domingo, 12 de abril de 2015

Bloodshot (Chesire Red Reports, vol. 1)

¿Imaginas "A todo gas" sin Vin Diesel?

¿Qué ya lo ha habido? ¿"A todo gas 2"?

¿Y sin Paul Walker? 

Ahh, que también!! "A todo gas 3".

¿Y por qué nadie habla de ellas? ¿Será, quizá, porque la dos no llego a ser ni la sombra de la primera y la tercera fue, directamente, un subproducto. Una serie B, por no decir algo aún más duro?

Al final todo se reduce a algo muy sencillo. Carisma. Vin Diesel lo tiene. Paul Walker en menor medida (prueba de ello es que fuera de esta serie nunca llegó a arrancar)y Lucas Black, el prota de la 3, ese si que es un azucarillo diluido, la verdad.

Pues eso es un poco lo que pasa con esta primera novela de la serie escrita por Cherie Priest. Le falta gancho y un prota con carisma. O una prota. O unos protas. Porque durante su lectura tienes siempre la sensación de que no es tanto un problema de idea como de realización, como si estuvieses viendo un casting de actores y vieses que los hay buenos, que dicen su papel sin problema, que gesticulan y obran cuando deben pero que, al final, no te dicen nada. Eso es la Raylene Pendle que protagoniza la historia, un quiero y no puedo, que parece estar calentando la situación siempre para dar el salto a ese "algo más" que esperamos ansiosos pero que siempre se queda en un mero amago, volviendo siempre a la monotonía inicial.

Vaya por delante que no me parece mala novela. Es ligera. Es fácil de leer (y eso que la cogí en inglés) y tiene mimbres para ser algo más pero hay dos cosas que para mí le fallan.

La primera, no es autoconclusiva. Con esto no quiero decir que sea la primera de una serie de novelas y que me cabree porque no es una única novela. En absoluto. Si una novela está muy bien.. casi que prefiero descubrir que se convierte en serie y que habrá más. 

Me quejo es de la trama, de que la situación/problema de partida (o los, si es que estamos dispuestos a reventar algo del argumento), no queda resuelto en esta entrega. 

Puede que no sea algo imprescindible. Hay novelas en las que esto pasa y funcionan bien pero la inmensa mayoría finalizan cada entrega con una resolución parcial de algo, un punto y seguido que calma la sed pero no la sacia y te pide más. Éste no es el caso. 

Y sin punto (sea seguido o final) no hay desenlace... y sin desenlace no hay climax y sin climax... sin climax no hay nada. 

Porque a una novela le pido poder ir de menos a mas. Permito bajones. Permito momentos de relleno pero en el hilo general quiero un crescendo, quiero querer saber, querer buscar, querer leer, quiero ese algo que me enganche. Y en esta novela no lo hay. Nada en la novela que te haga vibrar, que capte tu atención, y así no vamos a ninguna parte.

La segunda queja, quizás la más importante, es que según que reseñas leas surge siempre el nombre de "Underworld" de fondo, porque mucha gente recurre a esta lejana película para ubicarte. Raylene suena como Selene... la estética y el aspecto de la protagonista literaria y el personaje del film es muy similar, el comportamiento se asemeja... pero no llega y cada vez queda más claro y patente que estamos ante un subproducto. Y cuando esa sensación se asienta en uno tiene muy mal apaño.

Personajes con carisma. Selene lo era... bueno... si soy sincero, no mucho. Así que esa no puede ser la gran diferencia. Entonces...¿qué?

Desde el principio "Underworld" se rodea de música estripende, de sonido envolvente, de algo más. Los silencios y el hieratismo de Kate Beckinsale y Scott Speedman se compensan con el ritmo trepidante y cierto histrionismo del Lucian interpretado por Michael Sheen. Las transformaciones en hombre lobo un poco desfasadas ayudan a rebajar las espectativas y el espectador se relaja en su asiento y disfruta de todo. Porque la peli es lo que es... un mero entretenimiento.

En papel la opción pasa por rellenar los silencios con introspección, reflexiones y dudas. Ya no vale con una imagen potente y eso cuesta de sobrevellar. Poner un Navy Seal travestido no está mal pero si siempre tiras del mismo chiste/comparación como hace la escritora al final cansa.

No pido un producto multimedia de esos que han proliferado estos días en los que tienen que entrar en una página web para ver un corto que te ayuda a recrear un momento. Pido ambientación y situación. Y si no soy descriptivo o no me sale hacer eso... quizás baste con poner una buena canción de fondo que sitúe al lector. Que le haga entender un estado de ánimo o identificarse con el personaje. 

En "Memento Mori" Cesar Pérez Gellida hace de la música un elemento más de la novela. Quizás la satura un poco más de la cuenta. Pero ambienta, recrea y centra. Ofrece algo distinto. 

Si pienso en "Underworld" veo a Selene dejándose caer del tejado al principio de la novela con la música de fondo. La cara de Kate Beckinsale al representar ese momento no cambia nada en absoluto pero tu vibras al ver el impacto con el suelo y estás "de subidón". Eso es lo que no tiene "Bloodshot",  chispa. Al final es como si vieses la peli en versión muda y ahí no hay mucho que sacar.

He leído esta semana que Lorenzo Silva saca nueva novela, "Música para feos". Una novela con el amor en el centro de la trama y la música como parte integrante. Espero que merezca la pena. Lorenzo Silva es un autor que me gusta mucho y la irrupción de la música en la literatura me parece un elemento fundamental para ambientar y transmitir más allá de las palabras.

Termino...

A "Bloodshot" le doy un 5, ramploncillo.

Y una recomendación para gente a la que le guste una buena película que transmita, "Love, Rosie" o "Rosie Dunn", adaptación de la novela "When the rainbow ends", de Cecilia Ahern, que tal vez aparezca por aquí un día de estos.





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