viernes, 18 de agosto de 2017

American Assassin - Mitch Rapp, vol. 1


"American Assassin" llegó como "Ready Player one", a través de un trailer.

No soy fan de Michael Keaton (es más, de no ser porque Kilmer y Clooney lo hicieron aún peor, le consideraría el actor que mató a Batman) y Dylan O´Brien sale con un aspecto desaliñado y sucio que...como que no. Pero hay algo en el trailer, aparte de Taylor Kitsch (actor que no me termina de defraudar), que me captó. 

Creo que fue la posibilidad de disfrutar de una novela "de acción", un thriller adrenalítico, sin tanto suspense ni tensión psicológica. Y, si nadie me lo impide y se me concede la licencia para aplicarlo, pensé que podría ser una novela palomitera

No ha sido mi primer intento de dar con algo parecido. "The innocent", de Baldacci, no llegó a ofrecer la energia y "El abrazo de la tigresa", siendo algo distinto y habiéndome gustado mucho, no llega a ser ese algo superficial, ameno, dinámico y refrescante que sanee la cabeza y cubra carencias literarias que el cine cubre pero no con solvencia.

La primera novela de la serie de Mitch Rapp cumple. Es "palomitera" si lo quieres ver así, sobretodo el último tercio y lo que sería "la historia presente", que se va narrando en paralelo al entrenamiento de Rapp. 

Dicho de otra forma, las dos primeras partes de la novela tienen mucho de "Oficial y Caballero" si te centras en la parte de Richard Gere y Louis Gosset Jr y ofrece poco novedoso, salvado, eso sí, la enorme tensión que transmiten Rapp y Star Hurley. 

El final de ese bloque, desde la primera misión oficial de Rapp, ofrece una clara mejoría y ofrece un final con un buen clímax.

Como no encontré el libro publicado en español lo tuve que adquirir en inglés. 

El vocabulario es normal, no plantea mucho problema y la lectura es muy ágil, además los tiempos, en general, los marca bien y nunca terminas de saturarte o de cansarte porque el ritmo sea demasiado lento o porque no te esté dando lo que buscas, es más bien al contrario, va bien, siempre estás metido y entra muy suave.

Quizás no tiene la acción que me habría gustado pero es probable que en la vida real las confrontaciones se resuelvan de formas mucho más sencillas que las variantes televisivas y, además, poco después pude dar cuenta de "The Grim company" (de Luke Skull) y mi necesidad de adrenalina, luchas, disputas y confrontaciones de todo tipo se ha visto colmada por completo, así que ahora veo a la novela de Flynn con algo menos de resquemor y me puedo centrar en lo que me dió (y no lo que yo quería buscar).

Me ofreció dos cosas que he valorado porque no suelo dar con ello habitualmente:

Relax: El que da estar dentro de la novela pero sin la necesidad de vivirla desde dentro como ese algo cautivador que te aliena por completo. 

He podido disfrutarla sabiendo que leía, viendo la historia pero sin "ser la historia" y así me he desgastado mucho menos que otras lecturas.

Un pequeño debate filosófico. Uno que en mi casa (o en la de mis padres) ya se planteó en su día con el estreno de la primera temporada de 24 y es la necesidad (o no) del cambio de estrategia en los países democráticos (o los que así se llaman) cuando la amenaza a la que se enfrentan es distinta a lo que se vivió en otros periodos de confrontación, como la Guerra Fría. 

El famoso debate de si las tácticas usadas antes pueden seguirse usando y tienen cabida actualmente o si la lucha actual ha cambiado tanto que es necesario adaptar otra forma de acudir a la contienda, incluso renunciando al cumplimiento de normas y derechos internacionalmente reconocidos.

En ficción/fantasía he leído debates parecidos (recientemente "The seven forges" y el primer volumen de "Las monarquías de Dios") pero en literatura, al no entrar demasiado en el mundo de la novela de espías (en sentido amplio), no había dado con algo parecido y lo he agradecido porque me da dado que pensar (asumiendo siempre que se dan visiones partidistas y tratando de minimizar posibles proselitismos ideológicos).

Por esos dos detalles, porque se lee como si se tratase de una bebida bien fría en un verano insufrible  y porque deja un buen regusto sin apenas exigir, debo decir que me ha gustado bastante.

Pero... no muchos. Quizás a veces Hurley es demasiado "estereotipo ideológico" y el momento "campamento de entrenamiento" come algo más de espacio (no mucho pero sí un poco) de lo que era necesario.

Valoración: Me ha gustado. Bastante tirando a mucho, de no haber sido por esa pequeña sensación de "deja vu" del entreno.

Si no se vuelve repetitiva y es capaz de ir variando las premisas puede ser una buena serie a seguir de ahora en adelante.

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