martes, 24 de septiembre de 2013

Dead Beat - Latidos Mortales (Harry Dresden, vol. 7)

Si sigues este blog desde hace tiempo es probable que te hayas dado cuenta que Harry Dresden es uno de mis personajes favoritos y que su serie es el lugar al que intento regresar al menos una vez al año. Tampoco mucho mas no vaya a ser que agote los libros antes de tiempo y me toque esperar.

Voy a intentar definir/explicar por qué pero quiero que quede claro que al final es simple y llanamente una cuestión de "piel", de sentimiento. Harry me pone los pelos de punta porque me llega, porque me intereso por él y porque vivo sus penurias casi casi como si fuesen las mías. Ese es el gran mérito de Jim Butcher, conseguir que su personaje se haya convertido en un compañero entrañable con el que procuro reunirme cuando puedo y al que suelo recurrir cuando no atravieso por una temporada especialmente buena.

Lo cierto es que siete entregas son muchas, al menos para mí. En cualquier otro caso estaría planteándome de qué puedo hablar, cómo puedo explicar ciertos temas sin revelar la trama de la novela. Con Harry no pasa eso. El constante cambio de compañeros de viaje, la diversidad de enemigos y la forma en que confluyen las tramas hacen que cada novela sea algo completamente distinto a las demás y, sin embargo, al final acaban teniendo todas algo que ver, siempre con un hilo conductor que directa o indirectamente las va relacionando.

"Dead beat" llega después de "Blood rites" y guarda una pequeña relación, a fin de cuentas son los acontecimientos con que finaliza la sexta entrega los que situan a Harry en una situación un tanto precaria ante la singular petición que le hace Mavra, la vampira de la Corte Negra pero en cuanto a trama y argumento tiene más que ver (y tampoco por completo) con "Death masks", la quinta entrega.

No estamos ante una novela de transito. Ninguna de las obras de la serie lo es salvo, quizás, la primera. Desde "Luna llena" todas las novelas están relacionadas y van creciendo y en esta aparecen nuevos personajes (como la Capitana de los Guardianes, Luccio) y se da información sobre acontecimientos paralelos que posiblemente traigan cola en las próximas entregas.

Sobre el papel "Dead beat" estaba llamada a ser una obra menor, al menos para mí. Es la primera de la serie en donde ni Murphy ni Susan tienen un papel relevante y eso, a priori, despoja a la obra de una parte significativa de su encanto pero la irrupción de Shiela sirve perfectamente para llenar ese hueco y para abrir un nuevo frente para el lector.

Casi no tenemos a Bob y se echa de menos poder pasar un capítulo entero viendo qué singulares elementos utiliza Harry esta vez para construir una poción en el subsotano de su casa, con la bata a cuesta, pero la presencia de Mouse, el (ya crecido) perro que adoptó Harry dota al conjunto de un todo entrañable. Y el duo formado por Butters y Thomas no suple a Michael o a Kincaid pero sí que permite un acercamiento distinto a los acontecimientos y que el lector (y el autor) puedan afrontar una visión distina de Harry.

Este libro no tiene tantísima acción como los anteriores y posiblemente haya menos magia pero tiene más encanto, con un Harry mas humano y una narración más fluída, quizá sin el ritmo trepidante y la tensión que tenían alguna de las obras anteriores pero sí con más coherencia, dejando la sensación de que estamos ante una novela más elaborada, más provista de sentido.

No sé si para quien lea esto todo lo anterior tendrá algún sentido para mí sí. Esta entrega ha sido un respiro y me ha permitido poner en orden el estado en que se encuentra el universo Dresden. También su propia cabeza porque por fin parece que nuestro protagonista ha encontrado su sitio o, al menos, ha comenzado a aceptar cuál es por muy gris que sea.

Los nuevos personajes como Carlos Ramírez, el nuevo guardián (con quién disfrutamos de una conversación muy graciosa a lomos de un Tiranosaurio Rex), el regreso de Morgan a escena, el paso fugaz de Marconi y la presencia de Billy y Georgia contribuyen a hacer de esta una de las mejores novelas de la serie hasta la fecha.

Lo mejor: que por lo que he leído algunas de las que tengo pendientes por leer de la serie son todavía mejores... y el fugaz vistazo a Murphy

Lo peor: que al final siempre se acaban.... y que Murphy sólo se la vea de forma fugaz.

Para terminar, con el desbarajuste que llevo de vida últimamente y con la cabeza en demasiadas cosas (y ninguna de ellas el blog) creo que ha pasado bastante tiempo así que pido perdón pero bueno, la novela del mes de Agosto, para mí fue "Memento mori", con diferencia. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

"Lost in a good book" - "Perdida en un buen libro" (Thurday Next's series Vol. 2)

"Lost in a good book" va a tener la desgracia de aparecer entre "The black lung captain" y "Dead beat" (la séptima entrega de la serie de Harry Dresden) y posiblemente acabe pasando un poco desapercibido.

Sería una pena.

Es cierto que la novela de Jasper Fforde no tiene el ritmo de ninguna de las dos anteriores, que su acción no es trepidante y que su protagonista tiene muchas virtudes pero el carisma no es una de ella pero la capacidad y el ingenio de su creador no desmerece en absoluto en comparación con los de Chris Wooding y Jim Butcher, es más, para mí es posible que Fforde se trate de uno de los autores más creativos e inteligentes que he leído en los últimos años.

Es un autor capaz de aunar distintos elementos como los saltos temporales, el elemento sobrenatural o la alteración de la historia actual para configurar un mundo nuevo, similar pero distinto donde todo es posible y nada pasa sin que te sorprenda.

Su pero, su gran pero, no es otro que el estilo literario. Da la sensación de que se centra tanto en construir una trama elaborada y "coherente" que parte de lo que configura el atractivo de una obra, el ritmo y el protagonista, quedan un poco relegados y ahí pierde parte de sus opciones.

Quien se acerca al universo Fforde, o a la serie de Thursday Next, debe hacerlo con la idea de disfrutar, fundamentalmente, del entorno que configura y de lo que cuenta, dejando un poco de lado la trama principal. Algo parecido a lo que pasa si uno ve "El jovencito Frankenstein" o "Spaceballs", de Mel Brooks, películas que te sientas para disfrutar, para pasar un buen rato, no por la profundidad o la carga emocional del argumento.

Quizás la comparación no sea muy acertada y en estos momentos haya un grupo numeroso de lectores (bueno, no muy numeroso, que tampoco es que me lea tanta gente), que esté pensando que esta novela la lee Rita... pues se equivocan. Esta novela la debería leer cualquier persona hambrienta de algo distinto y cualquier amante de la literatura, porque si algo tiene Fforde es una increíble capacidad para jugar con las distintas novelas clásicas (las mismas que visita su protagonista a la más mínima ocasión) y dotar a la "realidad literaria" de un nuevo poso. "Moby Dick", "Grandes esperanzas", "Jane Eyre" son novelas que tras haber pasado por la lectura de esta serie ganan una dimensión completamente distinta porque el lector se pregunta si realmente en los huecos narrativos hay tantísima vida como la que explica Fforde y si, en realidad, la ficción literaria es cualquier otra cosa menos "ficción".

Si Terry Pratchett ha sido capaz de "reinventar" y dotar de muchísimo humor el universo de la fantasía y la espada y brujería y Christopher Moore ha sabido "reírse" con distintos cuentos e historias urbanas de nuestro tiempo, Fforde ha dotado al universo literario de una profundidad desconocida hasta el momento. Al menos para mí, lector curioso carente del bagage necesario para acercarme a alguna de las obras clásicas con el conocimiento necesario para disfrutarlas en su plenitud.

Creo que la manera de acercarse a esta serie es hacerlo con la mente muy abierta. Dispuesto a disfrutar con lo que nos muestra y también, por qué no reconocerlo, a no fijarnos en sus carencias porque las dos novelas de la serie que he leído hasta el momento son obras notables a las que les falta ese  "punto extra" para pasar a ser algo memorable. De tenerlo, de poseer un mayor ritmo narrativo o una prosa más elaborada o un personaje más "protagonista", posiblemente estaríamos hablando de uno de los mejores escritores de nuestro tiempo. Por desgracia no llega a serlo pero nos deja novelas curiosas, a ratos divertidas y sobre todo tremendamente interesantes. 

Puede que Thursday Next no sea un personaje inolvidable pero la "vida entre los libros" que muestra en sus viajes es el mejor aperitivo para abrir boca ante cualquier clásico que uno quiera leer. Y posiblemente una de las formas más curiosas de acercar a los jóvenes a la literatura clásica.

sábado, 21 de septiembre de 2013

The black lung captain

Una de las cosas que más me cargan del género aventuras es la tendencia de muchos autores a creer que crear una novela de género se reduce a construir "bloques estandars" de aventureros donde todas las razas y minorías estén representadas. Algo parecido a lo que sucede con las series policiales de televisión americanas donde, como norma, tiene que haber un hispano, alguien negro, etc... sólo y simplemente por temas de demografía de las audiencias.

Si uno mira algunas de las series más famosas de la historia de espada y brujería parece inevitable que en todo grupo haya un mago, un elfo, un enano, un... y de ese aquella raza otro. Y que esa representación ya justifique el resto de la novela.

Si, eso ya se daba con Tolkien y después con Margaret Weis, pero ellos dotaron a sus conjuntos de un bagage adicional, de carga emocional, de peso específico. Había interacción y roces, había pasados encontrados o futuros enlazados, había.. "movimiento". Actualmente una de las cosas que más se dan es el "estancamiento". 

El autor crea su "grupo de protagonistas" y reduce su interacción al mínimo durante casi todo el metraje de la serie. Algún escarceo amoroso, alguna posible traición interna, algún recelo pasado... formato estandar, vamos. Algo así como las construcciones con módulos, prácticas, eficaces pero sin ningún hecho diferencial.

Por eso me preocupaba tanto que "The black lung captain" no fuese a ser la continuación de "Retribution falls" sino un clon camuflado con un cambio de ubicación y de caras enemigas. Un "de esto quiero dos" que en lugar de satisfacer mi sed lo que hiciese fuese quitarme las ganas de seguir bebiendo.

Afortunadamente (sí, al menos para mí, que habrá  a quien no le guste) esta segunda entrega no se ha limitado a seguir la estela de la primera. Chris Wooding decide dar a los protagonistas una patina de realidad y les sumerge en el día a día cotidiano de cualquier persona donde los acontecimientos nos llevan a cuestionarnos, a enfrentarnos a nuestros miedos, a intentar cambiar las cosas, a triunfar y, en muchas ocasiones, a fracasar en el intento.

Sigue habiendo hurtos, peleas de bar, misiones suicidas y duelos aéreos, aparece Trinica Draken y su "Delirium Trigger", hay traiciones y sobresaltos, hay deserciones y desapariciones, hay sorpresas y enfrentamientos personales, pero, sobre todo, hay personajes "reales", tridimensionales, de esos a los que puedes coger cariño sin problemas y por los que llegas a interesarte en cuanto te descuidas.

De esa manera la novela crece y alcanza una nueva dimensión, incluso para personajes como Pinn, el piloto aéreo más botarate del mundo mundial o Harskins, el mayor cobarde del mundo, en este caso enfrentado a el gato más temerario del mundo.

Hay humor, hay algunos momentos míticos (la persecución con que comienza la novela,  la tripulación del Katty Jay luchando mano a mano con los Caballeros del Imperio, Frey enfrentado a "la otra" Trinica Draken o Hawkins jugando a quien es más gallina con un dreadnought Mane) pero, por encima de todo, hay una colección de personajes entrañables que se muestran como lo que son, un grupo "humano" con un pasado, con miedos, con secretos y con una necesidad de sentir que pertenecen a un sitio que va mucho más allá de lo que se suele encontrar en las novelas actuales.

Cuando terminé la novela no tuve la sensación de "wooooow, woooow" que tuve tras leer "Retribution falls". posiblemente porque la novedad inicial, mi necesidad de experimentar nuevas aventuras y de leer algo distinto, ya estaba bastante saciada y porque, en parte, ya sabía que esperar pero sí que experimenté la sensación (y hoy todavía la tengo) de que había leído una muy buena novela. Quizás más "intima", más "personal", con más poso, donde todos los personajes parecen tener su momento pero nada parece forzado y donde hasta el amor puede encontrar su primera cabida.

Dice la sinopsis de "The iron jackal", la tercera entrega de la serie, que la primera vez fue para limpiar su nombre y la segunda por dinero pero que esta vez Frey se enfrenta a una carrera contrarreloj para salvar su vida. Yo no puedo esperar para leerlo...y me froto las manos pensando que hace apenas dos días se publicó la cuarta entrega de "The tales of the Katty Jay" así que aún tengo Frey y su tripulación para rato.