viernes, 28 de octubre de 2016

La misteriosa botella de Petrus -


Novela breve de corte bastante clásico, donde apenas hay violencia o movimiento, discurriendo la acción en cuatro o cinco localizaciones muy concretas y delimitadas, con una ambientación/planteamiento más propia del teatro o episodio de televisión de misterio de los 80 que de una narración  actual.

Pasatiempo breve y escueto, sin gran profundidad, que se limita a narrar una investigación (no muy elaborada, donde casi todo surge de la intuición y atención que prestan los "investigadores") muy similar en forma y estilo a las novelas de Ellery Queen.

Es una narración que guía al lector, sin permitirle margen para hacer sus propias averiguaciones/observaciones/valoraciones, llevado siempre de la mano por el/los autor/es.

Como novela negra me parece algo descafeinada, quizás porque es una forma de plantear/escribir que no capta mi atención y que me ha llevado a realizar una lectura bastante distante, en la que no he llegado a sentir ningún tipo de vinculación con los protagonistas o la investigación.

La temática (centrada en parte en el mundo del vino) tampoco es especialmente atractiva en la forma en que es llevada, llena de datos y de una serie de informaciones bastante asépticas que si bien dan una idea bastante global de lo que quiere contar no termina de llegar al lector que no esté versado en el tema.

Salvo de la novela, o al menos para mí es lo mejor, la conclusión en las últimas 5-6 páginas, en donde se explica el porqué de los crímenes por medio de una carta que expone sin pelos en la lengua la fagocitación que en muchos casos se produjo dentro de pequeñas comunidades, donde los partidarios de unas ideas utilizaron su proximidad al poder para realizar auténticas tropelías, desde ajustes de cuentas a la consecución de lucros personales por encima del más leve atisbo de humanidad.

El problema es que ese tramo final que en la novela sirve para explicar las causas de las muertes, no justifica la lectura de la novela (o por lo menos para mí no) en un año donde he tenido la oportunidad de leer varias novelas con una temática similar de fondo, compartiendo, además, el aspecto espacial (Francia y más concretamente la zona de Burdeos). 

Ejemplos similares de narración o informaciones próximas se pueden conseguir, por ejemplo, en "In vino veritas" o "Bruno, jefe de policía", que me parecen  más agradables y más interesantes, con narraciones que me han llegado como lector y me han hecho sentir partícipe de lo que cuentan, permitiéndome adquirir un mejor conocimiento de lo que padecieron quienes tuvieron que vivir esa experiencia en sus propias carnes.

En el caso de la novela de Virginia Masull, además el mundo del vino forma también parte fundamental de la trama y el conjunto, sin ser nada del otro mundo, resulta mucho más agradable/entretenido/atractivo, , por lo que recomendaría su lectura antes que la que estamos tratando aquí.

La segunda de las recomendaciones, la de la obra escrita por Martin Walker, para mí es la mejor de las tres que se tratan en este post, donde el tratamiento del tema de la ocupación está mucho mejor llevado, acercándonos  a la situación durante y después de la finalización de la guerra, con los rencores, agravios y oprobios con los que han tenido que salir adelante los supervivientes. Y lo consigue dentro de una obra bastante completa que además explica mejor la realidad de la región en el momento actual, mostrando además otros elementos tangenciales de la historia como el racismo y el funcionamiento de la política en pequeñas comunidades.

Valoración: Está bien. Sin más.







miércoles, 26 de octubre de 2016

"The blasted lands", Seven Forges, vol. 2


Continuación de: "Seven Forges"

Lo mejor: mantiene la esencia y la magia de la primera entrega de la serie. 

Lo peor: tiene todas las características de una novela intermedia y tras el demoledor/espectacular arranque de la serie pierde algo del efecto sorpresa y no remata con el final.

Personajes: Seguro que das con aquellos que querías ver ya que, al menos de entrada, repiten todos aquellos que sobrevivieron en la primera entrega. Y todos, en mayor o menor medida, tienen un peso específico dentro de la trama. No los enumero no vaya a ser que aún no hayas leído el primero y te des cuenta luego de que falta alguno y aquí se trata de opinar no de reventar nada.

Dos, tres nuevas incorporaciones aderezan bastante la trama, con especial mención a Nolan March y Delil, que recien llegados consiguen acaparar parte de los focos y el misterio que rodea a "The Pilgrim".

Resumen: Se resuelve algo... y se generan aún más incógnitas.

Sensación

Como lector que disfrutó con un enano con la primera entrega me ha faltado algo para que estuviese al mismo nivel. 

Fijo que contaba con el efecto sorpresa y el jugar con que todo es desconocido y todo es un oooohhh y un aahhhhh constante, pero también daba la sensación de obra rematada con un final brutal inesperado. En esta segunda entrega era muy complicado superarse, máxime tratándose, como es el caso, de una novela intermedia. Existía el riesgo de que se repitiese fórmula existía (aunque no llega a ser el caso) pero esta segunda entrega, que no deja de ser una crónica de una muerte anunciada, irrumpe con fuerza y se mantiene muy arriba pero no llega a alcanzar un climax final a la altura de toda la tensión que promete durante la narración. Que sea por el efecto que causó la primera o porque es algo más predecible es cuestión de opiniones.

Su lectura, como me sucedió con la primera novela, exige cierta continuidad. En ese sentido es una novela exigente, no se lee mal pero con los continuos cambios de ambientación y personajes es fácil  desconectar demasiado si no lees con cierto ritmo. 

Ayuda la lectura de la primera entrega, facilita su comprensión, fija los nombres y ayuda en el seguimiento global de todo. Además, las muertes de la anterior hacen que el volumen de personajes que rotan en el protagonismo sea menor (aunque aparecen nuevos que también cobran protagonismo) y, aunque sólo sea por repetición, acabas por hacerte con los nombres y ubicarlos debidamente en todo momento.

Se resuelven varios de los misterios que estaban pendientes por resolver (el por qué de las diferencias físicas entre los Sa´ba Taalor y los habitantes de Fellein, que se esconde debajo de los velos, parte de su relación con sus dioses...) pero son muchas más las que se originan durante su lectura.

Lo mejor seguramente sea que, a pesar de lo intrincado que puede parecer todo su mundo y lo que quiere contar, consigue hacerlo con mucha solvencia, a su ritmo, controlando todo y siendo coherente. Es parte de la magia que envuelve estas dos entregas.

Me gusta la sensación de que durante la narración James A. Moore no toma partido ... o al menos permite que seas tú quién lo elijas ya que esta segunda entrega muestra los dos bandos de la confrontación y lo que los mueve. 

Es el lector quién genera simpatías hacia uno u otro bando a voluntad sin que (al menos técnicamente) pueda decirse que el autor te sitúa en alguno de los dos bandos. 

En unos capítulos acompañas a la Corte de Fellein en el distinto proceso de información, ajuste y decisión que se ve obligado a llevar tras lo acontecido al final de la primera novela y en otros ves lo que acontece durante el mismo periodo de tiempo en los asentamientos de los Sa´ba Taalor. Y, por si fuera poco, entre medias, sigues a Andover Lashk en un peregrinaje que parece condenado a llevarle a conocer los dos mundos en profundidad, sin que aún esté claro si cambiará por completo y se convertirá en un nexo de unión. Es a través de sus ojos como se humaniza a los Sa´ba Taalor y poco a poco se despejan algunas de las incógnitas que rodean su cultura y civilización mientras muestra lo que les hace sentir, obrar y comportarse de la forma en que lo hacen. 

Valoración: me ha gustado mucho. Aunque ya digo que le falta un toque al final.

Igual que sucedió cuando comenté "Seven forges", hay dos historias breves que acompañan esta novela.

La primera, "When Korwa fell", se sitúa en mitad de la primera entrega de la serie y es la narración desde la perspectiva de los Sa´ba Taalor de los sucesos que llevaron a la destrucción de Korwa y la creación de "The blasted lands". Una historia breve, que ilustra parte de los orígenes del conflicto, aunque no lo aclara todo.

La segunda, "From the Mounds", narra la lucha que llevó a Tuskandru ha convertirse en el Rey de Obsidiana, tras la matanza del Mound Crawler cuya calavera ofrece en la primera entrega al rey de Fellein como trofeo. Esta segunda entrega más dinámica y enriquecedora que la primera.




martes, 18 de octubre de 2016

El crimen del paludú - Serva la Bari, 2


Puede parecer absurdo pero una de las cosas que me gustan de la serie "Serva la Bari" de Julio Muñoz Gijón es que me ha hecho pensar, algo que puede que choque a quien no vea en este libro nada más que una narración humorística carente de profundidad.

Su lectura me genera un debate interno (tenue pero debate) sobre si tiendo más a ser un rancio o un modernito, porque por mucho que uno aprecie y escuche tecno y bacalao, hay ese algo más que te lleva a apreciar el peso de la tradición, la individualidad como algo único a preservar y la necesidad de luchar contra la uniformidad impuesta por el dinero y las grandes superficies.

Ese es para mí el quid de la cuestión, la trama de fondo de una serie que habla de un grupo de personas pudientes que intentan preservar Sevilla (tal y como la han conocido siempre) de la estandarización que impone la modernidad actual, que tristemente supone que impere la sensación de que todas las ciudades acaban siendo iguales, sin nada reseñable que llevarse a la boca y que las diferencie.

Cierto que en estas novelas el rancismo se pasa tres pueblos y roza la xenofobia pero es lo que tiene el extremismo y a favor de su autor queda claro que el tono es totalmente humorístico y lo prepara todo con mucho arte.

Es coger el libro y sumergirse en las calles de Sevilla, disfrutar de su tiempo, de su clima y de sus ritmos. Difícil no imbuirse del espíritu de una ciudad única que ha encontrado en Muñoz Gijón uno de sus grandes defensores, capaz de plasmar su encanto por escrito y el espíritu de sus ciudadanos en cada uno de sus personajes.

Esta segunda entrega mejora con respecto a la primera al dotar a Jimenez de un mayor trasfondo y protagonismo. Representa al sevillano de pro, nos hace conocer lo mejor de su ciudad y de su cultura, del día a día de una urbe única, y lo sabe hacer con parte de esa gracia que caracteriza a los que han nacido allí.

Lo mejor es que la obra evita caer siempre en la burla, la exageración o el esperpento y  acerca al lector a la ciudad con los ojos del enamorado que vive embelesado por su amada. Ese romanticismo mágico se transmite durante la lectura y cuesta mirar la ciudad de nuevo con los ojos de antes.

El tono durante la narración es más uniforme que en "El asesino de la regañá", no hay tantos altibajos y da la sensación de que todo está mas hilado y es más homogéneo, completando una lectura realmente grata.

Ayuda saber dónde te estás metiendo y que puedes esperar. Digo lo que dije con la anterior entrega, negra, lo que se dice negra, no es por mucho que hay varias muertes, pero ya quisieran muchas tener su tronío.

Es muy agradable de leer, realmente fresca, se lee en apenas dos horas, arranca varias sonrisas (en mi caso carcajadas no) y sabe generar un puntito nostalgico en cualquier persona que sea consciente de cómo ha cambiado la ciudad donde ha crecido y la pérdida de referentes y recuerdos con los cambios que se han producido en las grandes ciudades en la última decada.

Es tierna, ágil y coherente, protesta por el cambio entre risas y chascarrillos mientras contrapone los argumentos de la siempre dura disyuntiva entre el cambio (y su supuesto progreso) y la tradición (con todo lo que se pierde), tiene las ideas muy claras y ha sabido aprovechar el impulso de la primera novela para entrar directamente en el meollo del asunto sin dilación, dando más de lo que gusta a costa de la pérdida de algo de sorpresa.

No sé si sonará raro pero me ha gustado más a pesar de que me he reído menos.

Valoración: Me ha gustado.

viernes, 14 de octubre de 2016

Un misterio talla XXL - An Odelia Grey Mistery, vol. 1


Hay novelas que como lector agradeces que pasen por tus manos porque te ayudan a reflexionar sobre ciertas situaciones del día a día que son tan cotidianas que no te paras a pensarlas.

La novela de Sue Ann Jaffarian pone en tela de juicio la situación actual de las personas obesas y el trato que reciben de una sociedad, que no hace nada para corregir la única discriminación actualmente vigente, olvidados por los medios y los grupos de presión..

Da la sensación de que cuando se piensa en una persona obesa se pone rápidamente el cartel de que "es su elección" y que por eso no merece ser objeto de ningún tipo de protección. Se nace de un color o de otro, con una condición social, con unas tendencias sexuales pero uno elige  ser gordo.

La novela habla de eso como tema secundario, no de la elección de ser gordo (que no existe) sino de los problemas que padecen en una sociedad que no hace nada por aceptarles e impedir que sean maltratados, ridiculizados e injuriados a voluntad ante la impasibilidad (y muchas veces la mofa) de los de alrededor.

También trata otros aspectos de la sociedad en la que vivimos, de las relaciones personales y de la forma en que interactuamos, como siempre hay parcelas de los demás que desconocemos y asumimos que la vida de los demás es rutinaria y cotidiana, ajena a cualquiera de las situaciones que vemos en televisión y prensa cuando, aunque sólo sea por mera estadística, eso es imposible.

Habla de lo que supone ir descubriendo a esa persona que creías que conocías desde hacía tiempo, con la que te abrías y mostrabas tus debilidades y que pasa cuando te das cuenta de que llevaba una vida en paralelo totalmente distinta a la que conocías y que tenía pensamientos y vivía situaciones que no eras capaz de imaginar.

Sólo por esas dos cuestiones y la forma en que Sue Ann Jaffarian las desarrolla "Un misterio talla XXL" merece estar en nuestras mesillas y que le dediquemos un rato en algún momento, porque ayuda a ponerse en el lugar de otras personas, a entender la forma en que se ven obligadas a existir, y a vivir/sentir/experimentar parte de esas situaciones junto a ellos.

Como novela negra creo que es posible englobarla dentro de ese Subgénero que apareció en el blog hace unos meses y que es el "cozy mistery", siempre teniendo en cuenta que, como pasa con todo, hay matices y por momentos puede resultar menos light de lo que los lectores habituales de este tipo de género suelen querer.

Violenta a nivel físico no es. Salvo situaciones muy puntales no hay ataques, luchas, disputas y prácticamente no se narra nada donde pueda haber sangre, las situaciones más tensas surgen de confrontaciones indirectas durante la investigación y se viven a través de los ojos/cabeza de quién investiga y no de un intercambio físico. De alguna forma es lo mismo que presenciar el habitual juego del gato y el ratón  pero tratado sin los riesgos cardiacos que suelen ocasionar las novelas  de James Patterson, que tienen mucho más carácter de thriller.

Sexo tampoco hay directamente pero si hay bastantes referencias al mundo de las webcamb, las páginas pornos y las reuniones de negocios en donde se producen intercambios sexuales para facilitar los mismos. Ahí la novela  genera desazón en el lector, la misma que uno puede experimentar viendo alguno de los episodios de Ley y Orden: unidad de delitos sexuales, en televisión, donde lo que muchas veces aterra al espectador no es tanto lo que se ve (ya que se omite la representación de lo que sucede) como lo que se explica y lo que se muestra al espectador/lector, que es ese mundo de intercambio de favores, negociaciones que van más allá de lo económico y un submundo donde el sexo, el poder, la información y las relaciones de sumisión están a la orden del día.

Quizás le sobra algún giro o no sobredimensionar tanto la historia en un momento dado pero en general está bien salvo algún momento puntual donde se puede hacer un poco pesada. 

Personajes agradables de leer, bastante reales, con los que uno es posible identificar y con una protagonista que te lleva fácilmente a su terreno, la entiendes y te identificas con ella, sufres la discriminación que padece y experimentas con ella la sorpresa, decepción y orgullo conforme va descubriendo quién era realmente su amiga/mentora, Sophie.

No pretendo engañar a nadie, no es un novelón, pero sí se lee bien aunque me sobra algún giro y le falta algo para que sea algo más.

Valoración: Me ha gustado.

jueves, 13 de octubre de 2016

In vino veritas. En el vino está la verdad


 Me quedo con...
- La comodidad de su lectura
- El toque que le dan la campiña y el vino a la novela, un poco a lo "French Kiss"
- Cierto aire a "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" con la Segunda Guerra Mundial de fondo.
- Que por una vez no es ni precuela, ni secuela, ni parte de un conjunto más numeroso... una novela sola, una rara avis muy de agradecer en estos días.


Pero...
- Protagonista que ni fu ni fa
- Quizás roza demasiado el me recuerda a aunque nunca cae en el esto ya lo he leído.
- No me gusta que me lleven de la mano
- Dentro de los tres tipos de novela que puede aglutinar me quedo con la sensación de que el  "negro" no está bien trabajado.


Y con todo y con eso...

Valoración: Está bien, sin más. Debo reconocer que lo recomendé  a gente que pensé que podía sacar algún rédito de su lectura con las tramas secundarias convencido de que, al menos, les resultaría una lectura amena.

-Ya he cumplido. ¿me puedo ir?
- ¿Nooooo? 
-¡¡Como que no!!!
-¡¡Que no quiero rajaaaaar!!
- Pues nada... ¡¡como mandes!!

"In vino veritas" es una lectura para salir al paso. Sin más.

Se sube al carro de un tipo de novela que está muy de moda últimamente, con personajes en una "búsqueda personal" que, además, buscan desentrañar un misterio (aquí cambia al tratarse directamente de una investigación policial), que en el camino se ven obligados a salir de su caparazón y a relacionarse con un tercero que les hace sentir, vivir y les ayuda a alcanzar la paz. Por el camino sirven para tratar un momento histórico determinado y conocer algún fenómeno o dato curioso que siempre te da algo nuevo que llevarte a la cama cuando piensas en qué has aprendido hoy. ¡¡Si es que el que no se consuela es porque no quiere!!

Creo que es un resumen realista, aunque pueda parecer cínico. 

En esos términos la novela está bien, cumple con su cometido, te introduce en el mundo de la enología, el ambiente de la campiña, hace que recordemos al mejor Kevin Kline en "French kiss" y más por eso que por otra cosa, nos arranca una sonrisa.

También aporta algún dato curioso la investigación sobre el pasado de la zona durante la ocupación nazi, las desdichas de la II Guerra Mundial y algún hecho curioso como la figura de los "Monument men" (que coincidió con el anuncio de la película en un canal de televisión, así que cuando pueda le echaré un vistazo a ver qué más aprendo).

Pero lo bueno, que es cierto que no es poco, acaba ahí.

Como lector me gusta que me transporten, que la escritura de un autor sea capaz de hacerme olvidar que estoy haciendo precisamente eso, leer y que sea la propia narración, los acontecimientos que cuentan y lo que va pasando ante mis ojos lo que me lleve a experimentar y sentir.

Virginia Gasull no tiene esa capacidad y su lectura, aunque cómoda, es un constante recordatorio de lo que estoy haciendo y de que lo que veo es una imposición suya, incapaz de hacerme sentir y experimentar lo que se supone que acontece a sus personajes.

Me pasó con "Sé lo que estás pensando" de John Verdon, novela tramposa que te obligaba a tragar con lo que te vendían bajo la premisa de que las cosas son como son porque quien las cuenta las establece así, cuando a mí no me gusta que me lleven de la mano bajo la premisa de que "son lentejas, si quiero bien y si no..." .

A ver, como norma la fórmula me la sé,  a fin de cuentas está muy trillada:  protagonista con trauma que debe encarar un proceso de superación personal al conocer algo que les cambia e incluímos un elemento al estilo príncipe azul que destiñe un poquito pero lleno de encanto, de esos que pueblan buena parte de las novelas románticas y que el sensiblón que llevamos dentro está dispuesto a aceptar sin rechistar y , como estamos en la época post-grey, evidentemente el sexo no puede ser algo ordinario y hay que visitar algún club alternativo de intercambio de parejas o variante...

El problema se da cuando la narración no te llega y te acabas saliendo de ella. Las cosas no pasan por que sí, o porque lo dice el autor, debe haber un proceso y tiene que ser algo tangible cuando lo lees (fruto de una serie de experiencias y circunstancias que vividas en paralelo como lector/protagonista, nos lleven a seguir los pasos del protagonista hacia su salvación/redención/paz personal). 

Es entonces cuando los esquemas normales salen a la luz y te das cuenta de que hay un algo de mezcla y un mucho de esquema establecido, con protagonista plano, carente de afectividad y de capacidad para transmitir al lector, con un enamoramiento carente de mágia, que se resume en que tiene que pasar porque es necesario y se ha orquestado con ese fin por su autora porque hay que llegar al público X, porque lo mandan los cánones y, por si faltaba algo, con amago de triángulo amoroso que carece de sentido en esos momentos.

Algo parecido pasa con el misterio, que en algún comentario que he leído citan como "thriller enológico" y que para mí es un intento de dar profundidad a un personaje que de no ser por que es "inspectora de Patrimonio" carecería de oficio que sustentase su vida y justificase la narración. No hay casi misterio, no hay nada de tensión y el desarrollo hacia el final tiene un toque Austin Powers, que no deja de ser curioso en una novela que se supone seria.

P.D: Hay ahora mismo en el mercado mucho más y mucho mejor que lo que puede ofrecer esta novela, como los "Crímenes exquisitos" de Vicente Garrito y Nieves Abarca, aunque es evidente que "In vino veritas" está orientada a un público que busca un tratamiento más ligero y menos duro (con el que es mucho más fácil dormir y mirar la sociedad con los ojos de siempre) del que puede encontrarse en la primera entrega de la serie de Negro y San Juan.

Y para quienes busquen emociones, sentimientos y romance, me limito a señalarles a Nicholas Sparks, autor que ha hecho de la plasmación de procesos internos y de tablas de salvación noveladas la base de su riqueza. Eso sí, Sparks transporta y hace que el lector experimente, da igual lo trillada que pueda ser la historia o lo poco sorprendente que en algún momento pueda parecer el desarrollo, él te traslada a la piel de sus protagonistas. Mientras lees sientes, padeces, ríes y, por desgracia en muchas ocasiones, lloras, conforme avanza la narración, llegando en ocasiones a temer por el devenir de sus personajes.

P.D.II: acabo de ver que "Crímenes exquisitos" no ha sido comentada aquí, lo haré en breve, prometido.

Y de lo demás...

Pues he visto la película "The nice guys" y me pareció una gran tomadura de pelo, que se le va a hacer y por contra, los dos primeros episodios de "Lethal weapon", la adaptación a la pequeña pantalla de "Arma letal", me han resultado amenos, entretenidos y reseñables, con un Clayne Crawford que consigue hacer olvidar a Mel Gibson interpretando el mismo personaje y eso son palabras mayores.


jueves, 6 de octubre de 2016

Un cadáver entre plato y plato - Xavier Kieffer, vol. 1



Con esta novela voy a tener un problema de explicar la valoración tras el comentario, pero bueno, es lo que hay.

Tras leer la novela diferencio dos partes que me producen sensaciones distintas:

La primera parte cubre la mayor parte de la novela. Es una novela con un componente de denuncia social, habla de la fast food  frente a la slow food, que aunque lo parezca no es lo mismo que hablar de los grandes fabricantes de productos elaborados frente a los cocineros tradicionales.

Si algo he aprendido de la novela es que reducir la diferencia a eso es, de hecho, el error inicial que todos cometemos o que al menos yo cometía. La diferencia entre una y otra va mucho más allá de distinguirlas por la forma de elaboración o por el impacto en la salud por elevado número de grasas entre unas y otras, la diferencia radica en si se trata de prefabricado o natural.

El matiz o el trasfondo es algo mucho más complejo de lo que yo vaya a poder explicar en un post de apenas unos párrafos, por lo que considero que aunque sólo sea por eso este libro sería un must read (un "debe leerse") en cualquier casa.

Vaya por delante que "Un cadáver entre plato y plato" no es, ni mucho menos, una ponencia sobre la diferencia entre ambas posturas sino una novela de misterio en medio de cuyo desarrollo se exponen las distintas concepciones y problemáticas que plantean las dos posiciones a través de los alegatos de algunos de los personaje.
 
Como suele suceder la controversia generará distintas opiniones y cada uno es muy libre de decidir cómo actuar y qué creer, a mí me ha servido para dar un mayor trasfondo a una problemática que en casa ya llevábamos discutiendo hace algún tiempo pero que, a la hora de la verdad, siempre se resumía en "intento comer bien pero de vez en cuando voy a lo fácil y me cojo algo precongelado o un bollo industrial o...".

A día de hoy mi percepción de la situación ha cambiado e intentaré mantenerme lo más firme posible teniendo en cuenta que ir contra hábitos muy arraigados es complicado, pero la novela ha hecho que me plantee ciertas situaciones y los riesgos de ciertos comportamientos porque, como cada vez está más demostrado, cuando se trata de dinero y de evitar problemas parece que las instituciones tienden a mirar a otro lado, sometidas al poder meditático de los medios de comunicación y al fáctico de las grandes multinacionales.

Quiero dejar claro que esta primera entrega de la serie no es "El chino" de Mankell, no tiene su profundidad, no tendrá su trascendencia y es evidente que no está teniendo su repercusión pero trata un tema importante y lo hace de una forma bastante aceptable. Tampoco es  "El aroma del crimen", de Xabier Gutiérrez, que aunque gira entorno al mundo de la gastronomía no tiene los posicionamientos ni el carácter de denuncia que la novela de Hillenbrand.

Durante su lectura he aprendido lo que es la carpología, el funcionamiento de la Unión Europea en temas de certificados de protección comunitaria de obtención vegetal y, por ejemplo, el problema adicional de la regulación de los alimentos ante un mundo donde la investigación científica permite recrear composiciones de forma artificial jugando con los límites y márgenes establecidos por la normativa en un momento en el que instituciones y estamentos públicos no disponen de los instrumentos adecuados y del personal especializado para llevar a cabo los estudios necesarios para velar por la salud de los ciudadanos de la misma por lo limitado de su presupuesto.

También he podido observar la otra realidad, la que no se vive en países del primer mundo, la limitación al acceso a la alimentación o a todo el espectro alimenticio que se da a nivel mundial, los problemas de una producción que no puede asumir la creciente demanda internacional de dichos productos y los desequilibrios geopolíticos que esa situación pueden llegar a desencadenar.

La ventaja de Hillenbrand es que lo narra dentro de un contexto no científico, con personajes verosímiles aunque no especialmente profundos, que dejan margen a que el lector sea quién saque y valore las dos posiciones y tome sus propias decisiones.

La lectura es amena, lo suficientemente cautivadora como para que te sumerjas en ella desde el principio y con un buen ritmo que, aún cuando parte de la narración es bastante predecible, no nos priva de ningún momento de tensión, lo que es de agradecer.

Pero...

Tiene parte del desenlace en unas 20-30 páginas que hacen que pierda parte de su valor. Es un momento algo Monty Pyton, un poco sobreactuado, un poco...a lo James Bond en cuanto al malo malísimo, que de forzado queda un poco ridículo y de tan extremo acerca por momentos más la novela al Inspector Gadget que a cualquier otro homónimo real. 

Es un porcentaje relativamente pequeño dentro del conjunto de la novela pero lo suficiente como para que el conjunto chirríe y la sensación que dejaba la novela quede un poco deslucida a pesar de que en las últimas páginas termina con las espadas en todo lo alto y una de las mejores exhibiciones sobre enfrentamientos entre David y Goliat y como es muy difícil ganar siempre a las multinacionales, por justa que pueda ser la causa.

Por todo lo expuesto debo decir que la novela me ha gustado, pero que del mismo modo que la información que aporta y la forma en que lo trata hace que suba enteros sobre lo que a priori es una novela negra bastante predecible y que aporta muy poco, su resolución próxima al final impide que llegue a nada más.

En otro orden...

He podido probar tres series...

Macgyver, el remake... bastante malo, la verdad. Con las mismas carencias que tuvo el del Coche Fantástico.

Bull, con un Michael Wethearly demasiado lejos de sus registros como Dinozzo en NCIS y Logan Cale en "Dark Angel", carente de parte del carisma que tenían esos personajes y con una trama y un piloto que establecen ciertas semajanzas con "Lie to me".

Private eyes, la sorpresa de la noche y eso que con Jason Priestley de por medio era lo que menos esperaba. Un poco en la senda de Castle, con el mérito, sobre todo, de haber dado con un contra punto en Cindy Sampson que sabe dar la réplica, general cierta química con él y divierte a la vez que entretiene. Veremos cómo evoluciona, que es mucho más de lo que creo que se han ganado las otras dos series.

En música... "closer to the edge", de Thirty seconds to Mars. Algo antigua pero uno descubre las cosas cuando puede. 

lunes, 3 de octubre de 2016

"Blood bound" o "Vínculos sangrientos" - Mercedes Thompson´s series, Vol. 2


Cuando escribo un post lo peor es la primera línea, me cuesta un mundo el arranque, no tanto el empezar a teclear como el encontrar una forma de comenzar. Como lector, por contra, lo que más me cuesta en encarar la segunda novela, en el fondo la confrontación entre la realidad y la espectativa creada, el ver si realmente has dado con algo realmente original o si estás leyendo la versión 2.0 de la primera novela y de seguir con una serie va a ser introducirse en un bucle.

"Blood bound" es la segunda entrega de la serie de Mercedes Thompson, tras una primera entrega "Moon called", que no estaba nada mal pero que quedaba a expensas de ver cómo evolucionaba todo.

En manos de Patricia Briggs estaba el decidir si la serie iba a tomar derroteros de "urban" o si, por contra, lo que iba a primar era el "romance sobrenatural".  

No tengo nada en contra de ninguno de los dos géneros, más bien al contrario me gustan ambos, pero me gusta tener las cosas claras y saber qué tengo que esperar cuando voy a empezar una lectura. 

Por si te pasa como a mí, la respuesta es sencilla, sí es Urban pura y dura, con algún dilema del corazón haciendo acto de presencia (incluso con algún nuevo aspirante), pero por encima de todo Urban.

Tras leer esta continuación, pronto te das cuenta de que la primera novela era, ante todo, una presentación, una muestra limitada de la idea que tiene Patricia Briggs de su universo y de que, lejos de tratarse de una novela con éxito que acaba por convertirse en serie se trata, desde el comienzo, de una idea a desarrollar en sucesivas novelas en donde la escritora parece tener claro cuál es el punto de partida y, lo más importante, a dónde quiere llegar.

Parece claro que cada una de las especies que van apareciendo en los libros posee una serie de características inherentes que determinan en algunos casos la forma de ser de los miembros. Así, Mercedes es, antes que nada, una "walker" y eso significa mucho más que el disponer de la capacidad para transformarse en coyote a voluntad, siendo más que nada una forma de ser, un instinto primario que determina una parte importante de su carácter y su forma de proceder, para lo bueno (inmunidad a ciertas magias, etc...) y para lo malo (predecible hasta el punto de, en momentos puntuales, ser manipulable por quienes la conocen bien).

Todo eso, de una forma más extensa y como temática de fondo es lo que subyace en esta segunda entrega donde vampiros y hombres-lobo vuelven a campar a sus anchas, acompañados eso por algúna nueva incorporación o un aumento del protagonismo de algunos personajes que hicieron una aparición bastante breve en la primera entrega, como Zee (gremling y mentor de Mercy),  y algún nuevo fichaje, como Wulfe, el vampiro,  por ejemplo.

Ha diferencia de otras muchas series o en común con algunas de las que más éxito están teniendo, la serie (y éste libro en cuestión) cuentan con una retahíla bastante grande de personajes adictivos, carismáticos y bien definidos que convierten cada una de las lecturas en un viaje independiente, único e irrepetible donde, salvo los casos contados de personajes imprescindibles, los cambios de cromos no marcan tanto el atractivo de la historia como la temática y la forma en la que está tratada la misma.

Si el peso de la primera entrega recaía en (y servía para definir) la relación de Mercedes con la comunidad de hombres-lobo (el Pack de Adam Hauptman) en Tri-Cities, con una narración más física, donde la dominación/subyugación y el lenguaje corporal son determinantes, en esta segunda entrega es el mundo de los vampiros y la interrelación entre todos ellos el que cobra el protagonismo, convirtiendo la novela en lo más parecido a una versión sangrienta de "El Ala Oeste de la Casa Blanca", donde es la política interna, las manipulaciones cortesanas y las luchas intestinas la que marcan el tono.

Es por todo eso un libro cautivador, que muestra una parte distinta de las relaciones dentro de la propia comunidad sobrenatural de la zona, que obliga a Mercedes a explorar su propia naturaleza y a poner a prueba los límites que forman parte de su carácter, asumiendo en muchos casos un papel de enlace entre dicha comunidad y los humanos que residen en la región y, por otro, a afrontar parte de lo que es su legado.

Es más intimista que la anterior, más oscura, más siniestra y quizás por mi forma de ser, más atrayente, un juego de poder, de conspiraciones y espejos, donde nadie es tan bueno como podría parecer y Mercedes es tan pronto reina como peón, incapaz de discernir si actúa por propia iniciativa o como consecuencia de una serie orquestada de elementos que condicionan sus decisiones.

Una continuación pero con muchos elementos nuevos, aumentando y completando el universo en el que se desarrolla la serie, dándole mayor profundidad y cambiando la percepción de esa primera novela, dotando al conjunto de otra dimensión y mostrando, además, que la cosa va a ir a mayores, porque en apenas unas páginas (las que se desarrollan en la taberna del tío Mike) se atisba el complejo universo que también impera en el mundo de las faeries.

Lo mejor, además, es que en esta entrega Patricia Briggs resuelve el gran pero que le encontré a la primera entrega, el remate final, donde el desenlace se resolvía extremadamente rápido, con una gran batalla apenas narrada y aún menos detallada donde parece que las cosas ocurrían porque el final debía ser uno muy concreto.

Cierto que el de ésta no es tan adrenalítico pero es mucho más coherente, acompasado y creíble, menos cargado de testosterona y más de lo que se supone que es la naturaleza propia de su protagonista, dejando muy buen sabor de boca, habriendo, con la espada de Damocles situada sobre ella y un mundo entero aún por explorar.

Y hay amor... o ligoteos... o flirteos... o triángulos y cuadrados amorosos... pero eso, eso imagino que cuando tenga que terminar de estallar lo hará con un gran boom.

Valoración: Me ha gustado mucho.

Como cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, es difícil encontrar referencias comunes, pero para mí "Blood bound" supone un salto cualitativo similar para la serie similar al que supuso "Grave Peril" (o "La tumba") en la de Harry Dresden, de Jim Butcher.