domingo, 12 de mayo de 2013

House of cards - The negotiator vol. 2

Tenía escrito un post. Puede que no "EL POST" pero un post a fin de cuentas, sin embargoo sonaba vacío y frío y no he podido dejarlo así. No sé si lo que viene a continuación será de tu agrado pero lo que voy a intentar es que sea del mío, así podré dormir tranquilo.

Me gusta "House of cards" porque me parece que a pesar de ser una novela de fantasía habla de la vida y, aunque sólo sea de vez en cuando, me sienta bien ver mis miserias, mis dudas y todos esos temas a los que les doy cien mil vueltas a lo largo del día plasmados en papel.

Habla de amor...por supuesto. Ya lo hacía en la primera entrega pero en esta segunda ahonda mucho más. Me gusta porque no lo hace sólo con idealismos baratos de novela rosa, también muestra la cara más oscura, la amarga: habla de celos, de miedos, de inseguridades y de vulnerabilidad pero, sobre todo, habla de la tendencia que tenemos todos a interpretar la realidad según nuestros gustos y apetencias, olvidando los hechos o corrigiendo (apartando) aquello que no nos interesa. Habla de cuentos de hadas y de "castillos en el aire", de esos futuros imaginarios que nos montamos cuando conocemos a quien esperamos que sea nuestra pareja y como anticipamos un sin fin de cosas que luego posiblemente no lleguen a suceder. Habla de poner los pies en el suelo, de aceptar las cosas como vienen y de afrontar los desengaños y los problemas, no de dejarlos a un lado o de intentar omitirlos. Y por eso, aunque sólo sea por eso, me gusta.

Habla del idealismo... de nuestros sueños de infancia. De nuestras ideas preconcebidas, de la intención (que creo que quien más y quien menos ha experimentado) de cambiar el mundo, de ayudar a hacerlo mejor, de "aportar nuestro granito de arena" y de como a veces para hacerlo uno recorre un camino distinto al que pensaba. 

También de como a veces la vida (las circunstancias o el fatum) son las que se imponen y te llevan por derroteros distintos a los que inicialmente pensabas. Incluso se refiere a la capacidad absurda y sorprendente que tenemos todos de revestir nuestras "bajadas de pantalones" y nuestros vaivenes ideológicos autoconvenciéndonos de que nada ha cambiado en nosotros durante el camino. 

Creo que en el fondo se puede decir que habla de eso que muchos llaman "la crisis de la mediana edad", esa que hace que una mañana, mientras te miras al espejo pienses ¿cómo carajo he llegado yo aquí?si yo iba a hacer... y luego.... y yo lo que quería era... También habla de adaptarse y de aceptarse, de ser capaz de tomarse un respiro para pensar y tirar para adelante  y, lo más imporrante, de darse cuenta de que uno se ha equivocado y ser capaz de reconocerlo (aunque no haya marcha atrás posible).

Habla de pertenencia. De la necesidad que tenemos de sentirnos parte de "algo", por mucho que ese algo no siempre nos guste y del miedo al qué diran y a sertirse rechazado. Del cambio y del pavor que despierta esa palabra en todos nosotros en algún momento de nuestras vidas... y de nuestra fragilidad, pues en muchos casos somos lo que la gente de nuestros alrededores nos permiten ser, son ellos quienes nos soportan y apoyan en los días malos y cuando las decisiones que tomamos nos alejan de ellos  nos cuestionamos y replanteamos nuestras acciones, porque la soledad es algo aterrador y la incomprensión de los demás un mazo que puede causar un daño irreparable.

Y habla de integración. De sociedades que se rigen por normas distintas a las nuestras, por gente con otras ideas y una visión distinta y de como la interacción puede conllevar dos cosas: cambio o distanciamiento. El segundo puede doler o no ser comprensible pero es más "honesto", cuando sucede uno sabe que esperar pero con el "cambio" la cosa es distinta porque uno está siempre dispuesto a alterar lo que conoce y no le gusta, intenta moverse para conseguir lo que el considera "la plenitud" pero no está dispuesto a aceptar que otro intente hacer eso mismo con él

Para mí todo eso es "House of cards" con dragones, djinns, gárgolas y vampiros pululando por nuestras calles, a pesar de todos los elementos fantásticos que se quieran poner como "peros", creo que es un buen retrato del ser humano, de nuestras limitaciones, nuestros sueños y nuestras esperanzas. Y creo que por eso me gusta.

Por eso y porque se lee muy bien, porque es enormemente entretenido y porque no tiene nada que ver con lo que he leído antes. Sí, hay amor entre dos "razas" distintas y eso hace pensar en "Crepúsculo" o en otras novelas similares pero en el fondo no tiene nada que ver porque la de Margrit y Alban es una relación "adulta" (con el sentido peyorativo que uno le quiera poner a la palabra), lo que mueve a los protagonsitas como a Edward y Bella en su serie es "El amor" pero lo que pasa por la cabeza de los protagonistas de "House of cards" es mucho más complejo, o al menos está mucho mejor definido.

Los personajes cambian y se adaptan, incluso las (en principio) inamovibles gárgolas, conforme cambian sus circunstancias. No es el cambio fluído como nos venden siempre, hay muchas aristas y en el camino sufren y se desgastan, tienen dudas y se ven obligados a aceptar. Por eso personajes como Janx, Alban o Daisani cobran enteros en esta segunda novela. Tanto como Margrit, que en esta entrega descubre que Newton no andaba tan equivocado cuando enunció su tercera ley: toda reacción provoca una reacción opuesta e idéntica.

Como obra está bien porque además su trama es compleja pero creíble (sí, ya lo sé, con criaturas como estas poco creíble será, pero si lees esto es porque estás dispuesto a "creer" aunque sea durante un rato, ¿no?), porque tiene un par de giros inesperados que están muy bien y porque no se limita a ser una continuación del "deshojar la margarita" entre los dos protagonitas. Aquí está el futuro de muchas razas en juego y eso es lo que importa.

Y tiene unas últimas 50-70 páginas que suben todavía más el listón y convierten esta novela en algo notable de verdad, esta vez con un par de momentos de (esa tan ansiada a veces) acción que quedan para el recuerdo.

Queda todo abierto para el cierre de la serie en "Hands of flame", pero la guerra ya ha comenzado y la cosa está que arde en todos los frentes.

Un pero...

Aquí no llega. Es algo increíble. Eso sí, al menos en inglés sale barato. 

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