viernes, 28 de octubre de 2016

La misteriosa botella de Petrus -


Novela breve de corte bastante clásico, donde apenas hay violencia o movimiento, discurriendo la acción en cuatro o cinco localizaciones muy concretas y delimitadas, con una ambientación/planteamiento más propia del teatro o episodio de televisión de misterio de los 80 que de una narración  actual.

Pasatiempo breve y escueto, sin gran profundidad, que se limita a narrar una investigación (no muy elaborada, donde casi todo surge de la intuición y atención que prestan los "investigadores") muy similar en forma y estilo a las novelas de Ellery Queen.

Es una narración que guía al lector, sin permitirle margen para hacer sus propias averiguaciones/observaciones/valoraciones, llevado siempre de la mano por el/los autor/es.

Como novela negra me parece algo descafeinada, quizás porque es una forma de plantear/escribir que no capta mi atención y que me ha llevado a realizar una lectura bastante distante, en la que no he llegado a sentir ningún tipo de vinculación con los protagonistas o la investigación.

La temática (centrada en parte en el mundo del vino) tampoco es especialmente atractiva en la forma en que es llevada, llena de datos y de una serie de informaciones bastante asépticas que si bien dan una idea bastante global de lo que quiere contar no termina de llegar al lector que no esté versado en el tema.

Salvo de la novela, o al menos para mí es lo mejor, la conclusión en las últimas 5-6 páginas, en donde se explica el porqué de los crímenes por medio de una carta que expone sin pelos en la lengua la fagocitación que en muchos casos se produjo dentro de pequeñas comunidades, donde los partidarios de unas ideas utilizaron su proximidad al poder para realizar auténticas tropelías, desde ajustes de cuentas a la consecución de lucros personales por encima del más leve atisbo de humanidad.

El problema es que ese tramo final que en la novela sirve para explicar las causas de las muertes, no justifica la lectura de la novela (o por lo menos para mí no) en un año donde he tenido la oportunidad de leer varias novelas con una temática similar de fondo, compartiendo, además, el aspecto espacial (Francia y más concretamente la zona de Burdeos). 

Ejemplos similares de narración o informaciones próximas se pueden conseguir, por ejemplo, en "In vino veritas" o "Bruno, jefe de policía", que me parecen  más agradables y más interesantes, con narraciones que me han llegado como lector y me han hecho sentir partícipe de lo que cuentan, permitiéndome adquirir un mejor conocimiento de lo que padecieron quienes tuvieron que vivir esa experiencia en sus propias carnes.

En el caso de la novela de Virginia Masull, además el mundo del vino forma también parte fundamental de la trama y el conjunto, sin ser nada del otro mundo, resulta mucho más agradable/entretenido/atractivo, , por lo que recomendaría su lectura antes que la que estamos tratando aquí.

La segunda de las recomendaciones, la de la obra escrita por Martin Walker, para mí es la mejor de las tres que se tratan en este post, donde el tratamiento del tema de la ocupación está mucho mejor llevado, acercándonos  a la situación durante y después de la finalización de la guerra, con los rencores, agravios y oprobios con los que han tenido que salir adelante los supervivientes. Y lo consigue dentro de una obra bastante completa que además explica mejor la realidad de la región en el momento actual, mostrando además otros elementos tangenciales de la historia como el racismo y el funcionamiento de la política en pequeñas comunidades.

Valoración: Está bien. Sin más.







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