martes, 9 de mayo de 2017

Noticias de la noche - Kostas Jaritos, vol. 1



Por fin he podido retomar la serie del Comisario Kostas Jaritos, una tarea que tenía pendiente desde hace mucho tiempo.

He leído, de momento,  hasta la cuarta entrega de la serie (la colección de relatos cortos) pero hace unos meses me plantee (con Petros Markaris y con algún otro autor más como Jo Nesbo, John Connelly, Harlan Coben o Karin Fossum) reiniciar su lectura volviendo a los orígenes con el compromiso de procurar mantener una constancia que me permita seguir la trama en condiciones y disfrutar del conjunto en su plenitud, para lo que necesito una lectura frecuente que sea capaz de detener de la compulsión que me lleva a ampliar de forma constante horizontes literarios.

¿Por qué Markaris y no otros autores?

Posiblemente porque aunque hay muchos a los que es posible situar bajo el término "social", no son tantos  los que han conseguido plasmar la evolución de una sociedad conforme se ha producido la construcción de lo que hoy se llama "Unión Europea". Ni siquiera el mejor Mankell consiguió reflejar de forma constante y durante casi tres décadas la situación en su país y la forma en que ha cambiado en estos supuestos años de bienestar y estabilidad social.

Markaris comienza su serie a mediados de los años 90, cuando el país aún se encuentra en una pseudotransición  post Dictadura de los Coroneles y muchos de los prejuicios, opiniones y actuaciones se ajustan a modelos más propios del antiguo orden que del sistema democrático actual y nos hace avanzar, novela tras novela, hasta situarnos en el momento actual, una vez empezada la recuperación tras la gran crisis económica del país de los últimos años.

En sus narraciones es posible observar como van cambiando todos cuantos pueblan sus novelas, conforme lo hacen sus miedos, prioridades, inseguridades, prejuicios y situaciones que marcan el devenir personal, familiar, laboral y social de todos ellos.

"Noticias de la noche" es, en ese contexto,  una lectura entretenida que permite un acercamiento a la historia y sociedad de un país desde la doble lectura, social e histórica, que ofrece su argumento.

A nivel social es posible conocer la forma en que funcionan e interaccionan los órganos políticos y administrativos que gestionan la sociedad en ese momento, la forma en que los medios de comunicación se erigen como uno de los nuevos poderes fácticos a nivel social (capaces de condicionar y dirigir la atención de los ciudadanos, a quienes llega a convertir en armas arrojadizas y de presión social), generando opinión y marcando el proceder de distintos estamentos sociales.

Es, por otro lado, una forma de acercarse a un estadio inicial de la democracia en el país e ir como va evolucionando desde entonces, con la llegada del euro y la conversión de la Comunidad Económica Europea en ese ente internacional aún no bien cerrado que es la Unión Europea, mostrando la peor versión de los estados democráticos actuales y la degeneración en un estado que acaba inmerso en el caos,  con un elevado nivel de corrupción, racismo e inestabilidad, donde el individuo prima sobreel bien común.

Hablamos de una Grecia muy Mediterránea, próxima a lecturas de escritores como Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri, etc... donde la comida forma parte de nuestra satisfacción diaria, la familia es algo intrínseco a nuestra naturaleza y la climatología (el calor, el sol, etc...) condiciona la forma de concebir/plantear nuestro día a día.

Es una narración muy próxima, cercana hasta el extremo, que nos introduce en el propio hogar de Jaritos y nos muestra lo mejor y lo peor de un matrimonio (en una primera entrega dura que muestra comportamientos actualmente poco aceptados, con un Jaritos duro, inflexible, contestón y una Adriani poco "relacioanble", en un conjunto matrimonial que evoluciona con el paso de los años y se adapta a la forma de entender la relación de pareja de una forma más sana y  mucho menos tóxica), las dificultades de un hogar donde el dinero sólo lo ingresa una de las partes y donde dar educación de calidad a los hijos es una necesidad imperiosa para una generación que intenta ofrecer una posibilidad de progreso y futuro profesional que ellos no pudieron disfrutar durante su juventud.

Muestra las miserias del trabajo, las servidumbres, los politiqueos, la manipulación y el sometimiendo a los poderes fácticos y estracta momentos de épocas anteriores, de índole dictatorial, donde la forma de proceder era totalmente distinta, sin respeto alguno a derechos humanos, la vida, etc...

Lo hace con gusto, sin recrearse y sin dedicar mucho tiempo a mostrar las intimidades de una sociedad en recomposición, incorporando algún momento de humor en una narración que mantiene un tono bastante lúgubre, algo resignado, de quien no era feliz de dónde venía pero no cree mucho en las posibilidades del futuro que le están vendiendo.

Es una novela minimalista, con el objetivo centrado en Jaritos, en su deambular, su lucha interna, su rabia, sus incongruencias, su necesidad por intentar obrar bien aunque no sea la forma de evitar problemas. Un acercamiento natural, honesto, coherente, que a través de varios personajes es capaz de retratar una sociedad con retazos bien definidos, con perfiles aún por determinar pero en crecimiento/descomposición. 

Habla de personas de carne y hueso que sufren, se equivocan y tratan de avanzar muchas veces sin conocer su rumbo real o cuál puede acabar siendo su destino, cual Ulises a la deriva en su intento por regresar a casa. 

Mucho más social que negra, es una lectura necesaria y una introducción única al universo de Markaris, la puerta a la Grecia actual, con un lector activo que debe saber retrotraerse al momento en el que se desarrollan los acontecimientos, a ese comienzo de la década de los 90 donde muchas de las sociedades europeas aún estaban en un periodo de transición, con una Unión Europea que aún no se llamaba así, un euro aún inexistente. La sociedad en la que se desenvolvieron y sobrevivieron muchos de los padres que ahora leemos esta entrega rondando los cuarenta.

Valoración: Me ha gustado mucho

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