martes, 11 de febrero de 2014

Bitten - Women of the Otherworld, vol. 1

Llegué a "Bitten" a través de la televisión.

Aburrido y buscando algo distinto decidí dar una oportunidad a una serie sobre hombres-lobo. Algo arriesgado sabiendo que todo lo que tiene que ver con la "urban", en cuanto pasa del papel a la pantalla (de televisión o de cine), tiende a decepcionarme. Pasó con "The Dresden files" y luego con "Blood ties". Con "True blood" no he llegado ni a intentarlo porque quien lo hizo antes que yo salió escaldado y paso de repetir experiencia.

Y, sin embargo, probé... y me gustó. Si soy sincero a partir del segundo episodio. 

El primero es un tanto descafeinado y salvo algo de carne había muy poco que llevarse a la boca. Sin embargo, a partir del segundo la cosa mejoró bastante y el "hambre" se empezó a despertar con una simple pregunta, ¿será, como suele pasar, mejor la serie que la adaptación?

Y así fue como me decidí, como descubrí a Kelley Armstrong y, por encima de todo, como me reencontré con Elena Michaels (encarnada por Laura Vandervoort en la pequeña pantalla no me decía gran cosa) que, en papel, gana muchísimo. Y como me fijé por primera vez en Clayton Danvers y todo lo que le define.. y en la (no) relación entre ambos y la tristeza y resentimiento que llevan a cuestas.

Bajo la pluma de Armstrong he encontrado una forma distinta de afrontar la licantropía. Una más real. Una auténtica, que lejos de limitarse a atribuir a seres humanos poderes sobrenaturales o de humanizarlos, los diferencia. Criaturas instintivas, territoriales y posesivas, con un enorme sentimiento de pertenencia. Con una estructura jerarquizada y un comportamiento acorde a todo ello. Criaturas con forma humanoide pero con una clara incapacidad para terminar de comprender "nuestra" psique y comportamiento, lo que nos mueve y nos define

Nos han acostumbrados a que vampiros, hombres-lobo, hadas y demás criaturas sobrenaturales obran y se comportan como seres humanos, como si se tratase de una variante más de una misma raza. Quizá porque siempre los narran "desde fuera", a través de la mirada del mago, mercenario, investigador, etc... protagonista. Armstrong construye una realidad distinta, que, a través de la narración en primera persona centrada en Elena Michales, nos muestra esa otra realidad, un complejo entresijo de pensamientos y emociones que derivan en comportamientos que no siempre son los que esperamos o, al menos, no lo son como consecuencia del mismo proceso mental.  

Esa es la gran baza de "Bitten", el mostrar las cosas "de otra forma". A lo que hay que sumar una protagonista carismática con la que poco a poco te vas identificando, un par de secundarios con carisma a los que coges cariño e incluso algún malo con futuro y potencia como el casi inexplorado en esta novela, Karl Marsden

Sin grandes confrontaciones pero con misterio (a diferencia de lo que sucede en la serie de televisión en la novela no se ve lo que está pasando en el otro bando), algo de tensión, algún momento "madre mía que se van a cargar a menganito, no me lo puedo creer" y una lucha final con algún giro inesperado interesante, el gran éxito de la novela es la construcción del personaje de Elena, su descubrimiento por el lector y el suyo propio y un Clayton Daniels que hará las delicias de todos con su comportamiento y réplicas.

Por hacer una comparación con otra novela que acabo de finalizar ("Magic Bleeds", de Ilona Andrews) y personajes que ya han pasado por el blog, como Kate Daniels y Curran, posiblemente las conversaciones Elena-Clayton no tengan el puntito que tienen las del dúo creado por Ilona Andrews, pero poseen algo más que las hace especial. Una madurez y un poso de "realismo" que hace que te lleguen.

Esta novela me ha parecido todo un descubrimiento. La cogí para probar y acabé sacando tiempo de debajo de las piedras para terminarla cuanto antes porque quería saber qué pasaba al fianl. 

He disfrutado con todo el proceso y ahora sólo me preocupa saber si la segunda novela (que también protagoniza Elena), donde hay un claro cambio de trama (por lo que he leído en varios comentarios sobre la misma), seguirá teniendo el mismo punch que esta primera.

Y, por si hay dudas, ya la he recomendado a varias personas como forma de leer algo que puede agradar y sorprender a la vez, permitiendo también cambiar un poco el registro, sin entrar de golpe en el mundo de la "urban" más fántasy. 

En español está publicada bajo el nombre de "Jauría", una de esas tropelías con que de vez en cuando nos deleitan las editoriales.


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