lunes, 22 de mayo de 2017

El murciélago - Harry Hole, vol. 1


Si alguien me pregunta por Jo Nesbo (y más concretamente por la serie de Harry Hole) lo único que puedo decir es que para mí es un must en las lecturas de cualquier persona amante de una buena novela, más aún si lo que le gusta es una buena novela negra.

Nesbo es junto a Dennis Lehane, el mayor (o mejor) exponente que conozco de la novela negra en su versión más definida y clásica, con una sucesión de acontecimientos que van llevando al lector de la mano hasta generar en él un debate interno sobre límites, moral, ética y justicia.. 

So autores especialistas en hacernos participes del dolor, realidad y proceso personal por el que se ven obligados a pasar sus protagonistas a lo largo del conjunto de sus novelas (ambos autores manejan series de detectives aunque hayan publicado algún título suelto), que será el que marque su evolución, su comportamiento y forma de proceder, algo que hoy en día son pocos los que consiguen llevarlo a cabo con éxito (y credibilidad).
 
Entre ambos, sin embargo,  hay también alguna diferencia clara (no sólo geográfica), siendo quizás la mayor que Nesbo ofrece un corte bastante más descriptivo del entorno y una versión más social (y profunda) que Lehane, con historias bien ambientadas y menos circunscripción a entornos cerrados.

Ofrece  una visión bastante amplia de los paisajes, los distintos estratos/estamentos  sociales y de la variedad cultura de la zona donde discurre su historia, sin dejar por ello de satisfacer a los amantes de las lecturas con un perfil más adrenalítico, lo que consigue añadiendo un punto de thriller a la trama, el toque justo, que logra hacer que contengas el aliento en momentos puntuales pero que nunca cae en el sensacionalismo, el gore o la casquería barata.

Su estilo es sencillo y cómodo, sin florituras ni ambajes, con personajes que cobran profundidad conforme avanza la narración y que siempre permanecen lejos de las fórmulas manidas y los estereotipos del género.

Es casi imposible tener entre manos uno de sus libros y llegar a experimentar apatía, abulia o aburrimiento ante su narración. Tan pronto como lo coges te sumerjes en la historia

Son historias que comienzan fuerte y que saben mantener el impulso durante todo su desarrollo, con mucho diálogo e incluso en los momentos instrospectivos con elementos que captan tu atención y no te dejan ir. 

Novelas en las que las descripciones están para aportar algo y no se limitan tan sólo a embellecer, y eso se agradece, máxime cuando su creador es capaz de ser sobrio sin llegar a transmitir en ningún momento frialdad o distancia.

De las tres lecturas que han pasado por aquí "El murciélago" es, sin lugar a dudas, la menos introspectiva, la menos dura (por mucho que sea la que tenga un mayor rastro de sangre y alguna escena algo sensacionalista) y quizás la que menos muestre el Harry-que-llegará-a-ser, pero no deja de ser una lectura obligatoria por que nos muestra sus orígenes, de donde viene (que no es bueno) y hacia donde va (que es aún peor), los sucesos que le vuelven a acercar al abismo y la increíble facilidad con la que se vuelve a sumergir en él.  

Es una historia muy dinámica con un corte menos nórdico que las otras, iniciática (si se me permite la licencia), mucho más americana en su planteamiento y desarrollo, con asesino en serie de por medio, dudas sobre varias posibles pistas y bastante acción, pero también (y a diferencia de muchas otras historias de ese corte) con un marcado toque social.

Con Nesbo el entorno se convierte en un personaje y en esta novela tanto Sidney como parte de la orografía y tradición australiana forman parte intrínseca de la narración

Del floklore aborigen surge el título de la novela y parte de la explicación de la motivación de un asesino psicópata que encuentra en su pasado la perversa razón para justificar su proceder.

Tradiciones y cultura ancestral, un pueblo colonizado y oprimido incluso por medio de una legislación deshumanizada que sólo intenta preservar rasgos culturales aún a costa de sacrificar el bienestar individual de los nativos y una sociedad (la actual) en donde la droga forma parte de la cotidianidad, son los escenarios por los que un perdido Harry Hole llega a tocar su redención por primera vez en mucho tiempo sólo para ver que se trataba de un pequeño oasis temporal en su dolorosa existencia.

En las novelas posteriores el estilo de Nesbo se pule, se singulariza y alcanza cotas muy elevadas, las tramas se oscurecen y el proceso interno cobra un mayor protagonismo. Su personaje cobra vida propia, se perfila y define, se desdibuja y reinventa, evoluciona/involuciona/cambia con cuanto vive, cobrando un carisma y definición como pocos personajes lo han conseguido en el momento actual de la literatura pero esta novela, sin ser la mejor, aporta y suma y eso es lo importante.

Sin "El murciélago" pierden parte de su sentido "Cucarachas", "Petirrojo", "Némesis", etc... así que imposible perdérsela, máxime ahora que por fin es posible disfrutar de la serie en su conjunto y no a partir de la tercera entrega, como pasaba hasta hace apenas un par de años.

Valoración: Me ha gustado.     

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