miércoles, 21 de junio de 2017

El silencio de la ciudad blanca - Trilogía de la ciudad blanca, vol. 1


"El silencio de la ciudad blanca" es una buena novela de intriga, construida con un ritmo ágil, una escritura ligera, personajes que no están mal, bien ambientada en una ciudad con encanto, un elemento sobrenatural que quizá sobre y una sensación global realmente buena.

Me ha sorprendido porque la cogí esperando una novela más de batalla, larga y poco atractiva y he acabado su lectura sumergido en la trama, con cierta impaciencia por acabarla para ver cómo arreglaba el final (quizás una de las pocas decepciones con que me quedo).
Tiene ecos de la Trilogía de Baztán, aprovecha parte de su fórmula aunque, para mí, aporta algo más y es capaz de convertir a Vitoria en un componente adicional con mucho peso, haciendo de su lectura un paseo agradable que permite conocer/recorrer la ciudad, sus bares, el ambiente y su gastronomía.

Creo que gana a las novelas de Dolores Redondo (con las que imagino que se establecerán paralelismos) en cuanto a agilidad en la lectura, interés, atractivo general en el desarrollo y ritmo. 

Esta primera entrega es más dinámica, con algo más de adrenalina, genera una mayor sensación de thriller (y menos de visita turística por páramos idílicos) y aunque introduce introspección, luchas internas, problemas de pareja y demás, no genera el ambiente claustrofóbico familiar de la otra serie.

Por gusto/sensación final me ha recordado un poco a "Pez en la hierba" de Ángel Gil Cheza, novela de la que tampoco esperaba nada y que, quizás por eso, me agradó tanto.

Con el libro de Chieza hay un gusto compartido en la forma de entender la novela, la historia y la forma de narrar, aunque Unai (el protagonista de García Sáenz de Urturi) y sus disquisiciones interiores tienen un toque más del Bevilacqua de Lorenzo Silva en la confección (quizás aprovechando que ambos comparten pertenencia a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado).

Entre los peros, quizás a sus personajes principales, fundamentalmente a Unai López de Ayala, les falta quizás un punto más de hechura, algo subsanable en las dos novelas que faltan para completar la trilogía. Le falta ese carisma que hace que sea fácil recordarlo.

El thriller no está mal, genera mucha más tensión de lo que esperaba y lees el libro de corrido intentando ver cómo acaba la historia aunque desde el principio sabes que no tan bien como sería de esperar. 

Se construye siguiendo la investigación y con flashbacks del pasado que no sitúan en la raiz delproblema pero que consigue no mostrar al responsable/asesino hasta que la novela está a punto de finalizar.

No sigue la tendencia actual de cambiar puntos de vista y mostrar la perspectiva del asesino, lo que, de alguna forma nos permite crecer y avanzar con la investigación. Lo que, para variar, se agradece.

Hay gastronomía, algo de deporte, mucha ambientación y una Vitoria brillante que luce como nunca en plena época de festejos y celebración.

Eva García Sáenz de Urturi consigue un buen equilibrio entre una novela costumbrista, con un corte del tipo de "Palmeras en la nieve", con narración en dos tiempos y el thriller más arquetípico, mejorando para mi gusto lo conseguido por Dolores Redondo (eso sí, trabajando sobre un terreno ya abonado).

Sonará tonto pero me ha faltado algo de música de fondo como último elemento ambiental que me ayudase a sumergirme (imagino que reminiscencia de Pérez Gellida) y que me aportase un recuerdo propio que llevarme cuando acabase la historia, porque Unai y el resto de personajes son más o menos mundanos (con poco residuo salvo quizás su singular, entrañable y callado abuelo) y algunos de los aportes de la ciudad se juntan con mis propios recuerdos de la misma. 

Una pena que en una novela capaz de flirtear con alguno de mis sentidos, con una visita guiada por algunos de los murales/graffitis urbanos que adornan/decoran la ciudad (y que se pueden ir consultando en paralelo para enriquecer la experiencia) y algunas de las tapas que se pueden degustar en la ciudad, no haya una banda sonora (o una mera canción) que incorporar al repertorio personal.

Valoración: me ha gustado.  Me ha faltado algo más de chicha quizás, o un malo/s con más carisma y una tensión romántica/emocional quizás algo más intensa. Es una cuestión de gustos y de momentos, pero es, en general, una buena novela con la que pasar un rato entretenido y agradable.

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