domingo, 28 de mayo de 2017

Priceless - Rylee Adamson, vol. 1


Son ya varias las novelas de Urban Fantasy escritas por mujeres que han pasado por aquí. Varias últimamente.

Como tiendo a repetirme más que la cebolla, no necesito releer los post de esas novelas para tener claro que seguro que en todas ellas (y si no es así será porque no lo he querido escribir pero no porque no lo pensase) he comentado que hay dos elementos que no comparto y que se pueden resumir en una única palabra, prisa.

Prisa por que sus personajes establezcan vínculos afectivos/físicos/sexuales con la contraparte de la novela, llevando la historia siempre un puntito más de lo necesario (o de lo que es de mi agrado) hacia la novela rosa, situándolas más cerca de la "novela con romance paranormal" que de la "Urban Fantasy más clásica" o de la más oscura. 

Y prisa por resolver las confrontaciones físicas. Hasta haber llegado a un punto en el que me planteo si no es posible encontrar el equilibrio entre las batallas épicas casi dantescas que usan "ellos" al "Fast forward" o avance rápido que parecen usar ellas, donde da la sensación de que todo pasa en apenas 3-4 páginas, y lo que nos narran es el antes y el después, dejando el durante como un mero elemento al que hacer referencia posteriormente cuando se analizan las consecuencias/secuelas.

Shannon Mayer consigue mitigar algo el primer efecto, hay prisa, pero no tanta, tiene algo más de sentido lo que pasa entre su protagonista (Rylee) y la contra parte masculina (O´Shea), da un poco de todo para todos, pero en esa cuestión consigue quedarse más en el terreno de la comedia romántica que en el del Romance Paranormal.

El segundo aspecto no lo corrige y las dos o tres confrontaciones de la historia se desarrollan a un ritmo vertiginoso, en un número reducido de páginas y sin "mostrar" prácticamente nada, ni dejar algo que llevarse a la boca.

Cuando lees a Jim Butcher, cualquiera de sus novelas de Harry Dresden, siempre hay algo que se queda como poso en el recuerdo, algo único que distingue cada una de sus historias: una lucha contra un demonio-sapo en toalla, una conversión en lobo que casi le lleva por el camino de la perdición, una galopada a lomos de un dinosaurio revivido... siempre  algo que te impacta, más aún que el propio resultado de la batalla principal. 

En "Priceless", como en muchas de las otras lecturas (salvando quizás a Patricia Briggs y su "Mercedes Thompson" y tal vez la primera entrega de "Women of the Otherworld", "Bitten") no hay ese recuerdo imborrable al que aferrarse para recordarlas y, siendo como son tramas muy dinámicas pero también muy rápidas, al final te deja siempre con la sensación de "vale, pero ¿y?"

Lo que si logra Shannon Mayer, y es  de agradecer, es el equilibrio justo entre la brevedad de novella de Annie Bellet (que prácticamente roza el relato corto y cuenta historias muy breves que finiquitas en poco más de una hora) y los "monstruos" mucho más extensos de, por ejemplo, Ilona Andrews, con tendencia a varias tramas imbricados, con algún giro sorprendente (a veces redundante), que llevan sus historias a otro nivel pero que no te permiten una mera "desconexión".

Esta novela consigue un equilibrio bastante interesante entre extensión, velocidad de lectura y complejidad, permitiéndote pasar un rato bastante agradable, cautivador hasta cierto punto pero lo suficientemente "ligero" o "poco complejo" como para ser una buena novela de transición entre obras mucho más exigentes como lector.

Mayer consigue crear una hitoria entretenida (y algo distinta a lo habitual), que te cautiva lo suficiente como para que la leas del tirón sin que te suponga un esfuerzo su lectura, modifica/aporta alguna variación sobre cosas ya vistas en el género (como su revisión de los werewolves), escribe de forma directa pero sin que la cosa parezca un episodio televisivo (con la dosis justa de descripción y situación), sabe plantar un par de semillas para dejarte con ganas de saber qué pasa en las siguientes novelas pero permitiéndote disfrutar del presente durante la lectura y lo hace con ritmo, una pizca de humor, algo de tensión sexual, una protagonista con problemas que no se regodea en ellos más que lo justo y quizás, eso sí, una ligera ausencia tangible de adrenalina (esboza y amaga pero no define y ahí si se queda algo corta).

Una buena lectura de transición, con alguna nota curiosa pero que se queda corta al final, siendo incapaz de dejar ese recuerdo imborrable o ese momento que la distinga del resto y eso, que cada vez es más constante en las librerías actuales, al final le pasa algo de factura.

Valoración: Me ha gustado.

jueves, 25 de mayo de 2017

El prisionero de Sevilla Este - Serva La Bari, vol. 3


Imagino que intentar justificar que pongo a esta novela y a todas las de la serie el corte de "social" me supondrá en la próxima comida familiar alguna que otra confrontación. 

- ¿"Qué será lo próximo, decir que Leslie Nielssen hacía crítica política y no películas de humor barato"? - Me dirán.

¿Y qué responderé?... "No puedo defender a Leslie Nielssen ni "Hot shots" pero la serie de "Serva la Bari" es brillante, es muy complicado hacer reír con cosas cotidianas contadas con la naturalidad de quién las siente como lo más normal del mundo mientras nos muestra la Sevilla de antes y la de ahora, y cómo se puede sentir una ciudad.

Un sentimiento dual, el que viene marcado por la nostalgia del nativo que ve como a poco se van perdiendo las señas de identidad del sitio donde ha crecido y ha pasado su vida, lleno de recuerdos, de historias, de batallitas en ella y el del "cambio" como parte inexorable de la vida, más ahora en una sociedad disparada que apenas nos da margen para integrar las ultimas adiciones antes de ver como ya no existen, han vuelto a ser cambiadas o han quedado obsoletas. 

En esta tercera entrega, además, la historia no discurre sólo en Sevilla, también visitan Madrid y con ese cambio se produce la posibilidad de que algunos (como yo) se acerquen un poco más a lo que subyace en la narración de Julio Muñoz. Del modernito que habría sido sin dudar antes de empezar con sus historias a mi vertiente más rancia de esta tercera entrega (y este post).

Por primera vez vemos Madrid a través de los ojos de Jiménez (cambiando la situación anterior) y podemos ver la ciudad a través de sus ojos (otros que no son lo nuestros), ver lo que no entiende de la ciudad, lo que es él y lo que muchos de nosotros no somos. Lo hacemos on patas de gallo marcadas en los bordes de los ojos (que uno es humano y no puede evitar sonreír también de forma miserable en varios compases de la historia) y ese extraño sonido, el de la risa, esa sincera que surge de forma imprevista cuando algo para ti cotidiano pilla totalmente por sorpresa a un foráneo. Y eso es especial, casi mágico.

"El prisionero de Sevilla Este" consigue algo que no consiguió "8 apellidos vascos" o su segunda entrega, que me plantee que yo también soy un nostalgico empedernido (o lo seré en unos años, ahora lo dejo en uno en ciernes), de un Madrid que poco a poco va desapareciendo. 

El de la calle Arenal sin riadas de gente (pudiendo disfrutar del paseo hacia la Ópera), el de un Retiro en otoño sin tener que esquivar a mil turistas que intentan sacar una foto justo cuando estás pasando, el de sólo dos Torres Kio (sorry, cuesta recordar una época en las que no estaban las dos) o tu barrio, ese en el que creciste y por el que hasta hace diez o doce años paseabas habitualmente , y que ahora apenas reconoces. 

Un Madrid donde los baretos van desapareciendo, los nombres de los locales casi son los mismos en todos los sitios, comer en algo que no sea una franquicia es casi "Misión Imposible" y muchas zonas son lugares aún fríos, sin recuerdos "añadidos" ni historia (que aprender, contar o compartir).

 El Madrid del que mi padre habla con nostalgia y las mil batallitas con que lo adorna o el que mi tía enumera casi citando las calles que cruzan a otra con la mirada perdida y a saber que otros pensamientos en mente. Una cuestión de sangre, de sentimiento, de vida. 

Esa ciudad que yo sólo llegaré a experimentar de forma parcial, con una cultura mucho menos de calle y de barrio, con demasiado Centro Comercial y Gran Superficie de fondo, el que conocería si viniese de turismo y que como sempiterno residente cae en el olvido porque "ya haré esa visita en otro momento". 

El de los teatros del Centro abarrotados, la tortilla en las "Bravas" o el paseo desde la Pradera de San Isidro hasta la calle Mayor. El de los tejados de Pizarra de la zona de la Plaza de Felipe II... el de los conciertos vividos, el fútbol visto en estadio, los paseos mirando escaparates, tomando un helado en "Nebraska" y cogiendo el metro para volver a casa.

Julio Muñoz Gijón ha conseguido todo eso y aunque sólo fuese por eso ¡¡Chapó!!

Pero es que además me he reído, algo que en las dos entregas anteriores no había pasado (alguna sonrisa, momentos de "ojiplatismo" total y absoluto, algo de sorna pero no la carcajada que surgió en pleno viaje en Metro y que me costó alguna mirada reprobatoria de la concurrencia.

Es divertida, ágil, entretenida y original. Te la ventilas en 2 horas (si es que lleg), como ir a ver un espectáculo de esos con algo de humor donde basta con sentarse para disfrutar, reír y salir como nuevo.

No repita los tópicos de las anteriores, aporta cosas nuevas y cierra la primera etapa de "Modernitos contra rancios", ¿Qué más se puede pedir? Si no has leído nada de la serie, no esas tonto y empieza por el principio que merece la pena y si tras alguna de las anteriores tienes dudas, prueba una última vez, seguro que te aclaras.

Valoración: Me ha gustado.

lunes, 22 de mayo de 2017

El murciélago - Harry Hole, vol. 1


Si alguien me pregunta por Jo Nesbo (y más concretamente por la serie de Harry Hole) lo único que puedo decir es que para mí es un must en las lecturas de cualquier persona amante de una buena novela, más aún si lo que le gusta es una buena novela negra.

Nesbo es junto a Dennis Lehane, el mayor (o mejor) exponente que conozco de la novela negra en su versión más definida y clásica, con una sucesión de acontecimientos que van llevando al lector de la mano hasta generar en él un debate interno sobre límites, moral, ética y justicia.. 

So autores especialistas en hacernos participes del dolor, realidad y proceso personal por el que se ven obligados a pasar sus protagonistas a lo largo del conjunto de sus novelas (ambos autores manejan series de detectives aunque hayan publicado algún título suelto), que será el que marque su evolución, su comportamiento y forma de proceder, algo que hoy en día son pocos los que consiguen llevarlo a cabo con éxito (y credibilidad).
 
Entre ambos, sin embargo,  hay también alguna diferencia clara (no sólo geográfica), siendo quizás la mayor que Nesbo ofrece un corte bastante más descriptivo del entorno y una versión más social (y profunda) que Lehane, con historias bien ambientadas y menos circunscripción a entornos cerrados.

Ofrece  una visión bastante amplia de los paisajes, los distintos estratos/estamentos  sociales y de la variedad cultura de la zona donde discurre su historia, sin dejar por ello de satisfacer a los amantes de las lecturas con un perfil más adrenalítico, lo que consigue añadiendo un punto de thriller a la trama, el toque justo, que logra hacer que contengas el aliento en momentos puntuales pero que nunca cae en el sensacionalismo, el gore o la casquería barata.

Su estilo es sencillo y cómodo, sin florituras ni ambajes, con personajes que cobran profundidad conforme avanza la narración y que siempre permanecen lejos de las fórmulas manidas y los estereotipos del género.

Es casi imposible tener entre manos uno de sus libros y llegar a experimentar apatía, abulia o aburrimiento ante su narración. Tan pronto como lo coges te sumerjes en la historia

Son historias que comienzan fuerte y que saben mantener el impulso durante todo su desarrollo, con mucho diálogo e incluso en los momentos instrospectivos con elementos que captan tu atención y no te dejan ir. 

Novelas en las que las descripciones están para aportar algo y no se limitan tan sólo a embellecer, y eso se agradece, máxime cuando su creador es capaz de ser sobrio sin llegar a transmitir en ningún momento frialdad o distancia.

De las tres lecturas que han pasado por aquí "El murciélago" es, sin lugar a dudas, la menos introspectiva, la menos dura (por mucho que sea la que tenga un mayor rastro de sangre y alguna escena algo sensacionalista) y quizás la que menos muestre el Harry-que-llegará-a-ser, pero no deja de ser una lectura obligatoria por que nos muestra sus orígenes, de donde viene (que no es bueno) y hacia donde va (que es aún peor), los sucesos que le vuelven a acercar al abismo y la increíble facilidad con la que se vuelve a sumergir en él.  

Es una historia muy dinámica con un corte menos nórdico que las otras, iniciática (si se me permite la licencia), mucho más americana en su planteamiento y desarrollo, con asesino en serie de por medio, dudas sobre varias posibles pistas y bastante acción, pero también (y a diferencia de muchas otras historias de ese corte) con un marcado toque social.

Con Nesbo el entorno se convierte en un personaje y en esta novela tanto Sidney como parte de la orografía y tradición australiana forman parte intrínseca de la narración

Del floklore aborigen surge el título de la novela y parte de la explicación de la motivación de un asesino psicópata que encuentra en su pasado la perversa razón para justificar su proceder.

Tradiciones y cultura ancestral, un pueblo colonizado y oprimido incluso por medio de una legislación deshumanizada que sólo intenta preservar rasgos culturales aún a costa de sacrificar el bienestar individual de los nativos y una sociedad (la actual) en donde la droga forma parte de la cotidianidad, son los escenarios por los que un perdido Harry Hole llega a tocar su redención por primera vez en mucho tiempo sólo para ver que se trataba de un pequeño oasis temporal en su dolorosa existencia.

En las novelas posteriores el estilo de Nesbo se pule, se singulariza y alcanza cotas muy elevadas, las tramas se oscurecen y el proceso interno cobra un mayor protagonismo. Su personaje cobra vida propia, se perfila y define, se desdibuja y reinventa, evoluciona/involuciona/cambia con cuanto vive, cobrando un carisma y definición como pocos personajes lo han conseguido en el momento actual de la literatura pero esta novela, sin ser la mejor, aporta y suma y eso es lo importante.

Sin "El murciélago" pierden parte de su sentido "Cucarachas", "Petirrojo", "Némesis", etc... así que imposible perdérsela, máxime ahora que por fin es posible disfrutar de la serie en su conjunto y no a partir de la tercera entrega, como pasaba hasta hace apenas un par de años.

Valoración: Me ha gustado.     

jueves, 18 de mayo de 2017

The quiche of death - Agatha Raisin, vol. 1


Voy por la vía rápida... Lee "The quiche  of death" si te gusta  Mrs. Marple o la serie de televisión "Se ha escrito un crimen", si no eres de esos (que es mi caso una vez pasado el episodio tres de la misma, donde todo empieza a parecerse) es posible que te interese abstenerte y dedicarte a algún otro libro que tengas pendiente.

Esta primera entrega de la serie de Agatha Raisin es de 1992 y ha envejecido mal o, al menos, ha visto como en los últimos 25 años han aflorado infinidad de variantes que por su cercanía temporal o el ligero paso adelante que han dado en sus tramas (algo más complejas, algo más dinámicas, algo más "alegres") son preferibles a esta novela muy próxima a las series de detectives de finales de los 80.

Para mi gusto carece de varias cosas.
  • Carisma. No posee un personaje potente y atractivo que cautive.  Agatha Raisin es demasiado Angela Lansbury, o al menos yo no he conseguido quitarme esa imagen de la cabeza durante la lectura. No he conseguido llegar a experimentar nada con ella. Es algo más que una desconexión generacional, el problema no es de edad ni forma de pensar, sino de identificación. No hay nada en ella que me haga meterme en la novela, al tener siempre la sensación de que estoy leyendola, de que es un burdo personaje ficticio que me tiene que servir de guía. Así me ha resultado entrar en una novela que no ha conseguido moverme nada.
  • Exceso de ingenuidad. Para el momento actual resulta muy naive o es que estamos todos demasiado revenidos a esta altura de la película. Una novela fuera de lugar, superada y sobrepasada por un paso de los años que la ha tratado mal, dejándola como un producto bastante rancio, muy lejos de cualquier intento de (re)clasificación como vintage, al carecer de encanto y personalidad propios. 
  • Exceso de cotilleo nimio. Frente a productos mucho más actuales como la televisiva "Mujeres desesperadas" la supuesta gracia del destripamiento de los vecinos del cottage resulta pueril, demasiada poca chicha para tanta algarabía.
  • Le falta ritmo. Es otra forma de contar las historias, mucho más pausada, que hoy resulta lenta, poco dinámica y desprovista de gracia. Para cuando empiezan a suceder cosas llevas más de la mitad de la novela y se ha hecho eterna. 
  • No hay tensión. Y sin eso... lo mismo en su momento su lectura provocó caras de sobresalto, aspavientos o expectación. Hoy está muy lejos de conseguir el efecto deseado, no existen los cambios de registro y está desprovista de acción por lo que acaba resultando anodina y monocorde.
  • Nada que aportar a nivel gastronómico: salvo el título y, como dirían en mi casa, "Eso dueleeeeeeee".
Actualmente hay opciones más actuales para un público de mediana edad sin entrar en los grandes de la novela negra. Por aquí han pasado varios Janet Evanovich (con Stephanie Plum) o Jean-Luc Bannalec (con su Comisario Dupin), que ofrecen dentro de sus limitaciones algo más y distinto que permiten darles algo de cuartelillo. 

Mi recomendación a día de hoy, si se busca algo ligero y tranquilo con lo que matar el tiempo pero que no sea "cualquier cosa", depende de lo que se busque: algo de acción y entretenimiento sin más ("Uno por dinero" de Janet Evanovich), subir algo las prestaciones... con más gracia, algo de romanticismo y un toque sobrenatural nada aterrador ("Abby Cooper: psychic eye", de Victoria Laurie), si se busca un poco de costumbrismo con paisajes y comida que acompañen y un personaje que mejora conforme avanzan las novelas (las novelas del Comisario Dupin), el premio gordo jugando con los límites de la cozy mistery, del costumbrismo, la gastronomía, la historia del país y un personaje entrañable (las novelas de Bruno, escritas por Martin Walker.... o la novela, que en España no han tenido a bien publicar nada más que la primera).

Valoración: no me ha gustado


miércoles, 17 de mayo de 2017

Envy of Angels - Sin du Jour, vol. 1


Citan al escritor Mur Lafferty hablando de Matt Wallace: "No one makes me think, 'Dammit, I should have thought of that!' like Matt Wallace. The Sin du Jour series is something I read with equal amounts of envy and delight." (Nadie me hade pensar, "Maldita sea, eso debería haberlo pensado yo... La serie de "Sin du Jour" es algo que cuando lo leo me produce la misma cantidad de placer que de envidia") y pienso que estoy totalmente de acuerdo, que todos deberíamos estarlos aunque fuese tan sólo en la primera parte. La segunda (con la que coincido) es más subjetiva. 

Es muy difícil dar con algo nuevo a día de hoy. Gente que realmente innove y aporte, que dé ese algo distinto que convierte una lectura en un placer, algo más que un estilo más o menos personal a la hora de escribir.

Hace apenas unas semanas pasó por aquí "Fuera de lugar" y tuve que confesar que como ejercicio literario me pareció brutal con independiencia de que a nivel personal no haya sido una lectura de mi agrado por la temática de fondo.

En el mundo de la fantasía sucede algo parecido, es muy complicado dar con algo realmente nuevo, algo distinto. Incluso yo tengo problemas para salirme de lo "ya hecho". Incluso en las ocasiones en las que tan sólo buscas intentar explicar que quieres encontrar, por dónde podrían ir o que deberían ofrecer distintos autores o géneros, te quedas estancado en fórmulas manidas, con una alarmante tendencia a recurrir a lo existente con matices nimios que no cambian para nada el conjunto final.

No deja de ser triste cuando te das cuenta (viendo la televisión, el cine o la literatura) de que por lo general la redundancia es el elemento predominante en nuestras vidas con días que se suceden casi como si se tratasen de un calco del anteriro, con espectativas limitadas y mucha autocomplacencia.

Por eso, en días en los que tienes la sensación de que estás en un rail que te lleva de forma inevitable a todos los lugares sin margen de movimiento, dar con alguien totalmente ajeno a esa restricciones (seguramente autoimpuestas y a las limitaciones de una imaginación en desuso), que disfruta de la inmensidad que se extiende a ambos lados de la vía, lo único que tienes ganas es de aplaudir.

Lees a Matt Wallace, te inspiras y hasta te atreves a pensar... ¿Cómo es posible que nadie haya hecho esto antes?¿Cuántos libros hay dedicados a Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne y, por ende, una víctima propiciatoria para toda clase de desdichas y desventuras, remiendos, agresiones y situaciones de alto voltaje sin comerlo ni beberlo?¿Nadie ha querido contar nunca su versión? ¿cuánta gente se para a ver series como "Powerless" para ver la forma en que personas "comunes" ven y se ven en un mundo distinto donde no parecen tener ni arte ni parte?

Matt Wallace deja atrás toda fórmula prefijada y consigue mezclar dos mundos que me llaman mucho la atención, la "Urban fantasy" literaria y el mundo de la cocina profesional. Lo que le da tres puntazos importantes que explotar ante mi versión más entregada hasta el momento.

Crea un conjunto sorprendente, divertido, dinámico y, por encima de todo, innovador, que te deja con la sensación de que te han apabullado en un número muy limitado de páginas, sin abusar de ningún recurso, a bajo coste pero con un gran derroche de imaginación.

Construir la novela sobre un restaurante/compañía de catering que ofrece comida a criaturas sobrenaturales (a aquellas que no cocina), sin limitarse a sorprendernos con menús innovadores y sorprendentes, incluyendo dilemas morales, dinámicas y/o disfunciones internas del trabajo en grupo, las incongruencias y contrasentidos del ser humano, lo (in)humano que podemos llegar a ser y aportar, además, el efecto sorpresa e innovación de un grupo especializado en buscarse la vida a la caza/captura/consecución de los distintos componentes y elementos que se van a necesitar en las recetas es algo sorprendente y muy de agradecer.

Posee, además, un comienzo muy potente que hace que tras un primer capítulo de apenas 5-6 hojas quieras seguir leyendo con ganas. 

Numerosos capítulos de pocas páginas generan ritmo en la lectura y agilizan el paso de las páginas. 

Cambios de personaje y de perspectiva, hechos insólitos y sorprendentes que aparecen con mesura, evitando convertir todo en un alegato surrealista hacia lo esperpéntico.

Humor que arranca sonrisas  sin tener la sensación de que te están imponiendo una sesión sorpresa de "El club de la comedia" y un conjunto de personajes que, sin llegar a destacar ninguno, crean un conjunto heterogéneo de personalidades y homogéneo en su propósito que cautiva y mantiene en una lectura que para mal (y seguramente para bien) finaliza cuando aún estás degustándolo, sin darte opción a repetir pero tampoco a que repita.


Por poner un pero...un inglés que cuesta algo más de lo habitual por el cambio de vocabulario y el volumen de criaturas/creaciones que aparecen.

Valoración: me ha gustado. Y aunque no haya un "mucho" al final, me parece que la serie puede ser un "must" en la biblioteca de cualquiera que quiera variedad en su lectura y alguna sorpresa.

En otras cosas...

"Believer" de Imagine Dragons como canción que sucede a "Soy yo" de Bomba Estéreo en mis audios habituales.

Y dos series a las que doy una oportunidad cuando me da la vida... 

- "The catch", con dos actores potentes, una trama aún por ver si al nivel y un visionado ligero.

- "How to get away with murder", en el segundo intento de verla... ¿pasaré del segundo episodio?

lunes, 15 de mayo de 2017

El cirujano - Rizzoli & Isles, vol. 1


Cogí "El cirujano" porque a las críticas positivas que leí se unía el haber visto parte de la serie de televisión de "Rizzoli & Isles".

Buscaba un Patterson moderno, una variante de la fórmula de éxito, lo suficientemente potente como para abstraerme de todo y tener la pequeña subida de adrenalina que estaba buscando desde hace algún tiempo.

Mi problema, que nada de eso ha llegado y ni siquiera ha cumplido con la premisa mínima de inicio, "Rizzoli & Isles".

Isles, ni aparece en toda la novela y por lo que veo/leo/cotilleo en la segunda entrega tampoco y me pregunto.... ¿Por qué llamarla entonces Rizzoli & isles si durante dos entregas ni hace aparición uno de los dos componentes?

Rizzoli tampoco aparece. Al menos no la que se ve en la serie de televisión, seria, profesional, fría, capaz. La de Tess Gerritsen es peleona pero lucha contra sí misma y una sociedad sexista que la relega a un segundo plano. Hasta ahí lo entiendo. Pero llega un momento en la novela (hacia algo menos de la mitad) que se empieza a vislumbrar a una persona dubitativa, incapaz, sin capacidad de autocrítica que atribuye cuanto le pasa al hecho de que es mujer, (justificando cualquiera de sus comportamientos como una reacción para sobreponerse a la opresión de género), vengativa, sin criterio, carente de mesura ni ética. Y por ahí vamos mal, al menos conmigo.

Además en la novela su rol es casi secundario (por mucho que le den el laurel final), subyugada por la presencia del Detective Moore y la doctora Cordell, que son quienes llevan el peso de la novela.

Moore es entendible, creíble, incluso en sus "errores" y un personaje coherente en su conjunto. Como lo es Cordell dentro de lo que es un personaje puesto en situaciones extremas, con convicciones puestas a prueba, obligada a reformularse para seguri adelante.

Esa parte de la novela es legible, ligera, amena (dentro de la falta de mayores pretensiones), una novela de batalla, de entretiempo, de tarde liviana en sofá, sin exigencias pero lo suficientemente distraída como para seguirla sin más.

No acompaña "El cirujano" (o lo que se esconda detrás) que debería actuar como contrapunto, esa figura omnipresente que debería generar tensión en la narración, representando lo que no llegamos a entender, haciéndonos recordar el por qué tememos estar a oscuras por la noche en nuestras casas y como los nervios se crispan a veces cuando escuchamos un ruido desconocido en la noche.

Sin contrapunto y con parte de la ecuación (Rizzoli) por debajo del nivel requerido, la novela se empieza a volver pesada algo antes de la mitad de la entrega, carente de chispa y emoción.

Da la sensación de que Garritsen lo sabe e intenta paliarlo con una mayor descripción de la parte medica de la novela y cediendo el protagonismo a un posible romance entre partes con posible triángulo amoroso que termine de alterar el equilibrio de las partes pero la fórmula no termina de funcionar y ni recibimos la dosis "rosa" que a muchos gusta ni la parte más "negra" que yo, por ejemplo, buscaba.

Me gustaría creer que si lo lees sin haber visto/seguido la serie el libro te gustará y te aportará mucho más que a mí, para mi gusto no creo que pueda ser así, le falta chispa, magia, tensión... elaboración y coherencia, incluso para quién llegue sin expectativas previas.

Valoración: No me ha gustado.  Y uno de los primeros que creo que admito abiertamente que no recibirá segunda oportunidad. 

Demasiadas alternativas en el mundo editorial como para mantener algo que sabes que no de forma clara y rotunda.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Fuera de lugar


Salto una vez más el orden. Tengo lecturas por comentar pendientes y trataré de hacerlo en los próximos días pero tengo la necesidad de hacerlo porque si no lo escribo ahora, cuando casi acabo de terminarlo, no sé si seré capaz de comentarlo con coherencia.

"Fuera de lugar" es más un ejercicio literario, un experimento, que algo que estructuralmente llamaría "novela" y, si llega a serlo, no es como ninguna que haya leído hasta la fecha.

Es una lectura siempre en contrasentido, anárquica, hasta cierto punto caótica, que seguramente a su creador le exigió un volumen de intencionalidad tremendo, nada que parece tan deslabazado y casual consigue el resultado que obtiene aquí Kohan si no hay mucha premeditación detrás.

Su título "Fuera de lugar", va a ser mi hilo conductor, como lo es en la obra, para escribir un post que imagino breve aunque no sé si muy aclaratorio.

No hay equilibrio entre la forma y el fondo. La forma es preciosista, Kohan escribe con arte sin caer en lo recargo ni la floritura. Es prosa sensata, estilista, coherente, asequible, en una narración donde precisamente la descripción prima sobre cualquier otro recurso, incluído el diálogo. Sólo por eso ya es una rara avis en los tiempos actuales o, por lo menos, en las novelas que suelen pasar por aquí.

Pero es que, además, no pega nada en absoluto con la crudeza, desagrado y realismo (que no queremos ver) que muestra en su trama. No hay equilibrio, lo uno con lo otro chocan, parece que está fuera de lugar.

Como lo están muchos (puede que todos) de los personajes de las historias. Y uso el plural porque la novela comienza hablando de una cosa y termina con otra totalmente distinta, dejando inconclusas e inconexas ambas... o las tres si pensamos en un suicidio que queda sin explicar... o las cuatro si nos centramos en el pobre Guido...

Si algo tiene en común el conjunto es que cuantos lo pueblan no parecen pertenecer a los hechos que suceden, están ahí porque alguien los ha puesto (Kohan), están en la historia, pero que en el fondo ninguno termina de formar parte de la misma. Sólo "están", nunca "son".

Quizás por eso no importan los nombres, las profesiones o lo que hacen, es un conjunto de historias, un todo inconexo de desventuras deslabazadas, que o no tienen un comienzo definido o carecen de final, que tienen continuidad una en la otra pero son inconexas entre sí, con ese único nexo en común, que todos comparten, esa sensación de sobrar, de no pertenecer, de estar fuera de lugar.

Seguramente el primero que sobre sea yo, que durante toda la lectura me he sentido voyager obligado de historias que no quería leer, en las que no me he conseguido meter pero que tenía que terminar para ver si encontraba un sentido a todo.

He tenido que lidiar con la repulsión de una narración que durante casi dos tercios se centra en el mundo de la pornografía infantil, que me llegado a generar vergüenza al leerlo en un metro y temor porque alguien leyese por encima del hombro viese lo que ahí ponía, y que, para más inri, no termina, cambiando de registro de forma inesperada hacia un suicidio incomprensible que al final degenera en una muerte, dentro de una última historia inesperada, que se sabe tragedia pero que no sale por donde uno espera que vaya a ir y que te dejar con sensaciones tan inconexas e inesperadas como: sorpresa, resignación y asombro.

No puedo valorar bien una novela que no recomendaría porque no creo que aporte nada pero tampoco puedo dejar de admirar el hecho de que su autor haya conseguido generar un conjunto tan dispar de sensaciones/emociones en mí que, aún veinticuatro horas después de haberlo terminado, sigo sin conseguir desligar/entender. Pena, repulsión, insatisfacción, admiración... se desgranan en mi interior ahora cuando escribo, sorprendido aún de que todo lo que ha salido hoy, aquí,  estuviese realmente ahí porque cuando lo terminé anoche y pensaba: ¿y a parte de "No me ha gustado", qué pongo?

Honestamente no puedo decir que Martín Kohan no sea un genio. 

Consigue lo que creo que se proponía, hacer que el lector se sienta "Fuera de lugar", emulando a cada uno de los personajes (que no sé si protagonistas) de su novela, admirando un estilo narrativo bello en una trama que te revuelve, donde además lo bueno acaba castigado y lo malo impera.

Una lectura singular, única. Lo que no sé es si recomendable.

Valoración: está bien.

martes, 9 de mayo de 2017

Noticias de la noche - Kostas Jaritos, vol. 1



Por fin he podido retomar la serie del Comisario Kostas Jaritos, una tarea que tenía pendiente desde hace mucho tiempo.

He leído, de momento,  hasta la cuarta entrega de la serie (la colección de relatos cortos) pero hace unos meses me plantee (con Petros Markaris y con algún otro autor más como Jo Nesbo, John Connelly, Harlan Coben o Karin Fossum) reiniciar su lectura volviendo a los orígenes con el compromiso de procurar mantener una constancia que me permita seguir la trama en condiciones y disfrutar del conjunto en su plenitud, para lo que necesito una lectura frecuente que sea capaz de detener de la compulsión que me lleva a ampliar de forma constante horizontes literarios.

¿Por qué Markaris y no otros autores?

Posiblemente porque aunque hay muchos a los que es posible situar bajo el término "social", no son tantos  los que han conseguido plasmar la evolución de una sociedad conforme se ha producido la construcción de lo que hoy se llama "Unión Europea". Ni siquiera el mejor Mankell consiguió reflejar de forma constante y durante casi tres décadas la situación en su país y la forma en que ha cambiado en estos supuestos años de bienestar y estabilidad social.

Markaris comienza su serie a mediados de los años 90, cuando el país aún se encuentra en una pseudotransición  post Dictadura de los Coroneles y muchos de los prejuicios, opiniones y actuaciones se ajustan a modelos más propios del antiguo orden que del sistema democrático actual y nos hace avanzar, novela tras novela, hasta situarnos en el momento actual, una vez empezada la recuperación tras la gran crisis económica del país de los últimos años.

En sus narraciones es posible observar como van cambiando todos cuantos pueblan sus novelas, conforme lo hacen sus miedos, prioridades, inseguridades, prejuicios y situaciones que marcan el devenir personal, familiar, laboral y social de todos ellos.

"Noticias de la noche" es, en ese contexto,  una lectura entretenida que permite un acercamiento a la historia y sociedad de un país desde la doble lectura, social e histórica, que ofrece su argumento.

A nivel social es posible conocer la forma en que funcionan e interaccionan los órganos políticos y administrativos que gestionan la sociedad en ese momento, la forma en que los medios de comunicación se erigen como uno de los nuevos poderes fácticos a nivel social (capaces de condicionar y dirigir la atención de los ciudadanos, a quienes llega a convertir en armas arrojadizas y de presión social), generando opinión y marcando el proceder de distintos estamentos sociales.

Es, por otro lado, una forma de acercarse a un estadio inicial de la democracia en el país e ir como va evolucionando desde entonces, con la llegada del euro y la conversión de la Comunidad Económica Europea en ese ente internacional aún no bien cerrado que es la Unión Europea, mostrando la peor versión de los estados democráticos actuales y la degeneración en un estado que acaba inmerso en el caos,  con un elevado nivel de corrupción, racismo e inestabilidad, donde el individuo prima sobreel bien común.

Hablamos de una Grecia muy Mediterránea, próxima a lecturas de escritores como Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri, etc... donde la comida forma parte de nuestra satisfacción diaria, la familia es algo intrínseco a nuestra naturaleza y la climatología (el calor, el sol, etc...) condiciona la forma de concebir/plantear nuestro día a día.

Es una narración muy próxima, cercana hasta el extremo, que nos introduce en el propio hogar de Jaritos y nos muestra lo mejor y lo peor de un matrimonio (en una primera entrega dura que muestra comportamientos actualmente poco aceptados, con un Jaritos duro, inflexible, contestón y una Adriani poco "relacioanble", en un conjunto matrimonial que evoluciona con el paso de los años y se adapta a la forma de entender la relación de pareja de una forma más sana y  mucho menos tóxica), las dificultades de un hogar donde el dinero sólo lo ingresa una de las partes y donde dar educación de calidad a los hijos es una necesidad imperiosa para una generación que intenta ofrecer una posibilidad de progreso y futuro profesional que ellos no pudieron disfrutar durante su juventud.

Muestra las miserias del trabajo, las servidumbres, los politiqueos, la manipulación y el sometimiendo a los poderes fácticos y estracta momentos de épocas anteriores, de índole dictatorial, donde la forma de proceder era totalmente distinta, sin respeto alguno a derechos humanos, la vida, etc...

Lo hace con gusto, sin recrearse y sin dedicar mucho tiempo a mostrar las intimidades de una sociedad en recomposición, incorporando algún momento de humor en una narración que mantiene un tono bastante lúgubre, algo resignado, de quien no era feliz de dónde venía pero no cree mucho en las posibilidades del futuro que le están vendiendo.

Es una novela minimalista, con el objetivo centrado en Jaritos, en su deambular, su lucha interna, su rabia, sus incongruencias, su necesidad por intentar obrar bien aunque no sea la forma de evitar problemas. Un acercamiento natural, honesto, coherente, que a través de varios personajes es capaz de retratar una sociedad con retazos bien definidos, con perfiles aún por determinar pero en crecimiento/descomposición. 

Habla de personas de carne y hueso que sufren, se equivocan y tratan de avanzar muchas veces sin conocer su rumbo real o cuál puede acabar siendo su destino, cual Ulises a la deriva en su intento por regresar a casa. 

Mucho más social que negra, es una lectura necesaria y una introducción única al universo de Markaris, la puerta a la Grecia actual, con un lector activo que debe saber retrotraerse al momento en el que se desarrollan los acontecimientos, a ese comienzo de la década de los 90 donde muchas de las sociedades europeas aún estaban en un periodo de transición, con una Unión Europea que aún no se llamaba así, un euro aún inexistente. La sociedad en la que se desenvolvieron y sobrevivieron muchos de los padres que ahora leemos esta entrega rondando los cuarenta.

Valoración: Me ha gustado mucho

jueves, 4 de mayo de 2017

Stray - Shifters, vol. 1


Cosas buenas a decir a favor de "Stray"...

Como primera novela de serie es potente. No se limita a situarte en "su universo" sino a presentar a los personajes y el entorno, contando, además una buena historia.

Personajes cañeros. Potentes. Construidos en condiciones, coherentes, con carisma, de los que dejan recuerdo durante algún tiempo.

Una urban muy terrena. Si, son werecats y eso de terreno tiene poco pero es el único componente ajeno al mundo actual que aparece en la narración. No hay juegos de magias ni componentes similares, al menos en esta primera entrega. Así que tiene mucho menos componente fantástico o, al menos, muchos de sus elementos son extrapolables a nuestro día a día o a novelas con un corte más tradicional (en este caso más negro), con sensación de thriller clásico con asesino en serie de fondo.
Práctico como lectura. Te metes bastante rápido en la narración y vuelas hasta el final. Apenas hay momentos de parón, todo lo que aparece, en principio, suma y no tienes sensación de que te estén dando la chapa.

Tensión de thriller más o menos clásico con protagonista en seria situación de desamparo y tú sin saber por dónde van a ir los tiros. Algo de angustia/tensión y necesidad de seguir leyendo para saber qué va a pasar.

Un psicópata (o similar) en condiciones, también con una construcción cabal y honesta.

Acción en dosis justas, adrenalina en un nivel interesante y ritmo alto, mucho ritmo.

Lenguaje manejable (salvo algún término propio que hay que desenmarañar al comienzo) y un sistema social/de clase fácil de comprender y manejar, con personajes ricos en matices.

Amor... romance... tensión sexual... en medida justa y sin excesos, con su pequeño momento de gloria pero sin que sea el epicentro de la historia y sin acaparar todos los focos.

Peros...

Fundamentalmente uno, demasiada sensación de "déjà vu" con otra novela del género, "Bitten", de Kelley Armstrong, del 2001. Igual de potente, con argumento bastante similar (salvo escasas matizaciones) y situaciones paralelas, incluso parte de los personajes son similares con paralelismos bastante reales entre Faythe y Elena Michaels. 

Las escasas variaciones no eliminan esa sensación recurrente de "y ahora va a pasar esto"

Hará falta ver si "Rogue", la segunda entrega, se desvía de ese camino ya trillado y apuesta por su propia ruta o si la serie se convierte en un calco prescidible de la anterior. De momento, por forma de estar escrita y pequeños matices,  se ha ganado el beneficio de la duda.

Valoración: Me ha gustado. El mucho no aparece por haber leído antes "Bitten". Si no es el caso, seguramente acabarás por sumar algún punto adicional a la valoración final.