sábado, 31 de diciembre de 2016

The palace job - Rogues of the republic, vol. 1


Último post del año... vamos a ello.

Empiezo por lo negativo, que así terminamos bien:
  • Éste no es el libro que tenía en mente: Es una historia larga que se resume en bastante tiempo detrás de "The lies of Locke Lamora" ("Las mentiras de Locke Lamora"), de la serie "Los caballeros bastardos". Ponen muy bien toda la serie y las sinopsis y cuanto he leído hablan de una novela bien construida, interesante y, por algún extraño motivo se me ha metido en la cabeza que realista, aunque estemos hablando de una novela de fantasía.
  • Es una novela que empieza lento, cuesta meterse y situarse. Muchos personajes, ambientaciones distintas, apenas descripción o explicación de la situación global. Antes de calentar empiezas a correr y claro, no disfrutas del ejercicio pero es cierto que hay dos elementos a tener en cuenta para ser justos: si no es un mundo fantástico muy básico suele costar meterse en faena en cualquier serie/novela del género que se precie y, lo más importante, por lo que quiera que sea llevo un par de semanas que las novelas que leo me resultan lentas, me cuesta entrar en situación y arrancar bien, así que puede que no todo sea culpa del texto.

  • El tema del humor es muy personal y ésta es una novela que se supone que alcanza su máxima expresión cuando te toca la tecla y logra arrancarte sonrisas, risas y carcajadas. No ha sido mi caso. Para mí ha sido una lectura cómoda y rápida, con un tono leve que salvo en una ocasión no ha conseguido el objetivo inicial y creo que por eso no la he disfrutado del mismo modo que sus defensores. Debí darme cuenta de que por ahí no íbamos a ir bien viendo la referencia a Douglas Adams y su "Guía del autoestopista galáctico" pero no me fijé lo suficiente.
Aclaración para ser justos 😉: Debo destacar que en el tema del humor debo ser complicado de complacer, ya que no termino de encontrarle el punto (o directamente no lo tienen....) a Douglas Adams o Terry Pratchett. Algo mejor me ha ido con Christopher Moore, aunque no mucho mejor.

  • Quizás la parte que más me ha fastidiado y que me ha estropeado un poco el final, esa idea tan de moda en el género fantasy (y Urban Fantasy) de que todo tiene que acabar siempre "bien" de alguna forma, con ese efecto Bola de Dragón en donde en esos mundos existen criaturas de poderes y facultades casi infinitos pero que en frente siempre hay gente capaz de igualar y emular sus singularidades. 
Aclaración y defensa del bloggero😓 (si es que cuando me vengo arriba...): No soy fan de las tragedias ni las busco a destajo pero sí que es cierto que cuando se enfrentan fuerzas ultrapoderosas espero algo de drama, de bajas, de.... Ejemplo fácil: "Los siete magníficos" (hablo de la versión nueva pero me sirve para la antigua), si un pueblo de campesinos y granjeros con 7 pistoleros al frente se mide a una hueste de mercenarios ultracompetentes que les superan en 10 a 1, es normal (y necesario) que alguien caiga por el camino, por mucho que luego te entristezcas.



Sirva como ejemplo de esto (y de muchos otros), "The builders", de Daniel Polansky, que leí hace unos meses y me fascinó (a ver si encuentro el momento para comentarlo) o "Bone and jewel creatures" de Elizabeth Bear, en una versión algo menor pero también más breve (es una novella o un relato corto).
  • A Loch se la comen varios de sus compañeros de reparto. ¿Alguien se imagina a Murdoch quitándole el protagonismo a Anibal?
  • Su narración tramposa, donde estás con los protagonistas y sabes lo mismo que ellos mientras viene bien y no lo estás cuando Weekes quiere crear un golpe de efecto (o lo que él entiende por tal).
  • Cierta sensación a deja vú durante la lectura, con similitudes con otras obras pero no tan claras como para ... eso sí, durante la mayor parte de la lectura y, fundamentalmente, en la figura de Hessler, la sensación constante de estar en el Katty Jay de Chris Wooding.

Y ahora lo positivo...

Es muy dinámica, ágil y va in crescendo. Cierto que cuesta meterse en la trama pero cuando lo haces no te suelta, eso sí, hay que tener paciencia al principio.

De la pléyade de personajes que se pasean por la historia hay alguno que merece bastante la pena, con carisma y muy identificables, de esos que cuando terminas la lectura y pasa el tiempo siguen en el recuerdo (Kail y su bocaza, Ghylspwr (quién no prefiere a éste martillo parlanchín al Mjolnir de Thor) o Icy, ese híbrido entre Masacre con código ético y el Karl Ruprecht Kroenen de Hellboy.

Alguna reinvención, como la de los elfos y sus peculiares naves voladoras.

La sensación con que acabas la novela, que es bastante mejor a la que esperas durante su lectura.

Valoración: Está bien.

"Está bien" es a donde llegas o en donde te quedas con varios personajes curiosos pero una obra llena de clichés, o al menos donde lo haces si en frente se encuentran "The spirit thief" de Rachel Aaron (comentada en un futuro) o la serie de novelas de Amra Thetys (Michael McClung), que sí que son novelas que me han gustado, sin llegar, eso sí, a ser algo notable.

Para mí le sobra la sensación de parodia pero va en gustos.

P.D: sé que termina el año y que se quedan novelas sin comentar, también que ha sido un año con bastantes post (lo que me alegra bastante) y bastantes visitas (lo que os agradezco a todos, a quienes pido además disculpa por no estar siempre fino a la hora de comentar).

¿Qué si habrá premios este año con categorías inventadas? veremos, dependerá de cómo me trate la vida los próximos días.

Otros ámbitos, otras cosas:

"Los siete magníficos", una peli bastante decente, entretenida, coherente y bien llevada. Difícil hablar de actuación cuando todo son tiros pero me quedo con Chris Pratt (que desde Everwood no me había agradado especialmente) y Haley Bennett, que me ha sorprendido bastante.

Si visitas Lisboa, aunque sea fugazmente, aprovecha para visitar "El mapache", de Bordalo II, en la parte posterior del Centro Cultural de Belem, sorprendente y muy curioso cuando se puede ver desde un lateral para poder valorarlo en su justa medida.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Extranjero en Amsterdam - Amsterdam cops misteries, vol. 1


El universo literario es vastísimo, lleno de opciones.

En el post de ayer hablaba de un libro vertiginoso, ágil, dinámico, duro y construido a partir del diálogo y la interacción de personajes. 

Hoy toca hablar de una novela más sobria, pausada en el desarrollo y en la forma , con el tiempo como uno de los factores determinantes.

"Extranjero en Amsterdam" no es fácil de leer. El comienzo es lento y hasta casi la mitad de la novela apenas hay algo que llevarse a la boca y la lectura es áspera. A partir de ese momento, sobre todo en las últimas 100 páginas, cobra otro cariz, es más distendida, tiene algún detalle que te hace sonreir y, al menos, ya sabes qué es lo que está pasando y de qué va la cosa.

En conjunto adolece de protagonistas carismáticos que gusten y te permitan identificarte con ellos. Grijpstra y de Gier son asperos para el lector, herméticos, estoicos y algo indolentes, con escasos retazos de sí o de sus vidas que nos permitan construirlos con detalle, a penas como hombres de los años 70, parcos, lacónicos y ligeramente machistas.

Uno de los grandes problemas de la novela es que tiene unos cuantos años y no ha terminado de envejecer bien. 

Siempre es curioso conocer Amsterdam, un sistema policial construido con voluntarios, cuestiones raciales que en cierto momento afloran, pero no es una novela de corte social, nada detallista y son apenas pinceladas de la realidad las que nos muestran.

Los personajes están algo desactualizados en general en cuanto a forma de pensar y actuar, demasiado clásicos para mi gusto, lejos incluso del Martin Beck de Wahlöö y Sjöwall (contemporáneos, con quienes comparte la idea de mostrar el desgaste que el paso del tiempo ocasiona en las investigaciones y la manera en que narra el discurrir de la investigación) que, con alguna salvedad, tiene un carácter y una construcción más moderna.

Salva la novela el tramo final, donde el protagonismo recae en Van Meteren, un papúa instalado en la ciudad holandesa a través de cuya mirada podemos conocer la sociedad de entonces y los problemas de un extranjero en una ciudad, a priori, amigable.

Los cruces entre Van Meteren y de Gier no están mal, mustran un perfil del brigada algo más humano y contribuyen a dirigir la novela hacia un final, ligeramente gracioso que nos deja con un buen sabor de boca que acompaña los últimos compases de la novela y nos lleva a dejar en la recámara la opción de dar una segunda oportunidad a la serie.

Supongo que una de mis tías diría que es una lectura para desengrasar, una medianía no tan mala como para relegarla al olvido pero nada potente, como para tenerla como algo más que eso, una mera distracción, lo suficientemente breve como para no molestar.

Valoración: está bien. (Sin más).

domingo, 25 de diciembre de 2016

"The kings of the cool" o "Los reyes de lo cool" - Salvages, vol. 1


Se acerca el final de año, se acumula el cansancio, el trabajo exige aún más,  hay que pensar y localizar los regalos y el tiempo escasea... y como los objetivos fijados para el año no siempre se han cumplido y la fecha límite se acerca me lancé a cumplir una de mis premisas, leer algo más de Don Winslow este año.

Lo normal, tal y como se ha desarrollado el año literario, sería haber leído "El Cártel", que está de moda, es ensalzado por la crítica y no deja de ser la secuela de la que para muchos es su mejor novela y una de las mejores de lo que va de siglo, "El poder del perro". 

Mi elección, sin embargo, ha sido: "The kings of the cool", la precuela que sacó algunos años después de escribir "Salvajes", para mí gusto su obra más personal y, de largo, la más redonda. 

Tras su lectura tengo la sensación de que no me he equivocado en la elección, ha sido lo que esperaba y ha sido capaz de superar mis miedos.

Muy buena novela a la que para ser un novelón en toda regla le sobra un poco del tono lento y pesado que caracteriza a su creador y que utiliza siempre para explicar, de forma novelada, la evolución de un entorno (en este caso Laguna Beach) y mostrar la evolución sociopolítica distinta a la que se muestra en los libros de estudio, centrada en cómo se ha gestado la evolución social con la irrupción de las drogas, la evolución de la zona, la forma en que contribuyen, limitan o condicionan el desarrollo de la misma y detalla toda la infraestructura que hace posible su asentamiento (incluyendo la red de corrupción que se monta para soportar y mantener ese sistema, desde la llegada de grupos mafiosos a toda la red de abogados, policías, jueces y secuaces que son imprescindibles para que puedan proliferar).

A los lectores más acérrimos de Winslow esa forma de escribir les debe parecer su mejor versión, la misma de la que hizo gala en "El poder del..." y que siempre muestras en sus novelas en un momento u otro. 

Personalmente hay una parte que reconozco que es muy didáctica y necesaria para entender cómo funciona todo, que en su justa medida agradezco y me parece interesante pero que, si por lo que sea, se alarga demasiado acaba por cansarme un poco como lector (¿menos es más?) y quizás por eso las novelas con menor número de disgresiones (que en este caso normalmente son temporales) son las que más me gustan. Es el caso de "Un soplo de aire fresco", "El club del amanecer" y "Salvajes". 

Siempre tengo la sensación que sin tanto flashback y manteniendo el foco en la trama principal, el ritmo es más alto y la lectura más ligera, permitiendo, además, una visión de los personajes más íntima, sin que tengas la sensación de que están puestos ahí casi como figurantes en un documental.

De entre las tres, "Salvajes" me parece la más destacada, quizás porque en ella se muestra otro parte del mundo de las drogas, que no suele ser explicada, muy cruda y cruel pero a la vez real y pragmática.

No se trata tanto de la construcción de todo un mundo y la estructura de poder que la sustenta como de la recreación de un pequeño ecosistema con tres personas en su núcleo, con un detalle claro de sus interrelaciones y el mundo que han construido y lo que pasa cuando algo ajeno a ellos se entromete en sus vidas alterando su mundo a nivel personal y profesional. Un algo inevitable por el mundo en el que habitan, que nos traslada en una tragedia griega de proporciones épicas, que encuentra su desenlace final en "Salvajes" y que ahora, en "The kings of the cool", nos muestra lo inevitable de su sino.

La narración es directa, honesta, dura, con un lenguaje muy ágil y descripciones someras, donde son los hechos y la introspección de los personajes lo que los define permitiendo resumir todo a lo más esencial en capítulos que apenas ocupan una hoja (a veces apenas unas líneas) y que nos permite recuperar a los protagonistas de la anterior novela y, con ellos, las sensaciones de entonces. 

Supongo que la lectura de la historia cambiará si has leído o no la segunda parte antes, ya que sabes cómo acaba la historia pero, con todo y con eso, una lectura imprescindible. 

"Salvajes" tiene sentido por si misma. Es autoconclusiva y posiblemente no era necesaria una precuela (estos mismos pensamientos los he experimentado yo estos años mientras me decidía a leerla o no) pero ahora, tras haberla leído, creo que sirve para explicar alguna cosa más y entender mejor lo que mueve a los tres protagonistas y por qué al final actúan como lo hacen, hasta el punto de que leídas las dos novelas (con "Salvajes" pendiente de ser releída para poder disfrutarla en toda su magnitud) entiendes/compartes parte de las decisiones (si no todas) que adoptan Chon, Ben u O durante la historia y el cómo y el por qué de un destino escrito desde el principio.

Valoración: Me ha gustado mucho.

P.D: Si no has leído "Salvajes", aprovecha y lee las novelas en el orden real, ahora que ambas están publicadas. 

En otros temas... si queréis escribo sobre ropa, zapatos y demás elementos susceptibles de ser regalados en estas fechas navideñas, que es a lo que he dedicado el poco tiempo libre que tenía disponible, porque, poco más he podido hacer. Eso sí, he recuperado "La deriva" de Vetusta Morla, como música de fondo de algún rato libre que he tenido.


viernes, 9 de diciembre de 2016

Amigos hasta la muerte - Bodenstein & Kirchhoff, vol. 2


No he encontrado la primera novela de la serie traducida al español.

Ví  eso de "Por la autora de Blancanieves debe morir" y pensé "tate, ese es el primero", pero no importa donde miraba decían que era el cuarto de la serie. Sí, no es que tenga mucho sentido que entonces se ponga ese subtítulo a la segunda entrega pero claro, como aquí se publican las cosas en el orden que quieren...

Entiendo que no voy a explicar a ningún editor como hacer su trabajo pero la frustración con este tema me ha hecho tomar medidas al respecto. A veces no he comenzado series de las que se hablan maravillas porque no está publicada la primera entrega, otras he parado a la espera de que llegase la publicación y en otras acabas teniendo que buscarte las castañas con publicaciones en otros idiomas (en mi caso inglés) para poder ser coherente.

Y sí, sé que no siempre es necesario que estén publicadas todas pero me parece mal que por una mala gestión un conjunto de novelas que tienen un hilo temporal definido y en los que los personajes van cambiando por lo que sientes/experimentan/viven, acaben convertidas en textos independientes y deslabazados. 

Y para muestra un botón... si quiero seguir a Karin Fossum en español, si no me equivoco con el orden en el que fueron publicadas (primero, segundo, tercero, cuarto, décimo y sexto), tengo que aguantar: la irregularidad en la publicación, el que haya novelas que no se publiquen y el que se hagan en orden aleatorio, por lo que cualquier posible evolución personal de Konrad Sejer desaparece y lo que me encuentro es surtido (sin publicidad añadida, jeje) de historias sueltas que no permiten un disfrute completo. Y eso que en muchos sitios se habla de Fossum como "la reina de la novela negra noruega"... imagino que la princesa no verá publicado nada más que los títulos impares.

Algo parecido pasaba con Jo Nesbo que vio como se publicaron las novelas del 3 al 7 antes de que hubiese opción de conocer a Harry Hole desde sus orígenes. En este caso esperé tras haber leído las dos primeras novelas publicadas (tercera y cuarta) a que apareciese la primera para continuar la serie. Ha tardado así que espero que merezca la pena. En no mucho aspiro a que "Murciélago" pase por aquí.

Cabrea pensar que muchas veces no depende tanto del autor y su obra como de quién le publique y en qué forma lo haga para que algo te llegue o se quede en el camino. Y sigue sin ponerse remedio.

Y todo esto viene porque...

Pues porque "Amigos hasta la muerte" es una novela en la que cuesta bastante meterse.

El arranque es demasiado frío, muy nórdico en ese punto, algo lento pero también confuso. En esa confusión influye que es el momento en el que se cruzan referencias a algunos acontecimientos que se narraron en la primera entrega pero que aquí se quedan en meras referencias y no te queda otra que conjeturar asumiendo, además, que al menos en algún momento el esquema mental que has formado no se ajusta con la realidad y te toca reescribirlo.

Quizás por eso me costó avanzar y sentirme interesado por la novela... y paré.

Cinco días. El tiempo que tardé en coger y releer "Storm Front" para dejar atrás algo de la frustración y ver si alguna de las circunstancias personales que me rodeaban (cansancio, hastío, algo de prisas, cabeza dispersa en otros frentes...) tenían parte de la culpa.

Aún así retomar la lectura costó, demasiado personajes que se suceden sin demasiadas diferenciaciones entre unos y otros y con algún hecho ya leído olvidado durante la pausa. Pero tras un intensivo de dos horas pude centrarme en la novela, en su trama y avanzar, lo suficiente para llegar al punto en el que todo se dispara y hasta la adrenalina sube lo suficiente como para disfrutar.

Y es que no es una novela fácil, sin que sea mala tampoco. Su ritmo lento y pausado, no es una lectura con la que disfrutes, no terminas de introducirte en ella y los personajes no terminan de interesarte del todo (quizás son demasiado humanos o se meten en algún berenjenal absurdo en personas de su edad (pero claro, es que eso es ser humano) por lo que cuesta despegar.

A partir de la mitad de la entrega dejan de aparecer personajes nuevos, las cartas parecen estar sobre la mesa y es una cuestión de terminar de perfilar/colocar todas para que la cosa cuadre. Hay más velocidad, pasan más cosas y la alternancia de protagonistas se sucede. 

Y sí, hay algún momento en el que piensas "menudo jardín" o "yaaaa, a eso lo llaman instinto" pero  en general Neuhaus sale airosa en el desenlace.

No me resulta fácil encontrar similitudes con otros autores. En el ámbito alemán sólo recuerdo la serie de Jan Fabel pero su "padre literario" no es alemán y se nota en la forma en que escribe. Por momentos me recordaba a las novelas de Martin Beck (con Wahloo y Sjowall a la pluma), con el tiempo como elemento fundamental de la novela y el desgaste que va suponiendo a los investigadores su paso y la falta de progresos junto a  la sensación eterna de frustración cuando las puertas se cierran con la misma rapidez con que aparecen en la investigación. Esa sensación se transmite al lector que, por momentos, ansía poder encontrar un hilo del que tirar para ir avanzando en la trama.

Cierto que en el camino hay cosas para otras cosas, como poder conocer la región de Taunus o sorprenderme (y disfrutar malevolamente) ante un caso de corrupción política/económica con tráfico de influencias de por medio, como trama principal, algo ante lo que, como mediterráneo de pro, debería estar más que inmunizado a estas alturas de la película pero que no ha dejado de atraerme y, aunque esté mal decirlo, hacerme sentir una ligera alegría perversa al ver que en todos los sitios cuecen habas.

Cuando la parte política-económica da paso a la más terrenal, la trama da un giro y se agiliza, los protagonistas cogen la rienda por separado, las congojas dan paso a las prisas y el tono cambia, más próximo al Mankell de "La falsa pista" o "La quinta mujer" (con versión asesino en serie de corte nórdico) que al de "Asesinos sin rostro" o "los perros de Riga", que tenían un cortemás social.

Neuhaus no es James Patterson, lo aclaro por la meción a "asesino en serie". Que nadie espere que su lectura te haga vibrar y experimentar toda clase de emociones. No dispara las pulsaciones y sigues la trama desde la distancia pero sí da al último tercio de la novela otro aire que hace que todo lo anterior quede atrás y estés pendiente de lo que pasa. No llega a ser todo lo que podría haber sido pero sí que es suficiente como para terminar con un regusto agradable la novela.

Termino su lectura con la sensación de que quizás en "Amigos hasta la muerte" se abren demasiados frentes que ralentizan más que aportan y dispersan la atención del lector, pero que la lectura es coherente y desde la mitad hasta el final experimenta una clara mejoría en cuanto a tensión y ritmo sin que llegue a alcanzar, eso sí, un clímax en condiciones.

Si tuviese que cuantificar numéricamente mi sensación, estaría más próxima al 6 que al 5 pero en ningún caso sería algo notable. Sin el bache intermedio podría haber optado a un poquito más.

Valoración: me ha gustado. 

P.D: Si has leído la opinión y no te cuadra con la valoración... es difícil explicar la sensación final de que todo podría haber dado más, con personajes que ganan mucho en el tramo final y sobre todo en el retazo final donde si aparece algo de química/trabajo en equipo dentro de la unidad y algún personaje se redime en cuanto a imagen y sensación global.


miércoles, 7 de diciembre de 2016

Storm Front ("Tormenta") - The Dresden Files, Vol. 1


Empiezo a escribir sabiendo que me va a suponer una discursión en la próxima comida familiar.

Para mí "The Dresden files" es, hasta el momento y por lo que he leído, la mejor serie de Urban Fantasy.

En mi casa hay quién discrepa y considera que si bien los dos/tres primeros están muy bien luego desvaría más de lo que debería.

Con una previsión de más de 20 novelas para la serie, me cuesta mucho pensar en realizar una valoración conjunta cuando no sé qué derroteros va a ir cogiendo la cosa, pero sí sé que las primeras entregas que he leído (y llegué hasta la séptima, si no recuerdo mal), están muy bien.

Tienen un PERO, eso sí, con letras mayúsculas. Hay un momento (dependiendo quién hable, la tercera o la cuarta entrega), donde es muy difícil realizar una lectura muy separada de las novelas porque dejan de ser lecturas autoconclusivas con personajes recurrentes a ser una serie en toda regla donde ciertas tramas se van alternando con historias secundarias que justifican el libro en sí. 

Mueve mucha gente, mucha trama, historias complejas que requieren atención y tiempo para poder seguirle la pista. 

¿Merece la pena? Para mí, sí, aunque reconozco que a priori tanto libro para contar algo me parece mucho.

Introducciones/divagaciones aparte, voy a lo que importa... "Storm Front".

Novela interesante, fácil de leer, entretenidísima y autoconclusiva. 

Sirve para presentar al protagonista de la serie, Harry Blackstone Copperfield Dresden ( mago, consultor de la policía en asuntos que se salen de lo cotidiano, metomentodo peligroso e imán para problemas mil) y parte (ínfima pero parte) del universo Dresden.

Se trata de una historia cautivadora, que entrecruza distintas tramas (una muerte en extrañas circunstancias, una droga de origen desconocido que está alterando la percepción de sus consumidores y....) que tienden a encontrarse o, al menos, a interrelacionarse.

El lenguaje asequible (lejos de tecnicismos o de terminologías nuevas que te descoloquen), el ritmo alto,  tanto en la lectura (donde las descripciones sitúan pero no aburren y el mayor peso lo lleva la acción y los diálogos) como con la trama. 

En las 330 páginas aproximadas del libro pasan muchas cosas, apenas hay parones, los frentes se solapan y los  problemas no dejan de aparecer y las batallas y contiendas por fin son como deben ser (ni un alarde de ingenio de mil folios ni unas someras tres líneas que lo dejan todo a tu imaginación). 

No es una novela de misterio. No se exige al lector capacidad deductiva ni resulta posible anticipar parte de los hechos porque no se trata de eso. Es una novela que te sumerge y te transporta, eres, en cierto modo, Harry Dresden. Ves lo que ve, sientes lo que experimenta y sigues sus razonamientos mentales y sus miedos. Es una novela para disfrutar y dejarse llevar, sin más.

Sin duda eso es lo mejor que tiene. 

Lo peor... que te arrastra y hay un momento en el que "su" desconcierto es el tuyo, porque durante la lectura te arrastra y cuando el coge aire es cuando tú te puedes parar a pensar y, la verdad, hasta casi el final es imposible poner las piezas en su sitio y saber por dónde va y qué viene.

Una vez acabado valoras qué has leído, y vas atando cabos, empezando a dibujar cuanto rodea al personaje, cómo es el mundo que habita y qué puedes  esperar de él. Aunque debo decir con respecto a eso que es un primer vistazo, apenas un esbozo y, hasta que no pasan un par de novelas más, lo visto cobra un sentido más completo y uno se da cuenta realmente de dónde se está metiendo.

Es, por tanto, un ejercicio de acción y aventura que cautiva y permite la desconexión. Puro entretenimiento. 

No tiene un sistema de magias complicado aunque lo que muestra si tiene bastante originalidad y entre tensión, sobresaltos, nervios a flor de piel y mamporros hay margen para el humor, alguna sonrisa cómplice y personajes que poco a poco se van definiendo y llegan a generar en ti todo tipo de sentimientos y emociones, porque si algo tiene el mundo de Jim Butcher es que entre el blanco y el negro hay infinitos tonos de gris.

Hasta cierto punto y sobre todo al comienzo de la serie, Harry Dresden es un perdedor, en medio de mundos diametralmente opuestos, sin poder explicar todo lo que sabe para no poner a quienes le importan en peligro y afrontando situaciones que le acaban enfrentando con el mundo entero (amigos y enemigos por igual).

De las entregas es la más personalista con creces, también la más sencilla, la más directa y la menos exigente. Apenas algunos retazos de Karrin Murphy (la teniente de policía que requiere sus servicios cuando algo inusual llama a su puerta), del "Gentleman" Johnny Marcone (lider mafioso de la ciudad de Chicago), de Morgan (ese verdugo que es la sombra de Harry) y de Bob, el espíritu del conocimiento que le ayuda y frena (cuando su lujuria le permite comportarse bien).

Falta mucho por ver (eso como lector que ha ido por delante en esta serie lo puedo asegurar) pero muestra lo justo para abrir el apetito y entender que como esta serie no ha habido hasta la fecha nada parecido. Que luego  guste o no es una cuestión de cada uno y las espectativas que generemos como lectores y nuestros gustos particulares.

A mí me gusta y mucho y por eso la he retomado desde el principio, convencido de la necesidad de volver atrás para coger impulso y seguir la trama con más atención y mucha mayor regularidad en su lectura si pretendo llegar a ubicarme del todo en algún momento.

La historia lo merece, y Harry, Karrin, Bob y algunos más...

Valoración: me ha gustado mucho.

P.D: si has visto la serie... no te lo pienses, los libros son mucho mejor y tienen mucha mas coherencia y chicha.

En otro orden de cosas...

"Tu enemigo" de Juanes y Pablo López, canción que ya tiene algo de tiempo pero que, cuando uno conoce el por qué de su creación, cobra un nuevo significado.

"Batman vs Superman" o como algo estéticamente bien hecho puede hacerse eterno por mucho que te guste DC y su lado más sombrío. ¿Quién me iba a decir que mi mayor dificultad a la hora de verla no iba a ser Ben Affleck como Batman sino las tres horas de metraje?

jueves, 1 de diciembre de 2016

La sangre de los crucificados - Serie de Fernando de Zúñiga, vol. 1


Dicen que en la variedad está el gusto. En general soy de esa opinión. Es bueno el cambio, sanea y permite valorar y disfrutar las cosas en su justa medida. 

"La sangre de los crucificados" es una novela de misterio, con asesinato por medio, que nos traslada a la España de finales del siglo XVII (el "Siglo de Oro" español). 

Y digo España porque en su peregrinaje seguimos al doctor Fernando de Zúñiga por Zamora, Salamanca, Madrid y Sevilla, teniendo la oportunidad de conocer algo de estas ciudades,  elementos que aún hoy perduran y otros que han perdido parte de su vigencia (y lustre).

Es una forma distinta de conocer algo de las costumbres de la época, de la forma de pensar, de la situación de ciertos sectores de la sociedad, de una parte del periodo de la inquisición y de la monarquía española.

En ese sentido es una obra curiosa, distinta y muy agradecida, que se lee casi sin darte cuenta, ilustrando sin abrumar y siendo, ante todo, amena. 

En una época donde la televisión nos acerca a distintos periodos de la historia, mostrando el lado humano de los personajes que marcaron la Historia de nuestro país, la obra de Modroño nos permite un acercamiento más mundano a la época.

De Zúñiga habla de Juan José de Austria, de Carlos II, de su madre (Mariana de Austria) y de algunas intrigas palaciegas, pero también de la inquisición, de las luchas sociales, de algún abuso de poder de quién se encargaba de los presos, de la situación de los iluminados (en este caso de origen portugués) y de la de muchos judios, de hijos bastardos, de monasterios y de arte, desde Velázquez a Valdés Leal pasando por Murillo.

Habla de todo y lo hace sin aburrir, siendo capaz de despertar interés y, en algunos momentos, hasta jugar con los huecos en la Historia para llenarlos con alguna posibilidad que enriquece a la novela con alguna ficción singular.

Ha supuesto una lectura distinta, agradable, tranquila y ligera, con personajes entrañables, bien construidos aunque no demasiado perfilados, con una buena relación maestro-mentor (o padre-hijo) que hace que sea fácil de seguir y vistosa, pero lejos del detallismo, conocimiento y prosa elegante de la que hizo gala Umberto Eco en "El nombre de la Rosa".

Es, por tanto, una novela sin pretensiones que logra gustar sin destacar en exceso, careciendo, eso sí, de un interés muy claro en el desarrollo de la trama criminal, con el lector más pendiente de los paisajes y las reseñas históricas que de lo que es la investigación en sí.

A esa parte le falta pulso y en el tramo final, donde el protagonismo y el punto de vista es el del asesino, la lectura se desdibuja, cambia el ritmo, ralentiza la historia y busca justificar/explicar el por qué de su comportamiento cuando resulta innecesario.  

El encuentro final no alcanza el climax (es más, se queda muy lejos de él) y la novela parece más un entrenamiento de gimnasio que ha alcanzado su punto álgido a los 3/4 y que ha dejado la parte final para ir recuperando pulsaciones y estirar que una representación al uso, con un final muy desvaído.

En ese sentido falla bastante y entiendo quienes no encuentran la novela de su agrado. Yo me quedo con la otra parte, con la histórica, que no en todas las lecturas me resulta grata y aquí se me ha hecho amena, me ha entretenido y me ha servido para dar conversación en casa y divagar sobre algún asunto.

¡Y sale la hermandad del Cachorro y expone una teoría sobre cómo surge su imagen de Cristo! y gracias a eso  he pensado en Julio Muñoz Gijón, en como hasta hace unos meses casi no sabía qué era "El Cachorro" y que puede que este año sea el primero en que cotillee para saber si puede salir de procesión o lo impide la lluvia... y he sonreído, porque Sevilla ahora son rancios contra modernitos por mucho que hace 4 siglos no supiesen de eso.

Valoración: me ha gustado.

P.D.: He podido disfrutar de cine del bueno con "Kubo y las dos cuerdas", una de esas películas que sólo por la forma en que están hechas merecen todo mi respeto pero que además encandila con su argumento y sus personajes. 

Si ves el trailer no te engañes, ni "Tigre y dragón" ni "Wallace y Gromit", "Kubo y las dos cuerdas", algo sensacional.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Aracne. La muerte viene a cenar - Carter & West, vol. 1


Si hay un tipo de novela negra que no me llama especialmente la atención es esa británica de postguerra que tiene a Agatha Christie como gran representante.

Son obras que no siempre han envejecido bien, que son demasiado lineales (con apenas inflexiones o tensión que capten mi atención), donde la narración se limita a discurrir ante nuestros ojos mostrándonos lo que tenemos que ver, en un trasiego de páginas donde seguimos al investigador, detective, periodista (o personaje de corte similar) en sus divagaciones y pesquisas, con un sistema de prueba-fallo, siempre desprovistos de información fundamental para seguir sus derroteros y bastante opacidad en los procesos deductivos.

Por todo ello han sido, y seguramente sigan siendo, novelas que rehuyo (salvo contadas ocasiones) porque son libros que no me llenan, que no consiguen que me sumerja en ellos, plantado en medio de  una investigación que siento como algo ajeno y que, además,  muchas veces son bastante tramposas.

Cuando cogí esta novela lo hice con mucho desconocimiento, ni sabía quién era la autora (de hecho ayer descubrí que es española), ni la temática ni, desde luego, que se basaba en esos mismos autores y forma de escribir o seguramente habría obviado su adquisición y compra.

El desconocimiento a veces es una bendición (como en parte ha pasado aquí) y gracias a él le das una oportunidad a novelas y libros que de forma consciente nunca habrías cogido.

Dentro de ese subgénero G. W. Chesterton y su "padre Brown" son lo más parecido a una lectura que considero pasable aunque esté desactualizado y la forma de escribir y plantear la novela de Bolox me recuerda a él, con un lenguaje y una forma de hacer discurrir la novela que no me ha desagradado a pesar de no conseguir toda mi atención.

Es una obra heterogénea formada por tres historias cortas, la primera más breve que las otras dos, que gana en interés conforme se van sucediendo los tres relatos, más que nada porque la forma en que son narrados difiere mucho entre unos y otros y es en el tercero donde, al adoptar una forma eminentemente dialéctica con el peso en la química/equilibrio establecido entre el inspector Carter y Miss West, la novela alcanza su apogeo.

Vaya por delante que el primer relato, que en la página web de la autora recibe el nombre de "Destino inexorable", muestra sólo una parte de la narración y de la historia, quedando incompleta.

Dice su autora que actuará de hilo conductor entre los demás libros y que, por cosas que le comentan,  hay gente que se ha figurado el por qué de su inclusión y la relación que guarda con las otras dos historias. Tengo mi opinión al respecto y si se cumple no estará mal la idea, aunque reconozco que como lector me dejó algo desubicado, pensando que estaba ante un preámbulo y no ante una introducción inconclusa.

"Aracne" y "La muerte viene a cenar" son dos historias inconexas entre sí que comparten como nexo de unión la figura del inspector Carter. La relación entre estas dos y "Destino inexorable", queda en el imaginarium de cada uno, a la espera de que la autora lo vaya mostrando en sucesivas entregas.

"Aracne" no la he disfrutado. No uso el verbo gustar porque cuando me van llevando de un sitio a otro a voluntad, sin que pueda hacer nada al respecto y sin que la neurona se pueda activar al final me quedo con sensación de indiferencia.

Me queda algo de sensación de engañifa y giro rocambolesco, de esos que cuando al comienzo del relato lees un trozo piensas ¡¡uyyy, aquí está el quiz!! pero que no puedes desentrañarlo porque no hay más miguitas hasta el final de la historia,una vez se ha resultado el misterio.

Ese planteamiento se come el resto de mis impresiones sobre la historia porque me dejó con tal cara de poker que no le dediqué un mayor pensamiento ni al relato ni al conato de relación entre Carter y la Srta. Craddock.

"La muerte viene a cenar" es algo distinto o quizás es parecido pero contado de otra forma. Mismo corte de novela negra pero el giro no es tan exagerado, la posibilidad estaba ahí y lo único de lo que no disponías eran los medios para llegar a esa conclusión pero, y es un pero importante  (para variar, en positivo), tiene una escrutura sustentanda en diálogos, con dos personajes (West y Carter) con mucha química, salidas ingeniosas y un ligero sí pero no que se agradece y gusta.

No recuerdo en novelas de este corte algo parecido y me parece reseñable, más aún cuando surge a mitad del libro tras dos relatos que danalgo totalmente distinto a lo que aquí se ofrece.

Me ha gustado porque me ha recordado al cine clásico del tipo "Tú y yo", ése en blanco y negro de escenarios limitados y acción fija donde es el carisma y atractivo de los protagonistas, sus cruces de palabras, sus flirteos camuflados, sus gestos y maneras donde encuentras el disfrute como espectador.

Ese mismo punto extra que tenían algunas películas románticas de los 80, ya con color, como las guionizadas por Nora Ephron ("Cuando Harry encontró a Sally") como gran exponente y que alcanzó su máxima representatividad en una película de mediados de los 90 como es "French kiss", que me sigue haciendo sonreir cuando la veo.

Es esa forma de afrontar la narración, el cambio sobre el guión establecido, la complicidad entre los dos y ese constante tira y afloja dialéctico el que hacen que cuando acabas la lectura tengas la sensación, por encima de todo, de haber disfrutado, con una ligera sonrisa en la cara y el convencimiento de que finalmente Bolox ha dado con la fórmula mágica.

Valoración: me ha gustado

Tal y como acaba, con ese regusto agridulce que deja y la sensación de que el juego acaba de comenzar, ¿cómo no leer la siguiente novela cuando la publique el año que viene?

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Crimenes exquisitos - Negro y Sanjuán, vol. 1


"Crímenes exquisitos" es una de esas novelas que cuando la lees dudas de entrada que sea española. 

Suena muy mal pero es lo que pensé al leerla, no tanto por el hecho de que haya asesino en serie en la trama (a pesar de Pérez Gellida, es una temática que no se da mucho por estos lares) como por la forma y la seriedad con la que está narrada.

Es una novela que engancha (he leído en algún blog que es adictiva, para mí no es para tanto, partiendo de que me ha gustado, la he leído bien y de un tirón pero le falta un punto extra para llegar a considerarla una lectura cautivadora), está bien escrita, pausada (en algún momento demasiado) aunque puede que algo monótona, con algún giro/sorpresa que rompe el ritmo pero que no termina de sorprender como pretende. Para mi gusto demasiado "de manual", algo más rígida del tipo de lectura que me gusta pero con bastante cuerpo.

La trama/investigación de la muerte de Lidia Naveira con asesino en serie incluido es bastante ágil. Ofrece la oportunidad de vivir la narración en dos ubicaciones distintas (la Coruña y Londres), con formas de entender y obrar distintas, planteamientos vitales opuestos y paisajes a destacar (los urbanos y campestres británicos y la costa gallega).

Como empieza a ser habitual en los últimos tiempos la investigación y los crímenes se interrelacionan con el mundo del sadomasoquismo, los juegos sexuales extremos y el fetichismo, jugando con un mundo cautivador por su carácter reservado y hasta cierto punto tabú que lo convierte en ese gran desconocido que la curiosidad más morbosa quiere explorar.

En esa vertiente y siguiendo con un comentario que sé que ya he hecho en alguna otra ocasión, me falta algo de ambientación, ese halo pesaroso y lúgubre que sólo unos pocos privilegiados consiguen crear en sus narraciones y que consigue situarme, a pesar de ser un mero espectador, en un umbral mezcla de incertidumbre, desasosiego y respulsión que convierte la lectura en algo único. 

Ese algo que englobo en ese término tan manido de "thriller", capaz de combinar la tensión de lo qué vendrá con la espectación del curioso que roza la morbidez y los nervios a flor de piel de quien sabe que algo va a suceder y  no va a ser bueno o, (¿)simplemente(?), el del dilema moral del investigador que se ve obligado a enfrentarse con la autentica realidad del ser humano en su máxima (y peor) expresión. 

Ese es el mayor pero que le pongo a la novela, por encima de cuestiones más o menos subjetivas que tienen un peso relativo y que, aunque reseño, no me impiden apreciar el libro. 

A "Crímenes exquisitos" le falta ese algo que convierte una trama en memorable, que te hace sentir y estremecer, recordar la novela con sensaciones físicas y no sólo con un mínimo resumen mental elaborado como recordatorio.

Ese algo ese algo más es el que en este tipo de construcciones dan autores  como los franceses Thilliez y Lemaitre o los americanos Connelly (sin elemento sobrenatural) o Lehane, capaces de mostrar la naturaleza humana (y sus miserias) en todo su esplendor.

A su favor la obra de Vicente Garrido y Nieves Abarca cuanta con una segunda trama interesante y distinta que muestra una parte del mundo criminal español que estos días está muy de moda entre los seguidores de la televisión nacional, como es la trata de personas (vease "Mar de plástico", por ejemplo), aquí en íntima relación con el tema de la corrupción, el tráfico de favores, los chantajes y las tramas económicas y políticas que se dan dentro de las instituciones de todo tipo de Administraciones.

Dentro del esquema general es una novela curiosa, hasta cierto punto destacable, que muestra mucho de lo que se ve en las noticias y lo envuelve en un formato lo suficientemente llamativo como para que te sumerjas sin problemas en la trama sin sentir la repulsa, el rechazo o la culpa del mirón que otras obras similares son capaces de generarnos, con la pena, eso sí,  de que esa misma asepsia, que en según que puntos nos envuelve, acaba por tocar a los personajes protagonistas (Valentina Negro y Javier Sanjúan), desposeyéndolos de cierto encanto y privándoles de ese magnetismo que habría convertido la novela en su conjunto en un obra más redonda.

Pecaditos perdonables porque la novela gusta.
 
La falta de cercanía/identificación con los protagonistas. Ni Negro ni Sanjuán dejan huella y eso da que pensar si se tiene en cuenta que acompañan durante muuuuchas páginas.

La desaceleración de la novela en la zona intermedia, que se convierte en un momento malo para un lector que tiene demasiado margen para pensar en lo que aún queda por delante. Previsible y esperable en una obra tan larga pero aquí demasiado acusado.

Los cambios de puntos de vista/protagonista que se van sucediendo a lo largo de la novela. Hay momentos (coinciden con el gran bajón de la novela) en donde consiguen el efecto contrario al que pretenden, mostrando más de lo que deberían, ralentizando la lectura y desincentivando a un lector que se enfrenta a 800 páginas con lapsos y personajes que ocupan mucho para aportar mas bien poco.

Cierta predictibilidad y falta de originalidad en la trama principal con pocos o ningún elemento especialmente novedoso y escasas sorpresas que mantengan la tensión y el interés. Problema solucionado con una trama paralela, mucho más interesante/sorprendente/curiosa que aporta ese plus que si no le habría faltado a la novela.

Y un queja personal que no tiene por qué ser compartida... esa mala costumbre que están cogiendo todos los escritores y guionistas de acabar entrelazando historias distintas que se desarrollan en paralelo y que por algún extraño motivo siempre acaban por tener un nexo común que las une, aún a costa de exigir auténticos actos de fe por parte de los lectores. 

Valoración: Me ha gustado (casi) mucho.

Y es que, por encima de todo, está bastante, bastante bien, notable dentro del género. Recomendable su lectura y muy de agradecer la posibilidad de incorporar una serie de novela negra española con carácter de thiller serio  en la biblioteca.

Y en otros órdenes...

"Mar de plástico", que se menciona en párrafos anteriores se alarga demasiado. Le pasó en la primera temporada y repite error en la segunda, con tramas secundarias que ocupan más de lo que parece adecuado y enrevesando las historias hasta límites insospechados/poco creíbles. Y, al final, el asesino será el mayordomo.

Bruno Mars y su "24k Magic", o cómo unas entradas pueden volar en menos de dos horas. Una pena, no me dio tiempo ni a pensar si a pesar del precio me lo planteaba. Tal vez la próxima.




jueves, 17 de noviembre de 2016

Star nomad - Fallen empire, vol. 1


Cuando uno busca la definición de space opera en la wikipedia se encuentra con esto: "subgénero de la ciencia ficción donde se relatan histotiras acerca de aventuras tratadas de forma futurista, tecnológica y, en ocasiones, romántica, y que en la mayor parte de los casos tienen lugar en el espacio". 

Es una definición curiosa, que no se termina de ajustar a lo que yo asociaba con ese término pero me viene muy bien para establecer el paralelismo que tenía en mente desde ayer cuando acabé la novela y es que, desde que comencé con su lectura, no he podido quitarme de la cabeza la imagen del Ketty Jay, de Chris Wooding, con el que guarda muchas similitudes con la única gran diferencia (luego veremos más o matices dentro de lo general) de que una discurre en el espacio exterior como telón de fondo y la otra siempre lo hace dentro de un entorno planetario definido, sin que haya viajes interestelares de ningún tipo.

La base en ambos casos es común, capitán/piloto/comandante más o menos desdichado, con limitación de tripulación, que incorpora algún miembro nuevo al comienzo de la aventura viendose sumergido, sin comerlo ni beberlo (o haciéndolo sin medir las consecuencias) en una situación insospechada y altamente peligrosa.

El secretismo/misterio que envuelve a alguna de las nuevas incorporaciones, el pasado de algún miembro de la tripulación, algún hecho adicional que surge por sorpresa y pequeñas dosis de humor (en una serie más que nada situacionales y en la otra por incontinencia verbal de su protagonista) son los distintos aliños con el que cada uno de estos autores (Buroker y Wooding) rellenan los huecos de la aventura/intriga principal.

El entorno al final importa poco salvo para demostrar la imaginería de su creador y adornar, en algún momento, las posibles persecuciones en las que se ven inmersos. Aquí la balanza está inclinada hacia la serie del Ketty Jay, influido seguramente por mi gusto por la estética retrofuturista sobre cualquier posible imagen futurista space-opera que muchas veces acusa una estética fría, cruda y manida de estaciones espaciales donde los paneles metálicos, el ambiente claustrofóbico y los barracones se comen cualquier posible intento creativo.

En ese sentido el de Wooding es un universo/planeta/mundo mucho más complejo, variado e interesante, capaz de atraer y sorprender en la dosis justa al lector. 

Hablo, eso sí, condicionado por el hecho que que he leído más de una entrega de su serie y, por tanto, la construcción es más sencilla al disponer de un espacio mayor para crear.

Si pasa con los escenarios y el atrezzo también sucede con los personajes, siendo la creación de Buroker más lineal, tirando a plana y predecible, con un cyborg y un monje en su exigua plantilla y un entorno geopolítico inestable pero tampoco distinto a cosas que ya se han visto antes (no sólo en el mundo literario, también en el televisivo o cinematográfico).

Los habitantes del Ketty Jay son más carismáticos y están mejor construidos, capaces de sorprender y de repartir la carga de la novela entre diversas espaldas. En su caso lo marca la propia narración, que en "Retribution falls" o "The black lung captain" suele cambiar de perspectiva/protagonista con bastante facilidad, creando una imagen mucho más coral, plural, compleja e interesante al diversificar,  definiendo mejor distintas personalidad, caractéres, problemáticas, situaciones, luchas y disputas de formas muy distintas y enriqueciendo la narración con distintos pasados y relaciones personales que favorecen la creación de ambientes y tensiones distintos. Y como lector se agradece, porque rápidamente la lectura se convierte en entretenimiento cautivador, capaz de conseguir que te abstraigas del entorno, de tu vida y de la longitud de lo que lees.

En comparación con todo lo anterior "Star nomad" queda como algo más esquemático y típico, demasiado circunscrista a los tópicos del género y dependiendo en exceso del carisma de Alissa y del cyborg Leónidas, de la química/compatibilidad/respecto mutuo que pueda resultar de su interrelación,escenas de acción resueltas de forma rápida sin que lleguen a satisfacer las ansias de movimiento y con la adrenalina siempre en niveles bastante bajos  y con poco o nada especialmente novedoso que llevarse a la boca.

Distinta pero en el mismo entorno, hasta punto definición, de space opera, estaría la serie de los "Fantasmas de Gaunt" de Dan Abnett, que ofrece más y mejor, o al menos, más variado, dentro de la linealidad que puede suponer el saber que hay una misión y que hay que cumplirla. Ayuda que encontramos narración con distintos cambios de perspectiva/personaje,  todos ellos, además, provistos de carisma y personalidad únicas y, eso sí, un elevado volumen de acción y muertes que pueblan los distintos libros, donde la única seguridad de la que dispone el lector es que es casi imposible que al final lleguen los mismos que comenzaron la historia. 

En esa incertidumbre reside uno de los secretos de su éxito y una de las carencias de las que esta primera entrega de la serie "Fallen empire" adolece, al no conseguir transmitir al lector esa simpatía y acercamiento hacia los protagonistas que, ante la sensación de que algo puede pasar, haga que sientas inquietud por el futuro de alguno de los protagonistas o preocupación por su devenir futuro.
Con todo lo que he puesto es evidente que no me cuento entre los fans devotos de la novela pero sí me gustaría decir que siendo justos y sin entrar a que existen alternativas que me convencen mucho más, está bastante bien y ha cumplido perfectamente con su objetivo, que no era otro en estos días que distraer y ayudar a desconectar. 

El ritmo es lo suficientemente vivo como para leerla de un tirón sin problemas y la narración te atrapa lo suficiente para que no remolonees a la hora de intentar cogerlo, el inglés, además, no es especialmente complejo y el mundo que ha creado Buroker no exige un ejercicio muy exigente de imaginación si te has movido anteriormente por novelas similares.

Alissa y Leónidas gustan, tienen química y forman un buen equipo, quizás demasiado, hasta el punto de que el resto de personajes quedan bastante desdibujados y el foco del lector siempre se centra en ellos, en una narración individual marcada por las inquietudes y perspectivas de la capitán.

La trama se inicia bien, tiene un bajón hasta que se lleva a cabo la primera etapa del viaje y a partir de ese momento recobra parte del pulso, manteniéndose en niveles aceptables aúnque no llega a explotar todo su potencial.

Valoración: está bien. Sin más pero también sin menos. Por si alguien tiene dudas leeré la segunda entrega de la serie, aunque tendrá que esperar un tiempo porque antes tengo demasiadas cosas pendientes que me llaman más la atención.