domingo, 24 de junio de 2012

The Eyre Affair - El caso Jane Eyre

Lo más probable es que esta novela no llegue a mucha gente. Muchos que la intenten leer no sabrán donde se están metiendo y antes de acabarla la dejarán. Otros la terminarán aunque no les haya gustado porque son de los que empiezan las novelas y pase lo que pase las terminan para no tener nunca el incómodo reconcome de "¿y si la cosa mejoraba después?" y, por último, habrá quienes la terminen porque la están disfrutando.


Yo me incluyo en esa última categoría. A mí me ha gustado pero soy consciente de que en algunas ocasiones soy una "rara avis" que disfruta con cosas que se salen de lo ordinario.  "The Eyre affair" no es una novela que vaya a llegar a todo el mundo, parece que hay 77 personas que pensamos así (los 76 que la recharazon cuando se la ofrecieron (o eso dice la wikipedia y ya sabéis, si lo dice la wiki va a misa) y el que aquí escribe...aunque creo que quienes la disfruten se acabarán convirtiendo en seguidores acérrimos de la serie.


El humor (inteligente y culto, no el zafio y bastorro) forma parte importante de esta obra. Habrá quien tras  este comentario habrá visto como su pensamiento se dirigía a Douglas Adams (y su "guía del autoestopista galático") o a Christopher Moore (y "El ángel más tonto del mundo", entre otros). "La guía del autoestopista..." no me gustó especialmente, lo de Christopher Moore sería algo para hacérselo mirar algún día (que conste que a mí si me entretiene) pero esta no es la ocasión, la verdad. Así que me centraré en dos referencias más claras: Terry Prachett y Louis McMaster Bujold. El primero (si no recuerdo mal es un caballero) no me terminó de convencer cuando leí la primera novela del Mundodisco pero reconozco que lo pasé bien con sus continuas "omisiones-evocaciones" a personajes "basados en" otros grandes mitos de la literatura fantástica pero renombrados y distorsionados, potenciando sus virtudes y agigantando sus defectos. De Bujold me quedo con Vorkosigan, el mismo con el que revisa la spaceopera y la ciencia-ficción, añadiendo algo de humor y evitando (y eso es muy importante) caer en la parodia irreverente o en la mera pantomima. Fforde es, salvando muchísimas distancias y sin ofender a nadie, una buena mezcla de los dos, con cierto derroche de imaginación, humor ácido, crítica social y diálogos ingeniosos pero respetando el género y tomándose en serio el argumento.


Empecemos por el principio... su protagonista es Thursday Next y es detective literaria. No "una" detective literaria en el sentido de una investigadora "de novela" (bueno, la verdad es que si que lo es  pero esa no es la cuestión) sino una investigadora "de novelas". Su trabajo consiste en investigar posibles fraudes, plagios y cualquier otro intento de ataque contra las obras literarias. Su especialidad es la literatura anglosajona del siglo XIX  y el debate sobre la autoría de las obras de William Shakespeare uno de sus temas favoritos. Su día a día, sería de lo más normal si ocasionalmente no recibiese la visita de su padre, ex-agente (y ahora prófugo) de la  Chronoguardia, siempre buscando información que le ayude en su intento por "reconducir" el curso de la historia.

Al menos es así hasta que el manuscrito "Chuzzlewit", la última novela picaresca que escribió Charles Dickens, es robada sin dejar rastro aparente. Un robo sin igual que pone a nuestra "no tan joven" protagonista (ella también ha dejado atrás las dichosas treinta primaveras) en contacto con algunos miembros de Spec-Ops 05 (el grupo especial encargado de perseguir a los villanos más peligrosos. Por si os lo estáis preguntando T. Next forma parte de Spec-ops 27, los detectives literarios) que van tras la pista de Acheron Hades, un ex profesor de Thursday que actualmente ocupa el tercer puesto de la lista de los delincuentes más buscados de la nación.

Acheron Hades, un más que (im)posible cruce entre el Moriarty de Conan Doyle y la adaptación animada del mismo personaje en la serie "Sherlock Hound" (sí, sí, el del famoso jajejijoju), es el malo-malísimo de la novela, aunque Jack Schitt, el representante de la Corporación armamentística Goliath, no le va a la zaga en su papel de manipulador falto de escrúpulos. Junto a ellos, en silencio y, eso sí, sin más recuerdos que los de lo acontecido durante la última semana,  el peculiar  Felix7, sexta versión del amigo y lugarteniente de Hades fallecido en un atraco a un banco.

Next se encuentra secundada por un peculiar grupo de personajes que le ayudarán en su lucha. Boswell Cable (su nuevo compañero y aspirante a futuro marido (aunque ella no lo sabe)), Spike Stokerel único miembro de Spec-ops 17 (la unidad especializada en vampiros y licántropos), Victor Analogy (su jefe de 75 años. ¡¡Parece que la modificación de la edad de jubilación ha llegado también al mundo literario!!), su ex-prometido Landen Parke-Laine y su tío Mycroft, el inventor más peculiar y estrambótico de los últimos años, si creías que el "Q" de James Bond era "raro-raro-raro" espera a ver a este singular personaje y alguno de sus inventos como los bookworms o su coche camaleónico.

A estas alturas casi seguro que estás pensando, ¡eh, esto no es lo mío!¡¡menudo cacao!!...Puede que sea así. Como he dicho antes  muy normal no es pero es muy entretenido, enormemente variado y posee ciertas dosis de humor que lo convierten en algo único

He disfrutado mucho con el conocimiento que tiene el autor de la novela clásica anglosajona (me refiero a la obra de Dickens, Shakespeare o las hermanas Brönte), tanto que la primera vez que leí la novela (hace unos tres años) me planteé estudiar Literatura Anglosajona para poder seguir profundizando en todo eso que está ahí pero que sólo quienes poseen los conocimientos necesarios pueden llegar a ver y así lograr sacar todo su juego a la novela en cuestión En esa segunda ocasión la impresión sigue siendo la misma pero (con la que está cayendo) tengo la cabeza en otras cosas y comenzar una nueva carrera no es precisamente la primera de ellas.


Que la haya leído dos veces no quiere decir que me vuelva loco, ¡¡ojo!!, que me considero muchas cosas pero incondicional de la serie no es una de ellas pero sentía una gran curiosidad por leerla en inglés ya que en la versión traducida se hacía referencia a la existencia de juegos de palabras que con su traducción perdían parte de su encanto. Y, por si alguien se lo está preguntado,  sí, esta segunda vez he vuelto a sonreír como la primera vez e incluso me he reído porque su encanto sigue ahí: los grandes autores, los diálogos ingeniosos, los personajes literarios de Dickens, Brönte, etc... cobrando vida (¿upps, he dicho eso?) y una explicación más que interesante al por qué Rochester y Jane Eyre acaban juntos en la novela que lleva su nombre.


Fforde crea un universo propio y muy personal que se aprovecha de las posibilidades generadas por la imaginación y por su capacidad para sacar partido de las (en teoría obsoletas) novelas clásicas para crear algo único que merece la pena ser leído. Desde su mundo de ficción comenta e ironiza las distintas corrientes literarias y todas las teorías que les sirven de justificación, juega con el espacio-tiempo (y con el tiempo-tiempo) para su propio beneficio pero sin hace trampas ni convertir la narración en un ejercicio rocambolesco y, si te dejas llevar,  acabas cayendo presa de sus intrigas y de esa sensación de que, en algún momento, va a pasar algo que te va a sorprender.q


Y, por si fuera poco,  hay una dura crítica a la sociedad y política actual utilizando la ironía, satirizando  las guerras y el creciente poder que la industria armamentística privada tiene sobre los distintos líderes nacionales. Para eso se vale de la Guerra de Crimea, que en su realidad sigue sin resolverse, por mucho que Rusía y el Reino Unido (sin Gales, por supuesto, que se ha independizado) sean conscientes de que a esas alturas (ciento treinta y un año después del comienzo del conflicto) es un mero pedazo de tierra yermo y esteril, un erial al que han quitado cualquier otro posible valor. No es mi intención quitarle mérito, por ejemplo, a "Generation Kill", la tv serie que denunciaba el sin sentido que fue la guerra en Afganistan, pero Fforde ya lo había hecho algo parecido (aunque mucho menos sangriento) aunque fuese sobre una situación ficticia.

Con "The Eyre Affair" sonríes... y te ríes. Una buena forma de demostrar que no es necesario parodiar para hacer reír y que una novela puede formar, enseñar y criticar utilizando la risa como conductor. Su autor lo sabe y, lo que es más importante, dispone de los conocimientos y la capacidad para crear algo único y novedoso. ¿vale la pena? para mí sí aunque posiblemente no valga lo que cuesta, qué se le va a hacer, bastante difícil habrá sido conseguir que publicasen sus novelas como para encima arriesgarse a perderlo todo por conseguir que le publicasen en la (siempre más económica) edición de bolsillo, jeje.

A mí me ha servido para desconectar un poco. Entre esta novela y ¡Roma vincit! he podido dejar un poco de lado la situación actual  y he dejado volar un poco la imaginación. Las próximas semanas trataré de recuperar un atisbo de realismo de la mano de Donna Leon y "La palabra se hizo carne", James Thompson y "El noveno círculo de hielo" (ambas dentro de la novela negra más social) o con Katherine Pancole y los ojos amarillos de sus cocodrilos, aunque la sombra de Steve Erikson y el renombre que está adquiriendo la Saga de Malazán amenazan con alterar el orden establecido...

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