martes, 15 de noviembre de 2016

Hounded - The iron druid chronicles, 1


Para quién no sea seguidor del género es probable que entre cada uno de los libros sólo perciba meros cambios estéticos y crea que la diferencia entre esta serie y las demás se reduce a que el protagonista tiene un perro como mascota en lugar de un gato, que hay una espada y no un bastón, que el protagonista tiene algún tatuaje y el resto no, que aquí es un hombre el protagonista y en otras series es una chica, etc...

Una generalización en la que yo también caigo en muchas ocasiones y que posiblemente esté suponiendo que me pierda más de una buena novela. Es una pena pero es tal el volumen de títulos disponibles que a veces no queda otra que guiarse por una sinopsis (normalmente adulterada) y por una serie de percepciones para escoger entre unos y otros. 

A mí me llamó mucho la atención, por ejemplo, la portada del libro. Me gustó mucho e hizo que me fijase en la reseña para ver si me decía algo o no

Pudo ser la portada, la sinopsis o la suma de las dos, pero algo me llevó al error ya que entendí que se trataba de una novela de fantasía épica, con mucha espada, con dioses orquestando el movimiento de sus distintos adalides y héroes batiéndose con monstruos horribles por conseguir los objetivos fijados, una especie de "Furia de titanes" (la peli ochentera, no la versión moderna) novelado, eso sí, con la mitología celta de fondo.

Esa premisa me pareció muy atractiva y de haber sido realmente esa la trama, a nada que estuviese bien escrita, habría firmado un "valoración: increíble", en un pis pas

No fue así y es cierto que de entrada la novela tuvo que enfrentarse a un "nooo, nooo, noooo, nooo, que me habéis hecho la trece catorce y me estáis dando gato por liebre", que me puso a la defensiva y con una clara predisposición contra ella, pero así es la vida.

Resultó ser "Urban Fantasy", con poco épico. 

Entretenimiento puro y duro, sin gran desgaste para las neuronas pero con algún elemento distinto que despierta la curiosidad.

Es de esas lecturas que cautivan y que, sin apenas darte cuenta, acaban por gustarte bastante y  encima consigue distraer sin esfuerzo sea cual sea tu estado de ánimo y eso hoy cotiza y mucho en mi estantería. No es fácil encontrar libros que aumenten el gozo cuando estás fino y que, si no tienes un buen día, consigan distrae y disipar sin esfuerzo. Éste es uno de esos.

Ayudan varios ingredientes que quiero señalar, por si eres un seguidor del género que quiere algo distinto y buscas un aliciente que te lance en brazos de la siguiente serie o por si no lo eres y aún así estás dispuesto a darle una oportunidad a algo nuevo.

En primer lugar crea un marco distinto para sus tramas. 

Sí, hay vampiros, hombres-lobo, faes y brujas, pero ninguna de esas creaciones tiene el protagonismo en la trama y la versión que presenta cualquiera de ellos es distinta, interesante y atractiva a partes iguales y, lo que para mí es más interesante, está construida con el grueso de las mitologías mundiales de telón de fondo, permitiendo visitar distintas culturas, sociedades y religiones  durante su lectura. Y aunque sólo fuese por eso, en concreto para mí que son temas que siendo más crío me gustaban mucho, hace que sume y mucho.

Las tramas están bien hiladas. Cierto que, como suele pasar,  aparecen muchos frentes y hay una extraña tendencia en el género porque todas ellas acaben por interrelacionarse, lo que a la larga le quita parte de la gracia al asunto, pero en general todas están bien y entretienen, no chirría la explicación al por qué de sus cruces y crea un conjunto muy homogéneo, la verdad.

Además el ambiente general no es el sórdido/sombrío que tiende a predominar en muchas de las tramas de autores similares, aquí hay rayos de luz, un toque adicional de humor/ligereza, que consigue suavizar la lectura y hacerla amena sin que abandones la trama en ningún momento, evitando, además, convertir la narración en algo paródico o absurdo. 
 
Y tiene desde el comienzo un conjunto de personajes bien construidos, coherentes y carismáticos que consiguen acompañarnos durante toda la trama sin que el interés decaiga en ningún momento. No importa quién acompañe a Atticus o con quién se cruce/dialogue/se mida, no te quieres perder ni un ápice.

De Atticus O´Sullivan me gusta, además, que tiene empaque desde el principio. Es un protagonista con más de 1.000 años de existencia, pragmático, que entiende que en ocasiones en necesario acabar con una vida para evitar muchos otros males en el futuro.

En eso me ha recordado dos momentos puntuales de series de televisión que creo haber comentado aquí: ese episodio tercero de la primera temporada de Daredevil, en el que el protagonista descubre que es casi imposible acabar con el mal sin adoptar medidas que te pongan a su nivel (y si no es mejor no meterse a jugar con "los mayores") y un episodio de las primeras temporadas de Supernatural en donde los Hermanos  Winchester descubren que a veces por salvar una vida el daño que se causa es mucho mayor. 

El protagonista creado por Hearne es un druida, guardián de la naturaleza, que además procura mantener los objetos con poderes mágicos lejos de malos usuarios, que no por procurar evitar la confrontación deja de adoptar las medidas necesarias cuando llega el momento, conocedor de que en ocasiones para evitar peligros presentes o futuros para aquello que ha jurado defender no queda más remedio. Y no le tiembla el pulso al hacerlo. 

Quizás por eso resulte más cautivador (y más completo) que los primeros Harry Dresden, Kate Daniel o Mercedes Thompson que durante las primeras novelas de sus respectivas series van teniendo que redefinir sus principios y valores ante la realidad que se encuentran frente a ellos para acabar con un comportamiento similar al de O´Sullivan pero tras un proceso más lento.

En mi comprensión, gusto y disfrute de esta novela ha influido la lectura previa de tres relatos cortos que según todas las fuentes se sitúan cronológicamente antes de esa primera entrega de la serie y que para mí son un must read si realmente te interesa esta serie.

 

"The grimoire of the lamb" que sirve para conocer de primera mano el ámbito de actuación de Atticus y el vasto universo universo politeísta con el que Kevin Hearne está dispuesto a jugar y a sorprendernos. 

La más cautivadora de las tres historias, con diferencia.


"Clan Rathskeller". De los tres relatos es el más ameno, el más ligero y el que tiene más dosis de humor, pero claro que se puede esperar de un relato donde Oberón lleva la voz cantante.



"Kaibab unbounded" que habla de la parte más importante de ser druida, la relación con la naturaleza y cuantos en ella habitan y la demostración de que Atticus hace lo que tiene que hacer para preservarla.

Valoración: Me ha gustado mucho.

Serie ha seguir, que recomiendo a quienes han disfrutado (y siguen haciéndolo) con Harry Dresden y con Alex Verus, que requiere un poco de paciencia al comienzo hasta que te ubicas pero que luego vuela.

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