sábado, 22 de febrero de 2014

Magic Bleeds - Kate Daniel's serie. Vol 4

Después de "The Dresden files" y a expensas de lo que resulte de la lectura de la segunda entrega de "Women of the otherworld" de Kelley Armstrong, la serie de Kate Daniels es mi segunda novela favorita de Urban Fantasy.

Lo importante es que alcanza ese puesto por méritos propios y no por falta de rivales. Cada nueva entrega de la serie supera a la anterior e Ilona Andrews consigue ir corrigiendo alguna de las carencias que se le podían achacar a las novelas anteriores sin perder un ápice de los elementos que la distinguen de otras obras del género.

Da la sensación de que con los protagonistas más o menos perfilados la escritora se permite empezar a completar el universo que los rodea. De esa forma podemos empezar a comprender la filosofía interna del Pack, muchas de las reglas e intrigas internas que, hasta ahora, no habían hecho acto de presencia. Y eso mola.

Porque si algo se le podía criticar a la serie era que el foco estaba tan centrado en Curran y Kate que el resto de personajes quedaba un tanto desenfocado. Sí, estaban ahí y tenían su momento y oportunidad pero nada indicaba qué les movía y por qué. 

"Magic bleeds" permite un acercamiento más claro a las luchas de poder y preeminencia dentro de los cambiaformas, dándonos la posibilidad de empezar a cambiar nuestra primeras impresiones sobre ellos. Algo parecido a lo que sucedía en el "Bitten" de Armstrong.

Así todos ellos Mahon, Jim, Derek, Aunt B... dejan de ser "seres humanos" con la capacidad de cambiar de forma a ser criaturas o especies totalmente distintas a la nuestra, con comportamientos mucho más delimitados, institivos e impulsivos. Mucho más próximos al lado animal que al humano.

Ese cambio de perspectiva abre numerosas vías para la escritora (y para nosotros como lectores), multiplica los conflictos, las disputas y los malentendidos y, por tanto, llena las páginas de la novela de entretenimiento y distracción.

Y es que justo cuando dábamos por sentado que una parte de la ecuación (el comienzo de la relación entre Curran y Kate como pareja) era cosa hecha, la cosa se complica a raíz de un incidente que se irá aclarando a lo largo de la trama. Es ese giro el que permite que por primera vez seamos conscientes de la gran diferencia que existe entre los dos protagonistas. A través de la mirada de Kate empezamos a comprender que las normas que rigen en nuestro mundo no son las que rigen en el de los cambiaformas... y ahí empieza la diversión.

Pero no es sólo "El pack" quien sufre el escrutinio del lector. La "Orden" o Andrea, la mejor amiga de Kate, también van a sufrir un escrutinio mucho más exhaustivo y veremos como cambian ante nuestra atenta mirada.

Hay más... e igual de importante. Por fin hay acción. Mucha. Y bien llevada. Que era el gran pero que le ponía a la serie hasta el momento. Hasta ahora aparecia con cuentagotas, como algo totalmente aislado, totalmente circunstancial. Se resolvía con velocidad y cierto caos, privando a los libros de ese "algo mas" que los convirtiese en algo redondo. En esta entrega no.

Permanece la sensación de "thriller", la sombra de que algo malo va a pasar pero, por fin, pasa. Hay varias luchas que llevarse a la boca y todas ellas tienen algo que las hace diferentes. Por una vez la acción se narra sigueindo unos cánones más o menos corrientes. Da margen a saborear los elementos, a experimentar cierta tensión y algo de subida de adrenalina y HAY MUERTES, por fin. No mueren "treinta miembros del pack", sino X e Y, a los que habías visto unas páginas antes y que parecían la leche. Y se agradece...

...Porque te cansas de que los protas siempre sean tan, tan, tan tremendos que nunca haya enemigo que les haga zozobras. Porque llega un momento en que esto parece Dragon Ball 77 y que al final va a dar igual que  bicho salga al paso que van a dar cuenta de él, sí, con un par de moratones y algún rasguño pero con recuperaciones milagrosas.

Ahora ya no. Derek ya no es el mismo tras lo acontecido en la novela anterior y tras ésta es evidente que va a haber secuelas para aburrir.

Lo bueno sigue ahí. La tensión entre Curran y Kate (que por fin se resuelve), los diálogos y los intercambios ingeniosos y un par de secundarios interesantes. Sólo que en esta entrega es aún mejor.

Y con un malo... o una serie de malos...¿o es una mala?...a la altura. 

Lo único que queda por saber es ¿y a partir de ahora, qué?


No hay comentarios: