domingo, 9 de diciembre de 2012

Blood rites - Derecho de Sangre (Harry Dresden, vol. 6)

"Blood rites" es la sexta entrega de la serie protagonizada por Harry, así que si estás leyendo estoy y no has leído las anteriores lo mejor que puedes hacer es parar aquí y correr a la librería para comprar "Storm Front" ("Tormenta"), que es la primera y, por ende, la mejor forma de comenzar. Y es que aquí eso "Empezar la casa por el tejado" que canta Fito no tiene ninguna vigencia. (No lo puedo asegurar pero tengo la sensación de que cuando comenté la quinta entrega ya hablé de los motivos por los que esta serie merece la pena, así que si tienes alguna duda sobre si compensa o no, la respuesta es sí y en el citado post encontrarás la explicación).

Para el resto, es decir, para quien lee esto sabiendo ya quién es Harry y conoce todo  por lo que ha pasado en las novelas anteriores, ahora empieza el post de verdad.

Como lector de Harry, como devoto seguidor que lo relega siempre para esas ocasiones en que necesita animarse, distraerse y olvidarse un poco de "todo lo demás" (aunque a veces eso hace que acabe dejando pasar demasiado tiempo), la primera pregunta que siempre acude a mi cabeza antes de empezar a leer es ¿quién sale en esta entrega? y es que, por mucho que disfrute con todo el universo con el que Jim Butcher ha rodeado a su singular protagonista, siempre hay unos que me atraen más que otros y parece que el libro gana en interés si aparece X y no Y.

El cast de "Blood rites" es bastante interesante aunque para algunos tal vez resulte un tanto exiguo. Acostumbrado a presenciar un desfile interminable de personajes en las últimas novelas, en esta entrega son apenas 3 los pilares que rodean al "pobre" Harry: Kincaid, Thomas y la sempiterna Teniente Murphy.

Kincaid, al que ya conocimos en "Death masks" como guardián de Ivy, "The oracle" y que ahora vuelve como mercenario contratado por Harry para echarle una mano en una arriesgada misión. Un personaje intrigante tanto por su carácter y habilidad como por los secretos que guarda. En "Blood rites" comienzan a mostrarse algunos de ellos, incluida la enemistad manifiesta que existe entre Ebenezar McCoy (el mentor de Harry) y él.

Thomas, el vampiro de la Corte Blanca que desde que conoció a Harry en "Grave Peril" no ha dejado de revolotear a su alrededor y que en esta entrega vuelve para cobrarse un favor (que tal vez no resulte tan pequeño como en un principio podría pensarse).

Karrin Murphy, la Teniente de Investigaciones Especiales, ese personaje recurrente de cada novela que no siempre tiene el protagonismo que me gustaría. Cada día un poco más alejada de ese personaje estricto e incapaz de discernir matices que era en "Storm Front". A veces te cansas de leer sobre personajes a los que les suceden cien mil historias y ellos siguen erre que erre con lo suyo como si nada hubiese pasado. Murphy, como Harry, son dos ejemplos de como deben ir evolucionando los personajes dentro de una serie. En esta nos encontramos con una versión más vulnerable pero también más decidida a afrontar lo que está por venir. Pasada la crisis que "el incidente Kravos" desencadenó ahora nos encontramos con un personaje  más "humano" pero también más decidido, más "en su sitio" y también más femenino. ¡¡Ojito al momento del año con Kincaid quitándole los vaqueros en pleno rescate de unos niños!!¡¡y decían que nadie podría superar a Katherine Zeta-Jones en su numerito en "la trampa"!!

Pero, ¿qué te vas a encontrar si decides ponerte a leer?
A Harry trabajando como parte del equipo que rueda una película para la industria del porno... vampiresas luchando con ropa de encaje y tacones altos... un aquelarre de brujas dispuestas a todo por venganza, que no amor...unos monos demoniacos con alas  dispuestos a hacer las delicias de los amantes de "El mago de Oz"... la aparición (aunque sea breve) de Bob (¿¿volverán las marmitas y las pócimas alguna vez a ocupar su lugar en las tramas??)... por fin conocemos a la familia de Murphy y, creedme, menudo dramón, a su lado los de "Dinastía" eran unas monjitas de la caridad...y, por supuesto, la presentación en sociedad de Mouse, un nuevo personaje entrañable a añadir a un amplio elenco.

Que más... a sí, la oportunidad de volver a ver a Ebenezar y descubrir algo más de su (no tan claro) pasado, de conocer mucho más sobre la Corte Blanca y su "Hambre" (o como quiera que traduzcan al español "The Hunger", sí, con "H" mayúscula) esa especie de parásito/criatura que convierte a quienes los (so)portan en algo más que en amantes de la lujuria y el placer.

Ya puestos a mirar en el pasado (Kincaid, Ebenezar, etc...) por qué no hacerlo en el de Margaret LeFay o lo que es lo mismo, la madre de Harry. Tras un par de novelas donde su sombra (figura) había dejado de planear sobre nuestro protagonista, en esta entrega (¡por fin!) se arroja algo de luz sobre su vida, obra y milagros. En concreto sobre su final y su relación con la Corte Blanca.

Aunque, por encima de todo, y quizás lo más importante "Blood rites" es la primera ocasión en que Harry decide coger el toro por los cuernos e intentar combatir el fuego con fuego, es decir, esta es la primera novela donde nuestro protagonista decide pasar al ataque y dar duro a pesar de todos sus miramientos, dilemas ético-morales y las Murphys del mundo con los que tendrá que lidiar antes de hacerlo. Merece la pena verlo.

Y, lo que para mí es más importante, todo ello con coherencia y sin el agobio/saturación/masificación que hubo en "Death Masks", novelón interesantísimo pero tan poblado y tan lleno de acontecimientos que por momentos aturullaba un poco. Con matices y excepciones y siempre teniendo en cuenta que todas sus  novelas dejan momentos para el recuerdo, a mí "Blood Rites" me ha parecido una de las mejores en una valoración global, quizá sólo por detrás de "Grave peril", que hasta donde he leído es la mejor de la serie.

No sé qué más puedo decir para vender el producto. Si has llegado hasta aquí, una de dos, o me tienes mucho cariño y has leído hasta el final el post o es que ya eres seguidor de la serie y tenías ganas de que te pusiesen los dientes largos. Si es lo primero... se agradece. Si es lo segundo, no tardes, merece (y mucho) la pena. 

En una semana extraña y poco agradecida "Blood rites" ha sito una buena tabla de salvación, al menos durante el tiempo que tardé en devorarlo, es decir, un par de días... lo que no quiere decir más que por un lado he tenido tiempo libre para dedicarle y lo principal, que todo el que he tenido (o al menos una gran parte) lo he dedicado por completo a su lectura.

Y ahora, como decía Porkey al final de los "Looney Toones", ¡¡E-e-e-esto es todo amigos!!

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