que el aumento de la distancia es inevitable y la frustración cada vez mayor. Que las relaciones de pareja son increibles pero que cuando se consolidan los quereres no se duplican, se triplican, mientras que los haceres como mucho se duplican, que los deseos no entienden de condiciones físicas ni limitaciones de la edad y sin embargo los achaques y limitaciones de los cuerpos aumentan con el paso del tiempo y la productividad del mismo se reduce. Que crecer y envejecer muchas veces tiene que ver con aprender a renunciar.

Quizás por eso a veces uno se frustra.  En un momento en el que parece que estamos mas condenados a vivir para trabajar que en limitarnos a ganar un sueldo para disfrutar, en el que al día le faltan infinidad de horas para hacer "lo que hay que hacer" (ni siquiera lo que se quiere) y en el que el cuerpo cada vez responde peor. 

Algo que hace que uno se identifique con personajes humanos, con criaturas de carne y hueso, gente con la que se identifica sin problema, como los protagonistas de "Bajo la misma estrella" o los personajes que crea Lorenzo Silva, gente que vive en este mundo, que te hace sentir cuando vas pasando las páginas. Capaces de arrancarte esa mirada de alegría amarga o esa sonrisa sentida, que aunque no va a compañada de sonido alguno, encuentra en la comisura de tus ojos la capacidad de transmitir un momento de gozo supremo.

Eso buscaba yo hace casi un mes cuando elegí "Ajedrez para un detective novato" como mi lectura hace cosa de tres semanas. Una vía de escape del día a día, aprovechando un puente largo, una excursión a la playa, una fuga de la realidad. Un camino a la risa fácil, a la carcajada exporádida y al placer de olvidarme de todo tumbado bajo el sol, en una toalla, con el sol mojando mis pies. Pero nada de eso llegó.

Seguramente el error fue mío que deposité demasiadas expectativas en la novela. Mi chica venía de leer "Un puñado de amigos y dos cerezas" y yo quería leer algo que me provocase alguna de esas carcajadas desinhibidas y contajiosas que experimentó a mi lado. Una de esas que todos queremos poder robar (o al menos compartir) de la persona que las está disfrutando. Tres días de una hilaridad contajiosa y de una capacidad de desconexión que quería firmar yo mismo. Pero la novela de Juan Soto Ivars se quedó muy lejos de lograrlo.

Lejos de la risa, de la sonrisa o de la mirada complice, la novela se me hizo pesada, recurrente, en ocasiones forzada. El tono general es aburrido, sin un arranque poderoso, con una zona intermedia bastante apática y un final totalmente esperado casi desde el primer cuarto de la obra.

Una obra impersonal que narrada en primera persona distancia al lector, que nunca se identifica con su protagonista, más bien al revés, acaba por rehuírlo, saturado de todo lo que está leyendo. Un intento frustrado de sucesiones de gags y frases ingeniosas que van alejando cada vez más de la lectura.

El entorno y las situaciones no ayudan, un collage de todo un poco que al final queda en nada. Referencias directas a películas ochenteras (como "El guerrero americano"), momentos cumbres del comic americano (la masacre Morlock del universo de la patrulla X), un imaginario que recuerda por momentos al cine de Schwarzenegger o al Van Damme de Ciborg, al "Sin city" de Robert Rodriguez (pero denigrando sin querer a todos los personajes femeninos que salen en la trama), al Tarantino de Pulp Fiction y, de fondo, constnates imágenes que recuerdan a Jack el Destripador,  alejando al lector de cualquier presunción de novela negra y lo acercan a la sensación de estar viendo el álbum de recortes de un escritor que al alcanzar la edad adulta quiso rendir homenaje a todo lo que le marcó de joven. 

Un quiero y no puedo que me frustró el fin de semana y que finalicé por un ataque de malaleche, convencido de que tenía que poner el punto y final para poder opinar en este blog y prevenir a cualquier ingenuo que estuviese dispuesto a lanzarse a la lectura de esta novela.

Quién quiera una novela iniciática que se toma un poco en serio, que tiene un punto tierno, un personaje carismático, entendible, con el que se puede empatizar y con un proceso de aprendizaje original que te arranca alguna sonrisa de vez en cuando, que lea "un soplo de aire fresco" de Don Winslow (que cumplió de sobra con las espectativas de quién escribe, aunque su secuela no estuviese a la altura)

Quién quiera recordar algo el cine de los 80, con espias, imágenes del colectivo popular, algo de ficción bien llevada, un personaje carismático condicionado por los hilos del destino y con acción en pequeñas dosis pero bien llevado, que no dude e invierta su tiempo en localizar "La mirada de las furias" de Javier Negrete, una novela que no le defraudará.

Nota para "Ajedrez para un detective novato": 4

domingo, 4 de octubre de 2015

Irene - Serie Camille Verhoeven, Vol. 1


Este es el primer post en el que incluyo la fotografía de la portada del libro como parte de mi idea (ya antigua) de ir mejorando la estética y poner algo de color y vida en el blog. Es algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo pero estaba esperando a saber si se puede legalmente o si hace falta pedir permiso. Sigo sin saberlo pero lo he visto en tantos sitios que al final me he lanzado. Si hay algún tipo de problema por favor, que la editorial o quién se encargue de estas cosas me lo diga y lo quito.

En cuanto a "Irene"...

Me gustan las novelas que rinden tributo y homenajean, las que te hacen buscar en el baul de los recuerdos para recuperar una información o las que son capaces de abrir el apetito a próximas experiencias. Las que, en el fondo, te pican a mirar algo más o a informarte sobre otros temas.

Las hay que lo hacen con elementos ajenos a la literatura. Es el caso de "Música para feos" (Lorenzo Silva) o de "Memento Mori" (Cesar Pérez Gellida), que introducen canciones y grupos musicales para ambientar y aportar, en muchos casos, una información adicional que complementa la narración. 

La novela de Lorenzo Silva me permitió revivir parte de la infancia-adolescencia con algunas de las canciones que sonaron entonces (algo así como la banda sonora de mi vida), "Memento mori" hizo que me acercase a grupos musicales que desconocía y que desde entonces pasaron a formar parte de mi repertorio musical, como "Vetusta morla".

Pero las hay, además, que están llenas de referencias literarias, como las de Terry Prattchet, que las disfrutas mucho más si tienes un bagage previo, en este caso el mundo de la fantasía y la espada y brujería, en una especie de juego de reconocimiento, de caricaturización y reducción a lo más simple, de jugar con estereotipos y pautas creadas en un género determinado para dar una segunda lectura a su narración, pinceladas de humor.

Y las hay, como esta novela de Pierre Lemaitre, que te sirven para comprobar si realmente sigues con interés las novelas que has leído, hasta el punto de recordar parte de sus tramas o si, por contra, eres una especie de consumidor compulsivo que pierte el rastro de lo leído poco después de haber cerrado el libro.

Algo que no deja de ser un aporte adicional para el lector, un acicate para quién disfruta con una buena novela y busca otras referencias y una recompensa momentanea para quién ante la mención de una novela es capaz de ubicar la trama y parte de los acontecimientos.

No hay aquí la sutileza de Prattchet, ni su caricaturización, no. Se trata de identificar escenarios de crimen y los elementos que los han singularizado. Algo que en formato película resultaría más sencillo que en el de la novela, porque las imágenes que cada uno recrea a través de la lectura de una obra son mucho más subjetivas que las que se transmiten directamente en un film.

Sí, hay mucha crudeza, imágenes visuales muy duras y situaciones complicadas. Algo que Lemaitre consigue sin ponernos en el lugar del asesino, cuyo punto de vista sólo llegamos a conocer a traves de misivas.

No hay mucha acción, ni tensión en la trama hasta el tramo final, aunque sí una sensación de desasosiego que te acompaña desde poco después de comenzar la novela, el convencimiento  de que algo va a pasar y que no va a ser nada bueno. Una sensación incómoda de la que no te desprendes y que va creciendo hasta llegar al climax final.

Es difícil explicar cómo el autor lo consigue sin contarlo y sin reventar la trama, así que seré lo más "indirecto" posible. Todo lector se da cuenta desde el principio que hay un elemento repetitivo que tendrá que jugar un papel importantísimo en la trama pero desconoce cuál será el resultado y teme que éste llegue, creando una sensación de desasosiego e incomodidad en el lector, a la vez que de espectación. Ese es el juego de la novela.

Su lectura  me ha traído constantemente al recuerdo "El ángel rojo" de Franck Thilliez, la obra presentación del personaje de Franck Sharko, que, como la criatura  que le da nombre, ha sobrevolado constantemente sus páginas oscureciendo su lectura. 

La forma en que describe el entorno, como posa su mirada en la ciudad y la propia investigación hace poco a poco se vaya imponiendo un único tono en nuestra mirada, el gris. Un color que no se menciona en ningún momento (esto no es "Momo") pero que se posa en el alma en forma de un pesar y una desazón que casi se manifiestan físicamente, que te acompaña y te inquieta, que sobrecoje.

Pero no sólo hay Thilliez (aunque sea lo fundamental). Hay retazos de algo más... de un algo más francés, quizás de la parte menos surrealista de Fred Vargas, de ese toque de humor que no es hilarante pero sí inteligente. De ese componente que hace que, aún cuando sus personajes no sean algo espectacular, si sean entrañables, que te lleguen y sientas cierto cariño por ellos. Aquí pasa con Camille Verhoeven (el peculiar protagonista de este equipo) y por parte de su equipo (Louis, Armand o hasta el genio informático Cob). 

Difícil decir mucho más sin tener que poner el "Spoiler" de turno, por lo que no lo voy a seguir. Lo que sí haré será recomendarla, porque me parece una buena novela, un buen comienzo, aunque la sombra de que el efecto Thilliez se repita y con ninguna de sus lecturas se consiga "la paz" me acompaña.

Nota: 7

jueves, 24 de septiembre de 2015

El viaje de Hawkwood (Las Monarquías de Dios, Vol. 1)

"El viaje de Hawkwood" es la primera novela de una pentalogía que se puede englobar dentro de la fantasía épica, quizás con algún toque medieval, del corte de "La canción de fuego y hielo".

No es una denominacion muy exacta y me gustaría que no se estableciesen paralelismos hirientes entre una y otra porque de ahí sólo pueden salir daños para alguna (cualquiera) de las dos pero sí querría que quién ha leído en la etiqueta "Fantasía" sepa donde se mete y no espere alguna otra variante de la misma.. ni es "ciencia-ficción" (aunque sí sea ficción), ni tiene nada que ver con la "Urban Fantasy", ni siquiera aunque comparta elementos con lo que en algún momento conocí como "españa y brujería" (denominación que no sé si sigue teniendo vigencia y que relaciono más con novelas de aventuras con guerreros, bardos y hechiceros que con obras más complejas y profundas).

¿Novela río?

Dice la wikipedia que una novela río es "un ciclo novelesco con varios volúmenes, donde se aprecia cierta unidad sea por la historia de numerosos personajes (retorno de los personajes) o por la sucesión de generaciones de una misma familia. Su característica no es solamente la extensión, sino también el hecho de que las acciones confluyen en un mismo punto en la narración, como los afluentes en los ríos. 
Cada tomo de una novela río forma una novela con su propio título y planteamiento narrativo"

Esta primera entrega cumple con las condiciones que se fijan en la definición: 

- Es una pentalogía. Concluída además (añado con cierta perversidad  ante la creciente tendencia a alargar las cosas hasta límites insospechados o a poner a miles de fans en un estado cardiaco casi paroxístico a la espera de que se publiquen las entregas aún pendientes para poder cerrar una serie preocupados por la elevada edad del escritor...)

- Hay unidad de historia... o historias, ya que son varias las tramas que tienen cabida en esta novela, todas ellas con más que presumible continuación en la siguiente entrega. Una narración sobre un mundo distinto al nuestro pero que sí comparte una serie de denominadores comunes que nos permiten un acercamiento casi inmediato a lo que se narra y facilitan la inmersión en sus historias. Historias... narraciones, que sirven para conocer cómo se van colocando las cosas en distintas zonas de ese mundo, los distintos engranajes que se ponen en marcha y las acciones y reacciones que cada uno de los sucesos van desencadenando. Porque si algo se da aquí es la integración de todas las tramas para dar una idea global brutal, desde prácticamente todos los puntos de vista, dentro de un conjunto armónico y coherente.

- Y sí, la novela tiene su propio título y su propio planteamiento narrativo, mucho más allá de ponernos en antecedentes del dónde estamos y el qué está pasando. De las cuatro o cinco tramas fundamentales que podemos encontrar en la novela en esta primera el foco (aunque no se deje de lado ninguno de los demás acontecimientos que se están produciendo) se pone en el viaje (éxodo) de un grupo de refugiados (parias o perseguidos) en busca de un nuevo lugar en el que vivir y en el que poder estar a salvo de sus perseguidores, comandados (al menos en lo que se refiere a la travesía en barco) por el capitán Richard Hawkwood, una de las cabezas más visibles de la trama.

¿Me ha gustado?

Sí. Bastante mas de lo que esperaba, lo que tiene mucho mérito si se tiene en cuenta que se trata de una obra coral en la que es muy difícil dar con un personaje protagonista arrollador de esos que te encandilan desde el primer momento. 

Ninguno de los que intervienen, a pesar de tener peso propio, se superponen a la trama que se narra, quizás porque la misma no termina de ser una narración en primera persona por parte de cada uno de ellos sino una visión centrada (pero desde fuera) de lo que acontece y rodea a cada uno en las distintas situaciones en las que se ven inmersos. 

Curiosamente la narracion es muy ágil, sin grandes descripciones, sin que los entornos cobren un peso significativo ni el detalle por lo material coja un peso que posiblemente no le corresponda. Las batallas y confrontaciones se narran de forma somera, centradas en los puntos que  condicionarán el devenir de los acontecimientos. 

No recuerdo ningún conflicto físico que se narre con detalle. Es más, no creo que haya ninguno al que se dediquen más que unas pocas líneas, en una capacidad de síntesis que conviene destacar donde los preparativos, el desenlace y las consecuencias se narran sin pausa y ocupando muy pocas hojas sin que por ello el lector tenga la sensación de perderse nada en el camino. No hay añoranzas de grandes gestas sólo curiosidad por saber qué es lo que viene a continuación.

Algo similar sucede con el final de la novela, que cierra una etapa significativa de todas las tramas aunque el lector tiene claro que aún queda mucho por suceder (y posiblemente aún más emocionante/interesante).

Una lectura suave, fluída, agradable, con un estilo poco subordinado y por tanto muy ágil. Con frases cortas, con mensajes claros, con ideas concisas. Pinceladas que van conformando un gran cuadro en nuestra cabeza. 

Sin buenos ni malos (o mejor, sin victimizar a ningún personaje ni enaltecer a otros), permitiendo al lector percibir toda la lectura como un documental que observa con detenimiento para ir aprendiendo algo nuevo.  Quizás ese sea uno de los pocos peros que le puedo poner (lo que le aleja de ser una obra muy redonda), le falta llegar a tocarte la fibra por completo, sintiéndote más lector que actor de lo que sucede, viviéndolo todo desde la distancia y no totalmente metido en la novela.

Y corta o al menos de duración normal, algo muy difícil de encontrar hoy en día. Una trama contada.. narrada... en menos de 600 o 700 páginas ya es algo para hacer la ola. En 350 se merece algo más, la verdad... porque es cierto que como lector se agradecen las novelas que te transportan a otro mundo y que estando bien narradas tienen un ¿metraje? más largo, porque quieres disfrutar al máximo y nunca acabar pero al final 1000 páginas por tomo no dejan de ser demasiadas páginas y no todas las historias están preparadas para durar tanto. Si Paul Kearney es capaz de mantener (ya no de superar que sería la leche) el nivel en el resto de los libros de la serie al final no me quedará otra que decir chapó.

Nota: 7 (Con el mérito que supone tener esa nota sin haber puesto en liza ningún personaje que te cautive desde el primer momento)

P.D: Con una gran salvedad, como que las temáticas, ambientaciones y fondo de las obras no tienen muchos (por no decir más bien pocos) elementos en común creo que al menos en la versión traducida el estilo narrativo me recuerda por momentos al de David Eddings y sus "Crónicas de Belgarath"

viernes, 18 de septiembre de 2015

Fated (Alex Verus, Vol. 1)

En uno de esos barridos que de vez en cuando realizo por los distintos foros, blogs y páginas cuyos gustos tengo más o menos contrastados y, que por tanto, para mí son muy fiables, di con un comentario bastante elogioso sobre una entrega posterior de esta serie. La referencia que allí hacían al universo Dresden, con el que encontraban distintas similitudes me llevó a cotillear y, finalmente, lanzarme a su adquisición.
La etiqueta "urban fantasy" hospeda muuuuuuuuucha variedad de novelas, distintos tipos de escritore y un sin fin de autores, cada uno de su padre y de su madre. 
Difícil equiparar el "Child of fire" de Harry Connolly con la variante más romántica/épica de la serie de "The negotiator" de C.E. Murphy. Así que lo que sigue será más una contraposición con otras novelas que he leído a fin de que si alguien también lo ha hecho les sirva de referencia.
Para mí la serie de Harry Dresden (The Dresden Files) de Jim Butcher es, con diferencia, la obra mas completa que existe dentro del (limitado pero cada vez más amplio) abanico de escritores que he leído. Una gran ambientación, con un entorno bien construido, amplio (por no decir totalmente global) marcado por los movimientos y menciones a distintas facciones, grupos y sucesos que van aconteciendo en paralelo y que ayudan a perfilar todo un "universo" propio y nítido, hasta el punto de construir un Chicago distinto al actual sobre el esqueleto y la imagen del que todos conocemos.
Frente a lo que sucede con otros autores, su universo se ha ido construyendo con cada novela. Los personajes van adquiriendo cada vez más matices, dentro de una situación volatil y cambiante que acaba por afectarlos y modificar sus propias creencias y formas de actuar, en lo que para mí es una de sus mas grandes virtudes, hay EVOLUCIÓN, con mayúsculas. Y la profundidad de sus personajes y el carisma de muchos de los que intervienen en las novelas es tal que, en muchos casos, han llegado a protagonizar novelas o relatos cortos propios capaces de cautivar a cualquier buen lector. Pensar en Harry Dresden es imposible sin que la imaginación haga aparecer a Karin Murphy, Susan Rodríguez, Michael Carpenter o Johny Marcone entre otros.

Es un universo tan móvil que ni siquiera todos los grandes personajes tienen cabida en cada novela, viéndose obligados a ceder su espacio a otros muchos. Tal diversidad permite tratar distintas  problemáticas y temáticas distintas llevando siempre al lector a situaciones nuevas, no planteadas hasta la fecha y cuya resolución nunca está clara.

Como en la vida misma en la obra de Jim Butcher hay muerte y destrucción y no creo que haya ni una sola de sus novelas en las que no haya consecuencias a lo que ha acontecido. Lesiones que marcan futuros devenirs, secuelas psicológicas, ruptura de relaciones entre los personajes o repercusiones que alteran la situación global del mundo.

Las descripciones de los ambientes y de la acción no están reñidos con la agilidad de la narración y la vivacidad de la acción, los diálogos tienen un papel fundamental pero no único y en conjunto es muy difícil decir donde empieza el humor, donde la tensión, la emoción, la tensión sexual (que haberla hay) y la sentimental... y en que momento todo eso desaparece para dejar paso a la pesadumbre... 
Como he dicho para mí es una serie muy completa. Aún en construcción pero con una idea clara que parece ir cumpliéndose en cada una de las novelas.

Fated vs otras novelas de urban fantasy

El primer libro de  Benedick Jacka con Alex Verus como protagonista. Sigue un poco la idea de Jim Butcher. Es una novela con cierto empaque, bien medida, con un universo en el que es muy fácil sumergirse desde el principio quizás porque no plantea grandes cambios con respecto a lo que es el "mundo actual" quizá... sólo quizá... porque tiene una aire bastante similar por momentos con la realidad creada por Butcher.

Su forma de escribir es agradable para el lector. Una buen combinación de la descripción con los diálogos y de la descripción. Quizás con algo menos de la profundidad de la serie de Dresden pero aquí la comparación es complicada ya que son 8 las novelas que he leído de la misma y, al final, el universo se ha ido construyendo poco a poco. 

Para mi gusto tiene un gran punto a favor, su original punto de partida. Alex Verús es un vidente, capaz por tanto de seguir la línea temporal que una determinada decisión puede originar. Ese es, fundamentalmente, su único recurso para salir airoso de más de una de las peliagudas situaciones en las que se ve inmerso. Un punto de partida interesante que, eso sí, al final de la novela deja un poco saturado al lector, necesitado de algún recurso adicional para mantener la atención en los acontecimientos. Un efecto similar a lo que me pasó con la lectura del ya citado "Child of fire" de Connolly, ya que en aquel, una vez planteada la situación y presentado el "ghost knife" el resto se diluye y se convierte en un poco reiterativo.

Por tanto, la acción como reclamo queda un poco dejada de lado.La subida de adrenalina que en un momento dado los fans de Larry Correia y Tim Marquitz podrían buscar en esta serie, en esta primera trama brillan por su ausencia salvo un par de momentos más o menos interesantes, aunque breves.

La novedad, el deslumbramiento o la singularidad de otras propuestas tampoco tiene mucha cabida. 

El mismo punto a favor que es la famliaridad con el entorno y el movernos en zonas más o menos conocidas o identificables evita el efecto sorpresa y ese Uooooooh que en un momento dado tanto gusta como lector. 

Tiene buenos personajes: El propio Verus, Luna (freelance que le ayuda en la búsqueda/adquisición de objetos mágicos), Aracne (que es un gran descubrimiento y una de las mejores adquisiciones de la serie), Starbreeze, con carisma y, sobre todo, esa capacidad de agradar al lector, de tocarle la patata.  Todos a la espera de saber si se repiten sus apariciones y lo que aportan a las tramas o si se quedan en meras intervenciones puntuales sin más. 

En el trato de los personajes, de su mundo, hay una parte de Jacka que me recuerda a la C.E. Murphy de "The negotiator", con la capacidad de crear un mundo "distinto" sin que se vaya demasiado de madre ni sea demasiado alternativo para el lector.

Sí que le falta un punto más emotivo/afectivo, o quizás un punto más físico/sexual para aligerar algún pasaje de la novela (aunque no llegase a tener el grado de protagonismo que sí tiene en las novelas de Ilona Andrews y Patricia Briggs) y, por supuesto, una miaja más de humor, un puntito más de colorido en la narración para distender la tensión y dar un respiro al lector.

Nota: 7. Desde luego como novela me parece superior a algunas del género que han pasado por este blog últimamente: "Hounded" (y eso que tiene más humor), "Bloodshot" (que es mucho menos novela que esta), "Urban Shaman" (que me parece que tiene algo menos de "punch" y menos empaque) o "Game of cages" (que no cubrió las expectativas de "Child of fire")

Ahora mismo es una lectura interesante (como la serie "Women of the otherworld" o la de "Kate Daniels") que puede ir a más si las novelas que siguen contribuyen a perfilar y mejorar lo que ha sido esta primera aportación o significar, sin más, el techo máximo al que puede aspirar la serie.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Los chicos que cayeron en la trampa (Departamento Q, Vol. 2)

Libro a leer por:

1. Quienes disfruten con una buena lectura

2. Quienes gusten de la novela negra más clásica y menos procedimental: aunque aquí no haya ni detective privado ni Femme Fatal.

3. Quienes prefieran la novela de personajes sobre las que tienen un componente más social o de acción.

4. Si te gustan las tramas con cambio de narrador: veasé alguna de las novelas de Karin Fossum o la anterior de esta serie "la mujer que arañaba las paredes".

5. Los que disfrutan con un poco de humor situacional, con las disputas e intrigas políticas y los problemas internos de cualquier centro de trabajo (compañeros nuevos que cambian ecosistemas existentes, jefes politizados, problemas competenciales y piques interdepartamentales).

6. Los que lo pasaron bien con la primera entrega pero querían un poco más. Ese "poco" tiene nombre, se llama Rose y viene para quedarse.

7. Los que entienden que a veces no hay nada más crudo que la realidad y que esta no necesita tampoco demasiados aderezos. Ni asesinos en serie espectaculares, ni robos increíbles, ni nada de nada. La vida, sin más, que bastante tiene ya de por sí.

8. Quienes piensan que la novela nórdica es mucho más que Stieg Larrson, Arnaldur Indridaon y Camilla Lackberg.

9. Sin ser similares sí creo que hay otra autora que puede servir de referencia a quien se plantee leer esta novela: Karin Fossum. Y en concreto su primera novela con Konrad Sejer al frente, "El ojo de Eva".

10. Por las situaciones que narra y la descripción de la naturaleza humana de algunas "personas", puede ser del agrado de quienes supiesen paladear "Lo que es sagrado" de Dennis Lehane.

Contraindicaciones...

Si has llegado hasta aquí y aún no lo has descartado creo que hay poco más que pueda decir. 

Para mí es una buena lectura. Es muy dura pero no se recrea, no hay carnicería ni charcutería ni gore ni.. sólo humanidad en su máximo exponente, que ya es bastante.

Es muy cruda porque pone de manifiesto que a veces los malos sobreviven, que es probable que todos tengamos un precio (otra cosa es que alguna vez lleguemos a comprobarlo) y que siempre hay una pequeña parte de vouyer en todos nosotros que hace que sigamos leyendo en escenas y momentos que no por ser plasmados en papel dejan de tener un lado íntimo/grotesco que debería repeler nuestras miradas.

Para que luego no haya recriminaciones de ningún tipo...

Quién escribe considera a Jussi Adler-Olsen un buen escritor y junto a Karin Fossum una de las mejores alternativas a los autores nórdicos con mayor boom. Quizás no escriban/describan tan bien la sociedad del norte de Europa ni nos sirva para ver esas conductas sociales de carácter general que hace que los mediterráneos no nos sentamos tan míseros e inferiores, pero pocos describen tan bien como ellos las miserias interiores del ser humano y las bestias que todos (o la mayor parte) llevamos dentro.

El efecto destroyer, ese todo vale o la carta blanca al protagonista para hacer lo que haga falta para salir de una situación o hacer justicia, por aquí no hace acto de presencia al contrario de lo que sucede en la obra antes reseñada de Lehane pero, en general, el tipo de personaje que uno puede encontrar en este libro es bastante similar a los de la serie de Kenzie y Gennaro, existiendo siempre la posibilidad de que esa sensación de repelús ante lo que uno lee permanezca.

Con respecto a "La mujer que arañaba las paredes" destacar que la línea es similar. Narración fraccionada entre cazadores y presas. Esta segunda menos agónica que la primera pero mucho más oscura (por mucho que a alguien que haya leído la primera esto último le pueda sorprender). Hay menos de Assad (aunque se vislumbran claroscuros bastante interesantes a explorar en el futuro) y sí un nuevo personaje (Rose) que aporta algo distinto a la mezcla (incluido un poquito de mala leche) que se agradece y era necesario. Y clara evolución personal del protagonista.

Un consejo desde la distancia... mejor leerla en bloques largos porque si no puede hacerse un poco larga. Pasado el primer tramo se entra en situación bastante rápido.

Nota: 7

P.D: y "El mensaje que llegó en una botella" incluida en la lista de próximas adquisiciones/lecturas.