domingo, 19 de enero de 2014

Urban Shaman - Walker papers Vol. 1

"Urban Shaman" es otra novela de Urban Fantasy. Más próxima a las de Ilona Andrews, Laurell K. Hamilton y Patricia Briggs que a su serie "hermana", "The negotiator", por mucho que ambas estén escritas por la misma autora.

Esta nueva serie deja atrás todo el mundo de las "Old Races" para adentrarse en algo nuevo (o algo "viejo"), el mundo de Joanne Walker, una agente de policía que no ejerce como tal pues su gran pasión y talento reside en los coches, que es a lo que se dedica durante su horario laboral, es la mecánico de la comisaría. Al menos hasta que al regresar de un viaje en el que ha enterrado a su madre se ve inmersa en la  investigación de una serie de asesinatos. 

A partir de ese momento nos adentramos en una novela más "clásica", dentro del género. Alejada de cualquier otra referencia anterior que pudiésemos tener de C. E. Murphy. Una novela más descriptiva, más pausada, mas... negra, si se me permite el uso de este adjetivo aquí.

"Urban Shaman" es una novela negra con toques sobrenaturales. Posiblemente más próxima a "Ojos violeta" de Stephen Woodworth que a la serie de Kate Daniels, por ejemplo. Porque por aquí no campan vampiros, gárgolas, cambiaformas o magos... al menos no en esta primera novela. 

Joanne Walker es una shaman y sus facultades pasan por la posibilidad de hablar con las almas de los difuntos que buscan descanso, con su guía espiritual (un coyote que es de lo mejorcito de la novela) y, en ocasiones (aunque ahora mismo no parece tener mucho control al respecto) otros planos de existencia. Quizás por eso recuerde un poco a la serie que protagoniza Natalie Lindstrom (aunque el parecido sea lejano) o a la serie televisiva "Medium" y menos a otros autores como Jim Butcher.

Esta similitud con el género negro y el ligero distanciamiento con la "Urban" más comercial le permite acercarse a lectores más "clásicos", con un punto de partida bastante próximo a la realidad, lo que le asemeja a las "series televisivas" que últimamente encuentran acomodo entre el gran público. Lo "preternatural", el "mas allá" y todo lo que alimenta a programas como "Milenio 3" es algo que, al menos en apariencia, el común de los mortales está dispuesto a aceptar, por lo que la serie de Murphy puede tener bastante acomodo entre un público menos "crédulo" o menos dado a la fantasía más desbordante.

En ese acercamiento al género negro pierde, además otro de los atractivos que los seguidores más acérrimos de la Urban buscamos de vez en cuando... adrenalina. En "Urban Shaman" hay acción, pero es esporádica y con cuentagotas. No deja batallas épicas, enemigos temibles ni momentos para el recuerdo. Las confrontaciones suceden pero no son especialmente "físicas", ni largas, ni descriptivas. Son episodios sueltos, parte de un conjunto armónico pero carente, quizás, de algún "subidón" temporal que permita al lector evadirse por completo. Con todo su elemento sobrenatural, con todo su envoltorio exotérico, es una novela "real". ¡¡¡si hasta el proceso curatorio guarda más similitudes con la reparación de un coche que con un hecho casi "milagroso"!!!!

Y sin embargo gusta... o al menos a mí me ha gustado. No ha sido para tirar cohetes pero sí que promete lo justo como para que tengas ganas de leer lo que va a seguir. Eso sí cambiando el planteamiento y aceptando donde te metes. 

Si has leído la serie de "La negociadora" de C. E. Murphy... no esperes algo parecido porque entonces te vas a llevar una decepción. Hay menos diálogo y la lectura es algo más lenta. Tiene menos "chispa", no hay ese punto de humor/ironía que destacaba en el personaje de Margrit Knight ni intercambios verbales agudos y chispeantes. Tampoco hay "pasión desenfrenada" ni grandes arranques amorosos.. sólo un comienzo, interesante y prometedor, pero apenas apuntado.

Si eres lector de "Urban Fantasy"... lo has visto arriba y lo repito aquí. Entra con la mente en blanco, dispuesto a aceptar que vas a ver algo distinto. Olvídate de razas extrañas, de espadas, calderos, hechizos, mordiscos y garras y asume que  vas a entrar en una realidad algo más mundana donde, ocasionalmente, algún dios céltico se deja caer.

No es que no vaya a haber momentos interesantes.. La primera aparición de Cernunnos y la Jauría Salvaje está muy bien y la "autoreparación" de Joanne también tiene su punto pero no es "lo que estás acostumbrado a  leer".

El humor.. la mala leche... la adrenalina... las luchas... la pasión... con cuentagotas. 

Y a los personajes todavía les falta un algo... tienen carácter pero les falta todavía un poco de carisma. Ese "algo" que te deja poso. Joanne no está mal, Gary es como ese amigo "maru" que te sigue por el mero gusto del chismorreo, el Capitán Morrison crece con la novela y, sobre todo, el coyote, que ese sí que hace algo más que prometer, da. Directamente. Con reminiscencias al Bob de Harry Dresden pero con pelo... y cuerpo. Gracioso, enigmático y con un puntito de mala leche...¡¡sólo le falta tener nombre!!

Pero se sigue bien. Porque hay veces en que la "urban" más "urban" también se vuelve un poco loca y no terminas de saber dónde te has metido hasta que terminas la novela. Aquí las cosas tienen su lógica y las entiendes sin problemas salvo algún punto "extraño" que se irá aclarando conforme avancen las novelas (o al menos eso espero)

Si lo tuyo es la "Úrban" del romance sobrenatural... tampoco pases por aquí o al menos cambia el chip. Amago de triángulo amoroso hay.. pero amago lejano. Y de momento no se vislumbran personajes atormentados, chicos descarriagos y jovencitas redentoras. Los protas son adultos... todos rondando la treintena (menos Gary el taxista setentón) y los diálogos son mucho más coloquiales aunque hay asomos de algo más y un regusto bastante agradable en algún caso. La cosa promete.

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 "The walker papers" no es una serie que vaya a entrar en tu casa para desbancar los "Dresden files", o a "Kate Daniels" pero sí que puede encontrar su hueco si le das la oportunidad. Particularmente lo veo como una buena forma de "atraer" a gente hacia la "Urban", sobre todo, a seguidores del género negro que se tildan de clásicos o a lectores a los que lo "negro" también les cansa un poco.

Y si te gusta la serie de "los violetas" esta es una forma de pasar un rato agradable sin ese plús adicional  que Woodworth pone en sus novelas y que a veces da un poco de yu-yu
 


domingo, 12 de enero de 2014

"No Premios" de la Hoguera de las Maldades - Año 2013

Durante los últimos meses un cambio en las circunstancias profesionales, familiares y personales me ha restado mucho tiempo. El gran perjudicado ha sido el blog que, a fin de cuentas, es algo recreacional, un entreteniemiento y una forma de liberación a la que, muy a mi pesar, he tenido que renunciar mucho más de lo que me habría gustado.

2013 ha sido un año de cambio, de adaptación y de desorientación. Organizado y con cierta tendencia a ser cuadriculado, mi mundo se ha puesto un poco patas arriba conforme han ido pasando los meses. Problemas de tiempo y cambio de prioridades, así como de las circunstancias que rodeaban a cuantos forman mi universo personal han hecho que me replantee un poco las cosas.

He seguido leyendo. Eso no es negociable. Pero he decidido que las cosas que haga las pienso hacer para disfrutar, no sujeto a una periodicidad prefijada. Quiere esto decir que no sé cuándo ni cómo escribiré posts. Va a depender del tiempo, disponibilidad y ganas que tenga en cada momento. Tal vez pasen un par de semanas sin que publique nada (como ya ha pasado últimamente) y luego se pueden acumular varios seguidos. Es lo que hay.. la conjunción imperfecta entre lo que quiero, lo que puedo y lo que debo.

Quiere decir también que los posts posiblemente sean más naturales. Menos "elaborados" y más directos. También que es posible que lleven alguna errata adicional (sé que de vez en cuando hay algún error ortográfico que se me escapa), por lo que si alguien se da cuenta y quiere hacérmelo saber, por favor, mandarme un comentario o un mensaje de correo, sin problemas y así lo corregiré.

Este año no va a haber entrega de premios. Entre algunas novelas que he leído y todavía no he comentado ("Elantris" de Brandon Sanderson, "Urban Shaman" de C. E. Murphy o "Hard Magic" de Larry Correia) y la variedad en mis decisiones de lectura hacen que, en estos momentos, no recuerde exactamente cuáles han sido las novelas que he leído/comentado a lo largo del año y no me apetece repasarlas en un momento. Prefiero hacer algo distinto...

Si pienso en 2013 hay dos novelas que me vienen a la cabeza como mis favoritas. "Orgullo y prejuicio", de Jane Austin y "El silencio de la ola" de Gianrico Carofiglio. Seguramente habrá mas que debería destacar pero estas dos son las que aparecen siempre y sin esfuerzo, mientras que las otras han dejado una huella menor. Así que, si se me pide que destaque alguna novela, seguramente serían esas dos.

En cuanto a lo que viene...Esa es una buena pregunta. Como no quiero comprometerme a nada que luego no vaya a cumplir y estoy en un momento en el que he decidido que si leo algo va a ser por gusto, lo único que puedo hacer es señalar varias novelas que, o bien tengo en mente comprar o que tengo ya en la estantería esperando su momento. Imagino/espero, que muchas de ellas caigan a lo largo del año y si es posible, que muchas me sorprendan, porque aunque tengo claro que a los Carofiglio, Lorenzo Silva, Camilleri, Petros Markaris, Jo Nesbo, Jim Butcher y compañía, pienso seguir visitándolos en cuanto pueda, tengo la sensación de que este año voy a buscar algo distinto. Encontrar nuevas vetas y variar un poco. Unas veces lo haré por corazonadas y otras por recomendaciones y sí, asumo que habrá más de un chasco pero ¿y todas las veces que me sorprendan y me agrade lo que lea, qué!!!

Al grano, éste es el listado de novelas que aspiro a que pasen por mis manos en los próximos meses (sin orden de prioridades ni de lectura):
-  Amar en tiempos de colera de García Márquez
- El huevo de oro de Donna Leon 
- Huesos en el jardín de Henning Mankell (o la posibilidad de leer algo de Wallander sin despedirme todavía de él).
- Malvados de John Connolly
- Una verdad delicada, de John Le Carré
- Luna de miel, de Franck Thilliez
- Sea of ghosts, de Alan Campbell (que tengo a medias, que está muy bien y que aspiro a terminar cuando disponga de algo de tiempo)
- Spellbound, de Larry Correia
- Canada, de Richard Ford
- El crimen perfecto, VV.AA (una recolección de relatos cortos de novela negra)
- Don de lenguas, de Rosa Ribas (o lo que es lo mismo, mi esperanza de recuperarla para la mesilla)
-  Hot sur, de Laura Restrepo
- Tokyo, año cero,  de David Peace
- Mi vida querida, de Alice Munroe
-  Asesinato en el cementerio, de Claude Izner (¡¡aunque empezar una serie por la segunda novela me toca los pies!!)
- Lunes amargo, de Nicci Freinch
- El caso Collini, de Ferdinand Von  Schirach
- "El trono de jade", de la serie de Temerario
- 612 euros, de Jon Arretxe
- Zenn Scarlett, de Christian Schoon
- El detective moribundo, de Leif G. W. Persson
- Ajedrez para un detective novato, de Juan Soto Ivars
- Legado en los huesos, de Dolores Redondo
- Los buenos suicidas, de Toni Hill

Y tres novelas que dejé pendientes en 2013 y a las que tengo ganas:
- Safari sangriento, de Deon Meyer
- Zulú, de Carey Ferey
- Cualquier otro día, de Dennis Lehane

Como estoy lanzado quiero terminar con un pequeño resumen en otros ámbitos.

Música, o las canciones que me han acompañado durante 2013. 
- Diamonds de Rihanna
- Bad Medicine de Bon Jovi
- Army of one de Bon Jovi
- Guardian, de Alannis Morrisette
- Human, de Christina Perri
- Something I need, de OneRepublic
- Replay, de Zendaya
- Safe and sound, de Capital Cities
- Let my love open the door, Luminare
- Brave, de Sara Bareilles
- Chasing the sun, de Sara Bareilles
- Let me love you, de Ne-yo
- Reload, Sebastian Ingrosso
- Clarity, de Zedd
- Spectrum, de Zedd
- Do or die, de 30 seconds to Mars
- City of angels, de 30 seconds to Mars
- Up in the air, de 30 seconds to Mars
- I love it, de Icona Pop (y "Me encanta" de Vaquerizo y las Nancies Rubias)
- She wolf- de David Guetta
- Titanium, de David Guetta 
- Mirrors, Justin Timberlake
- Night visions, el disco completo de "Imagine dragons"

Cine...
- The fast and furious 6
- Más allá de la pizarra: una serie B que no está nada mal.
- Una canción para Marion: que recomiendo ver en original con subtitulos porque hay una parte de no-diálogo   que se completa con la letra de la canción. Tremendo Terrence Stamp.
- "Una cuestión de tiempo": sorpresón y peliculón inesperado que acabará más pronto que tarde en mi videoteca. Que no se deje engañar nadie por el trailer, es mucho más que una mera película de chico intentando conseguir a chica. Una genial reflexión sobre la vida. 

Series
Con la segunda temporada de "Arrow" dando una de cal y una de arena y algo desconectado de "Elementary" tras un final de temporada tremendo y un comienzo de segunda temporada muy apagado, me lanzo con cuatro apuestas personales.
- La primera va desde hace mucho tiempo: NCIS. Aunque sin Cote de Pablo, temo un serio bajón en al undécima temporada.
- "The blacklist", la gran novedad del año. Entretenidísima y hasta ahora, coherente. Con un final de mid-season tremendo y James Spader en su mejor registro. ¡¡Atentos todos a la música de fondo en sus episodios!!
Y ahora las dos favoritas:
- "Covert Affairs", una serie que crece con las temporadas y que del mero entretenimiento de la primera pasa a algo completamente distinto en la tercera. Y la cuarta, que ya se ha emitido, dicen que es aún mejor. Eso sí, si tienes complejos con los idiomas mejor no verla, porque lo de Piper Perabo con los idiomas es de otra galaxia.
- "The newsroom", para mí la gran sorprensa del año. La cogí con dos temporadas emitidas y me la merendé en menos de un mes. Crítica, ácida y envidiable. ¿para cuándo algo parecido aquí? ¿Que a veces alguno de sus personajes (sobre todo femeninos) está un poco pasado? ¿Acaso eso anula toooodos los demás méritos? Con Emily Mortimer y el descubrimiento (al menos para mí) de Allison Pill


 

 
 
 



 

sábado, 11 de enero de 2014

El hombre del revés - Comisario Adamsberg, 2

Conforme pasan los años me descubro  cuadriculado, una persona dispuesto al cambio pero a uno ligero, que me permita saber siempre dónde estoy y qué hago. Dejando poco lugar a la inventiva y a la novedad.

Cierto que alterno géneros (novela negra, ciencia-ficción, fantasía...) pero al final acabo moviéndome dentro de un rango de autores con similitudes: cambia el sexo del protagonista, o la profesión, o la forma de encarar las situaciones pero no de una forma radical, no son extremos opuestos, ni alternativas imaginativas, simplemente soluciones distintas para desarrollos comunes.

Pasa un poco como con las series, como comentábamos el otro día durante una conversación familiar mi madre y yo, al final ves un poco de lo mismo pero te engañas porque los títulos son distintos: "Hawaii 5.0", "Blue Bloods", "Castle"... unos potencian la acción, otros la trama política o algún dilema moral, otros el humor, pero al final la idea es fundamentalmente la misma y te aburres.

La forma en que salgo del "ciclo normal" de lectura es cambiando cosas, intentando autores nuevos o, cuando los he encontrado previamente, distintos. Y si hablamos de escritores distintos para mí es inevitable hablar de Fred Vargas., que para mí es lo más parecido a un exponente del surrealismo que existe en el mundo literario, al menos en el de la novela negra.

Hay otros autores que convierten lo "irreal" y  lo "absurdo" en el eje de sus libros. Dotándolos de imaginación y de humor dentro de un género distinto: como Terry Pratchett o Christopher Moore. Fred Vargas no. Ella muestra la realidad desde lo extraordinario, plasma esos pensamientos inconexos que a veces tenemos pero que no llegamos a exteriorizar o cuyo hilo nunca seguimos hasta el final. Muestra las relaciones desde su perspectiva más irracional (como muchas veces son) y a las personas como un atajo de impulsos que a veces no es posible controlar y que acaban por salirse de lo cotidiano, mostrando algo único e irrepetible.

La cuestión es que te guste. Que no te sientas perdido o timado cuando la lees. Que no te pases la mitad de la novela pensando: ¿¿pero qué hago perdiendo el tiempo con esta panda de tarados?? o ¿qué estoy leyendo?

Las historias de Vargas cobran sentido al final, cuando todos los cabos están unidos, hasta entonces son una sucesión inconexa de conversaciones, comportamientos y actuaciones que perfilan pero no definen el conjunto y que impiden al lector cualquier posible intento de anticipación por su parte.

Lo que yo definiría casi siempre como una lectura incómoda. Pero una lectura que, al menos a mí, me cautiva y atrapa. Quizás la escritora francesa no sea un dechado de prosa desbordante, sus descripciones no destilen lirismo y sus personajes resulten (con la excepción de sus protagonistas) totalmente olvidables, pero lo cierto es que su lectura me cautiva y, de vez en cuando, me atrae lo suficiente como para que me moleste en comprar uno de sus libros y le busque un hueco.

De sus series sólo he probado dos. La de "los tres evangelistas y la del "Comisario Adamsberg". 

Los primeros me gustan mucho. Si tuviese que recomendar la mejor forma de acercarse a Vargas sería esa, coger  "Que se levanten los muertos" y darle muy duro y, si te gusta, seguir con "más allá a la derecha" y luego cerrar la serie con "Sin hogar ni lugar". 

Creo que es una buena forma de aproximarse a la obra de esta autora. Casi todos los elementos que conforman su obra aparecen en esas novelas y cuentan, además, con un ligero toque humorístico que no hay (y que se echa de menos) en la serie del Comisario Adamsberg. 

De Adamsberg hay poco que pueda decir que prepare al lector para lo que se va a encontrar, porque no soy capaz de encontrar un parecido razonable con ningún personaje literario que conozca. Ni una forma de escribir que se asemeje a la de Vargas.

Si te decides a hacerlo hazlo esperando lo inesperado. No hablo de pistolas láser, técnicas de laboratorio revolucionarias o grandes escenas de acción.  En sus novelas no hay una descripción singular de parajes y costumbres locales, de ambientes ignotos y partes poco tratadas de la sociedad. Sólo personas. Todas ellas extrañas.

Porque Vargas muestra a la gente sin las mascaras que siempre llevamos puestas en la sociedad actual. No es que muestre "lo que pasa en nuestros hogares" cuando nadie nos ve, es que plasma a sus personajes centrándose en ciertos rasgos, nada más, en cierto modo los caricaturizara pero sin el componente humorístico que todos esperaríamos. Simplemente coge los rasgos que definen al personaje y los muestra tal cual, individualizándolos del resto y mostrándoles sin pudor. 

Seguir su lectura es fácil pero anticipar la trama es casi imposible porque en su narrativa se intercala lo trascendente con lo banal, porque ella describe un entorno y lo que pasa por la mente de los distintos personajes en un momento y, como sucede en la vida, muchas veces esos pensamientos son inconexos y fugaces, alejados de cualquier sentido.

Y, con todo (o a pesar de ) eso, a mí me cautiva y me seduce. No siempre. Fred Vargas... Adamsberg en concreto, es un personaje para momentos y estados de ánimo concreto. Necesito estar en "el punto" para poder leerlo sin problemas y para, llegado el caso, disfrutarlo. Sin una sonrisa, sin un aspaviento, sin nada... simplemente disfrutarlo, de forma minimalista e introspectiva.

En "El hombre del revés" sale poco. Como siempre para resolver pero antes de eso, para confundir. Al resto de personajes, al "malo" de la novela y, a veces, casi a si mismo. Al lector, sobra decirlo, lo vuelve turulato. 

El peso lo lleva Camille, ese (des)amor, que apareció poco en "El hombre de los círculos azules" pero que marca toda la novela. Han pasado cinco años desde entonces y parece que el reencuentro es inevitable, la terrenal y pragmática Camille con el extraño Comisario... un choque de trenes que no llega  a ser tal. Un encuentro singular que finaliza con un par de páginas para el recuerdo, como ya sucediera en la novela precedente... y como siempre, sin saber como, con una explicación para el caso, sorprendente y evidente, aunque durante las doscientas páginas anteriores haya resultado una verdad esquiva para el lector. 

Si quiero hacer una apreciación. Las novelas de Vargas, como las de Andrea Camilleri (aunque en el caso de la francesa el metraje es mayor), se leen muy fácil y muy rápido. Quizás demasiado para el coste actual de una novela en formato normal. En versión bolsillo la relación calidad-precio, se equipara un poco más.

Aunque esperar no siempre es bueno... yo he pasado dos años detrás de esta novela que, cuando quise leer, estaba descatalogada y que cuando reapareció lo hizo únicamente en formato normal. Vuelve a estar en bolsillo, así que si alguien quiere aprovechar quizá sea el momento porque las editoriales, mucho más que Fred Vargas (y mira que es difícil), a veces hacen cosas realmente  incomprensibles.