miércoles, 2 de julio de 2014

Proven Guilty - Harry Dresden, vol. 8


Siempre he dicho que Harry Dresden es uno de mis personajes favoritos. De “Urban” el que más, seguro. 

Es dinámico, entretenido, con tramas elaboradas y personajes memorables. Está bien escrito, sin demasiados ambages y es casi imposible salirse de la trama. Si lo empiezas lo acabas…y cuanto antes mejor.

Pero dentro de la serie siempre ha habido clases y niveles. Los personajes cambian y en función de cuales salgan puede variar la percepción de la novela.  A mí, por ejemplo, las tramas con las “fairies” no me gustan excesivamente, mientras que las que implican al “white concil” sí. Michael Carpenter me gusta más que Thomas, y Murphy más que ninguna del resto de los personajes femeninos (Eleanor o Susan).

Con el paso del tiempo las tramas se han vuelto más enrevesadas y cabos aparentemente sueltos se han ido cerrando varias novelas después. Todo encuentra explicación aunque no sea en ese mismo momento… y con la complejidad de las tramas un llegado el momento en que dentro de la trama se mezclan universos y personajes muy distintos, lo que hace que si tocan los que más te gustan juntos sea un novelón de impresión y que si se alternan unos que sí y otros que no al menos estés ante una novela interesante.

Para mí este es el caso de “proven guilty”, que tiene una parte que incorpora a las “fairies” y su “Nevernever” y otra que se entrecruza con el “White concil” y Molly Carpenter, la hija de Michael. La combinación resulta bastante bien, porque combina la complejidad del mundo de las hadas y sus artimañas con el “realismo” del Consejo Blanco y sus luchas internas.

Además hay Murphy para rato y con alguna conversación que dará mucho que hablar en lo que está por venir entre ella y Harry, lo que compensa un poco la parte de Thomas. Molly suma y mucho, como lo hace Charity, esposa de Michael y madre de Molly. Quizás el personaje de todo el universo Dresden que más miedo mete a nuestro protagonista de todos los que pasan por ahí.
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Esta nueva entrega sigue siendo trepidante, entretenidísima pero también es cada vez más oscura. Los problemas y las situaciones son más peligrosos y hay mucho menos margen para el humor y la sorna. 

Los personajes son más maduros pero también sufren las consecuencias de los distintos vaivenes sufridos durante las entregas anteriores. Las relaciones se perfilan y cambian, las alianzas mutan y sorpresas hay para aburrir.

Las luchas han perdido parte de su atractivo, son más caóticas, hay menos exhibición y menos descripción en las mismas, discurren de forma más anárquica y mucho menos plásticas. Esto ya no es “Tigre y dragón” todos a cámara lenta, es una Serie B donde todo se acumula y las explosiones, gritos y estallidos se sucede en 10 páginas. Eso sí, ¡¡que 10 páginas!!

La serie ha ganado por ese lado. La seriedad de la propuesta, lo extraordinario de la urdimbre de tramas que parece que va a desembocar en algo tremendo, protagonistas cambiando y evolucionando, la madurez de Harry…ha perdido en plasticidad y en humor. Se puede vivir sin ambas pero a veces la serie tiene momentos muy, muy duros y nada que lo amortigue.

Sigue sin existir ese “momento Bob” en el que elaboraban una poción de forma superoriginal o en el que aprendías muchísimo de la mano del particular “mentor/consultor/ayudante” de Harry y ha cambio tenemos mucho de Mouth, que también está muy bien pero en el fondo es como comparar un buen diálogo de los Hermanos Marx con una película de humor muda. Las dos están muy bien pero son tan distintas que el hueco que deja una no la puede ocupar la otra.

Qué mas puedo decir… que aparecen nuevos malos que repiten (por lo menos en “White Knight”, que he acabo recientemente), que abre un par de nuevos frentes que prometen futuros quebraderos de cabeza y que no va a decepcionar a nadie.

Está más próxima a las novelas anteriores de la serie que a las dos o tres primeras, la verdad, pero es que la complejidad de la trama no da mucho más margen. Es más, si aflojase un poco a Butcher nos lo comeríamos con patatas.

Puestos a pedir.. o a quejarme...no me importaría poder ver un poco más de Kincaid… y de Susan, llegado el caso. Pero supongo que la cuestión es pedir por pedir y  nunca conformarse con lo que hay, porque si no a la serie le tendría que dar un 10 y no habría más que hablar.

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