domingo, 31 de marzo de 2013

Armageddon bound - Demon squad Vol. 1

Recuerdo dos cosas de la primera vez que cotillee "Armageddon bound": una portada de las que se estilan ahora en los videojuegos, muy "Need for speed" y todo eso, que a mí no me gustan especialmente devoto(como soy de las portadas con las que se están publicando los Paperbook de Harry Dresden (no las de la edifición de bolsillo de Orbit, que colecciono por el precio, no por la portada) y después una sinopsis que no me terminó de gustar (un sobrino de Lucifer que se alía con un grupo de personas con poderes para hacer frente a situaciones conflictivas en un mundo del que Dios y Lucifer se han marchado, dejándonos abandonados a nuestra suerte). Demasiado tufillo a "Supernatural", con los ángeles y los demonios dándose de leches en la tierra, ¿no?

Pero hace unas semanas leí que a una novela llamada "Beyond the veil" la ponían por las nubes y raudo y veloz corrí a informarme. Cuál no fue mi sorpresa cuando descubrí que era la quinta novela de esta serie. Mosqueado revisé otras críticas descubrí que en general la gente valoraba muy bien varias novelas de la serie, salvo (todo sea dicho) esta primera. Así que decidí hacer una apuesta con este libro como una inversión a largo plazo.

Y menos mal que tenía claro que la inversión era a varios libros vista porque este primer episodio ha sido muy, muy ligero, más una sucesión de peleas, golpes y tropiezos que una narración con hilo conductor. Sí, hay una misión (salvar al mundo, por supuesto), sí hay un plan para acabar con él (al mundo me refiero) y sí hay un grupo de personas (los miembros de DRAC) que intentan evitarlo pero es todo tan flojito que el desarrollo parece más fruto de la casualidad que del buen hacer de los protagonistas, es más, si uno se para a pensar se da cuenta de que realmente son siempre los malos los que van al encuentro de los buenos (si es que a un mestizo de humana y demonio que es sobrino de Lucifer, ex-marido de una sucubo y sólo piensa en practicar bondage con un ángel se le puede llamar "bueno").

Es cierto que las primeras novelas de las series suelen ser más flojas que el resto porque prima dar a conocer los personajes y el mundo (o la realidad) que habitan y no tanto la trama, que queda como algo  accesorio, pero es que en "Armageddon bound" los personajes (¡¡todos los personajes!!) son más bien planos, desde Trigg (su protagonista) hasta Scarlett, el ángel, que parece incapaz de pensar algo más que en salir corriendo a dar una paliza a los "malos" que se le pongan por delante.

Por no haber no hay invenciones novedosas o hechos recalcables que poder llevarse a la boca y sirvan un poco de justificación. Aquí no hay espíritus que hablan desde las profundidades de un cráneo, pociones hechas con elementos exóticos o armas memorables, sólo tres o cuatro personas yendo de aquí para allá para dar (y sobre todo recibir) golpes.

Y sí, hay por ahí dos ideas interesantes: que ángeles y demonios sanen solos si las heridas son causadas por personas/medios mortales pero no sin son sobrenaturales y la revisión de "Los inmortales" con la absorción de poderes, pero no dan la sensación de estar biendesarrolladas y en algún momento dejan ese regusto a trampa camuflada que...

¿Merece la pena?...

Esa es la pregunta del millón. ¿Puedo esperar a leer la segunda o la tercera entrega antes de responder? Supongo que eso ya lo dice todo, ¿no? 

De entrada  no. Se lee bien (aunque tiene un inglés algo más peleón que el de las últimas novelas que he leído) y no se hace larga pero al final deja esa desagradable sensación de ¿vale, y???? eso sin entrar a valorar en ese inhóspito territorio que mi padre titularía ¡¡venga yaaaaaa!! en el que parece que todos los protagonistas son la versión literaria de Rasputín y después de que les apuñalen, desmembren, sorban los sesos, les pase una apisonadora por encima y les incineren siempre encuentran una forma de volver. 

¿Alternativas?...

 Dejando de lado pesos pesados de la Urban fantasy como Ilona Andrews, Jim Butcher o Harry Connolly  que están en otra división (sé que faltan algunos pero hablo de los que he leído y me gustan/sigo), creo que hay novelas ligeras pero más entretenidas, mejor llevadas o más interesantes que está, como "Moon Called" (de Patricia Briggs) o "Heart of Stone" de C. E. Murphy (que ya pasó por aquí hace unos meses y que posiblemente será menos fantástica pero que tiene mucha más magia).

domingo, 24 de marzo de 2013

Las espadas del cardenal

Amena, poco exigente y muy bien llevada, "Las espadas del cardenal" es una novela dinámica que nos traslada a las calles del París de Richelieu y los mosqueteros pero en una variante distinta a la que escribió Alejandro Dumas.

Aquí Richelieu no es el malo, o al menos es el menos malo de todos (visto desde el lado francés, por supuesto) y los mosqueteros no se levantan en armas contra él. Enemigos hay muchos, desde naciones enemigas (como España) a territorios levantiscos (como La Rochelle o Lorena), pero lo que más preocupa al cardenal es la presencia de "la Garra Negra", una sociedad clandestina gobernada por dragones  que intenta hacerse con el poder en Europa.

Habrá quien al leer la palabra dragón (vease, por ejemplo, mi madre) pensará ¡¡ah, noooo, eso sí que nooo!!. Todo el mundo tranquilo, dragones y magia ancestral apenas hacen aparición a lo largo de la novela, sólo en momentos puntuales y como figuras en la sombra. Es cierto que la sociedad parisiense está algo modificada pues hay carruajes tirados por dragones alados y versiones minúsculas de los mismos son usados como espías y "palomas" mensajeras (en uno de las innovaciones mas curiosas de la novela) pero su incidencia es mínima, casi anecdótica y no resta ni un ápice de su valor a una novela de capa y espada en toda regla que ha sido escrita para entretener y ser disfrutada.

Tampoco es esta una novela "steampunk", aquí no hay maquinaria futurista donde quiera que mires ni ingenios mecánicos que marquen el devenir de la historia, sólo un grupo de espadachines que florete en mano intentan llevar a cabo la misión que les ha encargado el cardenal.

"Las espadas del cardenal" retrae nuestra memoria a D'artagnan, Athos (que aparece en dos líneas de la novela) y un París de aventuras, de duelos a primera sangre, encuentros clandestinos en tabernas de mala muerte, agentes dobles (y hasta triples), cortesanas, mazmorras y calabozos (aunque no sale la Bastilla),  alianzas por interés, lealtades encontradas y amores fatales.

Se lee del tirón y no supone ningún esfuerzo para el lector, que puede sentarse y ver como se recrea el París del SXVII (sí, con algunas modificaciones, pero el París del XVII a fin de cuentas) ante su atenta mirada y como las correrías de un grupo de espías/espadachines/asesinos resultan determinantes para el futuro de Francia (y quién sabe si de Europa).

Es una historia de camaradería, lealtad, respeto y traiciones que se narra desde distintas perspectivas hasta que las distintas piezas del puzzle se van uniendo de una forma o de otra para configurar los distintos bandos. Es la historia del reencuentro de un grupo secreto de espadachines encargados de llevar a cabo las misiones encomendadas por el cardenal, "sus espadas", a quienes dejó abandonados en el pasado y a los que recurre ahora porque no le queda más remedio.

Me ha gustado porque durante unos días (y esta vez he leído hasta durante el fin de semana) me he podido olvidar un poco de mis problemas, mis quehaceres cotidianos y cualquier otro pensamiento que no consistiese en seguir la novela. Aquí no hay referencias a formas de entender la vida o a problemas de la sociedad actual (ver/leer "Warm bodies") o hechos que nos lleven a recordar hechos pasados de nuestra vida o reflexionar sobre las decisiones que hemos tomado y los caminos que hemos seguido(ver/leer "El silencio de la ola"). 

Su trama es lo suficiente compleja como para cautivar pero no lo suficientemente retorcida como para que resulte poco creíble. En su sencillez (que no simplicidad) reside posiblemente la clave de su éxito. En eso y en que las peleas y confrontaciones no se convierten en una clase técnica de vocabulario impronunciable y posturas difícilmente imaginables para quien que no sea ducho en la materia. Los cruces de espada son breves (como posiblemente eran en la realidad) y entretenidos, las persecuciones creíbles (a veces uno necesita ver que no es el único que al saltar al suelo desde tres metros se le dobla el tobillo) y los personajes entrañables.

Estos son mucho, tantos que enunciarlos todos supondría ocupar varias líneas sólo citándolos, pero no convierten la novela en algo confuso sino en una colección de "amigos" de las que luego cuesta despedirse. Cierto que acostumbrado a los nombres en inglés (Paul, Mark, etc...) y a los nórdicos, ver de repente nombres en francés cuesta un poco pero Agnes, Marciac, Leprat, Almadés (¡¡eh, un español!!), Lancourt, Saint-Lucq y el entrañable (y no sé por qué con el aspecto de Gerard Depardieau en mi cabeza) Ballardieu acaban por calar hondo sin ningún esfuerzo.

Lo malo...

... Por mucho que la novela deja cerrada la mayor parte de la trama deja un hilo pendiente que habrá que seguir. Esta es una novela de serie y no un conjunto de novelas independientes que se agrupan bajo un mismo título.

...Que desde que se publicó en España este primer volumen no ha aparecido el resto y eso que su autor cerró la serie hace bastante. ¿va a ser esta una de esas ocasiones donde las editoriales dejan tirados a los lectores porque no consideran que el producto sea lo suficientemente rentable?

P.D: Aprovecho el cierre para reivindicar el papel del lector dentro de la sociedad. Veo al Gobierno (me da igual el partido que esté en el poder porque es una tónica general) preocupado por los beneficios y el comercio de las editoriales pero ¿quién vela por el lector? ¿por qué todo el mundo se olvida de que las editoriales (como los bancos, aunque los que están en el poder lo nieguen) subsisten gracias a que hay particulares que invierten su dinero en ellos? ¿Cómo se casa la ley de la oferta-demanda con  el Precio de Venta al Público Obligatorio? ¿por qué se levanta tanto la voz porque se compren novelas fuera y no se denuncia un sistema que permite que una novela que cuesta fuera 6 euros te la traigan aquí por 15-20 cuando sólo tendrían que sumar el transporte? ¿Para cuando una asociación de consumidores que proteja a los lectores? ¿y cuándo verá la luz un estudio sobre el coste "real" de editar un libro, y no me vale el del "primero" (donde cargarán los gastos de traducción, preparación de las planchas, etc...) sino el de una tirada total de 1.000 o 10.000 (donde los gastos mas elevados irían prorrateados)? ¿nadie se cuestiona que los libros en el extranjero se publican de salida por un precio medio de alrededor de 14 euros (teniendo mayor poder adquisitivo que aquí en España) y que la norma en nuestro país es de 18-20 si quién publica es un nacional? ¿por qué los ebooks de editoriales españolas salen tan sólo un par de euros más baratos que la versión en papel (eso con suerte) si el ahorro material es sustancioso o es que, acaso, esos 2 euros (que ya es mucho) es el coste real de producción y el resto es en su mayor parte el  beneficio de la editorial ? ¿Cuándo nos dirán cuál es el beneficio real que se lleva una editorial por libro publicado y qué porcentaje se lleva de eso el autor, que es quién realmente realiza el trabajo? ¿Cómo es posible que nadie denuncie públicamente que hace 5 o 6 años la primera novela de "Juego de Tronos" se podía comprar  por 17 euros y que ahora cueste más de 30?¿qué justifica ese incremento si no es la codicia e incluso la usura? ¿tanto poder tienen las editoriales que incluso las grandes superficies, que buscan nuevas fórmulas para los DVD's, Blue ray's, Cd's, etc... , dejan el sector literario sin tocar?

domingo, 17 de marzo de 2013

El silencio de la ola

Tras haber leído "El silencio de la ola" no puedo afirmar si es una novela que narra tres historias usando dos personajes o si son dos historias con tres personajes. Lo único que no admite discusión es que son dos los protagonistas de la narración y los cambios de uno a otro van marcados siempre por un cambio de capítulo, si bien, todo sea dicho, no todo cambio de capítulo acarrea cambio de protagonista.

Como en casi todas las novelas de los dos protagonistas hay uno que podría ser "el peso pesado", el que lleva la mayor parte de la carga de la novela, ese es Roberto, un cuarentón al que descubrimos durante una sesión con su psicólogo al que acude en un intento por mejorar.

Por otro lado tenemos a Giacomo, un niño de doce años que encuentra en Scott, un perro que le acompaña en sus sueños, la guía y consuelo de los que carece en la vida real. .

Y hasta aquí, como decían en el "Un, dos, tres", puedo leer...

Es difícil seguir sabiendo que poco de lo que se diga hará justicia a esta novela de Carofiglio, que lo que he dicho posiblemente no abra el apetito de nadie y que, además, las posibilidades de reventar algo de la trama se irán multiplicando conforme aumente el número de palabras que escriba pero bueno, lo intentaré a mi manera.


Fluido, entretenido, intimista, personal... creo que son algunas de los adjetivos que definen la obra de Carofiglio, una obra que, por cierto, siempre tiendo a comparar con la de Lorenzo Silva porque en ciertos aspectos (al menos en lo que se refiere a Guido Guerrieri-Ruben Bevilacqua) sus estilos son similares (aunque no iguales).

Hay una diferencia fundamental entre los dos autores, mi tía (mientras paseabamos el otro día) decía que es una cuestión de perspectiva sobre la vida y que la de Carofiglio (o más bien Guerrieri porque ella no ha leído nada mas que las novelas protagonizadas por ese personaje) es más optimisma y por tanto su lectura daba algo de esperanza mientras que la de Lorenzo Silva (a través de los ojos de Bevilacqua) es más derrotista, un tanto resignada. 

Puede tener algo de razón.. o tenerla toda, no lo sé. Yo creo que la diferencia fundamental es otra, para mí los personajes del autor italiano parten siempre de lo más bajo, han caído hasta el fondo (o lo hacen durante la narración) y es a partir de ese momento cuando empiezan a levantar cabeza mientras que los del español (quizás porque a Bevilacqua le acompaña Chamorro y le sirve de contrapunto y ancla) nunca llegan a tal extremo, deteniéndose siempre en ese punto que le llevaría a pasar de ser un cínico o un pesimista a ser un perdedor. Y es que, en cierta forma, los personajes de Carofiglio tienen ese halo perdedor que hace mucho más fácil identificarse con ellos. A eso hay que sumarle que es sumamente realista y en los casos en que hay recuperación ninguno de ellos se convierte de la noche a la mañana en un triunfador, simplemente en una persona que reconduce su vida hacia nuevas metas, nuevos giros, etc.. creo que Carofiglio habla siempre de cambio, de redención, de "volver a vivir", de encontrar nuevas metas, de aceptarse a uno mismo y de dejar de flagelarse constantemente por lo que ha salido mal y empezar a pensar en lo que se puede hacer para aceptarse uno mismo, mejorar y/o cambiar. 

Sus novelas son más personales, muchísimo más subjetivas pues casi todo gira alrededor de sus protagonistas, centrándose en la forma en que se cuestionan y la manera en que afrontan los retos y situaciones que les plantea la vida (unas veces consecuencia directa de sus decisiones y otras impuestas por las circunstancias). Carofiglio no se olvida del entorno y trata temas como la prostitución, la droga o los abusos de los niños pero lo hace dejando de lado la estadística fría y el análisis barato y se centra más en "lo humano", lo que sientes y experimentan algunas de las personas que "lo sufren" (sea directamente, sea a través de sus familias). Mientras que Lorenzo Silva, con la pareja de guardia civiles al frente, refleja más el momento y la situación, habla de el entorno y la sociedad en la que habitan. La desesperación que impregna sus novelas viene casi siempre  marcada por esa sensación de impotencia que nos acompaña cuando leemos hechos y situaciones que están aconteciendo en "nuestra" sociedad y que no tienen fácil solución.

No me gustaría que quien lea esto piense que cualquiera de los dos autores (y Carofiglio en concreto) son lecturas sencillas, porque no lo son. Fáciles sí, las hojas pasan sin que te des cuenta, te sumerges en la narración y te olvidas de todo y además te enganchas con suma rapidez, no se necesitan 60 páginas para entrar en calor, con las 5 o 6 primeras lo tienes hecho pero lo que lees difícilmente deja indiferente, no sólo porque hace pensar (que lo hace) sino porque tiende (al menos en mi caso) a evocar nuestros recuerdos, a comparar situaciones, a buscar similitudes y divergencias, a intentar comprender lo que/a quien estás leyendo, a su personaje, sus cómos y sus por qués, porque sus personajes son "reales". 

Ni siquiera de "El pasado es un país extranjero", de entre sus novelas la que menos me ha gustado,  puedo decir que sea mala, era muy dura y su protagonista el que hasta la fecha menos simpatía/empatía ha despertado en mí como lector. Lo contrario a lo que me ha pasado con los de "El silendio de la ola" pues Roberto y Giacomo me cautivaron desde el principio, el primero sentado en un diván, el segundo soñando con Scott y Ginevra.

Lo mejor.. 

...de la novela, la sensación de tranquilidad que me embargó cuando la terminé. Carofiglio consigue que la despedida de Roberto y Giacomo no sea tan dolorosa como lo podría haber sido y me dejó con sensación de plenitud, de camino recorrido y bien terminado. Me dejó satisfecho.

... del autor: la sensación de que con cada novela se supera. "Las perfecciones provisionales", con Guerrieri al frente  y "El silencio de la ola", como novela independiente, me parecen algo tremendo. Y la alegría de saber que todavía tengo pendiente una nueva obra suya, "No existe la sabiduría. Relatos" (no me olvido de "El arte de dudar", que también tengo pendiente de comprar pero esto es más tratado que novela y su lectura será algo distinto casi seguro).

domingo, 10 de marzo de 2013

Caminos cruzados

Imagina que te sientas (en mi caso me espatarraría) en tu sofá para ver la televisión.

Pones el Bluray (en mi caso el DVD) en marcha y de repente, como quien no quiere la cosa, la pantalla de tu televisión se divide en cuatro partes, cada una mostrando una acción distinta que no sólo discurre en lugares y con personas distintas sino también en momentos distintos, hasta que poco a poco, conforme avanza la película,  los lugares y los tiempos confluyen y las cuatro partes se convierten a solo dos y, finalmente, una.

Visualmente esa sería el resumen de "Caminos cruzados", cuatro historias que se relacionan pero que sólo cuando se sincronizan cobran un sentido global (aunque el lector desde el principio tiene mas o menos clara la forma en que dos de las historias se relacionan).

Cuatro historias: la investigación de "el Gordo" Carvajal de un asesinato múltiple que ha tenido lugar en su pequeño pueblo; las correrías de Manuel a lo largo de una parte de México; la apertura de una investigación federal por la muerte de varias ancianas en sus casas y los sueños de un matrimonio que recorre las carreteras en busca del dinero que les falta para montar su soñado negocio familiar.

Contado así hasta parece algo pero lo cierto es que la novela de Gamboa se queda en un mero proyecto, una acumulación de momentos que no terminan de tener la entidad suficiente como para captar la atención del lector. 

Tanto cambio de perspetiva, tanto salto temporal, tanto... tanto... ¿para qué?. Autores que parten la narración mostrándonos también el punto de vista del "perseguido" son cada vez más frecuentes aunque con distinta finalidad, así James Patterson o Jeffery Deaver lo suelen usar como elemento de distracción (no sólo alargan la novela o sirven para alimentar la tensión en un momento dado, también para llevar al lector a error), mientras Jo Nesbo, Karin Fossum o Don Winslow lo utilizan para dotar a la narración de un sentido más completo/complejo, contando las dos historias de forma simultánea explican la motivación y el comportamiento de todos cuantos forman parte de sus obras.

En el caso de Gamboa la sensación que deja la lectura de su novela es que recurre a este recurso para alargar la trama y salpicar la narración con sangre a raudales y unos cuantos momentos gore que sólo sirven para satisfacer la curiosidad morbosa de quien quiera experimentar en primera persona un asesinato múltiple. Como ese no es mi caso a mí, al final, me ha sobrado esa parte y, por tanto, hay cerca de un tercio de novela que habría quitado y me habría quedado tan pancho (y lo mejor es que no habría alterado la trama en lo más mínimo). 
Cierto que la parte que coprotagonizan Marcia (la agente federal) y el "Gordo" Carvajal es entretenida y deja algún momento gracioso pero no justifican la compra de la novela (aunque si ya la tienes en tu poder siempre podrás reirte un poco con el momento en que Carvajal decide poner a los federales en su sitio mientras su auxiliar se recrea pensando cómo va a contar las hazañas (con affair amoroso de por medio) de su jefe en el bar del pueblo).

Y si alguien al leer la sinopsis en la parte de atrás de la novela piensa (como hice yo): ¡¡vaya, una novela negra en México!!, que se olvide, porque poco hay para llevarse a la boca salvo los nombres en español de los personajes y los pueblos por donde discurre la investigación. Hay mucho más de México en "Salvajes" de Winslow (y eso que sólo una parte muy pequeña transcurre allí, y encima casi siempre en lugares cerrados) que en "Caminos cruzados".

Un libro flojito que aporta poco (o nada) al lector, una pérdida de tiempo y dinero, salvo (y como se puede ver es un "salvo" muy pequeño) las biografías de asesinos en serie que aparecen al final que, a parte de demostrar que su autor se ha limitado a copiar parte de la historia de distintos personajes reales para crear su novela,  me han permitido aprender quién fue y que hizo David Berkowitz, "El Hijo de Sam".

Prescindible.


domingo, 3 de marzo de 2013

"Warm bodies" - "R y Julie"

 ¿Cómo explicas a alguien lo mucho que te ha gustado algo? Hay gente a la que basta con mirarla para darse cuenta, te fijas un poquito y ahí está ese "algo" indescriptible (una exaltación, un arrobamiento, un ligero aceleramiento) que ha experimentado y que cualquiera que le conozca será capaz de identificar pero por escrito ¿cómo lo haces?

"Shibboleth" es el término que yo uso en este blog para resumir ese sentimiento pero a veces tengo la sensación de que se queda corto. Una vez más, ¿qué puedo hacer? pues voy a intentar plasmar en palabras una serie de gestos y comportamientos que en mi caso manifiestan mi entusiasmo hacia una novela:

- Pequeños trozos de papel colocados en las páginas donde hay una frase o un párrafo que en general me ha gustado: porque consigue resumir en pocas palabras una idea o un sentimiento (un "algo" que en algún momento he podido sentir/experimentar y en su momento no he sido capaz de explicar de forma convincente), porque su lectura evoca momentos o situaciones que he vivido y que de una u otra manera se han quedado grabadas a fuego en mi memoria o porque realmente me ha gustado, así, sín más. Mi versión de "Warm bodies" se ha convertido en una personificación bastante realista de un puercoespín ¿quién me iba a decir que dos entradas de cine podían dar para hacer tantísimos trocitos de papel? (Nota del autor: antes ni se me habría ocurrido cometer semejante tropelía. Guardaba todas las entradas de cine y tarde o temprano las metía en un album. Hoy ni me molesto, a las dos semanas de comprarlas es difícil encontrar el menor rastro de tinta, ¡como para encontrar el título de la película!

- Recomendar su lectura a propios o a extraños. Bueeeeno, realmente a propios, los extraños pueden deducir lo que quieran de los distintos post. Para recomendar algo sería bueno encontrar la forma de explicar los por qués, aunque dependiendo de con quién hable "la mujer del viajero en el tiempo" o el "Frankenstein" de Shelley me pueden venir como anillo al dedo. Y es que conocer a la otra persona tiene sus ventajas.

- Retrasar su fin: normalmente cuando una novela me gusta experimento sentimientos encontrados: un increible ansia por terminar la novela para ver cómo acaba y un miedo atroz a que termine y ya no haya más (normalemente va unido a un terror malsano ¿habrá un fin de novela que lo estropee todo?). En la lectura de "Warm bodies" he invertido tres días más de lo que suelo y ha sido totalmente intencionado, ni su lectura en inglés (por cierto se sigue muy bien) ni su duración (una cosa normal) sirven de justificación. He tardado lo que ( y porque) he querido (y nunca mejor dicho). Y es que de vez en cuando uno se tiene que parar a disfrutar con lo que está haciendo y esta novela me ha dado una gran excusa para hacerlo. Eso y un interés enorme de no tener que despedirme de "R" y de "Julie", por supuesto

 Lo cierto es que llegué a "Warm bodies" gracias al trailer de la adaptación cinematográfica (que me hizo reír y captó mi atención) y me quedé porque su lectura me atrapó, porque Isaac Marion sabe contar una historia y describir un mundo tirando (básicamente) de tres personajes (Kevin Perry, Julie y R).

2 chicos, una chica... ¡¡esta historia me la sé!!. Pues no, aquí no hay triángulo amoroso, posiblemente no sea factible decir que esta ese una novela romántica (tenga o no el amor presencia en ella), tampoco es una de terror (que nadie se preocupe), es un historia emotiva, tierna (sin ser ñoña) y realista, sobre todo realista, por mas que por ahí pululen zombies y bonys (y el que quiera saber qué son los bonys, que lea la novela). 

Una historia que habla de desengaños e ilusión, desamparo y esperanza, de rendición y de lucha, de odio, miedo al cambio e incluso de la discriminación como rechazo hacia lo distinto pero, por encima de todo, de lo que debería significar "vivir", por mucho que algunos de nosotros a veces lo confundamos con "sobrevivir". 

Es una lectura que merece la pena, que entretiene y distrae pero que a la vez hace que te replantees si tu mismo no te estás dejando llevar más de la cuenta, mientras habla de luchar por tus sueños, de afrontar nuevos retos y de no rendirse. Los amantes de las novelas románticas tendrán su momento, los de las películas de acción tendrán el suyo y los que como yo de vez en cuando disfruten con un poco de humor negro también encontrarán un par de instantes en los que sonreirán (y se reirán sin pudor).

Es injusto, cuando una obra te ha gustado en conjunto, destacar algún momento en particular pero resulta imposible no marcar las clases de conducir de R, los intentos de éste por comunicarse utilizando fragmentos de canciones de Sinatra, los dos momentos polaroid y un momento próximo al final en el que R ... y luego tiene que confesárselo a Julie y.... (y mejor que nadie intente rellenar los huecos porque es casi imposible  averiguarlo así que ¡¡deja de perder el tiempo, desiste y ponte a leer!!).

Ahora, mientras termino el post me surgen dos dudas que no consigo quitarme de la cabeza: ¿leyó Angelina Jolie esta novela antes de ponerse su tatuaje "quod me nutrit, me destruit" (lo que me nutre me destruye)?¿Es "Warm bodies" la mejor representación de que "sómos lo que comemos"?


Con la esperanza de que quien lea la novela relea este post y compruebe si mis momentos y los suyos coinciden y que mi párrafo anterior ha estado realmente sembrado (modestia aparte), me despido recomendando esta novela que casi seguro disputará el premio a la mejor del año en la próxima entrega de premios de "La hoguera...". 

Y aprovechando que "el Pisuerga pasa por Valladolid"... la mejor novela del mes de febrero se la voy a dar a "El alquimista impaciente"... porque pasan los años y sigo teniéndola presente, porque a pesar de que no es una novela reciente sigue estando de actualidad y porque a "Manhattan in reverse" (por mucho que me haya gustado) es notable pero le falta ese puntito que...