martes, 20 de febrero de 2018

Años de Sequía - Aaron Falk, vol. 1


La novela de Jane Harper es una muy buena novela que quizás me llega en un momento en el que la novela social de corte realista ha colmado un poco mi estantería y quizás al final, cuando la valore, no seré del todo justo.

Supongo que es lo que pasa cuando te sacias de algo en un periodo corto de tiempo. También el resultado de la insatisfacción cuando buscas una cosa y encuentras otra, por buena que sea.

"Años de sequía" es una novela hasta cierto punto costumbrista que plasma la situación de desamparo de una comunidad en la que una sequía casi permanente está acabando con el medio de vida de la zona y la dura y complicada situación que viven sus habitantes.

El suicidio de uno de sus habitantes, justo después de matar a su mujer y su hijo, parece poner el punto final a la existencia de todos ellos hasta que un antiguo amigo del fallecido (y es vecino del pueblo) regresa y acaba investigando el suceso.

Es una novela de ambiente claustrofóbico a pesar de narrarse en una extensa explanada de tierra árida. Sus escenarios son limitados, así como los personajes que intervienen en la narración y generan en el lector un ambiente agobiante y recargado que genera angustia.

Harper consigue que entendamos y comprendamos parte de la opresión que padece Aaron Falk durante la historia, ese agobio constante ante un pueblo de mirada hostil y un pasado recurrente que no hace mas que abordarle paso a paso. Y se agradece.

El problema (más bien mi problema porque se deriva del orden en el que los libros han ido cayendo en mis manos) es que la construcción con flashbacks y esa "vuelta a casa" se parece de forma parcial a "Ángeles en llamas" o "La isla de los cazadores de pájaros".

De la primera, para mi gusto la más próxima aún con matices, la separa el carácter de su protagonista. Dove Carnahan, el personaje creado por Tawni O´Dell es más amigable (a pesar de la crudeza de su narración), más sociable y, por ende, más enfatizable. También es menos contenida y creo que para alguien a veces demasiado impulsivo o con tendencia a saltar con un arranque de mal genio o una mala contestación resulta más fácil encontrar similitudes con ella que con Aaron Falk, más hierático y contenido, más impávido de cara al exterior, por tortuosa que sea su vida interior.

Además, salvo excepciones, el ambiente claustrofóbico de la novela se transmite también al trato con Falk, con pocas intervenciones con terceros, mucha reflexión y mucho proceso interno, frente a la apertura y diversidad en el trato de Carnahan.

La gran ventaja de "Años de sequía" frente a "Ángeles en llamas" podría haber sido la introducción de Australia y su paisaje como parte integrante de la novela, algo que la distanciase sobremanera de cualquier otro pequeño pueblo de casi cualquier parte del mundo occidental, perono parece que esa fuese una de las prioridades de su creadora y, en ese sentido, la novela queda algo desvirtuada.

Posiblemente esa sea la gran diferencia con "La isla de los cazadores de pájaros" de Peter May, ese carácter costumbrista de la novela que nos traslada a una forma de pensar y obrar totalmente ajena a la nuestra o, al menos, lo suficientemente dispar como pactar la atención y hacernos querer saber más. Evidentemente en la propia narración y en la forma en que se construye la novela surgen paralelismos y cierta similitud por momentos pero la apuesta de May por convertir el entorno en un personaje y dotarlo de vida propia, convierte a su novela en algo más, en un "me ha gustado mucho" sobre el "Me ha gustado" que ha acompañado a otras novelas que, por lo demás, son bastante similares a la suya.

No hay mucho que me quede por decir, la verdad. Creo que "Años de sequía" es una buena novela, que quizás para haber conseguido el "muy" sólo le fallé yo, que vengo de un último año con varias historias de corte similar y que hoy justifico mi valoración siguiendo un criterio pero que de haber leído las novelas en otro orden, mi valoración habría podido sufrir alguna variación.

Valoración: Me ha gustado.

P.D: empiezo a necesitar un cambio de aires literario. Así que espero que nadie se extrañe si en las próximas semanas, tras los comentarios sobre "Dead Things", "Rosie and John" o "Maderos", aparece de nuevo Marco Malvaldi con su peculiar bar, Fred Vargas con Adamsberg, algún toque de humor surrealista de Christopher Moore o, quién sabe, esa famosísima perra de tres patas que acompaña a la señora Petrovna en la novela de Andrea Bennett.

En música... no me puedo quejar. "La mujer de verde", "Copacabana" o "Pequeña gran revolución", todas ellas de Izal parecen haber venido en este momento a dejar huella.




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