viernes, 30 de junio de 2017

El abrazo de la tigresa - Ava Lee, vol. 1


La primera entrega de la serie protagonizada por la forense contable Ava Lee ofrece algo distinto a lo que se suele leer, con un lenguaje directo y fluído que convierten su lectura en algo más que destacable.

Cansado de tanto asesino en serie y de la urban más clásica, buscando quizás algo exótico aunque reticente por el miedo a encontrarme una novela que me sumergiese en la ardua realidad política y social de la zona asiática, el libro de Ian Hamilton ha conseguido agradarme y sorprenderme a partes iguales.

Me recuerda en la sensación que deja a alguna de las novelas que leí en su momento de Clive Cussler, eso sí, esta está actualizada y es contemporánea al cien por cien. Se lee como una historia de aventuras, creíble, sin grandes alardes pero interesante, capaz de dar algo distinto sin emperifollos ni alardes innecesarios.

La idea de una recuperadora de avales y créditos, una recuperadora de dinero, era lo suficientemente distinta como para llamar mi atención. Temía que tuviese un lado un tanto cozy y me llevase por un terreno demasiado apacible. Nada más lejos de la realidad.

Como novela de "pseudoespionaje" funciona y lo hace muy bien. Está bien construida, la ambientación refuerza el atractivo y convierte la lectura en un estímulo para quién la tiene entre sus manos. Es agradable y entra muy suave, pero aporta cosas y muestra "otra realidad" que no estamos acostumbrados a ver, la de los prestamistas de grandes cantidades, los estafadores con miras altas y todo el sistema creado y generado por ese mundo a una escala y con una intensidad muy superior a la del cobrador del frac de los que no nos movemos en esas cifras.

Me cuesta buscar un referente claro. 

Tiene más calado que el Dirk Pitt de Cussler, es más ameno y menos físico que el John Rain de Barry Eisler (y sin su Lagavulin, aunque bebidas alcohólicas hay también), ni tiene la sordidez y desesperación que muestra la serie de Vincent Calvino (Christopher G. Moore). Recuerda, con salvedades y excepciones, quizás porque la mirada y el objetivo de lo que quiera contar y decir es distinto, a la serie de "The gamehouse" de Claire North (probablemente a la que más con diferencia a "The thief", por el lugar en que discurren los hechos y la forma en que se desenvuelven los protagonistas) aunque en los tres volúmenes de esta serie hay un "algo" o un "mucho mas" que la sitúan por encima de esta novela.

Es, además, una novela que se sitúa en distintas localizaciones y muestra pequeños fragmentos de esos países y ciudades, de la sociedad de quienes la habitan y la problemática con la que tienen que convivir pero siempre orientado a las inquietudes del visitante que se informa sobre los peligros que acechan y no como una novela de corte social que explique los cómos y porqués. Incluso la corruptela política y la mescolanza que siempre existe entre las grandes fortunas y quienes detentan el poder (cuando esas dos partes no confluyen en la misma persona) tienen su hueco en la historia como parte de la trama.

El lenguaje es muy cómodo (lejos de formulismos recargados) y la parte financiera no es compleja y resulta fácil de seguir (no hay que haber visto los primeros episodios de "Billions" para entender lo que nos cuentan), la novela es muy fluida y las descripciones tienen el peso justo y las apariciones contadas. Si se describe es con precisión para situarse y entender lo que sucede pero no se lleva el protagonismo en la historia.

Cuenta, además, con un personaje principal potente, como es Ava Lee. Carismática, enérgica, inteligente y llega al lector. Apenas se la describe pero sus hechos marcan su personalidad ante el lector. Es profesional, directa en cuanto hace, con conceptos claros y dispuesta a asumir cuando comete un error al calibrar una situación. 

Además Hamilton consigue que durante un rato entendamos lo que es ser mujer (lo incómodo y peligroso que puede ser) y que nos identifiquemos con situaciones que, por ejemplo en mi caso siendo varón no tengo que vivir.

Algo parecido consigue hacer con la cultura china, mostrando apenas pinceladas pero acercándonos a conceptos como el matrimonio, la familia, el honor o la situación de los inmigrantes en Canada.

Es, en conjunto, un todo curioso y variopinto, en novela que deja datos que comentar, anécdotas para guardar y la suficiente diferencia con el resto para dejar una imagen bastante clara y permanente en el recuerdo.

Y tiene, además, ese algo indescriptible que no puedes transmitir pero que se queda en ti. Esa sensación que te acompaña de que quieres más y no tardarás en procurártelo, porque que pase es raro y cuando lo hace lo atesoro valorando lo raro que es que eso suceda.

Valoración: me ha gustado (tirando a mucho pero sin llegar por un pelo)

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