jueves, 17 de agosto de 2017

Ready player one


Ésta es una de las novelas pendientes que más tiempo hace que estaba cogiendo polvo en el estante de la biblioteca. Una de esas lecturas a las que quieres meter mano pero que tienes siempre miedo a qué será lo que realmente encuentres.

Las críticas que había leído eras muy buenas y aunque la sostenía en mis manos finalmente acababa desechada pero hace cosa de un mes vi el trailer de la película y decidí que era el momento (quisiese o no), no fuese a ser que alguien de alrededor me reventase la historia.

Así que hace dos semanas llegué a "Ready player one" con el "Tom Sawyer" de Rush sonando en el ordenador (un efecto secundario inevitable del trailer. Uno que, afortunadamente, parece estar mitigándose días).

Ha sido una lectura larga, que (cosa rara) se ha prolongado casi dos semanas, aunque reconozco que me ha cogido en un momento de cansancio y necesidad de unos días de desconexión, así que no toda la culpa es de su autor. Sólo la justa.

No creo que sea justo analizar la novela de Ernest Cline sin afrontarlo desde tres perspectivas distintas:

Fan de los 80. Da igual si se trata de su música, las películas de aquella época o algún libro (estos los menos), la novela es un revival de la época. Un enaltecimiento de todo lo que vivimos los que cuando pensamos en un ordenador aún recordamos carraquillas nonagenarias y al pensar en consolas lo hacemos con la imagen del Zelda de maquinita portatil en un patio de recreo o en los juegos de asteroides de la maquina del bar.  

A nivel cultural posee un carácter universal y multidisciplinar, aunque priman las referencias cinéfilas, las series de televisión y algún acompañamiento musical, tanto europeo como americano, pasando por varios referentes asiáticos. En eso mola.

Un totum revolutum genial para nostálgicos y teenagers en cuerpos cuarentones. Un flash back constante, un viaje por el baúl de los recuerdos (eso sí, sin Karina) y la bajada a la realidad de aquellos soñadores que hace veinte años creíamos que la realidad virtual y la interacción sensorial con los juegos (y películas) sería algo que veríamos, sentiríamos  y disfrutaríamos a lo largo de nuestra vida.

Adolescente / Young adult: Quizás algo perdido en alguna referencia pero situado ante un universo increíble, lleno de referencias que pueden despertar su curiosidad, con una temática asequible y un lenguaje y contenido aceptable para aquellos entre los 14 y los 20. 

Puede ser una buena forma de acercar dos generaciones tan distintas. Un acercamiento padres e hijos con el que compartir referencias, batallitas y mil historias.

En la época de youtube, el streaming y demás fanfarria, una oportunidad de acceder a un catálogo basto y muy extenso de referencias que buscar, investigar y cotillear.

Lector habitual que no se encuentra en ninguno de los dos casos anteriores (con matices para los amantes de la fantasía más genérica y la distopia tan de moda)

Es el caso de toda esa gente que busca personajes sólidos, tramas bien llevadas y argumentos de peso. 

Alguien que disfrutó con "Un mundo feliz" y busca algo parecido o que sin ser amante de la fantasía es capaz de disfrutar con "Juego de tronos" (engañandose de la forma que quiera sobre lo que está viendo realmente)... a esa gente le va a faltar algo o un poco más que "un" algo, y lo digo yo que hasta cierto punto estoy más en el primer punto que en este tercero.

Para mi gusto a la novela le falta...

Un personaje profundo. Empaque de verdad, no esa patina que casi todos los personajes del subgénero "young" poseen y que aguanta el primer rascado. A Parzival/Wade le falta y bastante, por mucho que en el último cuarto de la novela su creador intente enmendarlo y darle un mayor trasfondo.

La misma profundidad le falta a la historia, que parte de una premisa muy chula pero se va diluyendo, convertida más en un álbum de fotos genial que rememora la cultura ochentera en todo su esplendor pero que deja mucho hueco sin llenar.

Empieza a ser práctica generalizada que las distopias usen los "mundos (post)apocalípticos" mas como escenarios de los que partir que como forma de realizar una denuncia social en condiciones. "Ready player one" no tiene nada de "Fahrenheit 451" o "Soy leyenda" y es una pena porque mimbres había para haber hecho algo más.

O para hablar de la pérdida de identidad, del placer cortoplacista de la realidad virtual, de los mundos que nos permiten huir de la realidad o reinventarnos (incluso físicamente) para ser aceptados.

Si la denuncia social queda atrás demasiado pronto, de la historia de amor que  debería llevarnos en volandas durante el pasaje más aspero de la novela poco o nada hay, con una capacidad para emocionar/empatizar que ralla el 0 y un personaje aséptico que parece más un mal avatar que un personaje real de carne y hueso. 

En cuanto a la lectura, que es quizás su mayor pero...

El primer tercio arranca bien. Fuerte, con algo de ritmo y mostrando un mundo bastante singular que hace las delicias del amante de la época y promete.

Luego llega una travesía por el desierto que se eterniza. Un periodo árido, algo pueril, que se extiende casi hasta el último cuarto de la obra y que te va alejando de la narración. 

Saturado de tantas referencias y con tan poco que llevarte a la boca acabas algo aburrido y amuermado, mirando lo que te queda para terminar el castigo. Quizás aquí algún "young" discrepe. Dejé ese periodo atrás hace ya demasiado así que no puedo ponerme en su lugar... ¡¡y mira que lo siento!!

El final, ese último cuarto, algo mejor. Inocente en algún pasaje, pero más dinámico y, al menos, entretenido. 

En una obra narrada en primera persona el interés aumenta cuando (aunque la acción sigue siendo narrada igual) el peso lse reparte con la presencia de Hache, Art3mis y Shoto en la narración, por desgracia, de aproximadamente 400 páginas, cerca de 200 son en solitario, con un personaje que no capta y la lectura se resiente... demasiado.

Así que llega el momento final.

Valoración: Está bien. Por algún recuerdo que he podido recuperar al leer determinados pasajes hasta me plantearía dar algo más pero como lectura, desde un punto de vista sincero y sin añadidos personales, creo que es la nota correcta.

No puedo decir que esté mal porque no es así pero realmente no es una lectura que recomendaría a quienes no disfruten de la época (y sus referencias) hayan pasado ya cierta edad. O sea, los de las categorías 1 y 2, pueden darle una oportunidad bajo su responsabilidad. A los que no les guste la cultura ochentera, no se les haya perdido nada allí o se duerman viendo "Los Goonies", que ni lo intenten.

Creo que había más jugo que sacar, que la trama debería haber aportado más al lector. 

Mi esperanza... que la cosa mejore en el cine, con las distintas canciones sonando y metiéndo en situación y mucha más imagen que recordar y evocar, con mucha menos "enumeración" fría y detallista hasta el exceso. 

"Ready player one" es un catálogo de los 80, no una lectura interactiva que te arrastre. Se construye entorno a la época pero no te hace sentir partícipe y salvo un pequeño instante donde realmente eres capaz de desentrañar tú el acertijo y sentirte dentro, en general te mantiene demasiado distante de lo que sucede, despreocupado de lo que sucede/lees.

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