domingo, 5 de mayo de 2013

Lucky Star, Ranger del Espacio

Durante un par de días de esta semana he sentido, vergüenza.

Lo curioso de esta ocasión es que la sentí mientras iba en el Metro. Esta vez no era por ir leyendo (que parece que últimamente es algo más frecuente) ni por hacerlo en "soporte papel" (que empieza a ser minoritario), sino por hacerlo con una novela que tenía puesto en su portada un "JUVENIL" con letras bien grandes sobre un fondo rojo y un dibujo de portada que hecho con rotulador no daba un aire muy adulto a la novela.

Lo fácil sería decir que el problema es de los demás pero uno (al menos "este uno"), aunque no lo admita fácilmente, vive condicionado por lo que puedan pensar los demás (sí, sé que es un craso error pero estoy aquí para comentar un libro, no para una sesión de autoayuda, así que...). 

Lo sé porque cuando cogí este libro lo hice con un único pensamiento en la cabeza ¿vas a comentarlo en el blog? Idea que alcanzó su clímax cuando dos horas y poco después terminé el libro y lo que pasó por mi cabeza ¿y si cojo un libro corto para ver si me la ventilo de aquí al sábado y así tengo otra cosa de la que hablar?

Podría decir que he leído esta novela porque estoy pensando en hacer limpieza para ganar algo de espacio y necesitaba saber si podía prescindir de éste pero sería mentir. Sí, tengo que hacer limpia, pero tengo una lista bastante larga de libros que saldrán. La verdad es que lo escogí porque al quitarlo para limpiar bien el polvo de debajo sonreí recordando una impresión (algo difusa, todo sea dicho) que tenía de las aventuras de su peculiar protagonista. 

La memoria es algo asombroso. No siempre recuerdo todos los libros que he leído, según pasa el tiempo sólo suelo recordar retazos generales y son pocos los que me llegan a impactar, pero si algo significativo ha sucedido durante la lectura de uno, sin importar su calidad, ése siempre va asociado al recuerdo y es casi imposible que me desaga de él. 

La serie de Lucky Star (cuando comienza la novela Darren Starr) se quedará  conmigo por los recuerdos que atesora y porque es una buena serie de novelas (más bien relatos cortos cada una de ellas) que se leen muy fácilmente. 

No ha envejecido mal a pesar de que Asimov la escribió cerca de 1950  porque ha tenido la suerte de que algunos planteamientos claramente superados por los descubrimientos científicos actuales le dan un aire naif que lo convierte algo entrañable, creando una especie de futuro-retro.

Si alguien decide leerlo (o releerlo, que me parece una opción más factible dada su antigüedad) se encontrará con una lectura agradable y entretenida que tiene más de novela negra que de ciencia-ficción aunque está ambientada en Marte. La imaginería de Asimov tiene su hueco durante la trama y parte del mundo que crea es curiosa (aún en 2013 innovadora) aunque representa un futuro bastante más lejano de lo que su autor posiblemente tuviese en mente cuando la escribió. 

Para ser una novela de intriga le falta algo de peso, pero tiene un ligero toque, salvando las distancias, a las novelas de Sherlock Holmes porque durante la investigacion (aquí unas misteriosas muertes tras el consumo de productos marcianos) lo único que podemos hacer es seguir los pasos de su protagonista pero nunca, salvo durante la conclusión, se llega a compartir sus pensamientos.

El lenguaje de la versión traducida es muy asequible, no hay problema en seguir los razonamientos deductivos y la jerga científica no impide entender lo que está sucediendo. Sencilla, aunque provista de algún giro curioso, quizás le falta algo de complejidad a sus personajes, único punto donde quizás sea posible tildarla como "juvenil".  

Si tuviese un hijo entre los 10 y los 15 años creo que sería una buena novela para iniciarle en la lectura (si es que no le gusta ya) o para que leyese algo en inglés (porque no creo utilice un lenguaje especialmente complicado). Imagino que los mas pequeños serán más impresionables, al menos yo lo fui en su momento, ¡¡pero claro entonces no existían películas como "John Carter of Mars"!!

Lo difícil si alguien está interesado será dar con él. He mirado en un par de librerías de las supuestamente "grandes" por internet y no aparece pero curiosamente en "iberlibro", la red de librerías de segunda mano,  hay alguno en español (en inglés muchos más). Pero bueno, para eso están las bibliotecas.

A mí me ha servido para recordar viejos tiempos y para descansar un poco tras "El síndrome E". Me apetecía algo un poco más ligero y las opciones que tenía (incluyendo "The perks of being a wallflower", que tengo a medias) no me apetencián especialmente en ese momento. Quizás para lo que lo quería ha sido demasiado breve pero durante 24 horas cumplió con su objetivo y me arrancó alguna (pequeña, todo sea dicho) sonrisa.

P.D: Mi versión es de Bruguera, tiene más años que la tana  y no sólo tiene el famoso "Juvenil" puesto por todas partes, también está ilustrada cada 10 páginas, más o menos, algo que como adulto me ha cortado un poco el rollo pero que como crío me supuso un respiro. 

Las versiones ilustradas, me refiero a las que incluyen algún dibujo de vez en cuando, no a versiones 100% gráficas, me ayudaron a iniciarme en la lectura, no sólo de novelas "infantiles" (como las de "El pequeño vampiro") sino a trabajar la atención como "aventuras de Hans Jurgen o a adentrarme en el mundo de la literatura más adulta. 

Mi primera versión de  "Estudio en Escarlata" es de la misma colección que Lucky Star (portada en rojo, dibujos a rotulador, ilustrada...) y uno de mis libros favoritos ("La Flecha negra" de Stevenson) también está ilustrado y aunque tengo una versión posterior en un formato más estandar, para mí las aventura de Dick y Joanna siempre serán las que representó L. Togliatto. 

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