domingo, 30 de abril de 2017

Bone cold (Frío en el Alma) - Los Malones, Vol. 1


A veces las valoraciones que uno encuentra por internet engañan, o mejor dicho llevan a confusión.

En alguna de mis páginas de referencia ponían bastante bien esta serie pero no me fijé en que la catalogaban como de "misterio" con "romance" o probablemente no me había puesto con ella. pero como "a lo hecho pecho" pues nada, se termina y fuera.

"Frío en el alma" es una novela normalita que no llega a de batalla, un thriller que no se acerca mucho a mi definición de inquietante, con una protagonista que da bamboleos amorosos entre dos de los hombres que aparecen de repente en su vida y que acaban conformando el trío protagonista de la trama/cama.

Como novela negra es bastante plana, predecible y carente de novedad. Quizás en su momento (es una obra del 2001) tuvo algo de novedosa, pero a día de hoy ofrece poco para alguien que busque algo realmente bueno que llevarse a la boca.

Imagino que tiene más gracia para los amantes de las novelas con matices más rosas, que buscan un entretenimiento más variado, donde la tensión pueda tener otras manifestaciones que la meramente física, aquellas en las que el romance se confunde íntimamente con la atracción sexual y una parte importante de la relación se juega bajo, sobre o sin sábanas.

Como lector (y como espectador) disfruto mucho con una buena novela/película romántica pero reconozco que la derivación más colorida no es algo que me llame especialmente la atención y acabo por aburrirme un poco de las inconsistencias, carencias, lagunas y actuaciones sin sentido de personajes que, apenas 10 minutos de haber estado a punto de sufrir una violación y asesinato acaban teniendo sexo con alguien que acaba (casi literalmente) de aparecer en su vida.

Me ha recordado en muchos momentos a "Perdida en mi memoria", novela que pasó por aquí a comienzos de año y me dejó el mismo sin sabor, esa sensación de "esto no es para mí" con una trama negra bastante blancucha, básica en las premisas, bastante burda en el desarrollo y lejos de conseguir el giro sorprendente que debería aparecer al final pero ves bastante claro antes del final del primer tercio de la novela.

Dentro de vertientes mucho menos negras sigo quedando con ese extraño ejemplo de novela sin pretensiones y algo ingenua pero con toque de humor que es "Abby Cooper, psychic eye", más completa, menos pretenciosa y más cabal, con el toque justo de amor y tensión sexual (resuelta o no), con personajes menos estereotipados y comportamientos más entendibles en según que circunstancias.

Valoración: no me ha gustado.

P.D: He terminado "Stray", imagino que la comentaré en breve y quería empezar con "La inutilidad del sufrimiento" de María Jesús Alava Reyes, pero en un día cubierto, en el que tengo el "Ignorance" de Paramore sonando de fondo después de haber roto el silencio en casa con el "Soy yo" de Bomba Estereo, "(You want to) make a memory" de Bon Jovi y el "Cold coffee" de Ed Sheeran, creo que si me pongo a leer algo, optaré por darme un respiro y buscaré algo más adrenalítico para romper la apatía del día.

miércoles, 26 de abril de 2017

Efecto dominó - Victor Coste, vol. 3


De momento una de las revelaciones del año en cuanto a mis lecturas, con especial énfasis a que es un autor nuevo dentro de mi biblioteca y aporta la dosis justa de "novedad" para convertir su lectura en algo novedoso y recomendable.

Cada vez hay más autores franceses en mi previsión. Son sobrios a la hora de escribir pero sin caer en el hermetismo casi hierático de muchos de los autores nórdicos. Su estilo es bastante directo, algo menos descriptivo que la mayoría de autores mediterráneos, menos bohemio, menos social y personal que muchos de ellos, pero muy realista, sobrios en sus maneras pero con muchos procesos internos que atenazas a los personajes de sus novelas y con un marcado énfasis en la violencia y los elementos que los desencadenan.

Thilliez, Lemaitre, Vargas.... Norek. Cuatro de los exponentes principales de la novela negra francesa que aparecen en mi mesilla. Directos, sobrios, impactantes en el mensaje y la temática, contando siempre algo más que una historia, con trasfondos que hacen que uno se replantee ciertas situaciones.

"Efecto dominó" habla de la causalidad de una forma similar a la del "efecto mariposa" y la forma en que una pequeña decisión (o un conjunto de ellas) desencadenan grandes seismos de magnitudes incalculables en un primer momento.

En ese tablero de juego que plantea Norek cada una de las fichas (personajes) desempeña un pequeño papel como impulsor o receptor de los acontecimientos, continuando en muchos casos el movimiento y trasladando el mismo a lo largo de esa larga cadena que es la trama. 

Ese "larga" es relativo, porque las casi 400 páginas que tiene la novela vuelan y en apenas 7-8 horas de lectura, sin mayor esfuerzo, uno se encuentra terminándola, con sensación de plenitud (no diré de satisfacción porque no todo lo que cuenta es agradable) y con ese toque amargo que, por desgracia, tiene el hablar de la realidad con sinceridad, sin tapujos ni ambages.

La realidad de las cárceles francesas, del sistema judicial francés, de la organización policial y muchos de los elementos que los forman y componen, el efecto burnout en muchos de quienes trabajan en ese ámbito (y de todos nosotros en nuestros relativos puestos de trabajo), la resignación del ser humano ante situaciones que se repiten y que uno no consigue parar, la imposibilidad de algunas personas de impermeabilizarse ante el dolor y sufrimiento ajeno, la frustración ante un sistema que no soluciona y que maniata, la frustración de cualquiera que conviva con la escisión (cada vez mayor) que en las proclamadas Sociedades Democráticas y de Derecho se está produciendo entre la legalidad, la moralidad y el más acusado sentido de la justicia, todo ello tiene cabida en la novela de Norek.

Lo curioso es que lo hace sin apenas mencionarlo, no hay discursos ni ensayos sobre lo que va bien y lo que va mal, sólo las distintas manifestaciones de lo que "El sistema" hace en muchos de los que viven dentro de él y cómo tiene tendencia a empeorar la situación de quienes (en principio) deberían estar bajo su amparo. 

En conjunto es una novela que resulta muy sencilla en su lectura, muy entretenida, ágil y dinámica, con cambios de escenario y protagonistas, con mucho diálogo, muy rica en matices, pero con un trasfondo ácido que se va asentando en el lector conforme lee y se da cuenta de que lo que pasa ante sus ojos es una realidad tangible, una malfunción generalizada, que se da en muchas de las sociedades supuestamente evolucionadas, donde el sistema se ha quedado obsoleto y no ofrece alternativas reales a los problemas que se le plantean.

Es una novela que habla de desamparo, frustración, rabia, incapacidad y hastío sin que el lector sea consciente de la gravedad y profundidad de la herida en el tejido social que está describiendo. 

Lo hace con un estilo directo, muy fácil de digerir, que no rebosa ninguna de sus emociones en la forma, sólo en el fondo, por eso es cuando la terminas y reflexionas, más allá del escenario particular de la historia, sobre el "rastro de cadáveres" que va dejando la novela (tanto en sentido figurado como en el más literal) y todo lo que hay detrás de las instituciones y la imagen proyectada por los medios.

Quizás lo que más me ha gustado  es la sensación de globalidad y el sentido de conjunto que aparece y destaca en toda la novela, por encima de la sensación de aislamiento que generan Thilliez y Lemaitre, más circunscritos a la propia investigación policial y a una visión más intimista/introspectiva de los personajes y no tanto del trasfondo social y la falta de cohesión de un "puntal" de las sociedades modernas como es Francia.

En eso, este autor que ha ganado el Premio a la Mejor Novela Policiaca Europea en 2016, me recuerda a Jean-Claude Izzo, que a finales de los 90 hizo una de las mayores críticas a la situación de desamparo social de Marsella, teniendo eso sí en cuenta dos matices: Norek sitúa su obra a apenas 10 km. de Paris (luego no hablamos de una zona marginal o residual del país, sino casi de su capital) y, por encima de todo, su escritura es mucho más suave, cala sin convertir la lectura en una narración de cien mil desdichas, con un estilo más novelado y menos instrospectivo que el de Izzo, quizás por el carácter coral de la obra, quizás por el sentido que tiene (Norek habla como un cronista, estractando situaciones, dentro de un conjunto tan bien montado que es difícil poder sacarle el más mínimo defecto).

Valoración: me ha gustado mucho. Y llega poco después de "Las mentiras de Locke Lamora", que también me sorprendió y agradó, con el mérito de que, "Efecto dominó", hacer sentir y gusta cuando está narrando algunos de los indicios más claros de la decadencia de las sociedades modernas tal y como están construidas.

Pero... es la tercera entrega de una serie y las dos primeras novelas, que también han tenido muy buena acogida, no se han publicado en España todavía y así pierde parte de la gracia, porque Victor Coste, Johanna, Sam, Ronan y Leah, no llegan a tener la profundidad que seguramente tuviesen si hubiese sido posible leer el conjunto de la serie tal y como se publicó.

lunes, 24 de abril de 2017

Murder of crows - The Twenty sided sorceress, book 2


Como pasó con "Justice calling", la primera entrega de la serie, este libro es más novella (relato corto) que libro al uso. 

Corta, directa, sin ambages y muy entretenida, que parece sello de la casa.

Tiene como puntos fuertes:

Propuesta original, con una trama totalmente distinta, un argumento que continúa unos meses después del final de la primera entrega, pero planteando enigmas y cuestiones totalmente distintas.

Referencias tácitas a libros y series de la última década, lo que agrada al lector que disfruta con juegos de este tipo. Además, aunque las hay son contadas, ya se sabe que "lo poco agrada y lo mucho cansa". En este caso, entre otros, Jim Butcher y Bob, la calavera, de Harry Dresden.

Tramas que no se enredan más de la cuenta. Cierto que a veces se agradecería algo más de chicha pero como parece totalmente imposible encontrar el equilibrio entre complicar las cosas demasiado y no llegar, casi prefiero esta última versión para variar de vez en cuando.

Profundiza en varios asuntos, sin hacer de ello una "cuestión de estado". Avanzamos (es bastante real) en la trama principal pero es secundaria en cada una de las historias, lo que se agradece. Disfrutamos como lectores de la serie (por un lado) y de cada novela (por otro).

Puntos flacos para volar más alto:

Son novelas de personaje (Jade Crow), los demás son bastante secundarios, incluído Alek.

Falta batalla, aunque la que hay es bastante más real que la que se puede leer en muchas novelas. Y, al menos, Jade no es casi indestructible. O no abusa de casi serlo.

Los encuentros se resuelven con brevedad, más dialogados que obrados. Para mí gusto falta una pizca de adrenalina, algo de tensión y de gusto, pero se lee bien.

"Lo bueno si breve dos veces bueno", pero a veces se puede pedir algo más (se supone que las entregas venideras ya lo dan con un metraje bastante mayor). Mientras no pierdan la esencia, por mí vale.

A Jade le falta un poco del carisma que tiene, por ejemplo, Kate Daniels (Ilona Andrews) o Mercedes Thompson (Patricia Briggs) y no hay, realmente, tensión sentimental/sexual de ningún tipo. Pero insisto, en 90 páginas no se puede pedir el novelón del siglo con un poco de todo y de algunas cosas más.

Valoración: me ha gustado. No es exigente, entretiene y pasas un rato distraído si no vas a salir de casa una tarde de fin de semana. Poco más (y nada menos).

En otras cosas...

He empezado "Efecto dominó" (Olivier Norek) y la cosa promete.

No he visto ninguna película destacable en esta última semana y en cuanto a series no termino de estar fino "Emerald city" no me termina de llegar (pero a "Erase una vez..." tampoco le encontré el punto nunca así que no soy de fiar en este tema), tengo pendiente "Notorious", no consigo arrancar con nada nuevo y tengo pendiente de rematar la primera de Daredevil (que disfruto pero en pequeñas dosis) y "Covert Affairs" (aunque saber que la dejaron sin cerrar al final de la quinta siempre me frena cuando me voy a poner).

De todas formas llevo unas semanas tontas, así que tampoco es que mi "brújula" sea muy de fiar.

 

 

 

miércoles, 19 de abril de 2017

La costilla de Adán - Rocco Schiavone, vol. 2


No sé si es correcta la frase "Antonio Manzini se cuenta entre los autores fijos que sigo porque me gusta mucho", pero puedo garantizar que "la serie de Rocco Schiavone es una de las series que más me gusta y llena de cuantas leo/sigo", sí que lo es.

Intentar explicar el por qué es algo así como tratar de hacer entender a quién no sabe lo que es te aporta una buena tortilla de patata con historia si no ha formado parte de todo el proceso.

En un resumen bastante sucinto de lo que aporta el conjunto de la novela podría estar hablando de  humor, emoción y moral como tres elementos (o alguna de las variantes) determinantes de mi relación con Schiavone.

Humor... Temo incurrir aquí en un error de bulto haciendo pensar a alguien que Manzini es Julio Muñoz Gijón y crea tramas con toques graciosos y alegres que convierten sus novelas en algo único y paródico.

Las novelas del italiano son serias en forma y fondo, de principio a fin, si bien por momentos (normalmente más al principio que al final donde entran en juego otras cuestiones) el lector puede disfrutar y sonreir con algunos de los diálogos del Subjefe (donde su insolencia se muestra en todo su esplendor), frases lapidarias para cerrar conversaciones azarosas o actuaciones canallas que rozan la chiquillada cuando quiere tomarse venganza (justa o no) en alguno de sus colaboradores por algo, alcanzando el culmen de la hilaridad con algún momento Jerry Lewis coprotagonizado por los policías D´Intimo y Deruta (que si no fuese porque cuando uno los ve en algunas ocasiones con su "auténtico" y lamentable rostro, serían hasta entrañables) e incluso el Castelle más prostático e incontenible (incapaz de estar en una escena de crimen y no orinar).

La gracia aparece pues como elemento para rebajar la tensión en una novela que nunca se acerca al thriller pero que sí que cuenta con un tono general bastante apagado, acorde con el estado de su protagonista, pero que su creador consigue aderezar (y adelgazar) con esos elementos "graciosos" que en ocasiones consiguen agrandar la media sonrisa hasta la carcajada más desinhibida.

Cada una de las novelas es reflejo de su personaje, que los acapara y monopoliza por carácter y carisma y claro, acaba siendo una novela gris, taciturna y melancólica como el interior de Schiavone, con escasos momentos para la felicidad (normalmente teñida de mucho recuerdo y tristeza agridulce) mezclados normalmente con una gran nostalgia hacia un tiempo pretérito donde era feliz en su querida Roma y, sobre todo, con su amada Marina, la mujer de su vida a quién aún hoy recuerda con viveza.

Ese tono melancólico crece paulatinamente con el paso de las páginas, apoderándose de la sensación global del conjunto, conforme aumenta la sensación de soledad (y cierto desamparo) de Rocco y esa de "persona que no se deja ir porque no puede pero que tampoco termina de estar ahí al 100%".

Al acompañarle cambiamos, pensamos y reflexionamos sobre la vida, nuestros propios "silencios" y los vacíos que nos conforman, las ausencias que notamos y la forma en que cambian y alteran nuestra vida. 

Vivimos su desamparo, su falta de emoción hacia situaciones, cierta apatía en su proceder y una tendencia manifiesta a mostrar el lado más alejado posible de la euforia. 

Curioso todo esto en un personaje "italiano" de un autor de igual procedencia, donde lo "Mediterráneo" parece haberse quedado en la Roma de su recuerdo y no en la Aosta de su presente, donde el clima frío e ingrato crea una sensación de recogimiento (en lugar de la expansión generado por el sol de la zona sur del país), de "no apertura", de carencia de vida en las calles y apatía en el espíritu que Schiavone pone de manifiesto de forma permanente.

Ni su amante, ni sus constantes referencias subidas de tono sobre distintas mujeres que se cruzan en su camino cambia esa percepción (aunque sí genera algún rechazo hacia comportamientos bastante sexistas) y cierta sensación de pesar se acomoda en el alma del lector durante toda la narración.

El tono se va volviendo más y más serio conforme avanza la historia y la/s trama/s de la historia van ganando peso específico y comienzan a mostrar su auténtica  cara, porque si algo tienen autor y personaje es mostrar a cada una de las personas que aparecen sin tapujos, maquillaje ni ambajes.

Tanto "Pista negra" como "La costilla de Adán" muestran una sociedad llena de aristas, donde no siempre es sencillo encontrar el equilibrio entre justicia y legalidad, en sus acepciones más amplias, llevando al lector a enfrentarse a su propio código moral y a decidir si en las mismas circunstancias habría obrado de modo distinto, con Marina representando en muchas ocasiones nuestro punto de vista en su particular valoración del proceder de su marido.

En global me parece una novela muy interesante, llena de matices, de lectura sencilla pero con mucho poso, donde el humor aligera pero no elimina el componente sombrío, con tintes bastante melancólicos y distintos matices. Una novela que genera espectación, introspección y autoanálisis a partes iguales en quien la lee y la disfruta.

Valoración: Me ha gustado mucho.

lunes, 17 de abril de 2017

The lies of Locke Lamora ("Las mentiras de Locke Lamora") - Gentleman Bastards, vol. 1


La Semana Santa ha pasado y no ha dado mucho juego salvo para leer con tiempo y ganas una novela aparcada hace mucho a la espera de encontrar el momento en que fuese posible ponerse a bloque con ella.

Como ha sido el caso estos días y mi estado de ánimo favorecía la inmersión en una novela interesante, intensa y larga, de esas que te absorben y no te sueltan hasta que acaba, eso sí dejándote algo extenuado ante el interminable sin fin de sucesos que acontecen.

Hacía bastante tiempo que buscaba una buena novela y, más en concreto, una de Fantasía que no recurriese a la versión más épica, que aportase y entretuviese, sin tener la sensación de que lo que tenía entre manos era un poco más de lo mismo. 

En ese sentido (y en otros muchos) "The lies of Locke Lamora" ha cumplido con todas las espectativas previstas y eso es muy de agradecer.

A favor:

Sensación de algo nuevo:

No es fácil con el volumen de novelas que hay publicadas (y que salen cada mes) se encuentre algo "distinto", bien construido y coherente, que te cautive desde las primeras páginas de la novela.

Una historia que, además, esté bien construida hasta el punto de que si la hubiesen narrado en la sociedad actual podría ser considerada novela negra (muy negra, eso sí) y que, en un entorno artifical (la ciudad de Camorr) creada por Lynch, funciona perfectamente como obra de fantasía y entretenimiento donde un "gran golpe" acaba convertido en algo secundario cuando el destino de una ciudad entera acaba depositada en manos de un pequeño grupo de "desarrapados" con código moral propio.

Ágil

Algo sorprendente si se tiene en cuenta el número de páginas que contiene y que la parte dialogada no es la dominante en la historia, pues paisaje, entorno e historia juegan un papel importante a la hora de entender todos los acontecimientos.

No pretendo engañar, el conjunto, una vez terminado es denso, pero es que si se quiere algo bueno, bien construido y encima breve... se mezclan varias tramas que van surgiendo sobre la marcha y pasan muchísimas cosas durante la narración y es poco a poco como todo cobra sentido.

Personajes carismáticos (y muy humanos) que se quedan en el recuerdo.  

Tyrion Lannister, Cersei, John Nieve, Tanis el Semielfo, Farth, El ratonero Gris, Sam y Frodo, Aragorn, .... Nombres para el recuerdo, personajes heróicos que enmarcan distintas épocas de la narrativa fantástica. Carisma plasmado en papel que te traspasa y llega, gente "mundana" que se convierten en héroes de masas por hacer lo que tienen que hacer aunque no se consideran preparados para hacerlo (ni para asumir el coste)... 

Aquí, un tremendo "Locke Lamora", genio y figura, con cierta tendencia a olvidar su posición relativa en el mundo, con código moral propio y un profundo sentido de pertenencia, que consigue robar el corazón del lector en los primeros compases de la novela y que no nos lo devuelve hasta el final de la historia, compartiendo el protagonismo (y el cariño del lector) con otros como Jean Tannen, Chains, los hermanos Sanza o el intrépido Bug, entre muchos otros que pueblan sus páginas.

Realista

Con todo lo que pasa o cae hasta el apuntador o...

Si te sorprendió la caída de Edark Stark nada más empezar "Juego de Tronos"... espera a leer esto. 

Sin sentimentalismos impostados ni "baratos"

Nunca tienes la sensación de que te estén tocando la "fibra" para sacar rédito. Al contrario, Scott Lynch quiere contar una historia y se dedica en cuerpo y alma a hacerlo, sin caer en tópicos manidos, figuras prefabricas o estereotipos baratos. Nada de lo que hay sobra y cuesta, una vez terminada la trama, encontrar algo que falte.

"El bien contra el mal"... 

Aquí no, gracias. 

Estamos ante una historia con un corte distinto, más del tipo "Farth y el ratonero gris" con personajes movidos por sus propios intereses (ludicos, sanguinarios, avaros...) sin poder encuadrar a unos y otros en ninguno de los dos lados definidos de la balanza. 

Al final "personas" movidas por su historia personal y su pasado, con las limitaciones propias de su entorno, cultura y vivencias. Real como la vida misma.

¿Y entonces qué voy a leer?

El momento en que cuatro fuerzas de la naturaleza, de distinta potencia y dimensión, colisionan frontalmente, poniendo a la ciudad de Camorr, si organización  y clase, su estructura y jerarquía patas arriba.

Bien llevada y eso que está narrada en distintos tiempos.

En una época en la que las narraciones en dos/tres tiempos como mínimo, con historias presentes y pasadas que guardan relación pero tangencial, Scott Lynch ha optado por apostar por una narración donde intercala la historia presente con la pasada de algunos de los Caballeros Bastardos para que el lector llegue a entender el por qué de su creación y su forma de actuar.

Narrada, eso sí, con la mirada puesta en la figura de "Locke Lamora" y, coyunturalmente Jean Tannen, salvo las contadas ocasiones en donde el autor muestra la situación en otro punto focal para recolocar la situación global del tablero de cara a lo que viene.

No es "Juego de Tronos" aunque haya muchos personajes, porque casi n inguno es protagonista y la narración, por muy centrada que pueda estar en uno u otro, no es narrada desde el punto de vista subjetivo de uno o varios de ellos.

Camorr.

Espectacular creación de Lynch, llena de matices, en una ciudad que desde mi desconocimiento sitúo con parte de la imagen de Venecia, sus arcos, puentes y distintas zonas.

Un universo cautivador pendiente de ser explorado.

Con elementos atractivos como los "Black alchemist", "Bondmagic", etc... la suficiente mística para crear un mundo interesante pero sin entrar en la saturación. Tan "mundano" en su construcción que cualquier amante de la buena literatura (incluso los que no son devotos de la fantasía) pueden encontrar aquí una buena novela con la que disfrutar.

Acción, intriga, pérdida...

Todo en su justa medida y con mesura.

Ni luchas titánicas que acaban destruyendo universos ni criaturas monstruosas y semi inmortales que aunque les pase un camión por encima se levantan como si no pasase nada.

Intrigas bien construidas, en un entorno cambiante donde unos y otros mueven ficha sin saber que ninguno es el único jugador de la partida.

Pero...

Uno directo: es laaaaarga. Lo que tiene una vertiente muy buena (tienes entretenimiento para rato) y otra mala, la extenuación (y el vacío) cuando la terminas si, como es mi caso, te acabas dando un atracón.

Uno indirecto: La serie son 7 novelas y van publicadas 3. La cuarta, que estaba prevista para este año, se retrasa al año que viene... y espero no vivir algo parecido al efecto "George R R Martin" aunque sólo sea porque Scott Lynch es mucho más jóven y aún no se ha enriquecido con la tele (aunque tiempo al tiempo)

Como contrapunto... esta primera entrega es autoconclusiva y todo lo que se trata acaba por tener su punto y final lo que permite dejar todo cerrado a falta de lo que esté por llegar.

Valoración: Me ha gustado mucho.

En otros ámbitos:

La vida no me da para mucho. 

"Lethal weapon" (que ha sido toda una sorpresa con un Clayne Crawford tremendo) terminada con un cliffhanger que lo deja todo en el aire a la espera del retorno la temporada que viene.

Y poco más...

 


miércoles, 12 de abril de 2017

Asesinato en el Jardín Botánico - Lorenzo La Marca, vol. 1


Hacía tiempo que quería volver a la novela negra mediterránea, esa con algo de componente social, con un poco de comida, de sol, de distracción... menos negra y más cotidiana.

Voy detrás de "La costilla de Adán" de Antonio Manzini desde hace más de un año (desde que leí "Pista negra"), pero he querido dejar tiempo para que no fuese muy seguido y ahora, cada vez que me planteo empezarlo, siempre surge algo que hace que lo postergue un poco.

Esta vez ha sido la irrupción de esta novela publicada aquí 20 años más tarde de la edición original, primera de una serie de novelas negras protagonizadas por Lorenzo La Marca, profesor universitario, que se ve inmerso, en ésta, en la investigación de la muerte de un antiguo compañero y amigo de la juventud.

Es un tipo de relato peculiar, muy del corte de Andrea Camilleri (qué además lo cita como referente en su biblioteca), aunque más que la crónica de una investigación es el diario de unas semanas en la vida de La Marca, por mucho que siempre está presente el interés por resolver el misterio pero es más hilo conductor que trama principal.

Es una obra ligera en la forma, de lectura sencilla y cómoda, que sólo se ralentiza por las continuas citas, referencias y disrupciones que adornan la narración con profusión, asociadas a situaciones y momentos literarios, históricos, musicales o cinematográficos que su protagonista evoca al vivir determinadas situaciones. 

Como persona que incorpora en su propio discurso (y por desgracia en su pensamiento) esas mismas disgresiones reconozco que la lectura me ha parecido muy entretenida y didáctica si bien confieso que en cuestiones tangenciales (que no alteran el sentido de la novela) me he perdido algo  de su valor al no tener el bagage suficiente para seguir todas las referencias a la cultura e historia italiana y que, en otras, no he sido capaz de captar en su totalidad todo el sentido por una mera cuestión generacional.

Es una novela de lectura rápida en la que curiosamente cuesta entrar, porque es un estilo tan marcado desde el principio, sin una introducción paulatina y con las continuas disrupciones en la narración, que exige un esfuerzo adicional al lector, que no sabe de qué va todo eso pero, una vez pasado ese primer tramo, le coges "el punto" a La Marca, a su humor, a la forma en que se relaciona con sus amigos, a su extraña historia con Michelle, a su proceder hasta cierto punto anárquico, su peculiar forma de entender el mundo y su vertiente más peleona e irrespetuosa.

Para mi gusto a su protagonista le falta un poco para estar a la altura de otros referentes italianos como "el" Rocco Schiavone (de Antonio Manzini), "el" Montalbano de Camilleri o "el" Guido Guerrieri de Carofiglio. Es más cargante, a ciertos niveles algo petulante y recargado, careciendo del punto intimista que aporta Guerrieri, del humor cínico-ácido con frescura de diálogos de Montalbano o de la coherencia global dentro de la moral peculiar que ostenta Schiavone.

Quizás defina más la sociedad italiana a grandes rasgos que alguno de los anteriores al dotar de más "realismo" a sus secundarios, con diálogos menos brillantes pero con una definición más clara de todos ellos y, sobre todo, un perfil menos extremo/caricaturesco en algunos casos. Ni el tonto es "tan tonto", ni el "malo" lo es tan definido, ni...

En resumen.. me ha faltado algo de chicha, algo de chispa y un punto de gracia fácil y me ha sobrado "una poca" cultura/referencia para que la sensación fuese más redonda pero en global es una lectura entretenida y curiosa, de personajes y diálogos, de silencios y sospechas pero siempre en un clima mediterráneo donde la comida, las terrazas, el sol y la familia tienen también su reflejo, incluso en el carácter de los personajes.

Creo que gente de la generación de mis padres, que vivieron/presenciaron/colaboraron en las revueltas de mayo del 68, pueden encontrar más puntos en común con La Marca y sus referencias y encontrar en la novela no sólo un ejercicio literario sino nemotécnico que les lleve a recordar y disfrutar de recuerdos y vivencias similares aunque en entornos distintos. 

A mí me ha faltado ese punto para, quizá, poder empatizar algo más con él y generar entonces otro punto adicional de vinculación con la obra.

De novelas que han pasado por aquí quizá por tono y ritmo (aunque con muchas menos disgresiones), lo más parecido haya sido "El nacimiento de Cupido", aunque el personaje de Eugenio Fuentes tiene algo más "asible" que La Marca, por lo menos en los primeros compases de la novela.

Valoración: A pesar de todos los "aparentes" peros... me ha gustado.

Otras cosas... otros ámbitos...

En música ando algo disperso, descubriendo a Dua Lipa (disfrutando más de sus canciones en solitario que las colaboraciones) desde el "Blow your mind (mwah)" a cualquier de sus covers, con mención especial al "All of me" de John Legend y al "The hills" de "The weekend".

Con otro aire y un sonido que me activa mientras me recuerda en algo a Adam Levine, Anne-Marie "ciao adios" o el sonido diferente de Bombai con Bebe en "Sólo si es contigo".

En cine... saturación con Samuel L. Jackson en dos películas distintas y papeles igual de "pasados", "XXX: the return of Xander Cage" (que se queda muy lejos de la primera entrega de la serie) y "Kong: Skull Island" (que en general me gustó pero acabé del susodicho hasta las narices...)

lunes, 10 de abril de 2017

Secretos imperfectos - Sebastian Bergman, vol. 1


Ponían la serie realmente bien, mejor la segunda entrega que la primera, pero con el prestigio que Hjorth y Rosenfeldt se han ganado como guionistas de "Bron".

Reconozco que esperaba algo más, bastante más que un aprobado o un bien. Quizás, más que nota, esperaba sensación de nuevo o de flechazo, algo que me llegase y me llenase, que me ilusionase y me hiciese seguir queriendo más y más. Hace un tiempo que no experimento algo parecido con una novela y empiezo a echarlo de menos. Los libros se suceden y, a veces, con excepciones contadas ("Love, Rosie"), da la sensación de que sólo cambian las carátulas y todo se mueve dentro de la misma linealidad.

"Secretos imperfectos" es una buena novela, que gusta pero que, al menos a mí, no llega. Se queda en una zona intermedia, agradable pero poco agradecida en la que pasas las páginas sin sentir, a la espera de ver lo que sucede, sin espectación alguna.

Es una novela sin tensión, como si estuvieses viendo un documental, sin vida, sin sentimiento, sin alma.

Hay varios personajes, la mayor parte del Grupo de Homicidios, y entre todos plasman (creo que bastante fiablemente) lo que debe ser el curso normal de una investigación, con sus aciertos, sus fracasos, sus frustraciones, el factor tiempo, el lado humano, los problemas de convivencia, las relaciones y disfunciones internas, etc... pero a los personajes, a todos ellos, les falta punch, carecen de chispa y de carisma es... demasiado "de novela"  y nunca te sumerges.

Sebastian Bergman, el gran protagonista, aporta algo más y, en ocasiones, llega a ser/obrar de forma antagónica, pero se queda también en tierra de nadie... demasiado Sebastian a veces para ser algo natural y demasiado poco en otras en las que posiblemente sí que habría sido posible que diese algo más. No termina de definirse, no termina de comportarse como "sería coherente" y en esa dicotomía entre lo que promete y lo que no llega a ser el lector pierde parte del atractivo que, sobre el papel, tenía.

Lo demás es un más de lo mismo, con otros formatos, con un corte menos social que las novelas mediterráneas y menos humano y quizás menos "asible" para alguien con otra cultura y forma de entender las relaciones.

No es "Secretos imperfectos" una novela nórdica escrita por alguien de fuera, sino por un/os nordico/s, y eso se nota. En el planteamiento, en el tratamiento y en todo lo demás.

Valoración: está bien.

miércoles, 5 de abril de 2017

Alcatraz Vs the evil librarians - Alcatraz series, vol. 1


Hoy no creo que me alargue mucho, la novela no da para demasiado.

Trataré de ser justo y exponer los dos problemas gordos que he tenido con esta novela:

Es una novela de Brandon Sanderson o, al menos, firmada por él y eso para mí significa muchas cosas. Originalidad, intriga, sorpresa, espectación, imaginación... nada o casi nada de lo que luego aparece en la novela y eso genera una enorme decepción. 

Si las novelas anteriores de Sanderson son algo épico que deja un recuerdo memorable en el recuerdo, esta no. Lo que en las demás entregas es ilusión aquí es decepción, la evasión de visitar lugares desconocidos e ignotos se queda aquí en una revisitación del mundo actual (curiosa hasta cierto punto, pero algo ingenua para un autor que sorprendió a propios y extraños con obras como "Elantris", "Nacidos de la bruma" o "El alma del emperador").

El estilo narrativo y la propuesta literaria son más bien flojas, carentes de la magia y el embrujo que siempre le han caracterizado, sin ese sello que para mi gusto le convierten en uno de los referentes más potentes del género en la actualidad.

Una "Young adult" demasiado "Young" y poco "adult" para mi gusto. El segundo problema y también inesperado. El Potter de Rowling era una novela con jóvenes pero asible por los adultos, más conforme las novelas iban avanzando y sumergiéndose en la oscuridad. Esta entrega es demasiado light como para considerar que apunta maneras o que es el primer paso de una gran seríe, por mucho que varias de las críticas que he leído la pongan muy bien. Evidentemente dentro del género pueden serlo pero como adulto... en una línea imaginaria que separe la literatura adulta de la infantil a la que llamásemos "Young adult", en donde el "Percy Jackson"  de Rick Riordan sea el ejemplo tipo de lo que puede estar bien para chavales y aportar algo a los adultos (aunque sea para aquellos que hayan disfrutado en su día con la mitología clásica), "Alcatraz vs the evil librarians" está cláramente más hacia el lado infantil, carente de la chicha necesaria para enganchar a un público adulto o veinteañero.

Con estos dos handicaps, difícil encontrar mucho que llevarse a la boca. Me falta demasiado de lo que me gusta y considero mínimo como para hablar mucho.

Recuerda, con muucha lejanía a la prosa y tipo de construcción de la serie de Thursday Next de Jasper Fforde, si bien esta es mucho más exigente a nivel intelectual, más "currada", con un número muy elevado de referencias literarias e históricas y un derroche de imaginación muy superior, que sí exigen al lector y le permiten disfrutar de un divertimento como no se conoce otro en la literatura actual.

Esta entrega de Sanderson se queda muy corta en su intento de ocupar un plano similar, como cuando Ícaro mide mal sus fuerzas y se queda a medio camino de su sueño, la sensación es que personaje y trama se quedan a medio construir, a medio hilvanar, lejos de cualquier posible meta. Un híbrido entre el cuento infantil y la supuesta novela para jóvenes con visos de ser algo más.

Los personajes carecen de carisma, son bastante planos y permanecen siempre circunscritos a roles y perfiles muy planos. 

La trama apenas tiene complejidad y la escisión realidad-mundo de los libreros, es bastante exigua y ofrece muy poco juego.

El lenguaje y  la prosa ofrecen también bastante poco.

Y las páginas se suceden sin llegar a sentir ese "algo" que hace que te enganches con locura a la lectura, lo que aún dificulta más culminar la novela.

Así que termino su lectura bastante desencantado, con algo de frustración y pocas ganas de darle una oportunidad a la segunda de las entregas, visto lo visto.

Valoración: No está mal. Si eres muy joven, esperas poco y te estás introduciendo. Si eres adulto... no la cojas. No podrás decir que es mala, sin más.

P.D: comienzo "Secretos imperfectos" con la esperanza de que su longitud se vea compensada con una trama a la altura. Empieza a ser necesario dar con una serie de dos o tres novelas que permitan coger impulso y ánimo para que la lectura sea algo más que un burdo automatismo.

domingo, 2 de abril de 2017

"Love, Rosie" o "Donde termina el arcoiris"



Mi historia con "Love, Rosie" comenzó hace algo más de dos años, cuando salió la película. La ví, la volví a ver... lo hice una tercera vez.... y, tras localizar el "based on the book..." conseguí la novela original.

Tras un año de vacancia, comencé su lectura pero tras cubrir las primeras 60 páginas, descubrí que me hacía sonreír pero que no conseguía arrancar el instinto de ir a por todas con él y lo dejé apartado pendiente de, quizás, un momento mejor.

Ha pasado más de un año desde entonces y siempre lo he visto en mi biblioteca, lo colocaba para tenerlo en la terna final pero nunca lo acababa cogiendo... demasiado largo, conocía la historia, no quería realismo... mil y una excusas para no elegirlo.

Hace poco más de tres días me decidí a darle la oportunidad. Con miedo, no paso por el momento más centrado de los ultimos tiempos, así que ni por temática, ni por idioma ni por longitud tenía claro si realmente conseguiría llevar su lectura a buen término.

Las dudas se apagaron el segundo día cuando conseguí pasar el momento en el que me quedé la vez anterior. Ese en el que la novela diverge un poco de la película y te puedes enganchar tranquilamente sabiendo que lo que lees no lo has "visto" todavía o no así.

Dos días más tarde, tras un empacho de proporciones épicas aprovechando un fin de semana algo anodino y la necesidad de aprovechar la coyuntura para saldar esta deuda pendiente, sólo puedo decir que no me equivoqué cuando lo compré, aunque no sé si mi estado de apatía se debe en parte a la novela.

Voy por partes.

Por estilo es una de las novelas más ágiles que se pueden tener en las manos. Epistolar no se ajusta a su contenido pero sí muestra una idea clara, casi toda la novela (menos el último capítulo) consiste en una sucesión de escritos (que van desde cartas a notas de papel en clase) entre los dos protagonistas o alguna de las distintas personas que les acompañan durante un periplo de varias décadas.

Es una novela carente prácticamente de descripciones, sólo las justas para que quién lea la carta se sitúe en un hecho concreto. Es en los cambios de personajes y puntos de vista como su creadora consigue hacernos llegar la complejidad de cuánto acontece, la idea global de las mil historias (y vicisitudes) que acontecen en la vida de sus dos protagonistas principales (Alex Steward y Rosie Dunne, en quién se centra el núcleo duro de la novela).

Es una novela extremadamente realista que muestra el día a día de todos nosotros a lo largo de un periodo de tiempo extenso, por lo que uno debe ir mentalizado a que no se trata de una comedia al uso, sencilla y sin complicaciones, que se deja una vez terminada sin que te haya hecho pensar. O, al menos, yo no he sido capaz.

Me ha sorprendido mucho el ver parte (si no todas) de mis reflexiones personales en boca de varios personajes. Consejos que en un momento dado en situación similar hasta dado (o recibido), quejas sobre el sinsentido que es en muchas ocasiones la vida, la ruptura con conceptos como felicidad absoluta, como que la vida te recompensa, que todo llega, que hay un momento en que la llegas a entender, que llega el día en que ves como tu esfuerzo fructifica, que todo se puede explicar, que lo malo ha sido buscado y que si obras bien al final obtienes tu recompensa.

Leer sobre todas estos temas sin que quién lo haga te esté intentando convencer de nada es muy de agradecer, intentar pasar por su lectura sin que algo se remueva dentro es harto complicado. Vida, muerte, amor, soledad, amistad, frustración, rabia, desencanto, engaño... todo tiene su momento en una novela que está muy lejos de caer en el paroxismo propio de telenovela mala. Los personajes que Ahern pasea por su obra son tan mundanos y cotidianos que casi es posible ponerles cara y nombre próximos a nosotros, sus sentimientos, emociones y afecciones son tan "creibles" que te llegan solas, sin necesidad de que ninguno de los personajes haga alardes de nada. Sus "errores" son los nuestros, sus "aciertos" en muchos casos ni siquiera llegan a tener el brillo del héroe literario y tienen más de breve remanso en una vida tumultuosa que de uno más de muchos momentos brillantes (igualito que los del resto). Y todo crea un todo coherente, perfecto en la infinidad de imperfecciones, aristas y carencias que el día a día nos ofrece a cada uno de los que tenemos la suerte de vivir.

El núcleo es la relación entre Alex y Rosie, cimentada a los 7 años y sometida a mil y un requiebros, aciertos que no fructifican y errores que les paralizan, acumulando un sin fin de momentos memorables que resulta muy díficil olvidar una vez los has leído.

Y es que "Love, Rosie" tiene algo de "cotilleo de diario", de intromisión en sentimientos ajenos y quizás por eso gusta tanto. No vives las cosas directamente sino contadas a posteriori por alguno de quienes lo han vivido y se entremezclan las opiniones.

El amor aparece de mil formas y muestra todas y cada una de sus caras, lejos de los relatos idílicos de otras obras, mostrando algo mucho más terreno, tanto que en ocasiones olvidamos lo que realmente es (o debería ser) y asumimos que es un estado mucho más próximo a un entendimiento bien llevado que a algo más visceral e íntimo.

Todo esto aparece relatado en la obra, de por sí extensa, amena aunque con algún tramo que se hace algo duro de seguir, en el que quien no haya visto la película tendrá la suerte de no poder ponerle cara a los protagonistas y vivir el relato en su plenitud desde un punto de vista subjetivo.

Yo no he conseguido quitarme a Sam Cafflin y Lilly Collins de la cabeza en toda la narración, en distintas versiones y edades, quizás porque estuvieron bien elegidos desde el principio (quién sabe), pero reconozco que a muchos otros personajes he ido poniéndoles cuerpos y caras muy british, con recuerdos de películas como "Notting Hill" o "Cuatro bodas y un funeral".

He buscado imágenes de las distintas zonas de Irlanda que aparecen mencionadas, he seguido sus andanzas y he querido a sus personajes. Y, aunque sólo fuese por eso, ha merecido la pena.

Como digo, quizás por mi situación personal (o sea mérito intrínseco de la novela), he acabado interiorizando alguna de las charlas, recordando momentos de mi vida, situaciones pasadas y presentes, experimentando un montón de emociones encontradas y analicé distintos momentos y decisiones.

Dentro de eso que llamo "Novela contemporánea", "Love, Rosie" tiene un punto intimista del que muchas otras carecen. Muestra personas en entornos reales, con emociones y sentimientos creíbles, que te hace viajar por lo que los anglosajones llaman "Memory lane" y Carina, el baúl de los recuerdos y eso, dependiendo el momento en el que estés es bueno o no tan deseable.

Para mí el conjunto sitúa esta novela a la altura de novelas que me han impactado mucho como "La mujer del viajero en el tiempo" o "Juntos, nada más" pero incorporando una mayor carga emocional por el viaje interior que te puede llevar a hacer. Con esta novela no he sentido la necesidad imperiosa de llorar que hace años me generó "The notebook" de Nicholas Sparks (o "Mensaje en una botella") pero me ha generado un mayor nivel de agitación emocional, por mucho que durante su lectura la sonrisa y algún amago de carcajada a aflorado por si sóla.

Valoración: me ha gustado mucho.

P.D: No he revisado el post. No lo he releído. Quizás mañana. Si hay algún contrasentido, alguna inconsistencia, algún error ortográfico, mañana será otro día, hoy se trataba de escribir lo que me ha movido la lectura antes de que mi cerebro empiece a limitar (adulterar) su recuerdo.

En otro orden de cosas...

Esta noche volveré a ver la película dos años más tarde. Aún no estoy preparado para despedirme de Alex y de Rosie.

Repaso mucha peli antigua con recuerdos en las últimas semanas, quizás por eso menciono poco cine por aquí últimamente, pero sí quiero mencionar a una artista, Vanesa Martín, que descubrí tras mucho tiempo buscando una canción que oía pero no era capaz de situar y que a día de hoy, con "Munay", se ha convertido en una de las voces que más me evoca en el día a día y que escucho con más asiduidad junto a un Manuel Carrasco que con canciones como "Ya no" o "Uno x uno" me ha sorprendido enormemente.

Cualquier día de estos me atrevo con "Me before you" de Jojo Moyes o "One day" de David Nicholls.