martes, 29 de abril de 2014

Elantris

Es la segunda vez que leo esta novela, por lo que es muy posible que parte de mi valoración se vea mitigada por el conocimiento previo de la trama y de lo que va a pasar. 

Recuerdo que la primera vez que la leí me dejó impresionado. Para mí era una novela casi perfecta. Era mi primer contacto con Brandon Sanderson y entonces pensé: "¿Y este tío, de dónde ha salido? ¿y cómo es que no he leído nada suyo?

Poco después me frotaba las patitas al ver en la wikipedia que esta no era su primera novela publicada o, al menos, que no era la única.

Para mí es Fantasía Épica, sin grandes alardes ni aventuras, sin capa ni espada, pero con mucha imaginación, intriga y amor. Una novela que puede hacer pensar sobre algunas cosas cuando ya tienes unos años, aunque cuando la lees con veintipocos la mitad de esas ideas no se te pasan por la cabeza.

Es una novela de conquista. O al menos del intento de...de amor o, al menos, de lo que podría haber llegado a ser amor. Y de religión... o de lo que podría ser su instrumentalización como elemento de dominación y revolución social.

Es una novela que se lee bien pero que no es especialmente ágil. Al menos no me lo ha parecido en esta segunda lectura. Hay pasajes largos, cansinos incluso, por mucho que sean necesarios para el desarrollo posterior de la novela.

Una obra que tiene tres personajes protagonistas que se alternan en la narración y que muestran realidades sociales totalmente distintas. 

- A través de Raodén conocemos la dura realidad de Elantris, su caída y la destrucción de lo que representaba fruto, entre otras cosas, de la envidia que forma parte intrínseca del ser humano y de esa capacidad infinita para encumbrar a quienes son distintos y luego, cuando se produce su caída, pisotearlos sin remordimientos corroídos por la envidia ante una situación anterior privilegiada.

- Con Sarene vemos los problemas de las sociedades feudales desde el punto de vista de la nobleza y la burguesía más acaudalada. La importancia de las apariencias, las envidias y celos y las conspiraciones para hacerse con el poder

- Con Hrathen observamos la misma sociedad pero a un nivel mucho más bajo. El pueblo llano y la gente pobre, el caldo de cultivo ideal para iniciar una revolución, para desestabilizar un gobierno, sobre todo cuando se cuenta con el "cobijo" de una religión inmisericorde, que sataniza a quienes quiere ver destruidos con la idea de unir alrededor del fuego de la ira.

A mí siempre me ha gustado mucho el canto de esperanza que supone la novela. La sensación de "lucha" que siempre acompaña la narración, la disconformidad ante una situación (la de Raodén), que a priori resulta injusta y como trae esperanza a quienes le escuchan.

Pero sobre todo me gusta la confrontación entre Sarene y Hrathen, la lucha por evitar la dominación y el intento de conquista de éste, sin usar más armas que la inteligencia, la conspiración y las artimañas más sibilinas.

Por eso, por le distinto sistemas de magia que propugna, por lo imaginativa que es su propuesta y por hablar de una historia de amor totalmente distinta a la habitual, creo que Elantris es una grandísima lectura. 

Lo digo con la boca algo pequeña porque, como he explicado más arriba, la segunda lectura ha pesado bastante mas de lo que pensaba posiblemente porque carecía de la ilusión y la sorpresa de la primera lectura. Pero lo cierto es que aunque creo que pasará bastante tiempo hasta que la vuelva a leer soy incapaz de negar que hay algo dentro de mí que piensa que lo hará en algún momento.

Quizá porque Sarene y Raodén son dos de los personajes más simpáticos y mejor elaborados que recuerdo haber leído en bastante tiempo. Y es que si algo ese Brandon Sanderson es un grandísimo diseñador de universos propios con personajes singulares y carismáticos.

No hay comentarios: