viernes, 30 de junio de 2017

El abrazo de la tigresa - Ava Lee, vol. 1


La primera entrega de la serie protagonizada por la forense contable Ava Lee ofrece algo distinto a lo que se suele leer, con un lenguaje directo y fluído que convierten su lectura en algo más que destacable.

Cansado de tanto asesino en serie y de la urban más clásica, buscando quizás algo exótico aunque reticente por el miedo a encontrarme una novela que me sumergiese en la ardua realidad política y social de la zona asiática, el libro de Ian Hamilton ha conseguido agradarme y sorprenderme a partes iguales.

Me recuerda en la sensación que deja a alguna de las novelas que leí en su momento de Clive Cussler, eso sí, esta está actualizada y es contemporánea al cien por cien. Se lee como una historia de aventuras, creíble, sin grandes alardes pero interesante, capaz de dar algo distinto sin emperifollos ni alardes innecesarios.

La idea de una recuperadora de avales y créditos, una recuperadora de dinero, era lo suficientemente distinta como para llamar mi atención. Temía que tuviese un lado un tanto cozy y me llevase por un terreno demasiado apacible. Nada más lejos de la realidad.

Como novela de "pseudoespionaje" funciona y lo hace muy bien. Está bien construida, la ambientación refuerza el atractivo y convierte la lectura en un estímulo para quién la tiene entre sus manos. Es agradable y entra muy suave, pero aporta cosas y muestra "otra realidad" que no estamos acostumbrados a ver, la de los prestamistas de grandes cantidades, los estafadores con miras altas y todo el sistema creado y generado por ese mundo a una escala y con una intensidad muy superior a la del cobrador del frac de los que no nos movemos en esas cifras.

Me cuesta buscar un referente claro. 

Tiene más calado que el Dirk Pitt de Cussler, es más ameno y menos físico que el John Rain de Barry Eisler (y sin su Lagavulin, aunque bebidas alcohólicas hay también), ni tiene la sordidez y desesperación que muestra la serie de Vincent Calvino (Christopher G. Moore). Recuerda, con salvedades y excepciones, quizás porque la mirada y el objetivo de lo que quiera contar y decir es distinto, a la serie de "The gamehouse" de Claire North (probablemente a la que más con diferencia a "The thief", por el lugar en que discurren los hechos y la forma en que se desenvuelven los protagonistas) aunque en los tres volúmenes de esta serie hay un "algo" o un "mucho mas" que la sitúan por encima de esta novela.

Es, además, una novela que se sitúa en distintas localizaciones y muestra pequeños fragmentos de esos países y ciudades, de la sociedad de quienes la habitan y la problemática con la que tienen que convivir pero siempre orientado a las inquietudes del visitante que se informa sobre los peligros que acechan y no como una novela de corte social que explique los cómos y porqués. Incluso la corruptela política y la mescolanza que siempre existe entre las grandes fortunas y quienes detentan el poder (cuando esas dos partes no confluyen en la misma persona) tienen su hueco en la historia como parte de la trama.

El lenguaje es muy cómodo (lejos de formulismos recargados) y la parte financiera no es compleja y resulta fácil de seguir (no hay que haber visto los primeros episodios de "Billions" para entender lo que nos cuentan), la novela es muy fluida y las descripciones tienen el peso justo y las apariciones contadas. Si se describe es con precisión para situarse y entender lo que sucede pero no se lleva el protagonismo en la historia.

Cuenta, además, con un personaje principal potente, como es Ava Lee. Carismática, enérgica, inteligente y llega al lector. Apenas se la describe pero sus hechos marcan su personalidad ante el lector. Es profesional, directa en cuanto hace, con conceptos claros y dispuesta a asumir cuando comete un error al calibrar una situación. 

Además Hamilton consigue que durante un rato entendamos lo que es ser mujer (lo incómodo y peligroso que puede ser) y que nos identifiquemos con situaciones que, por ejemplo en mi caso siendo varón no tengo que vivir.

Algo parecido consigue hacer con la cultura china, mostrando apenas pinceladas pero acercándonos a conceptos como el matrimonio, la familia, el honor o la situación de los inmigrantes en Canada.

Es, en conjunto, un todo curioso y variopinto, en novela que deja datos que comentar, anécdotas para guardar y la suficiente diferencia con el resto para dejar una imagen bastante clara y permanente en el recuerdo.

Y tiene, además, ese algo indescriptible que no puedes transmitir pero que se queda en ti. Esa sensación que te acompaña de que quieres más y no tardarás en procurártelo, porque que pase es raro y cuando lo hace lo atesoro valorando lo raro que es que eso suceda.

Valoración: me ha gustado (tirando a mucho pero sin llegar por un pelo)

jueves, 29 de junio de 2017

Moonshine - Cal Leandros series, vol. 2



Una de las cosas más complicadas que existe es lidiar con una serie. Ir más allá de esa primera idea que tienes y conseguir que siga funcionando igual de bien a largo plazo.

Tengo la sensación de que Rob Thurman no termina de conseguirlo en esta segunda entrega de la serie de "Cal Leandros".

Cierto que tiene ritmo, tiene algo de acción, incluso cierta tensión pero al personaje, como ya le pasara en la primera entrega le falta algo más de chicha y bastante carisma.

La primera entrega contaba con el aliciente del Darkling, que transformaba a Cal en algo distinto a lo que realmente podemos leer dentro del género. Desinhibido, desatado, sin moral alguna y con una capacidad pasmosa para la muerte.

Unido al rediseño Auphe/Elfo, la capacidad de abrir portales dimensionales y el estar en el arranque de la serie, el conjunto era lo suficientemente llamativo como para cautivar al lector que buscase algo distinto.

"Moonshine" cuenta con el handicap de que el lector está situado antes del comienzo de la novela y parte del hechizo inicial. Robin Goodfellow, Promisse y George están bien pero no ya no sorprenden y no ofrecen nada especialmente novedoso, como tampoco lo hace Niko y, al final, sin grandes aportes la historia pierde parte de su fuerza.

Tiene un poco el eco que te dejaban al final los episodios/temporadas de Buffy o de su spin-off "Angel", mucho personaje, mucha especie, mucho "nuevo" pero al final apenas son personajes/criaturas caracterizadas, que a nivel práctico no aportan nada a la historia, que no tienen trasfondo detrás. Mucho lirili para poco lerele, que decían por ahí, porque a la hora de la verdad, poco (casi nada) nuevo que llevarse a la boca.

Y lo de Cal con los agujeros a otros planos hace que cuando me descuide empiece a formarse en mi cabeza la imagen bastante nítida de Illiana Rasputin, Magik, en la mente, a recordar sus capacidades, la historia detrás, Velasco, etc.... y ver las suficientes similitudes para pensar que algo parecido si no igual ya he leído en otro formato. Y cuando todo eso se instala en la cabeza empiezo a tener la sensación de copypaste barato o de mash up con ínfulas y salgo haciendo fus-fus como los gatos.

Lo malo, o lo que más me ha pesado, ya está escrito, queda la parte buena.

Se lee bastante bien, es amena, entretiene (aunque ya digo que aportar, lo que se dice aportar, poco o nada), tiene algún momento que no está mal pero al final son más amagos, promesas sin cumplir y fintas que golpes reales que te dejen noqueado/asombrado. 

En un momento en el que la estantería está llena de opciones, con autores muy potentes (Jim Butcher), innovadores (Matt Wallace y su "Sin du Jour"), ligeros pero con interés (Annie Bellet) o con una capacidad interesante para generar tensión (Rachel Vincent), "Moonshine" ha sido un traspies ligero pero que deja la duda instalada, a expensas de lo que suceda tras leer "Madhouse" para ver si la serie baja algo en mi lista de prioridades.

Valoración: Está bien. 

martes, 27 de junio de 2017

Ghostmaker - Gaunt´s Ghost novel, vol. 2


"Ghostmaker" es una colección de historias que se suceden mientras las tropas Tanith se encuentran en Monthax a la espera de que empiece la batalla.

No deja de ser una colección de historias sueltas, para lo bueno y para lo malo. Es muy ágil, muy dinámica y rápida de leer. Empieza a permitir tener una idea más definida de varios de los componentes de los "Fantasmas" que cobrarán peso en las novelas siguientes y muestra un poco del universo y del entorno de Warhammer 40.000.

Como pero, cierta discontinuidad y el continuo resituarse en entornos, ubicaciones y situaciones distintas entre sí.

Ghostmaker: 

O como se produce el primer encuentro entre Gaunt y los soldados de Tanith. La destrucción de Tanith Magna y el origen de toda la serie.

A Blooding:

La primera misión real de los Fantasmas. Su prueba de fuego en Voltemand. La demostración del por qué son los mejores en misiones de sigilo y cuál es la situación real dentro de las tropas del emperador de este pequeño grupo de soldados sin hogar.

Primera aparición de Sturm y los Volpone y primer cruce de puñetazos entre Gaunt y Rawne.

Sound and fury

La demostración de que a veces el entorno es a veces tan peligroso (o más) que el enemigo.
La primera oportunidad de disfrutar de ese increíble personaje que es Mkoll, el jefe de exploradores de los Tanith.

The Hollows of Hell

La posibilidad de entender el carisma y determinación que hacen del Colm Corbek el segundo de Gaunt y la referencia para la inmensa mayoría de los fantasmas.

Primera muestra brutal de las aberraciones que el Caos puede lanzar sobre la humanidad y el peligro al que se enfrentan las tropas del Emperador.

The Angel of Bucephalon

"Mad" Larkin en todo su "explendor". El mejor francotirador Tanith mostrando como los genios no llegan a serlo si no es gracias a ese punto de locura que les acompaña.

That Hideous Strength

Una sorprendente demostración del talento de Gaunt para la estrategia, el primer encuentro real con "Try Againt" Bragg y una muestra mas de que muchos de los planetas salvados no siempre merecen esa oportunidad.

Permafrost

Uno de los mayores duelos "interpretativos" de la serie. Rawne y Gaunt aislados, huyendo de un grupo de Orcos en un planeta helado, necesitados de la colaboración mútua para poder tener alguna oportunidad de salir con vida del Planeta.
Blood oath

Un canto a la lealtad, a la amistad y al compromiso profesional, que muestra lo que sucede cuando uno cree en el juramento hipocrático que uno hizo hace años. 
Primera toma de contacto con Dorden, el jefe médico de los Tanith.

A simple plan

El soldado Caffran liderando a un pequeño grupo de soldados que no están dispuestos a dejar que otros les quiten su pieza, aunque el único plan que tenga sea seguir adelante pase lo que pase.
En esta historia es la primera vez que se ve que la "perversión del Caos" es algo que va mucho más allá de la mera alteración física de sus seguidores.

Witch Hunt

La primera aparición de la Inquisición en la serie, de la mano de la Inquisidora Lilith y la primera vez que Brin Milo y su Comandante están a punto de perder la vida por las acusaciones de los Volpone.
Monthax

De vuelta a la historia principal, la acción se desata.
Seguimos las andanzas de los Fantasmas con los distintos protagonistas de las historias anteriores al frente de los distintos grupos y los Eldar uniéndose a la batalla contra el Caos.

Valoración: Me ha gustado. No es de las obras más redondas, quizás por ser un compendio de relatos cortos pero aporta elementos para ir sumergiéndote en la trama y coger cariño a los protagonistas. Lo bueno está aún por llegar.



 

viernes, 23 de junio de 2017

El falso cuerno del rinoceronte


No es habitual encontrarse con una novela tan mundana que llegue a destacar, con personajes "normales", planteando situaciones "cotidianas" y que hable de nuestras miserias con total naturalidad.

Y se agradece.

Siento si suena a pura vaguería, nada más lejos de la realidad, pero parece que hoy en día o lees novelas superenmarañadas o textos que ni su propio creador parece tomarse del todo en serio.

Me gustan las novelas con tensión pero uno tiene su límite para la sordidez. No es posible estar viendo según que cosas a todas horas o, como habría dicho mi abuela, te volverías tararí (aunque ella movería el dedo haciendo círculos sobre su sien)

También hay límite a esas historias donde superhombres (o mujeres) con un coeficiente intelectual por encima de los genios, con una capacidad pasmosa para desarmar tramas requeteintrincadas con apenas un par de ídeas y un chicle, consiguen salir airosos de casi cualquier lance cuando uno mismo, mísero en su propio ser, tiene problemas a veces hasta para cambiar una bombilla.

E incluso la novela social, de la que soy devoto, a veces tiene demasiado de "denuncia" o de "visita guiada" por otras latitudes y te supone un pequeño esfuerzo adicional, sin llegar a generarte "identificación plena con lo que es".

Ana Muela consigue en "El falso cuerno del rinoceronte" agradarme al no caer en nada de lo anterior y eso, en el momento en que lo leí, no tenia precio.

Me ha gustado recorrer Madrid de su mano. 

Quizás es una zona limitada, ni especialmente bonita ni muy turística, alejada de mi marco de actuación normal, pero es una ciudad (mi ciudad) y Gajanejos, su protagonista, refleja algunos de los comportamientos que puedo entender, comprender y compartir.

Quizás no habla de la crudeza de la crisis en todo su esplendor, pero sí de forma indirecta, con algunas de sus consecuencias. Menciona, además, los cambios en el entorno, algo del cambio de mentalidad de las últimas dos décadas de la sociedad española y muchos de los peros que nos limitan.

Muestra nuestra realidad simplemente describiendo la normalidad, lo mismo que vemos los que recorremos sus calles día tras día, con naturalidad. Esos que disfrutamos y valoramos con una buena tortilla de patata o unas lentejas para chuparse los dedos.

Lo cuenta con un personaje que no está pletórico pero que no vive atormentado, que tiene sus prejuicios y que asume sus equivocaciones cuando lo vivido le muestra su error, que es capaz de reírse de sus carencias e intentar amoldarse a lo que viene. El mismo que se autoindulta como lo hacemos cualquiera de nosotros con nuestros defectos, el que sigue las normas aunque a veces le fallan y se agacha ante la autoridad pero sin protestar cuando le agravian.

Es Gajanejos un hombre visto con la mirada de una mujer. Quizás por eso se consigue el equilibrio perfecto en la descripción que permite la identificación con el personaje (en algunos aspectos al menos) pero también la sonrisa ante sus "carencias".

Conseguir ser fiel sin aburrir, mostrar sin describir, hacer sonreír sin ir de gracioso, es un arte. Requiere la capacidad de hacer algo muy difícil con una facilidad pasmosa, que es lo que consigue la escritora conquense.

Cierto que la novela empieza floja y que a Gajanejos se tarda en cogerle el punto (cuidadito, que al Kostas Jaritos de Petros Markaris también) pero una vez que entra es muy difícil sacarle.

A través de su mirada vemos el Madrid que ven los vecinos de la ciudad. Nada brillante, tampoco sórdido. Es nuestra mirada. La misma que a veces no se posa en nada y que otras, en cambio, se fija en algo que lleva cambiado 2 meses y al que hasta ahora nadie había prestado atención.

La trama se fija en personajes también de la zona media, ni vemos el lumpen ni a la jet set, así que cualquiera de ellos podría ser nuestro vecino, nuestro amigo o la el objeto de una lectura anónima en una sección de sucesos. 

Y todo en una lectura entretenida, que muestra hasta estratos de la Administración y sus perversiones, la inconsistencia del sistema y del ser humano que lo habita, nuestra mundanidad. El por qué de una sociedad corrupta que siempre encuentra una excusa para el escaqueo, la indolencia y el delinquir más vano.

Me quedo con la duda de si habrá más, espero que sí, porque sin ser el novelón del siglo está por encima de muchas medianias sin darse ningún tipo de aires.

Valoración: me ha gustado.

miércoles, 21 de junio de 2017

El silencio de la ciudad blanca - Trilogía de la ciudad blanca, vol. 1


"El silencio de la ciudad blanca" es una buena novela de intriga, construida con un ritmo ágil, una escritura ligera, personajes que no están mal, bien ambientada en una ciudad con encanto, un elemento sobrenatural que quizá sobre y una sensación global realmente buena.

Me ha sorprendido porque la cogí esperando una novela más de batalla, larga y poco atractiva y he acabado su lectura sumergido en la trama, con cierta impaciencia por acabarla para ver cómo arreglaba el final (quizás una de las pocas decepciones con que me quedo).
Tiene ecos de la Trilogía de Baztán, aprovecha parte de su fórmula aunque, para mí, aporta algo más y es capaz de convertir a Vitoria en un componente adicional con mucho peso, haciendo de su lectura un paseo agradable que permite conocer/recorrer la ciudad, sus bares, el ambiente y su gastronomía.

Creo que gana a las novelas de Dolores Redondo (con las que imagino que se establecerán paralelismos) en cuanto a agilidad en la lectura, interés, atractivo general en el desarrollo y ritmo. 

Esta primera entrega es más dinámica, con algo más de adrenalina, genera una mayor sensación de thriller (y menos de visita turística por páramos idílicos) y aunque introduce introspección, luchas internas, problemas de pareja y demás, no genera el ambiente claustrofóbico familiar de la otra serie.

Por gusto/sensación final me ha recordado un poco a "Pez en la hierba" de Ángel Gil Cheza, novela de la que tampoco esperaba nada y que, quizás por eso, me agradó tanto.

Con el libro de Chieza hay un gusto compartido en la forma de entender la novela, la historia y la forma de narrar, aunque Unai (el protagonista de García Sáenz de Urturi) y sus disquisiciones interiores tienen un toque más del Bevilacqua de Lorenzo Silva en la confección (quizás aprovechando que ambos comparten pertenencia a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado).

Entre los peros, quizás a sus personajes principales, fundamentalmente a Unai López de Ayala, les falta quizás un punto más de hechura, algo subsanable en las dos novelas que faltan para completar la trilogía. Le falta ese carisma que hace que sea fácil recordarlo.

El thriller no está mal, genera mucha más tensión de lo que esperaba y lees el libro de corrido intentando ver cómo acaba la historia aunque desde el principio sabes que no tan bien como sería de esperar. 

Se construye siguiendo la investigación y con flashbacks del pasado que no sitúan en la raiz delproblema pero que consigue no mostrar al responsable/asesino hasta que la novela está a punto de finalizar.

No sigue la tendencia actual de cambiar puntos de vista y mostrar la perspectiva del asesino, lo que, de alguna forma nos permite crecer y avanzar con la investigación. Lo que, para variar, se agradece.

Hay gastronomía, algo de deporte, mucha ambientación y una Vitoria brillante que luce como nunca en plena época de festejos y celebración.

Eva García Sáenz de Urturi consigue un buen equilibrio entre una novela costumbrista, con un corte del tipo de "Palmeras en la nieve", con narración en dos tiempos y el thriller más arquetípico, mejorando para mi gusto lo conseguido por Dolores Redondo (eso sí, trabajando sobre un terreno ya abonado).

Sonará tonto pero me ha faltado algo de música de fondo como último elemento ambiental que me ayudase a sumergirme (imagino que reminiscencia de Pérez Gellida) y que me aportase un recuerdo propio que llevarme cuando acabase la historia, porque Unai y el resto de personajes son más o menos mundanos (con poco residuo salvo quizás su singular, entrañable y callado abuelo) y algunos de los aportes de la ciudad se juntan con mis propios recuerdos de la misma. 

Una pena que en una novela capaz de flirtear con alguno de mis sentidos, con una visita guiada por algunos de los murales/graffitis urbanos que adornan/decoran la ciudad (y que se pueden ir consultando en paralelo para enriquecer la experiencia) y algunas de las tapas que se pueden degustar en la ciudad, no haya una banda sonora (o una mera canción) que incorporar al repertorio personal.

Valoración: me ha gustado.  Me ha faltado algo más de chicha quizás, o un malo/s con más carisma y una tensión romántica/emocional quizás algo más intensa. Es una cuestión de gustos y de momentos, pero es, en general, una buena novela con la que pasar un rato entretenido y agradable.

lunes, 19 de junio de 2017

Tres días y una vida


Quizás lo primer que debería decir de "Tres días y una vida" es que no es una novela negra o, al menos, no lo que normalmente uno espera como lector cuando coge una novela clasificada de esa forma. La historia de Antoine es muchas cosas y puede tener mucho interés pero no es una novela negra al uso.

Desde el primer momento sabemos lo que ha pasado y quién es el responsable. La investigación policial tiene una presencia testimonial, sirviendo, nada más, como manifestación del pasado que, como una sombra, se ciernesiempre sobre el protagonista, condicionando sus decisiones y su futuro. Es, por tanto, una novela distinta, alejada de lo convencional, más próxima a la "Contemporánea" que a la negra.

La historia se reparte en tres partes asimétricas que hacen referencia a tres momentos de la vida de Antoine que le marcan de una forma u otra.

1999 - es el año en que Antoine comete su crimen y durante todo ese fragmento observamos cómo se comporta y se desenvuelve durante los días que siguen la tragedia.

Es el fragmento más grande de la novela y sirve para situar a varios personajes que, posteriormente, tendrán incidencia en la trama de una u otra forma.

2011 - habla de un nuevo error de Antoine o de una nueva forma de incontinencia que, en este caso, no supone problemas morales para él pero sí condiciona su futuro en parte por la sombra del homicidio y la investigación (aún) activa de la desaparición del pequeño Remi.

2015 - Nos muestra lo que será el desarrollo de la vida de Antoine de ahora en adelante, con algún elemento sorprendente por el camino que termina por cerrar la historia.

En la sinopsis aparece el término "culpa" y lo sitúa como eje central de la historia y he leído algún comentario en internet que también hace referencia a ese mismo sentimiento como elemento conductor de la historia.

Mi lectura es algo distinta. Para mí apenas aparece el elemento de la culpa en la historia (fuera de las 3 o 4 primeras páginas tras la muerte de Remi). Antoine se mueve en un primer momento por puro instinto de supervivencia y, como queda demostrado con posterioridad, por una carencia casi completa de sentido de responsabilidad por sus acciones que encubre con mil y una excusas distintas (miedo a la humillación pública, manifestada y camuflada bajo un número ilimitado de justificaciones y coartadas morales/personales/familiares para poder seguir adelante consigo mismo).

Otra palabra que marca la historia es "secreto", causado por el "miedo al descubrimiento público de algo", la "vergüenza pública" o el pavor al "qué dirán".

Hablar de culpa (incluso suponiendo que sea aplicable a la Antoine) sería centrar en él todo el protagonismo de la trama y desmerecer lo que sucede alrededor, pues, en el fondo, conforme avanza su lectura personajes en principio secundarios y marginales (como su madre o Emilie) cobran un peso e importancia cada vez máyor, siempre desde las sombras.

Nuestra mirada no es objetiva en la historia y, como si de nuestra propia vida se tratase, vamos conociendo los hechos "reales" conforme avanza la historia y aparecen ante nuestra mirada los distintos procederes de la gente de alrededor de la vida de Antoine.

En eso recuerda a la forma en que escribió Pierre Lemaitre, "Alex", la segunda historia de la serie del Comisario Camille Verhoeven, donde el lector tenía se veía a ir ajustando su visión (e ideas preconcebidas)  sobre el personaje conforme se ampliaba la información sobre lo que había pasado mucho antes del momento en que se produce su secuestro.

Esa forma de narrar, tan Verhoeven (tanto en el fondo como en la forma), permite experimentar un sin fin de sentimientos encontrados que no siempre son agradables.

La novela es dura y se hace algo pesada, con una narración cruda, incluso áspera para el lector. Con un personaje que genera rechazo (en lugar de cariño), conforme va avanzando la historia y se nos va mostrando a través de sus actos, sin ambages, subterfugios ni justificaciones pueriles.

Conocemos su gran secreto y el proceso interno que le mueve prsenciamos su narcisismo, la falta de valentía, su incapacidad para ser crítico, una marcada falta de moral y, por encima de todo, su imposibilidad para aceptar las consecuencias de sus actos. 

Cuanto le sucede siempre es culpa o consecuencia del proceder de los demás, se victimiza ante nuestros ojos cuando hemos sido testigos de todo, y, conforme va avanzando y le vamos conociendo, nos vamos distanciando del joven desgraciado al que un momento de mala suerte pudo arruinarle la vida, convirtiendo la empatía/simpatía por rechazo, frialdad y distancia.

Aislamiento y soledad, personajes mezquinos y ruines, como sólo la propia vida puede crearlos, pueblan las páginas de una novela cruel para el lector que no encuentra  en ninguno de sus protagonistas amparo y sustento.

No es una lectura agradable, por bien hilada que esté y es tan real que no ofrece ese escape que a veces es deseable para dejar atrás las situaciones menos agradables de nuestro día a día.

Valoración: está bien. Es una buena novela, simplemente no me ha ofrecido el solaz que buscaba, si bien reconozco el mérito que tiene conseguir mover tanto sentimiento encontrado (incluso de rechazo o desagrado).

sábado, 17 de junio de 2017

El caso Birdman - Jack Caffrey, vol. 1


Mete en una coctelera "El cirujano" de Tess Garritsen y "El coleccionista de amantes", agítalo bien, sírvelo frío, cambia un poco el continente y tienes como resultado "El caso Birdman", o, al menos algo bastante similar.

Matizo, corrijo y, si puedo no me eternizo.

La primera novela de Mo Hayder con Jack Caffrey como protagonista es un thriller con asesino en serie en toda regla.

Es, por su confección, muy americano, la verdad. Con cierta sensación de "yo ya he leído esto" pero con la suficiente tensión y el ritmo justo para permanecer enganchado hasta el final.

Se lee bien, muy, muy bien de hecho y, a pesar de tener bastantes páginas, en apenas un par de días con un poco de tiempo invertido te lo ventilas sin problemas y sin sensación de pesadez.

Juega con el ritmo, rompiendo con la estructura más tradicional, alejado de ese trío que son: introducción, nudo y desenlace. 

Se parece en su lectura a una de esas clases tutorializadas de gimnasio en las que el/la monitor/a de turno establece una sesión en dos tiempos donde alcanzas un primer momento de carga de trabajo y tras un pequeño respiro que no termina de darte la paz (pero sí te permite coger aire), vuelves a la carga para terminar con el crescendo definitivo.

Es, quizás por eso, algo tramposa o Hayder juega con cartas marcadas desde el principio y esconde parte de sus bazas desde el comienzo y no las exhibe todas hasta la mitad de la novela, cuando tú crees que todo ha llegado a su fin y te das cuenta de que "de eso nada".

Me recuerda en eso o en parte de lo que esconde a "El cirujano", de Garritsen, a la que supera en ritmo y en la concepción de la novela como un conjunto donde el protagonista no es quien lleva todo el peso de la novela.

Los cambios de narración van un poco más allá de lo que suelen ir y, además de mostrar las dos versiones del binomio cazador/presa en la versión investigador/asesino, muestra la otra combinación posible asesino/presa.

Esa variante me recuerda a la lectura que, para mí, mejor mostró esa versión del thriller con asesino en serie por definición, "El coleccionista de amantes", que nos acercaba a la perspectiva de la víctima de una forma única y nos hacía sentir parte del miedo, pavor y tensión que experimentaban en el libro, generando empatía y, sobre todo, cautivando al lector sin remedio.

Hayder va quizás algo más allá, quizás por el perfil que concede a la vertiente "mala" de la historia, quizás por la crudeza y virulencia de lo que narra. En esta novela, no sólo transmite lo que experimenta la víctima en los momentos previos, el miedo durante la persecución, lo que teme que pase, también nos muestra con algún filtro (pero pocos) algunos de los momentos que normalmente se omiten en las historias y nos convierte en voyeurs de momentos repulsivos, violentos y muy crudos que hacen de esta lectura algo no recomendado a todos los públicos.

Y de fondo, Londres, pero uno poco reconocible (o poco conocido). El de Canary Wharf y Greenwich, lejos de las zonas turísticas y más conocidas que se podías recorrer en "Rivers of London" de Aaronovich, y con un peso menor en la novela. Es Londres como podría haber sido cualquier otra ciudad del mundo, salvo quizás por la muestra de los problemas raciales que atravesaba la ciudad en el momento en que se publica la novela, pero, por lo demás, sus calles, ciudadanos y situación apenas aparecen y no aportan nada a la trama.

La labor policial es poco televisiva, muy del puerta a puerta y poco de grandes mentesde laboratorio. Creíble en general quizás porque es capaz de mostrar muchas de las miserias, problemas y mala praxis que todos vivimos en nuestros trabajos habitualmente y que, en esas quimeras que muchas veces son las novelas actuales, nunca se suelen mostrar.

Finalmente, de Caffrey como protagonista se pueden decir muchas cosas: personaje atormentado con un pasado complicado y asuntos sin resolver, inmerso en una relación tóxica y muy nociva, en un momento de su vida un tanto indeterminado, es capaz de hacernos partícipe de lo que pasa en su vida y su cabeza en esos momentos y alcanza su punto clave al final de la novela, de si lo que ahí se atisba es el comienzo del fin (algo a seguir como lector por lo que significará) o sólo un hecho aislado, dependerá el devenir de la serie en mi mesilla. De momento "El tratamiento" pasa a estar en los "pendientes", a falta de que pase un poco de tiempo antes de que me ponga con él.

Valoración: Me ha gustado. Realmente "me ha gustado" la novela y el planteamiento, pero parte de lo que he leído me ha violentado mucho. Creo que es una lectura que no es para todos o que, una vez se pase por ella, habrá gente que opte por no seguir con la serie por la crudeza que en ocasiones muestra. En eso me parece más europea que muchas. 

martes, 13 de junio de 2017

Rivers of London - Peter Grant, vol. 1


"Rivers of London" ha sido, claramente, la novela más floja de las que he leído en las últimas dos/tres semanas y eso que era una de las que cogí con mayor ilusión y ganas.

Para ver dónde estuvo mi error diré que en mi esquema mental iba a ser una novela menos fantástica que algunas de Urban que he leído últimamente pero con algún elemento sobrecogedor extraterreno que la situase fuera de lo habitual en el género negro. El cruce perfecto.

Intentar explicarlo con palabras es bastante complicado y quizás los ejemplos que ponga no terminen de definir muy bien el error pero lo cogí esperando una novela donde lo esotérico tuviese cabida sin por ello perder la gracia de una buena novela negra o, al menos, de un buen thriller.

Quería una alternativa quizás algo más light (y menos exigente) que "el" Charlie Parker de John Connolly, algo similar al de "la" Natalie Lindstrom de Stephen Woodworth, con esa sensación siempre de leer algo lo suficientemente diferente como para llenarte pero sin llegar a constituir un desgaste brutal ni caer en mi peor pesadilla, otra "cozy novel" a caballo ingeniosa pero sin punch que pasase por mis manos sin dejar huella alguna. Una ganga pero no un saldillo.

Mi problema (sería injusto hablar de "El problema" como si fuese algo generalizado) con la novela de Aaronovitch es que se queda demasiado entre medias de casi todo lo que quería sin llegar a dar nada de lo que le pido al 100%, es más, se queda bastante corto en todos los aspectos que explora.

Es curioso pero el eco que me deja "Rivers of London" se asemeja por momentos al de algunos pasajes de "la" Thursday Next de Jasper Fforde pero sin llegar a la plenitud que este singular autor británico es capaz de imprimir a sus historias.

Ni el humor llega a ser el que podría, ni el toque surrealista tiene la gracia que se le podría presumir, ni desborda la imaginación o el ingenio que debería alcanzar ni, en conjunto, deja sensación de plenitud y trabajo bien acabado. 

Es una historia que comienza bien, con un Londres potente y realista, un ambiente medio opresivo, un asesinato original y un "cuadro general" bien logrado pero que conforme avanza la novela se va diluyendo para caer en una narración bastante monocorde, árida por momentos, que se hace pesada conforme avanza y se eterniza al final.

Una narración que al contrario de lo que debería haber sido va de mas a menos, perdiendo parte de su magia y esencia con el avance de las páginas, dejando muy poco a lo que el lector pueda agarrarse para salvar el tramo final.

Su principal problema es que casi todo lo que hay que saber (sobre el entorno, los poderes de Peter Grant y los misteriosos asesinatos que se van sucediendo) se descubre/muestra demasiado pronto y, a partir de ahí, es todo un continuo quiero y no puedo que no termina de dirigirse hacia ningún momento cumbre, con una estructura tan plana que no deja margen a sobresaltos, tensión o sorpresa alguna.

Con ese panorama y con personajes bastante planos, desprovisto de carisma o magnetismo de cualquier clase, el lector se va saliendo poco a poco de la historia y lee por pura inercia, esperando un final que le "libere" de su pequeña penitencia, con el mosqueo añadido de haberse dejado engañar en un principio, cuando aún era posible dejar la historia sin más.

No es que sea mala porque por aquí han pasado muchas peores. "Rivers of London" es un quiero, tengo una premisa... curiosa... pero no la desarrollo en todo su ponencial y la finiquito sin exigencias. 

Demasiado larga para lo que aporta, un poco corta para lo que promete. 

Le falta vida en su confección, un personaje potente, ese punto adicional de interés/tensión que muestre que hay mucho más ahí detrás y quizás, sólo quizás, la promesa de que no es una mera historia conclusa sin solución de continuidad.

Con premisas más sencillas y planteamientos iniciales más manidos, hay libros que aportan más tan sólo por el interés por hacer las cosas bien de quién las escribe. Para mi gusto le falta, valga la redundancia, algo de gusto.

Valoración: no me ha terminado de gustar, como para decir "está bien".  Junto a "Alcatraz Vs The Evil librarians" sin lugar a dudas, uno de los choffs del año. 

En otros ámbitos:

No da mi vida para muchas cosas más...

Un paseo por el casco antiguo de Alcalá de Henares, que es una experiencia muy agradable si la compañía es buena y ahora que el tiempo acompaña se aprovecha para encontrar sitio en una buena terraza y  dos canciones, "Creatures of the night" de Hardwell & Austin Mahone y "Lost in your light" de Dua Lipa ft Miguel .

domingo, 11 de junio de 2017

Aki y el misterio de los cerezos - Aki, vol. 1


Es difícil hablar de una novela que rompe tanto con lo que suelo leer y, por qué no decirlo, que se suele ver en las librerías.

Carlos Bassas del Rey ofrece una novela en el antiguo Japón, con samuráis y ronins, con demonios y hechiceros, con emperadores y rebeldes. Una historia menos fantástica de lo que podría parecer pero con un toque más mágico de lo que la sinopsis podría dar a entender.

"Aki y el misterio de los cerezos" camina entre la Novela de aventuras con toques fantásticos y la Young adult más insólita de los últimos años.

Es una novela con un protagonista muy joven que se ve obligado a madurar y crecer, a ofrecer a avanzar y seguir construyendo su futuro mientras, poco a poco, va encontrando los elementos que le permitirán entender de dónde viene, a donde va y cómo ha llegado a la situación en la que se encuentra ahora mismo.

Aki es un personaje cercano y entrañable. Conocemos el japón del siglo XVII con el imperio Tokugawa. No es un tratado histórico y no se hace pesado, pero sirve para entender y desmitificar también parte de la grandeza de la época, humanizar a emperadores y séquito y entender que allí, como pasó durante la edad media en Europa, también se cometieron abusos y tropelías en nombre del "bien común" o del regente.

No es una novela para devotos históricos que busquen aprender mucho más pero sí permite una primera inmersión en la materia y ver si despierta la curiosas por ese u otros periodos y lugares históricos que quizá no siempre han sido analizados y mostrados de la forma correcta.

El lenguaje que usa Bassas es agradecido, bello hasta cierto punto y muy visual, capaz de llevarnos a ambientaciones y decoraciones de película pero sin llegar a generar la plasticidad de Hollywood en las luchas ni terminar de cautivar al lector durante la obra.

Le falta tensión, algo de madurez en la resolución y una complejidad algo mayor. 

Te deja con sensación de cuento, más que de novela. De entretenimiento no exigente al que le falta una pizca de algo para ser lo que se espera pero que lo que tiene está bien y se agradece.

Quizás por todo eso es más "young adult", más una novela de iniciación en el género fantástico o  de ruptura de moldes de adolescentes sobre lo que puede ser la escritura, que un best seller cautivador o una novela mas potente.

Deja con ganas de más y es factible pensar en dedicarle algo de tiempo a la serie, eso sí, teniendo en cuenta las limitaciones que posee.

Valoración: me ha gustado. Pero no me ha vuelto loco.

Una novela para quienes disfrutaron con Mulán, aunque avisando de que quizás la ambientación y el tono es algo lúgubre y falta esa desinhibición y alegría que Mushu y el pequeño grillo aportan a la película de Disney.

Para los amantes de la época, de su estética y del misticismo y los elementos mágicos y sobrenaturales, no puedo dejar de recomendar encarecidamente "Kubo y las dos cuerdas". Seas niño o no, te encantará.

jueves, 8 de junio de 2017

Naturaleza muerta - Inspector Armand Gamache, vol. 1


Durante mucho tiempo he leído buenas críticas y comentarios elogiosos a Louise Penny y a esta serie. 

Postergué bastante su adquisición y aún más su lectura.su sinopsis no lo individualizaba nada dentro del género, más bien al contrario, sonaba a una repetición más de algo mil veces leído y eso me frenó. Tras su lectura sé que ha sido una pena. Afortunadamente ya no se repetirá.

Quizás, por todo lo que prejuzgué y temí, su comienzo me costó bastante. Primero porque esperaba algo con un corte más clásico o de investigación profunda, con asesino en serie, profilers, técnicos de criminalistica y una sucesión de muertes y tensión varias.

Cuando esperas un arranque fuerte y violento y la consiguiente subida de tensión y te encuentras con un ritmo acompasado y bastante lento, no deja de ser curioso como te descolocas.

Las primeras decenas de páginas pasan en el estupor del desencanto y la desubicación, incluso surgió cierto miedo a un posible deja vú con "The quiche of death" y una forma de escribir que no va para nada conmigo. Hasta que poco a poco me situé, adapté mis ritmos y empiecé a disfrutar.

Es una novela muy social, que habla de un entorno reducido (un pequeño pueblecito canadiense), de la gente que lo habita y de las mil y una batallas que han vivido sus vecinos (roces, conflictos, rencillas y, como no, secretos). 

Lo hace con gusto e interés, tratando asuntos modernos y de una forma muy digestiva, una de esas lecturas que disfrutas mientras estás con ella, muy distinta en el fondo y en la forma a "The quiche of death", que pasó por aquí hace un par de semanas y que me resultó una lectura tediosa y desactualizada, revenida hasta cierto punto en sus formas y su trama. La demostración de que con los mismos ritmos (por lentos que sean) se pueden hacer cosas increíbles.

Como si se tratase del reflejo de la realidad/rivalidad francófona-anglófona que se vive en Canadá, en la prosa de Louise Penny veo dos referentes muy distintos.

Por el lado anglofono (con claro dominio en el estilo y forma de plantear la novela), estamos ante una obra sobria, con espacio para que muchos de los habitantes de Three Pines tengan su momento para mostrarnos cómo son, qué les mueve y que ocultan. 

Una escritura con mucha disrupción y algún cambio de perspectiva, que omite (para variar con respecto a muchas novelas actuales) la perspectiva del asesino/malvado de la historia. 

Es, salvando las diferencias geográficas y quizás temporales, una versión próxima a (pero más amena de) P. D. James.

El regusto francés (con muchas licencias y alguna negación que otra para quien no comparta conmigo lo que escribo), lo pone una visión peculiar de sus personajes o, quizás sea mejor, la existencia de distintos personajes singulares en la trama, no regidos siempre por los formalismos/convencionalismos/pautas sociales de nuestra época. Imaginativos, visuales en extremo, algo excéntricos y con una concepción de la vida poco arquetípica. 

Es, en eso, una novela con encanto, de gusto singular quizá, cuyos matices dejan el rastro más claro e intenso para el lector (ese punto peculiar que atesora en el recuerdo), que trae a mi mente imágenes de la Fred Vargas menos extravagante, la ligeramente moderada de la serie de "Los tres evangelistas", en donde la escritora (tanto Vargas como Penny) son capaces de enriquecernos con las peculiaridades/particularidades/singularidades de sus personajes, llegando a provocarnos cierta ternura y mucha envidia por no poder contar en nuestras vidas con alguien como Armand Gamache. 

Visualmente/emocionalmente me ha recordado, todas las salvedades puestas, a la insólita experiencia que puede suponer para un espectador que no sepa lo que va a ver, encontrarse por primera vez ante "Amelie".

Normalmente hablo de los personajes y de los protagonistas. Hoy, que está por aquí Armand Gamaché, no puedo obviarlo. 

Ha sido uno de esos personajes que te impactan. Como el primer Brunetti o el Bevilacqua que conoces la primera vez que lees algo de Lorenzo Silva. Es entrañable, fuerte, decidido y consciente. Aprendes cuando estás leyendo sobre él, aporta si le dejas acercarse, incluso ilustra. 

Ayuda a construir la imagen el contraste con su nueva incorporación a la unidad. Son polos opuestos y su joven pupila se convierte en la segunda misión de Gamaché durante la historia, una en la que puede que no consiga su objetivo

Para mí conocer a Gamaché (en un momento de mi vida un tanto peculiar donde no siempre está claro hacia dónde miras, qué quieres ser y cómo quieres llegar) ha tenido algo de ejercicio de iniciación y, hasta cierto punto, de reflexión, que ha acabado por situar en mi whatsapp sus cuatro frases que conducen a la sabiduría:
"No lo sé.

Estaba equivocado.

Lo siento.

Necesito ayuda"
   
 Cualquier otra cosa que diga sobre él sobra.

El resto del elenco suma, en mayor o menor medida, y contribuye a generar un entente cordial para el lector, un todo uniforme que favorece la lectura y el recogimiento, en una experiencia peculiar que experimentas como lector conforme vas conociendo a las dos grandes figuras de la historia, Gamaché, y la también singular, Jean Neal.

No dejo de pensar en "Bruno, jefe de policía", convencido de que los amantes de esta novela y su peculiar personaje, la ambientación, lo que le rodea, su gusto por la cocina, su forma de entender la vida, encontrarán en "Naturaleza muerta" una nueva vía para llenar de un poco de satisfacción su estantería.

Valoración: empecé el post con un "Me ha gustado", que ha terminado con un "me ha gustado mucho", quizás, simplemente, porque el mero hecho de recordarlo y pensar en él me ha hecho sentir a gusto y agradecido de nuevo, con un amago de sonrisa en mi boca.